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Recuerdo que miraba tus ojos y me quedaba soñando despierto. Recuerdo que tu me besabas y yo me quedaba sin aliento, que tu me mirabas y yo te quería sin quererlo.
Recuerdo que me abrazabas y morían todos mis miedos, que en la tierra tu eras mi cielo.
Lo recuerdo como si fuera hace años y fue hace un momento, pero es que sin ti, cada segundo se hace eterno.
Héctor H. García
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Poeta
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Que el cielo ahora es gris, perdón, pero yo lo sigo viendo negro; estruendos, rayos y centellas; ¡que hastío con las visiones del pasado! hay momentos en que extraño tanto mi silencio, donde nadie dice nada ni siquiera yo.
No debo; no debe estar ahí, entre tanto ruido nadie puede escuchar… no, no puede seguir ahí, donde ni llorar se puede hacer en paz.
Quisiera que conozca mi silencio, mi silencio que es tan sólo mío y de nadie más, pero estoy dispuesto a compartirlo porque le quiero y porque ya no puedo más.
Héctor H. García
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Poeta
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Hay sitios que consideramos nuestros refugios más seguros, pero a veces resultan ser tan sólo castillos de papel apuntalados con nuestros sueños y esperanzas más frágiles.
Héctor H. García
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Poeta
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Algún día, en algún lugar tu sonrisa atravesará mi puerta para endulzar todas mis mañanas, porque así es tu sonrisa; dulce e infinita.
Algún día, en algún lugar, tu mirada de esmeralda; esa mirada que ni con todas las rosas se puede comprar, llegará a mi vida para quedarse y ya no irse, como antes, jamás; porque ese día y en aquél lugar permitirás que mis besos construyan sobre tus labios un refugio anti soledad y que mis brazos hagan de tu cuerpo su hogar.
Tal vez no sea aquí, tal vez no sea ahora, pero será en algún momento... será en algún lugar.
Héctor H. García
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Poeta
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¡Ya no puedo más con esto! Es un crimen atroz ¡Y tú, como yo, lo sabes! Darles esperanzas a ingenuos corazones de algo que no puede ser nos condenará… y tu sabes que en cosas como esa no hay crimen pequeño ni pena benévola… Y antes de apuñalar tu corazón… Que me es tan amado y querido como el mío propio, mejor te digo adiós… Adiós mi vida… adiós mi amor.
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Poeta
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Un deseo, un sueño cumplido; esperanza, alguna coincidencia, que triste; todo sucede, pero nada permanece en la noche que llamaste melancolía.
Héctor H. García
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Poeta
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Ven y hablaremos de mi locura y de la tuya; de las verdades que disfrazamos de mentiras; de mis secretos, de tus deseos; hablaremos de aquellas cosas que tanto nos dijimos y nos arrepentimos; hablaremos de las noches que se nos hicieron días… o tan sólo ven para quedarnos callados mirándonos a los ojos; mirándonos como buscando la mínima razón para irnos, aquella razón que tú y yo sabemos nunca encontraremos porque de locuras como la tuya y la mía se hacen historias que nunca se olvidan.
Héctor H. García
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Poeta
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Al secarse el río, amor mio, oro podrías encontrar; por favor, ya no llores más.
Héctor H. García
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Poeta
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Sobre mis manos; tus besos y todo lo tuyo en mí, y mis manos hacia el cielo para que al llegar el viento lo lleve todo de nuevo hacia ti. te quise mucho... fin.
Héctor H. García
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Poeta
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Los años pasan como deben pasar y cada vez duran menos mis días, pero esta bien, porque nunca me importaron todas las horas que tiene un día sino las horas en que te podía mirar.
Ahora pasan horas en que no te miro, pero está bien, no me importa más, porque sé que al despertar y voltear la mirada tú silueta dormida a mi lado estará.
Héctor H. García [img align=right width=300]file:///C:/Users/win7/Desktop/beso%20en%20la%20cama.jpg[/img]
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Poeta
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