Poemas :  Isla Ignorada
ISLA IGNORADA

Gloria Fuertes
(española)
28/07/1917 - 27/11/1998


Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
sola sólo.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.
Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!
A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo—.
Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz —que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo—.
Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro
sé todo, porque vino un mensajero
y me dejó una cruz para la vida
para la muerte me dejó un misterio.
Poeta

Poemas de reflexíon :  Aguda caída
AGUDA CAÍDA

Agu
Daca
Ida.

En la noche que duerme demasiado plácida.
En la tarde que se rasca el sol.
El último pincel entusiasmado.
Cuando.
Se pone nerviosa la mañana.
Al fondo.
Afilar de unas pestañas años.
Después.
De una.

Agua
Daca
Ida

Del crustáceo.
Observando la vidriera.
En la rutina inquietante.
En la cilíndrica mirada.
En la bebida camisa.
Del terreno.
Estampado pantalón.
Del tobillo.
¡Violento colchón!.

Por
Esa
Agu
Daca
Ida
Está

El sendero de la noche medio desnudo,
golpendo el suelo del claro opuesto,
apropiado a la frente estrecha,
en la ropa de las luces cortas,
incluyendo las balas boca arriba,
en la espalda del buen papel,
en el invierno impresionado,
y las sonrisas bajo el hielo,
en la imagen del instante.

Por
Esa
Agu
Daca
Ida
Está

Un amanecer cauteloso.
Un gris interminable.
¡Qué empezó a buscar en la mirada!.
Un sabor disfrazado de rojo.
Un anochecer en la ribera.
Entre los zapatos del sofá.
¡Tambores, bocinas y campanillas!.
En la noche qué desayuna el día.
Y al sol qué no calienta igual.

¡Es así, la aguda caída aguda, es así!.

Dicen:
Como hurgándose las ranas el rostro,
que se hizo pedazos el tiempo,
encaramado en la desprevenida.
¡Cremallera!... Porqué la tentación,
llovía fuerte... En el mejor alumno,
de la suerte... En las pestañas,
pausadas... Capaces de detener,
la mirada... En la cintura de las uñas.
¡Martirizando su lujuria algodonosa!.

Ates, antes, antes.
De
La
gu
da
ca
ida, ida, ida.

Por ser insensata.
En la máquina.
Insensata.
De pasos.
Laterales
Y reverencias.

¡Ahora, ya está, en la dormida noche pálida!.
La luna.
Del espejo.
Después.
De la caída.
Aguda y fragmentada entre los restos reflejada.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Por el fidedigno júbilo
POR EL FIDEDIGNO JUBILO

Con la felicidad intempestiva de las moscas.
Trayendo lo que traerán de más menos.
¡Aún morir podemos en todas partes!.
Al defecto del cuaderno aligerarse.
¡Dónde los manantiales palpitan!.
Y coinciden trabajando las campanas.
¡Por estar abierta la virgen tierra!.
Por ser más que un traje lo que trajo.
Contaminada holganza, insalubre inacción.
En la selva girando alborotada la muerte.


Por el amor dentro de un hielo.
Por el dolor fuera de un hilo.
Por el color de medias-noches.
Horizontal el vestido en la llanura.
Está acariciando inmóvil al silencio.
Y apretando a la sombra el cuello.
¡Fidedigno deshacer cadenas indigno!.
En la piel de la soledad urgente.
Por pensar lo que habrá traído.
¡Nuestra inconsciencia al ambiente!.


Y no__En la consideración de las canicas.
Aquéllo__Que en la espalda en balde intoxica.
Eso___Que en la ropa se adhiere al árbol.
¡Así trajera lo qué hubiere traído!.
Fidedigno___Donde morimos ya no lo sabemos.
Por el júbilo___Muertos manchando al aire.
¡En la espada sutura del cruel carril!.
¡En la vieja oscuridad anónima infame!.
El vivir terreno yacerá inmóvil algún día.
Inesperado, dormido, al rincón de la penumbra.


Por no mirar, lo inconveniente a tiempo.
¡Aunque trajere un traje nuevo!___El fracaso.
Naranja del anacronismo oruga___¡Solo fatuo!.
¡Todo lo arcaico del esconder moderno!.
¡Qué de nada ya vale con lo perdido!.
En el tiempo que no exista ya más verde.
En la hora que anuncia solo soledad gris.
Siendo de la inmemorial vanguardia un grito.
¡Entre la discontinuidad prefigurada seca!.
Una temblorosa serpiente rolliza disecada.


¡Por lo verídico del resignarse alejada!.
En la madrugada recién nacida que ya no es.
En la retina contemporánea un pensar sutil.
Esperanzada___¡Entre una celestial sombra!.
¡Qué palpitan las edades previas mejores!.
¡Hogaño!___En la inercia brillar triste.
Atravesando las monedas cualquier aliento.
En la pasividad impenetrable alimento.
En las rodillas anacrónicas del codo.
Sincrónico el cuarto dónde los sueños duermen.


¡La felicidad de las campanas mortuorias!


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  En la intemperie...
En la intemperie...

El
Licor
De
Las

Autopsias autopistas asustarán a los disparos
En el espectáculo monótono de mansión suntuosa
Del hacedor de los cielos agusanados susurros
En
La
Intemperie

Entre las vertientes anónimas
la pasión extraña inesperada

el terreno esforzándose por ser vacío
el tiempo hecho de hombres neutros
el venerable asfixiar precursor ilustre
La
Intemperie
Fabrica excluyendo
Las últimas porciones honorables
La
Intemperie
Hecha esqueleto
Los disparos desparramando exigentes

En
Las
Sombras solitarias del silencio
En
Las
Paredes perdidas de la memoria
De
La
Calma suspendida de las tumbas
De
La
Imaginación enterrada del tacto

En
La
Intemperie llena de promesas y de engaños
La culpa cómplice se arrastra
El cascabel por un salario
La consciencia vendiendo
Los gusanos apretados
Los nidos incinerados
En
El
Tren
De
Los
Engaños

En los vagones de los sabores amargos
los kilómetros de las alarmas blandas
emergen impasibles de los refugios

en el coche flotando blanco el pecho
en el círculo inútil de los zapatos

la marcha mueve a las ventanas aladas
la estrecha cadera de una daga grácil
subiendo la velocidad y las alfombras
¡el fin eterno derrama brusca sangre!
En
El
Metal empapelado del pasadizo...

En la intemperie del caballo vendedor ingrato.

Los sepulcros lanzan los reproches acusadores.
Los sucesos indeclinables de las nubes secas.
Las palmeras encomiendas de las orugas tiernas.
Las ausencias expertas en el plumaje incontable.
En la intemperie de los pesares incontenibles.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta