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Estou deitado na cama lendo um livro de Waly Salomão, enquanto o sol me queima sem comiseração.
O sol invade a janela, invade meu coração, invade eu, invade ela... Comete o fenômeno da invasão.
Então eu asso um soneto, enfiado num espeto, pra saciar a fome de poetar...
Se Waly me deu assunto, pego as palavras e junto, tentando me comunicar.
A.J. Cardiais 28.07.2015 imagem: google
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Poeta
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Às vezes, quem acorda cedo, para ganhar uns trocados, pode ser mais feliz do que os que vivem trancados, prisioneiros das suas próprias ambições.
Quem acorda cedo, pode estar curtindo o sol nascendo; pode estar ouvindo algum galo cantando, enquanto está coando e sentindo o cheirinho do café...
Quem acorda cedo pode estar fazendo o que ninguém quer... Porém pode estar vivendo muito mais.
A.J. Cardiais 11.07.2015 imagem: google
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Poeta
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Gosto de acender as horas, para o tempo enxergar o caminho. O tempo nunca anda sozinho. Anda com uma comitiva de chuva, sol, vento e tempestade.
O tempo parece lento. O tempo não tem idade. Mas o relógio não acompanha sua velocidade.
Ninguém consegue medir o tempo. O tempo é imenso e, ao mesmo tempo, curto. O tempo é uma loucura...
Tem coisas que com o tempo, mata... Tem coisas que com o tempo, cura.
A.J. Cardiais imagem: google
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Poeta
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Pútrido Monólogo
Ábreme corazón, los sueños muertos, que hacen lentas las olas de los pañuelos, en la caoba de las veladoras del río, desplegando en los bosques blusas.
Háblame corazón de las derrotas anegado, de las liras y el trayecto del barro, que está tendido en los rayos desnudo, atigrado, en los claros gorjeos ligeros.
Dime las cosas que las palabras callan, que los castaños discuten de amarillo, repletos los bolsillos mofándose barato, del binóculo en la curva de la yerba.
Hazme una tempestad con los pálidos latidos, de los desvelos de las desempleadas mareas, con la pobreza arrolladora del ojo necio, en el rancio y rico ocio del fósforo hundido.
Mira los retorcidos espejos fermentarse raudos, de puerta en puerta sin trabajo digno endebles, en el delirio de las nubes amenazadas agrias, con el despido infame de las flores imponentes.
Corre a ofrecer el pulso orgulloso y cruel trino, en la memoria desvestida de apariencias vana, con las esquinas del fervor imprevisto impuesto, por donde se arrodilla el invierno tumultuoso.
Porque he conocido la turbia espalda en fuga, del pantano en la otra orilla del duelo desgajado, con la tierna pañoleta de la infecta silla ilustre, enorme, amorfa y temblorosa rebanada dócil.
He visto las uñas del instante devorar fácil, la eternidad fósil, con sus pieles de cordero, en el fondo hiriente de los cuchillos candente, con la red vengativa del pescado en florituras.
Me he estremecido de la miel infamante, donde los gusanos piensan sembrar seda, y los enormes colmillos son más bastos, que espadas o copas de alquitrán robado.
Nada es peor que no comer sueños despierto, en las ventanas que lloran sus vidrios molidos, embalsamando las sonrisas de algodón duro, con todas las tumbas fabricadas por el alba.
Corazón, ya la sombra es mártir, frágil luna, en el crepúsculo vendido de las viejas ataduras, renovando al torbellino con cargas de grietas, por los párpados inmundos que los gozan.
Nadie puede con el monólogo inclemente lira, anudar al cocodrilo con las tristezas dispersas, ni con la antropofagia vestir, las banderas raídas, entre las letras que degüellan las palabras veraces.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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GANAS...
Cuando el agua bebe la sed del sol. El fuego incendiado apaga la ceniza. Parada en las alas rojas del aire. La lluvia toma una siesta. En una gota un día una hoja.
Del libro inseparable de la vida. Con el paisaje desprendido de la noche. En las tumbas salvajes de la piel. De la blanda desnudez de la calle. De la puerta vacía de la luna. De la casa llena de la muerte.
¡Ganas... Si perdiéndola aprendes!. ¡Ganas... Si olvidándola recuerdas!. ¡Ganas... Si meciéndola enterneces!.
Por el campo que sangra en la tarde. ¡Dad!... Alimento a las nubes. Dad, dad sustento a los granos. Dad, dad fuerza a las almas. Dad, dad impulso a los sueños. Con los días los meses los años.
¡Ingenioso inmenso inolvidable!. Un espejo se refleja en otro. Un año se abona en otro. Una vez se cultiva con tino. Una vez de muchas muchas... ¡Ganas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DR. CORNELIA PAUN HEINZEL :”Soy…” Traducción de Alfredo Cernuda
Soy la gaviota que vuela siempre al sol, soy la eólica qué te toca con su trenzas rubias y el rayo del sol que te besa con labios ardientes.
Soy el hilo de arena que se escurre entre tus dedos, soy la onda salvaje que danza a tu alrededor y la perla solitaria dentro la concha de una playa.
Soy el niño que construye Castillos de arena sin pensar que los aplastarán alguna vez, y la eterna idealista que te ha encumbrado en sus sueños.
Soy la brisa del mar que te acaricia con sus manos, soy la paz de el horizonte que se estira al infinito y la canción de las sirenas que te seducen en el amplio mar.
Soy las flores de naranja que te abrazan con su perfume soy el cielo tranquilo sin ninguna nube y el zumbido del universo nuevo que has descubierto. Soy...
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Poeta
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DR. CORNELIA PAUN HEINZEL : “Amor de infinito...” Traducción de Alfredo Cernuda
Mis ojos se reflejaban en los espejos del agua del mar y entonces toqué el infinito. Mis mirada se ahogaban en las curvas de las olas y así conocí el infinito. Mis manos acariciaban la delicada superficie del mar y yo sentí el infinito. Mis brazos se alargaron hasta el cielo y entonces yo abracé el infinito. Mis labios besaron los rayos del sol y entonces me penetro su calor infinito. Mis pies caminaron sobre los granos de arena y entonces supe por qué son infinitos. Yo he viajado sobre la playa que se extiende sin fin y mis pies tocaron el agua fría del mar, mis delgados tobillos se emocionaron con el infinito y saltando, golpearon las olas infinitas. Mis sueños sonrieron en el infinito y sólo entonces entendí tu amor infinito. Cuando sonreíste y me dijiste "Tú eres una poesía”.
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Poeta
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FANTÁSTICAMENTE
Aquí la luna teje un lago en las cuerdas del aire que al volcán escucha el bosque desacorde.
Allá una estrella sueña en las mariposas miel que al halcón acaricia siendo nieve tibia.
¡Qué grandeza de gota!. Abriga la humedad inmensa ¡Qué baja al sol sin quemarse! Asombrando la luz inmóvil.
Y en el fondo los cristales. Brotan, brotan una noche, al cielo reverdeciendo, multicolor fantasía.
Aquí allá. La grandeza cabe en una gota. Luna cuerdas volcán bosque. ¡Si solo hay fantasía!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A esta altura de mi vida, más que nunca, una lluvia calma cae sobre mi corazón. Siempre disfruté de la lluvia, la neblina entre los árboles o edificios y esas cosas grises del tiempo, más que los días de sol. Los días rozagantes y despejados son para todos, los grises no. No es por egoísmo ni exclusividad que los prefiero, sino por misantropía natural de mi espíritu que elije esos días como mi sentimiento elije explorar los dominios del desamor. Alguien tiene que hacerlo, me dije una vez, el desamor está muy solo y debe ser indagado y hasta asistido, quizá, con un abrazo sabedor de desconsuelos. Puro amor, puro amor es como día soleado y fácil; no tiene misterio a mi gusto y al final, reseca ilusiones. Sol de mañana y de tarde sol, qué otra cosa. No tiene el enigma de un día nublado; de lo que además de lluvia se traen sus dedos de carbonero colosal ni lo arcano de la niebla o los ojos grises del desamor. No tiene la poesía de la pena. No, no, los días de sol no son para mí... Pero puedo refugiarte hasta que escampe.
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Poeta
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Abraço a manhã com o sol nascente. Vem um café quente exalando seu sabor.
Uma fumaçinha de poesia, começa a enfeitar o dia com as cores do amor.
Confusões externas interferem em meu poema. São as desafinações da vida.
E desafinado eu sigo... Fingindo que não ligo, traço uma poesia perdida.
A.J. Cardiais 25/10/2012
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Poeta
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