Poemas góticos :  EL REGRESO DEL CABALLERO NEGRO
Regreso con mas fuerza que nunca,
la oscuridad y la luz me acompañan,
es hora de salir,
que la noche me guíe a mi destino.

El color negro será mi legado,
mi cultura no morirá,
mis poemas surgirán,
hasta el final de los tiempos.

Soy el caballero negro,
estoy de vuelta,
estoy preparado,
para enfrentar al destino.

La bendición de la noche,
se aproxima ya,
el tiempo es veloz,
como la vida misma,
sin detenerse para nada.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas :  Prometeos
PROMETEOS

Por
Soñar
Tantas
Veces
Al
Dormir
Muchos
Mañanas
Con todos los polivalentes

Ondulando
Deliciosos
Con todas las multifacéticas
Generaciones
Erigiéndose
En las ropas mudables
Desnudos
Ardorosos
En las miradas consensuales

Hedonismo
Primigenio
Por consumir los años ajenos
Corporales
Inocencias

Con el retorno al ser extinto
En las historias del futuro
Por las máscaras estéticas
¡Nunca han sido demasiado!

Por
El
Camino
Excesivo
¡Dónde el horizonte corre!.
Aprisa en el cometa de una lúcida promesa.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  El flagelo
EL FLAGELO

Amarga
Sin cesar
La plata el llanto
Al cielo
Aquél
Junto a la luna

Del fantasma ceniciento
Sin retorno
De la larva
Verde
Una fosa
Ociosa
De las cosas
En el alma

Cualquier día
Desarmando
Al desaliento
Cargando
La nieve
P
resa
De luz
Lágrimas
Centellas sin audiencia
Amargando

Al cielo
Verde
Ceniciento

El
Flagelo
Del anhelo
Peninsular
Tozudo
Atroz aturdimiento

El
Flagelo
Zumbel
Del alma
¡Témpano del tarso!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Cronos viejo
CRONOS VIEJO

Estaba en la mismísima punta de la onda,
no se sabía si era un corpúsculo o algo
semejante. Había hecho, cuando joven,
un collar, celeidoscópico,
que parecía vigorizarlo, y centellear entre múltiples
relojes, arena, soles, mecánicos y elec-
trónicos impulsos, que flexibles corrían
y detenían eones, millares de infinitos
en una gota del océano cósmico.

Creía pensar en él, humo del presente que
lo tenía atrapado, pleno y curvo, el es-
pacio se expandía, con el pretexto del
eterno retorno, embriagado licor de estrellas.
Ahí, donde nada tenía que hacer, el vacío
bebía su memoria y el eco crecía entre sus
grietas, enorme masa de ruidos, vibraciones,
líneas geométricas, pulsátiles y desiguales.

Era en fin, un objeto, tallado en la piedra,
muy grande, hablándose con dureza, en aquélla
alucinación taciturna del escultor, de esa
primera edad, evolución circular, de avance
y retroceso, reinos mineral al vegetal, y el
animal racional era al final su desastre.
Con un pensamiento claro, agudo y enérgico,
el anciano, logró ubicarse en la pantalla
panorámica y dar vuelta al exoplasma del
espejo tridimensional de la gorgona invisible,
y la estatua de Cronos inició su diálogo.

Fue un monólogo petrificado, como él ahora
estaba en esa estatua representado, Zeus era
sólo una idea, atrás estaba el padre Caos,
sonriendo, bien pintados en el pergamino en-
capsulado y hermético.
[center]El anciano, sordo ya, comprendió el mensaje
grabado en sus minerales latidos esculpidos,
hacía milenios, infinitos y desconocidos muchos.
Comprendió solo aquéllo, que más o menos,
puede ser transcrito en éstas palabras.
¡Aquí estoy, principio y fin, encadenado a la
eternidad, mi madre!.
Gota que envejece a diario, y rejuvenece sin
remedio, en el océano cósmico, en el fondo de
la materia, en la esencia de la forma, en la
forma primordial, vacío y todo simultáneos.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  Buscándote
Con piedras redondas escribí sobre la arcilla
tu nombre rimaba mariposas
Escudriñé las mansiones de Neptuno
siguiendo tu rastro de luciérnaga

Te supe extraviada en las arenas
levantando jardines de contramano
Cautivaste a los colibríes con tu voz entonada
Alfombras de verdor rebelde tendiste en Atacama

Por fin, llegué a tu orilla
con las manos sedientas
esperando un remedo de amor
que sellara mis ojos con un beso

Difusa te encontré
hilando el huso de la primavera
entre cactus agradecidos
que cercaban tu aura, protegiéndote

He recuperado la vida
en este agitado correr tras de ti
atiborrado de frutas y vinos
para seducirte una vez más
como a una crédula doncella
de los atardeceres
de Caldera.
Poeta

Poemas de introspectíon :  Fetal
Vengo volando,
reptil prehistórico,
carnívora hambre de tiempo,
alargando la noche,
más cerca del cielo
que de mi comienzo.

Alas acero, vengo auscultando
la luna primavera, coágulo de los días prestados,
obstruyendo la sangre de ojos marinos,
recorriendo países,
vagabundo y curioso,
visitante de espejos,
dilapidando minutos en los museos.

Hasta volcarme en la pausa,
alas acero, despertando los ríos,
cantando al inicio,
a los sindicatos,
a las empedradas muelas del poder,
a los escuálidos credos.

Alas acero despertando mis manos,
palpando catedrales ignoradas,
extendiendo los cuentos cual preámbulo.
Voy en ellas, alas nocturnas,
al desafío de la sangre,
al útero fecundo de la tierra,
a los pies cansados
de cien patrias remecidas.

Cual pájaro prehistórico,
alas acero, asombrado en mi sueño,
vuelvo al suelo,
tiendo en la luna mis cómodas teorías
y sacudo en los ojos mis alas de ternura
el pecho se ventila y esparce
nuevamente
su epopeya diminuta.
Poeta

Poemas sociales :  Generación del Setenta
Generación del setenta,

generación renegada

desperdigada con saña

por las tierras más lejanas


Unos pocos que no cuentan,

un pobre atado de esperas

en la rompiente erizada

que quebró la convivencia


Generación del setenta,

la que tuvo al Papa Bueno,

creció en el París de Mayo,

de Praga herida, lamento


Avanzó a pecho abierto

anunciando un tiempo propio,

perfilando al Hombre Nuevo,

reflejo de Medellín


Generación del setenta

y su tierra prometida,

con su bandera ruidosa,

intensa arenga de fe


Cascada sin mente fría,

dogmática en su consigna,

insolente en su porfía,

nunca, nunca de rodillas


Generación del setenta

recibiendo en las costillas,

en debutante doctrina,

inseguridad nacional


En su frente con asombro

escribieron “sedición”,

los marginaron decretos.

el destierro los sembró


Generación del setenta,

hermanos deshermanados,

dispersos y censurados,

ignorarlos se ordenó


Les robaron a traición

sus historias prematuras,

hubo fuego y hubo furia

el Poder los clausuró


Generación del Setenta,

de frustración y quimera,

ayer, grito de los valles,

hoy, una reflexión serena


Generación del setenta,

con su racimo de sueños,

con su impaciencia gritada,

un baluarte, una reserva


Generación del setenta

flaca, mustia y desgreñada,

damnificados de América,

distorsionaron su esencia


Generación del setenta

comprendiendo masacrada

que las murallas son duras

si es el odio el que las alza


Generación del setenta

con cien canas asomadas,

sus heridas aún sangran

porque fueron a mansalva


Joven, ingenua y locuaz,

de madurez remendada,

en sus ojos fraternales

no hay lugar para venganzas


Generación del setenta

con su siglo atravesado,

su post-grado de paciencia,

alternativa sensata


Con su lección resguardada,

esa fe que no se transa,

busca hoy modesto sitio

para la reconstrucción soñada.
Poeta