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NADA MAS AMABLE...
¡Que sea cada uno el rito rítmico ...de la era de los disfraces ...regente tierno ante todo, ...fábrica del altiplano orfebre!.
¡Que esté por el brocado viejo ...repleto de vasijas míticas ...y la creación conmigo, me dices, piramidal iguana!.
¡Nada más!.
Y no más que una doceava lagartija barrenadora, ...de veinte días, de cráteres en fiesta, ...en siesta, de sal sacrificada azúcar.
¡Nada más!.
¡Que se vuelva, creo, me dices, una fermentada fecha, de fértil abstinencia de papeles importantes del amor de las culebras, ...fruto de las orejas!.
¡Nada más!.
En barata, en oferta, y de remate, de lechuza, de canasta, de objetos liberados, y de ramas, por el ayuno de hojas secas, constelaciones, y que luego se vayan, hechos de jade en yema de huevo, sin ruegos, sin la versión completa de la marea, con la gravedad de las exigencias, por la superficie de las mentiras.
¡Nada más!.
Así se comprime. La capa membranosa. Del magnético parásito. Por las condiciones intramusculares. del método sintético.
¡Nada más!.
Abstenerse de aisladores, adherentes, enamorados del caucho, y de los que creen en los capilares, ultravioletas, en las partículas, independientes, en la ley de los reflectores.
¡Amable, amable, amablemente nada más!. Hay solo una capacidad ilimitada con la espera sublime subalterna con la frágil cualidad del Caos con la emblemática debilidad.
Y la flexible mueca. Por la saliva del guijarro tibio, un cuchillo, un rayo semidesnudo, en los dientes, y entre las sábanas, las piernas, la selva y la castigada risa, en la razón del rumor crudo, rubros arrebatados, y etéreas olas, con el poder de la desgracia, embriagadoramente amarga.
¡Solo, para la eternidad, nada más amable!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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MIL AMOR AHORA
Tausend... Liebe... Jetzt. Amor de mil siglos. Redondos terneros. Son la ternura asombrosa. Raíz del árbol virginal.
Fiebre. Pedazos de palabras. Te veo en la firmeza frágil. Mille... Amore... Adesso. Amor de soledad plateada. Palpitan rotundas las tardes Álamos de ternura y caricia.
Nácar que oprime la hermosura. Cuello, vientre, sagrada hiedra. Piedra profunda de hormiga y cuchillo.
Mille... Amour... Maintenant. Donde las piernas parpadean. Sonoros, pescadores de sal ceniza. Aquí, allá, por ciclos de siglos.
Agua dormida y sepultura pasajera. Verte alba. Tesoro erecto por tu anillo. Thousand... Love... Now. Espigan los capullos candados dulces. Bien de arco. ¡Iris de flechas!.
Un siglo tras otro, Cupido herido. ¡Soberano páramo de ardiente vellocino!. Amor, amor, amor. De mil siglos. ¡Mil ahoras de amor, mil de miles!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Deseos secretos
Rebosantes de fragancias. Son de tus piernas. Mis pupilas. ¡Qué palpitan jugosas!. Se Asoman y zambullen. Doradas de orillas.
Plateadas, alas de perfume. Ropa, desnuda, de rubí. Eres. Tibia. ¡En el otoño!. De la vida. ¡Qué en mis pupilas tienes!. Como dos secretos. Como dos auroras. En la pasión, ¡Unidos brillantes!. Topacios blandos de colores. En la desnuda ropa. ¡Del primer latido!. De la luna.
Que Nos ve. ¡Sin denunciarnos!. Collar de islas. Lactando ríos. Y aromáticos. ¡Imanes!.
¡Joya pura!... Brisa de ternuras Concédeme, unirte, luminosa. ¡Amándote capullo!. Rebosantes. Mis Pupilas.
De las jugosas fragancias. De las perlas piernas. Que deseo se asomen. ¡Manantiales!. Purificando. ¡Mis océanos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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***ARENA QUERIDA***
En esta morada, playa Dónde tejen los vientos Dorados telares ¡Querida!
Lloran los recuerdos Y oran Los minutos, los segundos ¡Sin borrar su rostro! Ningún rastro... Ha quedado.
¡Detengámonos! Tú, disipándome Las tinieblas abundantes Las olas rebeldes Las heridas clavadas. ¡Querida!
Areneandome, amor, arena.
¡Querida! Viña de mi vino Desnúdame tu cuerpo ¡Tu alma, en éste lecho! Cuerda, melodía... ¡Sinfonía! Eres... ¡La plata! De un espejo, pulida, esbelta.
Toda, toda tu En mí... ¡Arenémonos! En las manos, racimo y dátil En el fondo... ¡Arenas, amor! Perlas hay... ¡En tus labios! Dulces.
¡Dulces valles de mieles! Piernas seducciones Hay, en él, frágil Perfume blanco, de tus. Algodonosos y firmes ¡Pechos, uvas, olivas!
Arenas, areneándonos, amorosos. Eres, aquélla... ¡Querida! ¡Qué sostiene presa la mirada! En, él, entusiasmado ...Eco, de cada latido... ¡Qué enarenas todo mi desierto!
Corazón De ... Mis ¡Recuerdos!... ¡Querida del desierto!... ¡Hoy, hoy tan adolorido!.. Por otros.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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