Poemas surrealistas :  DOS VECES, NO LA VUELVES A ENCONTRAR.
DOS VECES, NO LA VUELVES A ENCONTRAR.


Momentos hay de insania
De particular estrechez mental
Monumental obra de hipocresía,
Dejar pasar lo que no ha de volver.

Ese color verde de uvas maduras
En una mirada que te llega al alma
Te penetra el corazón y te mata,
Dos veces, no la vuelves a encontrar.

Aferrado a recuerdos fútiles
Al dolor de un amor que ya fue.
Cierras los ojos para no ver, que
El mundo sigue girando y… tú no.

¡Qué belleza mi Dios, qué belleza!
Ojos inmensos reflejando inocencia,
Pelo dorado como los rayos del sol
Y un diabólico fruto, en su boca.

Delalma
18/04/2020
Poeta

Poemas románticos :  ASÍ DEBE SER EL AMOR

Siento un fuego tan grande
E intenso en mi interior
Que es peor que la muerte.
No sabía, no sabía…
Que lo sentiría de este modo
Así debe ser el amor…
Se apodera de tu mente
Y de tu alma por completo.

Es imposible renunciar a él,
Cuando ya te ha quemado.
¿Alguna vez sentiste algo así?
Aunque no lo tengas pensado
No importa en que estado estés
Porque ese amor imposible
Aún en contra de tu voluntad
Puede venir con el viento, a llevarte.

Delalma
16/04/2020
Poeta

Poemas de esperanza :  LAS LLAVES DEL CIELO

Aunque te ofrecieran las llaves del cielo
O regalarte un hermoso palacio…
De mi cuarto el lecho no olvidarías, porque
Allí me amaste como leona en celo.

Aunque te pusieran sirvientes
Para que tus manos no hicieran nada,
Tú extrañarías ir de la mano conmigo
Por las calles rumorosas, que hablan de nos.

Tú seguirás extrañando, te digo,
El calor de mi cuerpo y mis besos.
La hoguera que dejaste encendida
El hogar, los leños y nuestra alcoba...

Entrando la noche, sé que volverás
A mis brazos amantes que esperan,
Porque un amor así como el mío
En la vida jamás, lo vas a encontrar.

Pero si a pesar de todo, tú te vas
Déjame ser el ángel que vele tus sueños
Quien te abra camino y guíe tus pasos
“Cuando el amor es verdad, no se acaba”

Delalma
10/04/2020
Poeta

Poemas de nostalgia :  CONTIGO OLVIDABA LAS PENAS
CONTIGO OLVIDABA LAS PENAS


Yo no quise en tu frente poner
Una corona de blancos azahares
Para evitar que llevaras después
Una dolorosa corona de espinas.

Lleno de recuerdos, lágrimas y penar
Así queda el corazón, al romperse.
Callado, en silencio sigue esperando
Por si algún día vuelve, la que se fue.

No debí haberte hablado siquiera. Lo sé
Pero yo no buscaba un refugio…
Un nuevo amor para consolarme
Yo sólo quería conversar, hablar.

Y hablando contigo olvidaba las penas
Los sufrimientos que en el alma tenía
Volví a reír y a sentirme feliz, creo
¡Pero no la olvidaba y, en ti pensaba!

Supe que enamorada estabas de mí
Pero no podía yo corresponderte así
Con un amor a medias, no lo merecías
Hubiera sido para los dos, un infierno…

Por eso con la verdad: puse distancia,
Entre tú y mi tristeza, para salvarte
De este cruel martirio en el cual vivo
Mientras vida y alegría, agonizan en mí.

Delalama
09/04/2020
Poeta

Poemas de alegría :  UNA FLOR... ¿QUÉ ES UNA FLOR?
Una flor ¿Qué es una flor?
Si sus capullos no han sido aún
Tocados por los rayos del sol
Tiene vida, pero no tiene olor.

Su vientre de amor sediento
No conoce besos del picaflor
Que viene bebiendo el néctar
Del más bello y excelso edén.

Llega la magia primaveral
Con su atuendo multicolor
Trae perfume de cañaveral
Mientras el sol, entra ya en calor.

Mas, una magnolia yo escogí
Con muslos de leche y pelo de trigo
Un chorro de miel en los senos
Y para guardarla, mi corazón.

Delalma
13/04/2020
Poeta

Poemas de introspectíon :  UN ÁRBOL VIEJO
UN ÁRBOL VIEJO
Mi vida es un poco, como la vida de la gente
Sólo que más larga y más triste.
En mí sólo van quedando las arrugas
Las ramas torcidas y la soledad.

Cuando yo era joven y tenía piel lozana
Los enamorados, mi sombra buscaban
En tropel venían hacia mí y me besaban
Amores vi crecer y también desparecer.

Los años me fueron acercando al cielo
Con cúmulos de arrugas en mi tronco
Conmigo se iban nombres enclavados
Pero algunos vi pasar, en féretro sellados.

La gente ya no me busca por la sombra
Pero me echan un ojo entre tanto
“Ya deberíamos cortarlo”, dicen algunos
“No nos sirve para nada, es un árbol viejo”

Delalma

15/04/2020
Poeta

Poemas románticos :  ME ENAMORÉ...
ME ENAMORÉ...
De un hombre que no era joven,
Llevaba la edad en el corazón,
Con él no había juegos,
Sabía exactamente lo que quería,
Y me quería a mí ...!
Me enamoré...
De un hombre con voz sexy y varonil,
Con una mirada que me atrapaba,
Con locura que me fascinaba,
Con un aroma exquisito inigualable,
No era guapo era atractivo y elegante.
Me enamoré...
De un hombre maduro,
Que dejaba ver en sus canas su experiencia,
Era romántico y detallista,
Besaba cómo el mismo diablo,
Sus manos eran fuego en mi cuerpo,
El era el cielo en el infierno.
Me enamoré...
No de sus años... si de la forma de tratarme,
De sus demonios que domaban los míos,
De su sonrisa que me enamoraba día a día,
Me enseñó lo que en experiencia sabía,
Me hizo mujer y yo...
Le obsequie unos años de mi vida,

-Leído por ahí
Poeta

Poemas de amor :  LO NUESTRO FUE PURO, FUE AMOR, FUE POEMA.
LO NUESTRO FUE PURO, FUE AMOR, FUE POEMA.

Lo más hermosos que de mí recordarás,
Serán mis poemas.
Aquellas con los que despierta soñabas
Y dormida, me acariciabas.

Esos mágicos versos que erizaban tu piel,
Aun sin tocarte…
Los que te poseyeron en cuerpo y alma
Sin tenerte…

A pesar de la distancia habida, fuiste mía
Te desnudaste para mí,
En esas angustias de amarnos tanto
Conociste el amor.

Las redondeces de tu cuerpo ardiente,
En mis pupilas grabé…
Loca de amor me diste tu vez primera,
Llegaste al clímax.

Después la luna guardaría el secreto
De amarnos en silencio, cada noch,e
Expiando nuestras almas amantes,
En naufragios acuosos, tuyos y míos.

Lamento no haberme posado en tu piel,
Con la fuerza desmedida de un huracán,
Para hacerme inolvidable en tu cuerpo,
Y en tus virginales entrañas de fuego.

Aún así, amor mío, sé que no me olvidas
Porque lo que hiciste y sentiste conmigo,
Con nadie más lo podrás repetir, porque
Lo nuestro fue puro, fue amor, fue poema.

Delalma
08/04/2020
Poeta

Poemas góticos :  LA INDIFERENCIA
LA INDIFERENCIA
Que fríos los caminos se han vuelto
Por donde la vida, hoy se desplaza.
A duras penas caminamos los viejos
Por senderos que huelen a muerte.

Todo lo bueno se fue acabando…
Ante nuestros ojos y no hicimos nada
Dejamos podrir, los árboles sembrados
Ni un fruto bueno pudimos recoger.

Los cuervos se posaron en nuestras ramas
Nunca los espantamos, los aceptamos
Como parte de la modernidad y la vida
Los llenamos de diabólica tecnología.

Ahora nos toca pagar el precio, de
“haber sido amigos, antes que padres”
Esa frialdad es la que nos toca vivir,
La indiferencia de los que esperan, la herencia.

Delalma
13/04/2020
Poeta

Crónicas :  YO QUERÍA SER ESCRITOR

Cuando yo era niño soñaba con ser escritor, había leído tantas y viejas historias de amor, en libros bien cuidados que mi madre guardaba en su baúl de recuerdos. Bien advertido andaba yo, de que no me acercara a tomar nada de allí: “Pues aquí no tienes nada tuyo”, me había dicho mi madre.
Bueno, en ese entonces, no me interesaba mucho saber qué había allí, pues a la sazón tendría yo pues unos 6 años de edad y aún andaba en mis juegos de niño con otros vecinos de mi edad. Pero mi madre, cada vez que podía, me llamaba y me leía las cartas de amor que mi difunto padre, le escribiera a ella, cuando aún eran jóvenes y estaban enamorados.
Yo escuchaba las palabras hermosas que mi padre en vida escribiera, yo como hombre me sentía identificado con todo lo que mi padre decía, dejaba mis pensamientos volar y para mis adentros pensaba: “algún día yo tendré una esposa como mi madre, que sepa guardar mis recuerdos y darme tres hijos.
Por aquellos tiempos, cuando yo era pequeño, no había televisión, apenas si había libros, revistas (historietas) con dibujos, radio y cine. Pero ya quería aprender a leer, porque la curiosidad de lo que en ellas decía, me consumía. Contaré que tenía una hermana mayor, a quien recurría para que me leyera lo que ahí estaba escrito, ella me decía cualquier cosa, pues comparando las imágenes que veía, con lo que ella me decía, pues nada guardaba relación. Tal vez yo le quitaba su tiempo y un día me largó: “¡entonces aprende a leer para que tú mismo sepas que dice!”. ¡Basta!, me dije, ni más le pregunté nada, porque ni mi madre me gritaba y no me iba a dejar gritar por mi hermana, ni por nadie.
Pues bien, el tiempo fue pasando, entré al colegio y en menos de lo que canta un gallo… ¡Aprendí a leer! Llegué corriendo a mi casa a contarle a mi madre: ¡Que ya sabía leer! Aún recuerdo que ella me felicitó, me aplaudió y me llenó de besos. Creo que esa vez me saqué la lotería y nunca lo supe.
Eso fue como que si el mundo se abriera para mí, yo andaba eufórico… no lo podías creer. Leía todo lo que caía en mis manos, todo lo que mis ojos podían ver, para mi, eso algo maravilloso, fantástico.
Ahora me daba gusto de leerle a mi madre, tanto como ella antes, me había leído a mí. Claro, ella siempre me premiaba, ya fuera con un beso o con una caricia en mis cabellos. Eso era una cosa de locos.
Cuando ya no tenía qué leer en mi casa, me iba a la peluquería del pueblo y ahí me leía todos los periódicos. Eso era a diario, a veces no tenían periódicos del día, no importaba, pues yo releía los de los días anteriores, muchas veces el dueño de la peluquería me regalaba sus diarios para que los siguiera leyendo en mi casa. ¡Maravilloso era el pan que me daba!
Dejé a los amiguitos que todavía seguían jugando a las escondidas, al tropo, a las canicas, etc. etc. Y, en muchos casos, aún no habían aprendido a leer.
Me quedaron chicas las lecturas por ahí encontradas, entonces me acordé del baúl de mamá. Ahí estaban los libros: colecciones de Jorge Issacs, Vargas Vila, Alejandro Dumas, Salgari y muchos más… ¡Santo Dios! ¿Qué era todo eso?
Haciendo un recuento de mi infancia, contaré que yo vivía en un pueblo pequeño, costeño muy cerca de la playa: Végueta, es su nombre.
Mi casa quedaba frente a la plaza de armas del pueblo y el colegio donde yo estudiada, estaba cruzando la plazuela.
También teníamos una chacra de regular tamaño, donde podíamos criar desde vacas hasta cuyes, una huerta y una casa en el campo. Cuento esto porque al año siguiente que me tocó regresar nuevamente al colegio, pues yo no iba a estudiar. Le había agarrado tanto amor a la lectura que yo me iba al campo, siempre llevando un libro de aquellos que tenía mi madre, para leer. El director del colegio se tomaba la molestia de ir a preguntar por mí, a mi casa; mi madre lógicamente respondía que yo me había ido al colegio. Claro, ese año lo perdí, pero aprendí tanto de los libros en mi primera infancia, que creo que modeló mi carácter y mi conducta.
Creo que la lectura para mí, era un vicio como el que hoy tiene los chicos con el video juego.
Bueno, mi madre era tan comprensiva que me dejaba hacer lo que yo quisiera. Ya me dejaba ir a seguir leyendo al campo, pero con el permiso de ella, también llagaba hasta la playa y me gustaba leer con el susurro de las olas del mar. Cuando tenía hambre, regresaba hasta la huerta y comía frutas, algún vecino, a veces, me invitaban a almorzar a su casa.
A ellos les gustaba conversar conmigo pues a mi corta edad, tenía muchas veces más conocimientos que ellos de la realidad nacional y mundial. Yo los comprendía pues ellos estaban ocupados en sus trabajos y no tenía la oportunidad de leer, ellos eran campesinos y pescadores en su gran mayoría. Por otro lado, me fascinaba que me preguntaran de todo lo que quisieran saber, claro, yo no siempre tenía la respuesta a su inquietud, pero les hacía saber de algunos temas yo no sabía, recién estaba aprendiendo.
Así fui creciendo, en medio de libros… más que de cuadernos. Recuerdo que mis profesores se molestaban porque yo no tenía cuadernos “al día”, pero no me podían jalar de año, porque yo sacaba notas aprobatorias en los exámenes orales y escritos. Debido a eso, también muchos de ellos se hicieron mis amigos y teníamos largas charlas en las cuales ellos recordaban las cosas que yo recién conocía.
Adolescente ya, me incliné por la filosofía y la sociología. La ciencia al alcance de todos, nada más leer un libro, para empezar a entender el mundo
Entonces por todas esas cosas yo quería ser escritor, pero los avatares de la vida me llevaron por diferentes caminos y no pude ser aquello que quería.

Delalma
9/04/2020
Poeta