Poemas :  PORQUE ME QUITE DEL VICIO
PORQUE ME QUITE DEL VICIO
Autor: Carlos Rivas Larrauri
México. 1900-1944
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No es por hacerles desaigre…
Es que ya no soy del vicio…
Astedes me lo perdonen,
Pero es qui hace más de cinco
Años, que no tomo copas,
Anqui ande con los amigos…
¿Qué si no me cuadran?… ¡Harto!
Pa’ que he de hacerme el santito;
Si he sido rete borracho…
¡Como pocos lo haigan sido!
¡Pero ora ya no tomo,
manque me lleven los pingos!
Desde antes que me casara
Encomencé con el vicio,
Y, luego ya de casado
También le tupí macizo…
¡Pobrecita de mi vieja!
¡Siempre tan güena conmigo!
¡por más que l’hice sufrir
nunca me perdió el cariño!
Era una santa la probe,
Y yo con ella un endino,
Nomás porque no sufriera
Llegué a quitarme del vicio,
Pero poco duró el gusto…
La de malas se nos vino
Y una noche de repente,
Quedó como un pajarito…
Dicen que jue el corazón…
Yo no sé lo que haiga sido;
Pero siento en la conciencia
Que jué mi vicio cochino!
El quiso que nos dejara
Sólitos a mí y a m’hijo,
Un chipayate güerfanito
A l’ edá en que más falta
La madre con su cariño.
Me sentí desesperado
De verme sólo con m’hijo…
¡Pobrecita criatura!
¡Mal cuidado… mal vestido!
Siempre sólo… recordando
El ángel que bía perdido.
Entonces pa’ no pensar
Golví a darle recio al vicio
Porque poniéndome chuco
Me jallaba más tranquilo
Y cuando ya staba briago
Y casi juera de juicio
Parece que mi dejunta
Taba allí conmigo.
Al salir de mi trabajo,
M’ iba yo con los amigos
Y luego ya a medios chiles,
Marcaba ya harto refino
Y regresaba a mi casa
Onde mi aguardaba m’ hijo.
Y allí… ¡duro! Trago y trago
Hasta ponerme bien pítimo…
¡Y aistaba la tarugada!
Ya indinantes les he dicho
Lueguito vía a mi vieja
Que llegaba a hablar conmigo
Y encomenzaba a decirme
Cosas de mucho cariño,
Y yo a contestar con ella,
Como si fuera dialtiro
Cierto lo que estaba viendo,
Y en tanto mientras que m’hijo
Si abrazaba a mí asustado
Diciéndome el probe niño:
“Onde está mi mamacita…
dime onde esta papacito…
¿Es verdá que ti esta hablando?
¿Cómo yo no la diviso?
“Pos qué no la ve tarugo…
“Vaya que li haga cariños!
¡Y el pobrecito lloraba
y pelaba sus ojitos
buscando ritiasustado
a aquélla a quien tanto quiso!
Una nochi al regresar
D’ estarle dando al oficio,
Llego y al abrir la puerta,
¡Ay, Jesús, lo que diviso!
Hecho bola sobre el suelo
Taba tirado mi niño
Risa y risa como un loco,
Y pegando chicos gritos…
“¿Qué te pasa?… ¿Qué te sucede?…
¿Ti has güelto loco dialtiro?…”
pero entonces, en la mesa
vide el frasco del refino
que yo bía dejado lleno,
enteramente vacío…
luego luego me di cuenta
y me puse retemuino.
“¿Qui has hecho, izcuincle malvado?
¡Ya bebites el refino!…
¡pa’ qui aprendas a ser güeno
voy a romperte el hocico!…”
y luego con harto susto
que l’hice golver al juicio,
y con una voz de angustia
que no he di olvidar me dijo:
“¡No me pegues, no me pegues,
no soy malo papacito,
jué por ver a mi mamita
como cuando habla contigo…
¡Jué pa´que ella me besara
y m´hiciera hartos cariños!
………………………………………..
desde entonces ya no tomo,
onqui ande con los amigos.
No es por hacerles desaigre,
Pero ya no soy del vicio…
Y cuando quero relajarme
Porque sento el gusanito
De tomarme alguna copa,
Nomás mi acuerdo de m’hijo
Y entonces ya no tomo
¡anque me lleven los pingos!…


Una excelente referencia es...

https://www.youtube.com/watch?v=x6uiuK_gErc
Poeta

Poemas :  Acuosas letras
ACUOSAS LETRAS

Sobre las palabras
antes
que pudieran opinar
han sido enmudecidas
en la mansedumbre
del cielo
que se mostraron
en
los
callejones
el agua sigue
evaporándose
lloviendo hombres
con el dardo sutil de una ancha daga
desecada cualquier consciencia
como
arados.

¡Ausentes de cristales!.
Presentes de ventanas,
techos de viento.
¡Pisos de sangre!.
En
su
figura sonido aturdido.
¡Manantial de silencios!.
Epígrafe de lagos
profusa sequía
en la fugitiva pincelada
dónde se inundan lapidarias
las mínimas palabras
lloviendo
lumbres, hombres, cadenas,
hasta
las
alturas del más allá,
donde...
El agua. Sigue, sigue.
La
vestidura
sobre las nubes.
¡Palabras, palabras, palabras!.

Las
únicas libres
son...
De aquiescencia servil.
De conspicuo halago.
De desalbardar acoquinando.
¡Sin freno, sin falta!.

Apagándose,
en las calles,
en los techos,
en las mesas,
en los platos,
con
las miradas, vacías,
el aliento carniseco,
blandiéndose famélico,
por
éso, ésto y aquéllo,
en cualquier parte,
del musgo,
avanzando,
en
la espesura
ellos
con
los escritorios mutantes,
los fúnebres escolios,
en el amasijo de escombros,
asombros y fragmentos.

Lágrimas,
desposadas con las tintas,
del suelo en sangre,
del aire clandestino,
del lacayesco ofidio.

Palabras,
del clamar.
¡Aflicción y plañido!.
Mar y río.
¡Luctuoso sollozo!.
Por el fango del viento,
lastimero latido,
son
sólo palabras,
enrarecidas,
desdichadamente.

¡Tímidas!.
Con porfía arrastradas,
de la cerrazón,
empecinada,
incomprensión,
enlagrimadas, impotentes, desarmadas
entarifadas. ¡Sí protestan!.
Embalsamadas. ¡Sí piensan!.
Encenizadas. ¡Sí hablan!.
Letras. ¡Líquidas y acuáticas!.
Ahogadas. ¡En la tropelía y la filfa!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poetrix :  UN KILO DE ABUNDANCIA
UN KILO DE ABUNDANCIA
No se debe confundir
lo que falta de todo,
con la libra que más abunda.

Poeta