Con el paso del tiempo se van muriendo las sonrisas Sintiendo el aliento, pestilente de campo santo El alma no descansa, sino hasta que de tu cuerpo sale La mente se acobarda en noches de silencioso ruido Tus manos se cierran, tratando de retener al mundo Pero es como el agua que se escapa entre tus dedos Cayendo por un barranco, tan profundo y opaco Que apenas la luz llena un pequeño espacio. Se desangran tus heridas, tu dolor se agiganta Ya no puedes emitir sonido tu sentir helado Se muere poco a poco, sin nadie a tu lado.
Porqué están los días en filas apagando el pasado única verdad encendida y congelada en el brillo al fondo de una flama entre la ficción profunda en busca del autor de los reflejos del eco y del espejismo. ¡Del silencio en movimiento!. De los frutos. De la expresión. Del dolor más puro. ¡De la misma esencia de la pureza!.
¡Oh, el duelo incólume, duelo verdadero! Es En el corazón del silencio Es En el solitario lugar Es En la cúspide del fondo Incólume El Duelo... ¡Duelo sin mudanza veleidosa!
Dónde corren por el viento las malas brisas Al cuidado ruin de ásperas sonrisas. En los prados abundantes de la nada. ¡Cómo el trino al ave ve volando!. En los corazones de las hormigas. ¡Qué las ausencias muerden duro!. El duelo incólume. ¡Qué vive puro!. En los bruscos aletazos de la memoria. En los troncos sacudidos de la sombra. En los rayos leñadores de la yesca.
El Duelo Incólume ¡Vive, puro!. El duelo verdadero qué hace al hombre más humano, qué no muda ni se olvida. Con La sed... En las pupilas silenciosas En los brazos apagados De los clamores rotos ¡Al precio de las ávidas quijadas!. Al extremo del sudor de los cristales En las mesas erizadas del hambre lumbre En las húmedas cucharas de las piedras pardas El Duelo Incólume sigue en su pureza prístina joya humana.
Con el cielo de la piel encarnizada En las cascos qué se arrastran Los días en fila apagando Los pasados congelados Entre las espumas conmocionadas del reposo Del repaso entre sanguíneos eslabones Del suelo al cielo ahogado ausente ¡Qué vive atado a los mirtos del dedo del sillón!. Dónde corren por el viento Las malas brisas De las ásperas sonrisas.
Volvió a brotar una esperanza de amor en mi vida, volvió a nacer un sentimiento ya muerto por el tiempo. No sé por qué tuvo que pasarme eso, cuando con flores y sonrisas trataba de conquistar tu corazón, te escribía poemas de amor, te dedicaba siempre una canción, ¡con tal de conquistar tu corazón...!
En verdad, no sé qué decir, ¿por qué ahora vienes a mí? ¿Por qué traes sonrisas? ¿Por qué tienes la mirada diferente? Tal vez, ¿no encontraste el amor que querías? Tal vez, ¡te maltrató la vida...!
¡De pronto me olvidas y te vas! ¡Luego te acuerdas y vienes a mí! ¡Es porque yo soy él que te hago feliz! En el fondo de tu corazón, ¡yo sé que piensas en mí...!
¡De pronto me olvidas y te vas! ¡Luego te acuerdas y vienes a mí! ¡Es porque yo soy él que te hago feliz! En el fondo de tu corazón, ¡yo sé que piensas en mí...!
No hay quien te declare amor, con flores y una canción; ¡yo sé que tu corazón busca el amor que tengo yo! No es fácil decirlo ni es fácil hacerlo, pero no imposible decirme "te quiero".
Autor: José Monnin elpoeta del libro Raíces de amor del mismo autor todos los derechos reservados. Limpio-Paraguay
Amigos/as espero les guste el poema y el recitado les dejo un abrazo. Y gracias por pasar.
Por allá camino cerca encontré el sol solo me dijo poco menos que luz de la divina consciencia poco más que luz de la vida circular poco menos que riberas. Dices, del mar solar, somos. Desolados, asoleadoramente ensombrecidos. ¡OH, insolación!.
Es... En unos, las cruces, lirios. En que otros las llamas danzan. Cenizo el[polvo. Los pendones de cenizas. Ciertas donde nacimos. Inciertas donde morimos.
Pues. En clara aurora la cara enflora. Encarecida aún la misma muerte. Compañera cercana. La cruz. Solar. Del suelo suela sola. El Premio a la tierra es. Me dice el calor frío.
En los años que nos viven, las sonrisas que nos quitan, los abusos que nos dominan, al filo enarenado. ¡Escudando!. Y escuchando, andares y caminares.
El hemático dislate. Desmemoriado desdecirse. La menta y saborea. El engaño Agrio El rebaño Ante la mesa inerme. Ausente. La silla del ayer llena. ¡Cada techo entre mil lechos!.
Des Habitados. Caminos. Alimentos del vacío Sin un después. Sin un más nunca. Sin ser ya nada en cada ahora. Los años nos mueren extraños, los retoños desenraizados, bajo los cielos inundados, inundados, inundados. De Las Ausencias al amparo. Perenne aridez del nuevo suelo. Solo insooolación.
Son los colores del alma aquellos que con sonrisas dibujando vamos; los que están sin saber el cómo ni el porqué; aquellos que descubren mágicos lienzos, siempre inacabados, como esperando otra mirada: la tuya… la que faltaba y tanto se extrañaba.
Deja los bosques del viejo mar. Y volverán. Espumas las calles. Burbujas los hombres. Sonrisas repartiendo los niños. ¡Corriendo, descubriendo, alegres!.
La vida sirena, es, primavera. Fogosa ternura, es, verdosa. En un plato pastel rebanada. Impalpable dulzor. Joven apetito narrador sin pereza. Sin mártires vientres. Sin promesas impacientes. Fabular enlatado relieve. Alineados cometas del sabio sillón.
Cuando el fuego reposa tiernamente. Cuando el agua mueve telares goteando. Cuando El aire duerme las hojas. Cuando El bosque matutino canta. Puliendo. Frutales. ¡Olores madera y leyendas invisibles!.
Déjalos vivir. Desenredando tinieblas hostiles. Y volverán___A la tierra. Anidando Sue Ños An Helos...Burbujas al mar escucha. N...D...O... ¡B-u-r-b-u-j-a-s...Al mar.
Burbujas, burbujas... ¡Burbujas del viejo mar repletas!.