Poemas :  Refugio
REFUGIO
Autor: Salvatore Quasimodo
Italia 1901-1968.


Poeta y ensayista. Estudió literatura, griego y latín.
A partir de 1932 obtuvo su primer éxito con la publicación de "Oboe sumergido".
En Milán asumió la Cátedra de Literatura Italiana en el Conservatorio Giuseppe Verdi.
"La dulce colina", "Las horas", "Toma y da", "Discursos sobre la poesía", "Las cartas de amor" y "El poeta y el político", son algunos títulos importantes de su obra. Tradujo, entre otros, a Catulo, Virgilio, Shakespeare, Arghezi, Cummings, Aiken.
Obtuvo el título Honoris Causa por las Universidades de Messina y Harvard, y el Premio Nobel de Literatura en 1959.
Ésta es versión de… Carlos López Narváez.


Referencias útiles son…
https://es.wikipedia.org/wiki/Salvatore_Quasimodo
https://www.youtube.com/watch?v=EhPCU7Lvagc

Refugio

Al borde del tajo
se retuerce un pino
suspenso: curvado
cual una ballesta,
parece escrutar el abismo.

Las aves nocturnas
lo tienen de asilo;
y en horas profundas,
alas que se abaten
conturban el aire dormido.

Corazón en sombra:
suspenso tu nido
de una voz remota,
te pasas lo noche en atisbo.
Poeta

Poemas :  Nieve en el campo
Nieve en el campo…

Blanca
Como un caramelo dulce
Que sabe a licor banana,
Como un “te quiero patata”.
Nieve sobre el verde,
Blanca como paloma blanca
Y que tú la amas.
Blanco en el campo mío,
Sin que sus ramas de arena
Me quemen la vista
Al contemplarla.
Nieve en el campo del alma
Y árboles frutales,
Todos blancos,
Con sus troncos color pino.
Blanco del alma
Que dice:
“Nieve en el campo azucarado,
Que no engaña”.
Mensaje mío de esperanza,
Que no sé si sabré comunicar
A tiempo…
Nieve en el campo amargo
Que vuela como flores
Caídas del cielo
Y mi pensamiento
Que yace aún,
Lejano.
Poeta

Poemas :  Arraigada nitidez... (Experimental)
ARRAIGADA NITIDEZ

Con la memoria,
paternal.
De la madera.
Creían atarse cien sentimientos.
Azulados desnudares alentados.
En
Aquéllo
Qué
Húmedo el nogal observa.
Por el aliento.
Claveles rosados,
en la piel verter,
después del alma,
jadeantes.
Del después...¡Quién sabe!.

Entre
La sombra carcomida en mansedumbre.
Pechos y latidos.
¡Relámpagos!.
Del agua.
Entretejidos.
La lumbre que al llorar pudre.
Agua y fuego.
En la barba de los lirios.
Creían atarse.
Lo que fueron.

Campos florecidos, simultáneos amoldares.
Atónita la frente, estelares las rodillas.

¡Escriben en criptas en copto,
copos granates y tabacos despreciados,
al rumor amenazando!.

Arraigada nitidez.
Las memorias del espejismo aventureras.
Las señales sin patria del alabastro.
¡Sórdidos terciopelos incoloros!.
Al ritmo clandestino.
De los tórridos relojes.
¡Nitidez arraigada!.
En las noches sonámbulas de lunas.
Nitidez.
En las brumas escarpadas del canguro.
Arraigada.
En las blandas arpas del antílope.
Nitidez.
En los nidos sonoros del pino.

Esgrimires.
Del anfibio cañas.
Dulces moviéndose.
¡Más agudas las cicatrices!.
Limpias se ofrecieron.
Al verter.
Después del alma.
Nuevamente.
Sus ritmos.
Naturales animosos alentando.
Por...
La honda superficie de las cúpulas patéticas.
Por...
Las almas ambulantes del arrecife.
Por...
El iris de la sal teñida lágrima.

¡Qué lo fugaz delata inundando!.
Las arterias... Vertiginosas de la espuma.

Al
Romper
El
Viento
Con
Las
Plumas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta