Poemas :  Oda al dolor
ODA AL DOLOR

Fuera de ti la soledad
camina,
dentro de ellos aquéllos
recordando.
La flama es temblorosa,
no vuela su sueño,
se detiene, desgarrando,
el fondo del aliento,
desenreda
como la nieve pesada
en la memoria.

Y junto a la cama
arden las pestañas
una huella, un olor
de un alfiler, lejano,
un lago, una fuente,
secos ascendiendo
en el duelo ahogado.
Sube el día
las cortinas
a las sombras,
pero en la calle
es más lento
el tiempo
el fuego
que sufre viviendo
la madreselva perdida.

Es inefable
como lo sentimos
como lo decimos
como lo vivimos.
Cada día
como un viejo
relámpago insistente.
El aire
falta
la cabeza
duele en el pecho.

Piedra
En la planta del pié
aguja en el ojo
ardor en el lecho
vacío, frío, distante,
pétalo, huesos, ceniza,
sin resplandor
transparente. Perforando,
desgajando, desangrando.
Cada noche
regresa en llamas
de lunas gastadas
de estrellas frías
de cielos mojados
que el tiempo
espina
o los desgrana
en racimos
de manantiales
que punzan
que oprimen
que hieren.

¡Oh, dolor!.
Inmóvil germinas
en las hojas secas
un rumor
bajo
la tierra
de la memoria
su compañía
alegre
remota
de apariencia
a veces como rayo
desfilas
bajo la piel
de los huesos
penetrando
de los huecos
al alma
que perforas.

¡Oh, dolor!.
¿Qué sería de ti?.
Sin nosotros.
¿Qué sería?.
Entre los otros.
Si no fueras,
lo que eres.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Augusto coz
Augusto coz

Vengo aburbujado, brujuleado, dices,
sobre las huellas de cualquier luna,
lavadora lejanía lema lenteja,
del charco adormilado del rincón,
pidiéndome las piedras deambulando,
tan leña, tan perfume, tan letal,
como fetal y alquímica es la noche,
me dice la gruta casi inservible,
en los límites del arenoso buitre,
tan pupitre que degüella invisible,
el sol de bolsillo,
al ojo que habla,
al pié de los huesos,
al ser de los huecos,
la impalpable mutación.

¡Aquilatando el letargo de agujas lerdas!.
En el parque fantasmal de los columpios,
en la pluma al sudar las cáscaras,
en los rombos adormilados.

Vengo, dices, que digo.
De comer silencios a medias.
Dices.
En los extremos del abanico.
En la cantera que finge el agua.
Indecible enturbiado inefable furtivo.
En el circo inicuo puro.

¡Taco taciturno de lengua infatigable!.
Dices que digo, a pesar de que no venga.
En la sonrisa de un trémulo ramaje.
Ni de ser hospedaje que implore ninguna letra.
Ajenas a las pupilas en decadencia que las lean,
las prematuras serpientes, del aprisco ausente,
las hienas conmovidas, de faz rugosa.
Por decir...
¡Tener mucho hilo donde faltan los carretes!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Amortajado... (Experimental)
A.M.O.R.T.A.J.A.D.O.

Al pié.
De cua
lquier tumba.
Desnuda inconsciencia.
Aves escalonadas cotidianas.
¡Por mi sollozo sollozo!.
En la imag
en deshabitada.
Sin el alma que nada me era siéndome.
¡Ante la cita con mi ausencia!.
Acompañándome insondable.
La esperanza de las tinieblas inconfundibles.
Por los cautivos silencios.
Por eso.
De lo que en vano viendo extraño.
Cordiales grietas en la luz telúrica.
Por estar... Amor tajándome.
Inútilmente.
Al templar al tiempo año tras año.
Hogaño.
El crepúsculo alegre danza helado.
En lo que muriese advenedizo.
¡Sollozo p
or mi sollozo!.
Por eso...

¡Qué la entraña, extraña, ajena pena!.
Tan polisílaba grave longeva.
Sollozándome amortajado.
Estando ausente.
De la paz que sangra venas que meditan.
¡Aunque es
tuviere lo que tuviera!.
Por los caminos en desgracia del peor placer
Y anduviera el pretérito riberas viendo
Al consumirse los cimientos
Del amor tajado por las débiles tormentas
¡Cómo lóbre
ga liebre en lumbre!.
Y estuviese.
El girasol al germinar gélido.
Del olvidar.

Las manos en un puño apartadas.
Las gotas desiertos mares empañados.
Y amorta
jado____Por el tejer crujir.
Gesticular del coraje cada falange
¡Tréboles cuadrangulares quíntuples!.
Ya amor tajado ya.
Por mi sollozo sollozo por mí.
Ya ablando la dureza.

De la incertidumbre.
De la puerta qué abría el cerrojo.
Hablando del ventarrón la plazoleta.

Hace piruetas.
Y párvulo corderillo al caserón.
Corazón de los ocasos.
Las cosas de los ciervos desnudas plantas.
¡A los ojos qué herís las manos!.
Más allá del roble noble dúctil núbil.
Amortajado por mi sollozo.
Más allá del horizonte encuadernado.
Nado sólo en la nada!.

Lana vegetal encarnación del cedro.
Al aire que las alondras mueven.
¡Pictóricas transparencias!.
En las ánforas absortas de sed teñidas
Amortajado. ¡Claro qué si, a mor ta ja do!

Ya cuando hubo unas cuantas viñas.
Vino sin serlo.
Siendo solo.

Un sollozo por mi sollozo que me solloza.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Pálida vibra
PÁLIDA VIBRA

Con el pié,
postizo de repente,
el papel, en especial del agujero.
¡La seductora, interrogante!.
Vibra, vibra... ¡Vibra pálida!.
Carga.
Una migaja en dos cucharas.
Al sabor diurno.
Débil parpadeo.
De la nada... ¡Vértigo sublime!.
Pálida
Vi
Bra... Y hace... Vibrar al que yace.
Desde joven, convirtiéndose.
Profunda fundación, rota. (Vibrátil ardiendo).
La posibilidad, desfigurada. (Llamarada).
Impulsor del último trébol.
¡Hasta morirse un penacho!.
Desmelenando al helecho ancho.
Más fuerte que una hora.
¡Débil ángulo disipado!.
¡Al jarro de medianoche!.
¡Un...Domador...De la nada!.
En la cabeza encantadora,
al brasero descosía el barrio.
¡Víctima del suburbio heraldo!.
Con el velo, cilíndrico sin piedras,
el freno, al aroma del corcho, escalafón.
Carretilla, presa, por la locomotora.
¡Inmensas calderas de jacintos!.
Cada noche se queja,
la sirena sorprendida,
de la virgen, cierva, en selva, salva, alba.
Pájaros secos, del papel, estatuas.
¡Sobre los subterráneos edificios!.
¡Sobre los montones escalonados!.
Indefinidamente públicos,
sujetos de la muñeca, gaseosa.
Pálida... ¡Vibra, vibra!.
Donde se ramifica el heno,
barométricos eucaliptos duermen,
en la plaza de gavetas.
¡Hay plantas, de patos de pronto!.
Y al jabón le salen cuernos.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Infestadas arpas
INFESTADAS ARPAS

Numerosas y pequeñas,
Las esferas ortopédicas,
En la piel oxidada.
¡Siguen, siguen, siguen!.

La geográfica mordedura.
Y
Entre partículas, de letras en miniaturas,
corren tintos minotauros,
empero.
¡Entra la brisa imaginable!.
¡A través del sin embargo!.

Al salero de peltre cubriendo,
al fondo desenroscada noche.
¡Centauro!.
Miniatura sin esfuerzo.
¿Será acaso?.
Cuando la memoria largo se hincha.
¿Será acaso?.
Un suspiro vanguardista.

¡Equilibrista, inesperado, mármol, bueno!.
¡Verdaderas multitudes madreperlas!.
Con aquella___¡Angulosa disertación!.

¡Das arpas infesta!. Con todo, el mediomuerto.
Lentas, son, las gotas del rugido,
¡Al remordimiento que frenético se aleja!.
Y
Del balcón, al desafiar la vida.
Y
Del tierno ciclón, al respirar.
¡La parcela llena de llagas!.

Ar
Pas
Das
In
Festa
Das.

En
El capítulo de leche, fresca, pelviana.
¡Cuadrado al fondo!.
El
Jeroglífico
¡Consuelo qué alarga la bajeza!.
Al fulgor perverso del qué cuelga.

Infesta.
Al pié de indigencia
Ar
Pas
¡De la ignominia!.
Das
¡Al triangular, el círculo afilando!.
El ombligo de la córnea.
Y al odio del ámbar.¡El granito!.
Fulminando al mango.

¡Pasinfesta Dasar!.

Con abejas.
Con el desastre ilimitado.
Con todo el regreso de la cloaca.
En el vientre abierto.
¡De la ciencia del engaño!.
Y
El arpón artero, aullando.

Con
La fuerza, del gigante, carcomido.
Y
La isla en el bolsillo.
Las tentaciones de las trenzas, trazas.
¡Al morirse las joyas sin precio!.
El camino escabroso de la terraza.
Y
Depositando la inocencia en ataúdes.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta

Poemas :  Aprecio del cepillo
APRECIO DEL CEPILLO

Un resto del desprecio ha caído en desuso,
al quebrar el espacio sin esperanza,
la balanza perdida,
del cangrejo ahogado,
del tesoro muerto,
casi ágatas, por el puño adolorido,
simulando la naturaleza.

¡Aprecio del desprecio, cepillo del cepillo!.
Renovando las noches, las cantinas,
amartilladas son las tinajas,
intermitentes, ollas de los brocales.
¡Qué dejan apretado al pié!.
Al anillo pordiosero.
Al desatino de las mejillas.
¡Qué muele lágrimas desafinada!.

¡Del cepillo aprecio, desprecio del aliento!

Con toda la proximidad, como una carga,
amenazando al torbellino.
¡Qué nace bajo el suelo!.
En la desconfianza advenediza.
¡Del escorpión qué alacranea!.
¡Redondo al mimbre!.

¡Aprecio, aprecio, del cepillo despreciado!.

Sin embargo, persiste un párpado,
con la cifra rígida.
¡Una flor seca, cada segundo!.
Iluminando maquinales,
a los alientos del cepillo.
¡Una fórmula atlética!.
Considerable a gran distancia.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Conmistión consabida
CONMISTIÓN CONSABIDA

La mezquina espada enfila
Rimas extrañas
Allá
Dónde tiritaba de alegría un hielo
De
Ventanas arrugadas, clavos y escaleras.

Consabida conmistión.

Quebrando.
Al silencio abandonado.
Al pie de la imponente montaña.
Quebrando.

El pespunte petigris
Decía:
Es práctico,
cuando las cadenas desesperen.
Es completo,
cuando el atardecer vuelve por la mañana.
Es único,
cuando el amanecer queda en la noche.
En
La obscuridad la luz camina. ¡Mejor!.
Y es,
lo que impulsa a llegar donde nadie llegó.
Y es,
del caminar las sandalias del lago soñado.
Por eso.

Esa tarde, dibujó al libro, libre,
de la opresiva mañana.
Y la tranquilidad del sillón, un carbón.

Consabida turbonada.
Conmistión de guardafangos.
Encima de los más profundos trueques.
Y obvención anticipada.
De los húmedos humos.
Recónditos. Una pesadilla colorada.

Conmistión.
Por los torpes colores limitados.
Decía.
La claridad trasciende lenta.
La urdimbre hirsuta inexorable.
Decía.

En cada inicio se ofrece.
Un espacio.
Un bloque de múltiples rúbricas.
Ante los cambios.
Por las descaminadas dimensiones.
Consabida.
En la dosificada confusión.
Conmistión.
En la pausada dispersión.

Lo inmundo
De miserables millones
Y
Millonarios unos cuantos
Serpenteantes
Como
Se expresa el ácido osario.
¡Alquitrán y alacrán!.
Aún apenas.
¡Escucha, interpreta y emite!.
En pedazos impávidos
De
Cibernética vanguardia.
De
Sintácticos amasijos.
Conmistión.
Al cerrar la noche.
Consabida.
Al abrir el día.

Donde
Los acantilados acallan
Y
Al ahervorarse los suspiros. ¡Consabidos!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Milenario Lirio
Milenario Lirio

Le dejaron.
El mismo rostro.
La misma íntima noche.
Y
Le
nombraron al día, al mes, al año,
alma del tiempo, cuerpo de mariposa temible,
al final, enigma, por el nombre, mortal manzana del nuevo día,
por el entonces del más allá lamentado, de la carne sudorosa,
por los muslos a los que estuvo colgado el árbol oculto,
por el corazón soñador de campiñas del amor invisible,
y se atrevió a nombrarlo soledad cautiva pensativa,
y también tarde de siempre, noche de nunca, jamás,
de lo que llevan los pañuelos seguros de que
la noche blanca y enrojecida había terminado.

El segundo lirio canta al ritmo de saetas.
El día, del pequeño aljibe, la madrugada,
pinta heridos los techos murmurando lunas,
pinta montañas cristalinas llenas de luz.
El día, del pie menudo, la manzanilla.
El segundo violín prefiere ver las miradas.

Donde,
recogió agua de lluvia,
se bañó y la calentó dulcemente,
con sus pestañas y suspiros,
entre las manos delicadas,
hasta hacerla mansa y noble.

En el tercer milenio.
De la tarde,
del níquel, de los enlutados cielos,
de algodones afilados.
De la noche.
Del campanear solo las encrucijadas,
los leopardos tristes.
Milenios.
Los dos previos.


Traurigkeit, sadness, tristesse, tristezza.
"Tristemente triste entre otro tristemente".
Traurig, sad.

Lirio
De los
Dos milenios
¡Se quedó insomne!.
En la cama con sus dedos secos,
por los huecos y los ecos.
Lo humedecieron despacio.
¡Heterodino hemático!.
Y
después de secarlo, menguado y miedoso,
lo envolvió en sábanas geológicas,
de astronómica resignación,
lavadas con parsimonia de todo sol,
y luna. ¡Ella, la eternidad, al empobrecido, y milenario lirio!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Encriptado palpitar
ENCRIPTADO... ¡Palpitar!

¡Oh!___ Bellas, asonancias.
¡Oh!___ Arrítmicas alegrías.

Al
Pié de cuatro heliotropos
la quemadura del corazón...
¡ Es albergue reconfortar...!
del pantalón, octubre ahogado por diciembres
con el acre r.u.m.o.r... de barro
Crudo...

Con
El
Fermentar del retorcido nácar azucarado...

¡Una catarata, de marismas, tropeles ácidos!

Burlada la cansada
Luz del cuerpo
Encarnando con celeridad
Tormentas arrodilladas
Sentimientos mordidos
¡Sin concesión!
Con el cesar inutilizados...
La
Inútil perfección atravesada
La
La temblo... Rrrosa mueeeca en
Arcilla, ya, ya...
La mesa, gris, harapienta, de
La caricia...

Es... ¡Esta!... ¿Esa, aquélla?
Está
Cremosa la encriptada flama seca
En
La... Horrenda memoria, calcinada
Casi yeso, desmemoriadosamente...
¡De los heliotropos!
Cuatro, albos, obscurecidos soles solos
Entre obscuros también, rumores ardorosamente
Resquebrajando
Restándose el latir de cada palpitación,
Truene y truene, atormentado, turno
Entre
El
pié crudo, absurdo entre la cripta...
¡Corazón de la ceniza!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta