|
EL OJO AZUL
Se mira se mira en el espejo azul el ojo del mar en el cielo el rojo del ramo en la flor el azul del abedul en el sueño que sueña el silencio desnudo del mar hecho cielo en la mano de la mano en la frente azul tan azul que no cuesta nada a la mentira más verde vistiendo. El Ojo Azul No, no cuesta nada, no Al azul del reflejo en el ojo En el espejo azul azul Que tiñe a la luz engañando En la mirada que mira mirando El mar en el cielo En la flor en el sueño En la mano en la noche que duerme Que duerme que duerme azul azul El ojo el ojo se mira El Ojo Azul Donde la apariencia se cree verdadera Donde la experiencia certera lo niega Cuando la añoranza espera esperando Cuando la templanza flaca flaquea En la almohada menos azul En la noche menos negra En la consciencia menos vana En la esperanza menos inmunda Azul sabe que el ojo no es El espejo azul que lo refleja.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Antes del silencio
Antes Del Silencio Dorado El azul sin tiempo La verde esperanza ¡Aún no había nacido!.
Ni La música amarilla Al ser eterno El punto del principio Al final que vuelve puro... ¡Antes!.
Del Silencio Nacimiento de la muerte Círculo de la vida Al escuchar El fondo El centro El final ¡Latir del canto! Al entrar transparente Al destino del infinito ¡Burbuja!. De la palabra... ¡Del antes!.
Antes, antes... Antes Del Silencio Y después, luz, espacio, tiempo...
¡Mar de amor! Humedad del corazón. ¡Por la humanidad del alma! Antes de la carne... ¡Antes, muy antes...! Y... Luego... ¡Nube de lenguaje!.
Arroyo, río, lluvia, tormenta, mares. ¡El silencio crece! Crece como antes Del primer silencio.
Dorado El Tiempo ¡Había nacido hablando!. Pero nadie había que lo escuchara...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
C.A.L.I.G.I.N.O.S.O.
Si ves al gris una vez. Sin voz baja el viento. Del sol hasta el helecho. ¡No hay problema, todo es verde!. Con la tierra que al agua irrumpe. ¿Piensa acaso la hoja?. En los otoños, que le dejan su cariño pétreo.
¡No hay problema, todo pasa!. Nada por la orilla de esa mirada. Y en el granero guarda el jarro. Con la voz del gris que ves. Tal vez en el tiempo cada eternidad vuele. Y sueñes como nadie ha dormido. Al rojo verde al azul rosado.
Caliginoso y caliginoso coinciden. En un café plateado. En una nube dorada. ¡Porque nada importa de la amargura al agua!. Y todo cae del olvido implacable. Por el renacer de la memoria. Donde si ves al gris una vez.
¡Gris será y sólo gris!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
HUMIDIFICADORA
Como el llanto de la lágrima, que a la espina duele, descrucificando, la añoranza que al ser abrasa, ablando la dureza, dices: ¡Qué nada entiendo!. De los rastrojos secos, ecos pálidos de los débiles sonrojos, pestañeando al amanecer enajenado, que inunda con sed al viento.
De las ásperas manadas de azul violento. De los cráteres heridos de verde tierno. De los crótalos aliados de gris intento. Dices: Hablando del silencio duro. De las botellas desnudas de alfileres. De las bellotas vestidas de billares.
Humidi Fica Dora. Porque al dolor sangra la risa. Del marfil que afila la ceniza. Del fulgor que viste la noche. Del temblor que calla la tarde.
Dices: ¡Qué la lágrima sufre su sequía!. ¡Qué la lámina surte de arena!. ¡Qué la lápida asume su olvido!. Por Que Calla la calle cayendo en la esquina. Por La fe que estrangula la humildad humillada.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Joguei-me ao mar que eras tu Por um chamamento que ouvi E nas tuas ondas, amor bebi, Embebedei-me de azul Ninguém me salvou daqui E fiquei de ressaca de ti.
São inebriantes os teus tons De verde água e azul-marinho Que me entontecem o caminho Nestes momentos tão bons E noutros que te imagino Quando estou no mar sozinho.
Flutuei nas tuas águas Estive em marés de chorar Mas amei-te sem me afundar Afoguei em ti minhas mágoas Até em ti me encontrar E sentir a alegria a chegar.
Alguém disse, o mar enjoa Pode até ser turbulento Quando domina o cinzento Mas vem meu amor , me abalroa Me envolve de cabelos ao vento Com a maresia para meu alento.
No meio dum mar de amor Sosseguei, estou ancorado Nem desejo ser resgatado Vejo a lua e o sol pôr Cá do mar que me tem amado E continuo apaixonado.
tavico
|
Poeta
|
|
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! ¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza: ¡me clavó muy hondo su mirada azul!
Quedé como en éxtasis... Con febril premura, «¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
...Pero tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas, que suelen sangrar, ¡y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los ojos, la dejé pasar!
|
Poeta
|
|
O poeta quer mostrar serviço... O poeta quer mudar o planeta. O poeta quer voltar ao início, no tempo do “boi da cara preta”.
Não adiantou avançar, sem se domesticar... Não adiantou descobrir que o azul do céu, é o ar...
Não adiantou tanto invento, sem tomar as devidas precauções... Agora chegou o momento de lutar contra os dragões.
Eles estão nos destruindo, eles estão nos sufocando, eles estão nos engolindo...
Tem gente não acreditando e continua poluindo... E o dragão se alimentando.
A.J. Cardiais
|
Poeta
|
|
DELICADO JARABE
Herido El Tiempo.¡Se quedó!. Arrugando pergaminos, los años y los días... Herido El Tiempo.¡Se quedó Miel Memoria, muslosa, muslosa enamorada. Bajo Trinos inocentes, bajo los olivos inocentes. ¡Durmiendo fantástico lucero!.
Jarabe, jarabe del tiempo Del tiempo delicado. De verdes enfermos, de azul muerte. Azul, azul se quedó. ¡Más que muerte, una tragedia!. Herido pergamino y labios aromados. ¡Con tanto culpable suelto!. Nadie lo creerá jamás. ¡En la miel de miel aurora!. En la memoria durmiendo. Durmiendo las cadavéricas... ¡Conciencias de los sapos secos!.
Jarabe de los secretos. Y de los tiempos muslosos, trinos, trinos. Trinos de granados y puentes de colmena. En la cintura pez del alba. Los tallos del membrillo galopando. ¡Se quedó herido!. Solo apergaminando. Tiempos, tiempos idos. Con la miel sin hiel, hilo de los amores.
Con La miel secreta. ¡Con la miel secreta de la aurora!. ¡Con la piel amada de la tarde!. El tiempo maduró la gracia. Y alondra limpiamente dulce. Tierna, catarata, tibio, brazo. ¡El tiempo se quedó, sólo tiempo solo!.
Delicado, delicado jarabe. Azul enfermo, muerte verde. Rojo cielo, rojo suelo, roja la noche, roja la muerte. ¡En la miel de pez y olivo!. En el fantástico dormir. Del ignorante pueblo. Secreto. Tiempo deslucido. Por la vía láctea. ¡Solo memoria de colmena!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
|
Poeta
|
|
Tiempos descoloridos
Por tanto rojo amarillo el azul se tornó gris. ¡Gris, gris, gris!. Tan gris que casi todo parece negro. ¡Oh, rojo suelo!. Rojo sangre. ¡Rojo cielo!.
El mismo sol azul perdió todo su brillo. Cuan amarillo verde el día eterno secó. Con las orillas moradas en una violeta. En las hojas, de madera los mil clavos.
¡Oh, el rojo y el gris del nunca más!. El verde adjunto con garras y garrapatas. Solo cada café pensaba solucionarlo. Con el oro de la fosa. Con el plata del ensueño. ¡Oh, el humo sideral de sombras!. La escoba sublime perdió el aliento. En los astros de carne y ceniza sangre.
El Laurel De infinita espina Remoja la miel verdosa Enajenado El mañana Sepulta cada higo ¡Y destruye cualquier espejo!.
¡Loado sea su esqueleto!. Con el aguijón de cada noche. De todo inmaculado origen. Y la espalda momificada del cometa. Ahonde, Sí, ¡Qué ahonde!. Cada. ¡Quién sabe!. Y dentro del ruedo lloren las vidrieras. Y cada pesadilla sea una banderilla. Y cada cual, del grupo, solo clame paz.
En los colores. Fulminantes----Han cultivado. Párpados enrojecidos, grietas en años. ¡Redes enloquecidas de gusanos!. En cada ciego retroceso. Por cataratas de polvo. En los platos transparentes. Las tragedias, las amapolas, sean las agujas.
¿Recuerdas aquélla vida?.. Cada muerte corre por las venas. Y las arterias iluminan la piel del siglo. ¿No sabes la causa?.
Es la raíz de la noche. ¡Cuándo vivías!. Hoy ya no eres, no hay tiempo, nada puedes. Los espejos murieron y la luz es metal. ¡Solo fuiste la historia de un vapor!.
Desgramaticalmente. Cada sujeto adverbia circunstancial. Hay cadenas atributivas y declarativas. Nupcias de víveres con tijeras y gafas. ¡Conjuntivitis de lunes!. Enaguas. Breve carmesí sin directriz. Los tiempos determinativos son adjetivos. Y. Los colores. Singulares. ¡Anonadados!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|