Poemas de naturaleza :  Flamencos
Púrpuras y fucsias, lilas y magentas
alas que se elevan barnizando el aire
flamigeros flamingos, flamencos voladores
de los esteros se alzan a cielos tropicales.
Y viajan sus colores por sobre brisas tenues
y anuncian las festivas pasiones del amor.
Poeta

Poemas de naturaleza :  CLOROFILA PAR DE LA SANGRE
He de salir al sol y caminar descalzo.
He de pararme sobre la tierra desnudo.. como el árbol.
Y habiendo ludido mis dedos con el ardiente suelo.
Comprendo con analogía el calor del momento.
Y he de repetirlo, si no diario ,Si seguido.
He  de vivirlo mucho tiempo y no aburrirme,
porque conozco mi cuerpo y me convertí en cultivo.

Así los sentimientos vivos
Somos humanos y plantas
Clorofila par de la sangre
No tienes piernas que te carguen
Pero mis manos no vuelven a crecer.

Y sólo tú te salvas.
Porque la tierra en ti confía,
Tanto que te sepulta para darte vida;
Y Yo me planto aferrándome a la mía.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Aí 6?
Aí 6?
.......e foi assim
um documento virtual
uma afinidade
íntima,
quase conjugal
assinada erótica mente.
Individual.
Mero sexo, casual
fortuito e despreocupado
que, negou Jesus
milhares de vidas.
Jurou mentiras,
dizimou indígenas;
(anônimos personagens,
meros cidadãos)
fauna e flora,
indiferente mente.
Militante cumprindo seu ato de fé
assinado com fogo, doença e fome
em nome de um pacto
devasso e louco,
afinidade de ter.
eternizando em dor
nuvem de pragas
fuligem lapidar
tão inconsequente
e frágil
quanto uma fraude militar.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Isla Santa Cruz
Te mire, y solamente pude mirarte
me pregunto si merezco contemplar el cielo.

Me miraste con tus ojos de esmeralda y zafiro
amplios como mirar los sueños
tus palmas suaves de briza del mar.

Dios nos ha regalado tu belleza
Santa Cruz.
Poeta

Poemas de naturaleza :  El Viento
EL VIENTO

El viento indomable a su antojo esparce
con intensidad variable sonidos y silencios
entre ríos, montañas, campos y ciudades,
sobre islas y mares, también en desiertos.
Incansable aliento susurro del tiempo
a veces se calma,
se retira, tal vez descansa…
pero otras tantas, no se porque enojo
vendavales de furia desata su danza.

En otoño a su paso con ráfagas claras
los árboles quejosos acusan su arribo
con ramas raleadas, casi desvestidos,
dispersas las hojas que ya se han caído
a merced de los juegos de algún remolino
dibujan en plazas, veredas y sendas
tapices de colores...
ocre, rojo, marrón y amarillo

Árboles sin hojas vestidos de invierno
parecen espectros con ramas muy pobres,
se los ve tristes con nidos vacíos
a causa del frío que crudo se esparce
transformando en hielo gotas de rocío
hasta que el sol, en esforzado intento,
derrita la escarcha y que la seque el viento.


Transformado en brisa, al llegar la primavera
le pide a las ramas que sus hojas crezcan
que pimpollos broten y luego florezcan
se amarren fuerte por si en una de esas
deja de ser brisa y sopla con fuerza.
Los árboles gozosos se visten de verde
las flores ofrecen color y fragancia
para que el viento...
la cargue, la lleve... y después la reparta.

Cuando llega el verano son cálidos vientos
acompaña las olas empuja la arena
se carga el salitre, lo guarda en la playa,
para llevar a las casas después cuando vaya.
A veces se divierte volando sombreros
alguna sombrilla, tal vez una silla...
pero es solo un juego, mientras tanto espera
que el sol se esconda, porque el mar le presta
el lejano horizonte para hacer su puesta.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Infernal incendio
Fuego
lenguas miles y brillantes desprendiendo fumaradas
lenguas enrojecidas y ondulantes
consumen sin piedad el combustible
y el viento que resopla irreverente
las alza, las eleva y las extiende.

Y un crepitar de dagas y cuchillos
escúchase sonoro entre las llamas
cortando con sus filos la estratósfera
y el suelo ennegrecido y ceniciento.

El fuego que se eleva sin reparos
consume con voraz impertinencia
sin frenos, sin estorbos y sin trabas
consume vida y muerte entre sus fauces.

Las lenguas multiplican su avidez
famélicas se vuelcan y se enrollan
en sendos torbellinos de energías
que queman con ardiente alevosía.

No hay nada que detenga la fiereza
de incendios convertidos en infiernos.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Alondras playeras
Las alondras alzan vuelo dirigiéndose a la mar
los albatros y gaviotas desde lejos ven llegar
la bandada de aves terrenales que se acercan a la costa
y un albatro se pregunta qué será que están buscando
estos pájaros de tierra en orillas de la playa.

Las alondras se aventuran en las zonas costaneras
¿Es que acaso se perdieron?
¿Ya no saben navegar?

Un misterio que irresuelto, pues me obliga a despertar...
Poeta

Poemas de naturaleza :  Foresta
Juegos de sombras
debajo de alfombras
de verde espesura.

De su cintura
nidos de arroyos
forjan los hoyos
de aguas rellenas.

Sobre las venas
de las raíces
suaves matices
de luces leves.

Sonidos breves
como murmullos
son los arrullos
de la foresta.

Sigue la fiesta
con los trinares
con los cantares
con los chasquidos
y los rugidos
de los vivientes.

Sombras pendientes
de los ramales
se configuran
como señales
de melodías
todos los días.
Poeta

Poemas de naturaleza :  Jungla pluvial
Jungla pluvial

Las sombras de la noche se deslizan hacia el alba
se oscurecen los silencios
los rumores de la vida
se desenvuelven con las ansias
de sobrevivencia desesperante

Es la selva
es la jungla
es su insidia desplegada
bajo el follaje que ondulante
se repliega ante los vientos y la lluvia.

Fresca lluvia
muy ruidosa
es ésta lluvia que desciende de los cielos
como cántaros de lágrimas sin ojos.

Y la noche se eterniza con violencia
con una oscuridad de mil tinieblas
y salpica el orbe todo con sus sombras reversibles
y se entrega pulcra y virgen,
la foresta, a sus encantos.

Ya no quedan tantos
de esos días juveniles
en que el mundo todo entero
nos cabía en la palma de una mano.

Ya no quedan de esos días
nada más que los recuerdos
las memorias malheridas por borrosas discrepancias
y venenos consumidos por el alma
gota a gota
resentimiento tras resentimiento…
Poeta

Poemas de naturaleza :  En el fondo del mar
En el fondo del mar deje mis ojos
atados a corales variopintos
y anemonas silentes, vaporosas

Desde el fondo del mar mis pupilas
observan con desprecio el basurero
de plásticos tejidos a las olas
de latas oxidando las corrientes.

Y tantos desperdicios aceitosos
que, tóxicos, invaden el oleaje
quitándole la vida a tantos peces
que mueren sin saber qué los mató.

En el fondo del mar están mis ojos
mirando las hermosas diatomeas
que llenan con su oxígeno los aires
de nuestra gema azul en que vivimos.

Y el ácido diluye sus ásperos venenos en las aguas
matando sin piedad las algas verdiazules
y con ellas, matando la esperanza de un futuro.

En el fondo del mar están mis ojos
vigilantes
vigilando
nada más.
Poeta