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CÍCLICA DESMAÑANADA
Eterna vuelve cada mañana, en la esperanza dormida en la noche, como cambia el verde en las hojas, el afán amarillento del otoño, donde se pierde cada verano. ¡En la blancura de la nieve áurea!. ¡En el rumor que corre en el agua!. ¡En el valle de calles de lunas crecientes!.
Cíclica desmañanada cíclica. Desmañanada cíclica desmañanada. Cíclica. Desmañanada. Cíclica.
Por la sonrisa de espumas de brisas. De olvidos de llamas de pianos. De gotas de campos de vientos. Agobiante desahogo indignante. Revivificante extrínseco núcleo. Diligente trajín y pigricia. En lo ingrávido con largueza regio. En lo efectista hinchado espiritoso.
Cíclica. Desmañanada. Cíclica. Desmañanada desmañanada. Cíclica cíclica.
Derramando al espejo reflejos vacíos, en la tarde magra y fría del detalle. ¡Soñador destello de extraña entraña!. Por la mirada temblorosa del embeleso, en las cúpulas sin límites de pájaro,s voraces, volátiles, fabricantes de pobreza, en racimos de palomas lavando ropas, por los aires de las culpas colectivas.
¡Cíclica desmañanada cíclica desmañanada!.
En los trenes repletos de preguntas, de panes acuñados con el hambre, con el vientre de los ojos lleno, en las manos que se decuelgan del suelo, del cielo poblado de serpientes y gusanos, de la oquedad mas cercana y purpurina, por la obscuridad que frenéticos cultivan, por la mañana incesante del agua seca.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENFRONTILAR AMARILLENTO
Por la hoja de timbre cristalino vaga el trino que se desprende del amarillo otoño de quimeras brillantes de grotesco llanto que deslumbra y palidece postrimero como un lirio de punzante dardo como un peregrino de suave aliento por el tiempo resonante en la hirviente grieta vaga el trino vaga en la yerta rama de los sauces grises del palomar nativo del granito frío vaga la hoja vaga en la infiel fortuna dolida y fatigada con los férreos dedos que sin cesar recorre que sin sentir despide de cristalino timbre en su fúnebre agonía vaga vaga el amarillo del uncir al ensobear otoño tras otoño invadiendo cuando se aleja el ciprés del suelo que se desprende.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Meditarlo.....
En la pequeña soledad irresistible, los cambios del clima ilustran, es decir, explican, algunos de compañeros, algo inevitable posible,
de alguna manera manifiesto, después de meses de trabajo, en la costumbre sin énfasis.
Como si esto fuera poco, divulgar ideas alguna vez, para el reducido enfoque, acusando al mar de sal y negrura, a una inestable caverna indefensa.
Historia sobre hojas, del otoño enemiga, reciente extravagancia del unicornio, fatigado según la estética del cisne.
Vigoroso rinoceronte, lejana inmovilidad a cuestas, que fabrica nubes en gelatina, solo conformista, en declarar que nada era peor,
al contacto de la inmersión, sentida de la frase impresa. Libre sobrevivir al meditarlo, meditarlo.
P-O-R-Q-U-E.....
Arrastrando las fuerzas. El sudor al techo tacha de nudo. A nudo el buque olas atropella. El mar adverso al dulce inverso. De templanza robusto caliente un día.
¡Quién lo viera sin sed!. En la rueda emplomado ahogar. Vistiendo de arcilla el aliento. De cristal leve un murmullo. Fragante albor encomendado a cuevas, en violetas marcando lirios, encienden al espejo nubes.
De opiniones al cabello camaleones, asustando balbuceante al parpadeo, inquieto tul del agua mudo entender.
Al remolino en pedazos, al nivel de gotas temo, constante al engaño del hambre, distraída del tren en calendarios, cada vez más prematuros.
Más aprisa, la debilidad, crece gris. Y gris gris, impide meditarlo, gris gris diario.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SEREMOS TRISTES
Oye, seremos tristes, dulce señora mía; nadie sabrá el secreto de esta suave tristeza. Tristes como ese valle que a oscurecer empieza, tristes como el crepúsculo de una estación tardía.
Tendrá nuestra tristeza un poco de ufanía no más, como ese leve carmín de tu belleza, y juntos lloraremos, sin lágrimas, la alteza de sueños que matamos estérilmente un día.
Oye, seremos tristes, con la tristeza vaga de los parques lejanos, de las muertas ciudades, de los puertos nocturnos cuyo faro se apaga.
Y así, bajo el otoño, tranquilamente unidos, tú vivirás de nuevo tus viejas vanidades y yo la gloria póstuma de mis triunfos perdidos.
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Poeta
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CLARO DE LUNA SOBRE EL LAGO TONG TI __YANG KI (siglo XIV)
En el lago están profundamente limpias las aguas del otoño, en el lago la luna está más blanca en el otoño. Su brillo y su reflejo se entremezclan, agua y luna tienen color idéntico. ¿De dónde llega ese suspiro de una flauta? Es un viajero que con la noche entra en Pa-ling.
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Poeta
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Lupus Óxido
De ángulo dormía un perro. Por la ventana la luna
Fiel violeta en el jardín. La noche encima de su mesa De invierno campaneando El silencio otoño
La primavera lejos. Del rectángulo el café bebe
De la tienda de la esquina nada. Cultivando gotas sembrando
Brisas en la noche sombras. Al débil manantial intratable Embalsamador de cristales Inmediatos.
Kilómetros de plaza pálida. Litros del espantapájaro
Las pupilas recogen puñados De ceniza Al influjo fidedigno del cemento Y al valeroso lápiz enfermoLo Dijo En La Hoja Enmohecida... ¡Como su lupa!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIENDO VERDADERA
Cotidiana más que nunca amplía, la noche impía obscuridad sin guía, la misma vía desviada. ¡Está!. Porque del baúl oír ruinas obscuras, el pasado presenta al intrincado morirse, inútil ígneo, el sol el río refleja, cansado el hielo menos frío. ¡Semblante alto rubicundo eclipse!. Antes vamos... ¡Está menos que ausente!. Dije, dices, lo mismo entonces. En la mirada queda. Lentamente absorta. ¡Que da y quita hojas!. Amarillo del otoño miriadas. Bajo el fondo terrible agudo vuela. ¡Menos que siempre, raro en exceso!. Baja La luna Años y meses El sol Semanas y días. Meses y años. Alto____El calendario. ¡Se hunde!__Menos cotidiano. ¡En el mañana fugaz como ayer diremos!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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SOLO GAZMOÑERIA
Solo Por Mí ¡Egoísmo!. Que por mi retoña. Por Mí Retoña Al Otoño abotonando. Paseando al silencio puro. Sin apurar las pestañas. ¡Corren las pupilas cual carruaje!. Pétalos ecos de otras músicas extintas. Épocas tinajas de tintas pálidas. ¡Crisálidas crótalos en ciernes!.
Por Mí ¡Egoísmo! Trémulante. Por Mí Vibración tiritona. En el vapor suspendido. Desencadenado. En las mejillas plegadas. ¡Viendo al apañijo apiñarse!. Comprando recompensas a las sonrisas Vuelan, olorosas, embriagantes, enormes ¡Al desdoblarse con acicate!. Como Una cazoleta azarosa. Donde__De pronto, el mundo fluye. Hincado___Aquéllo sufriendo encandilada. Al fondo___Desamarillarse del bajo puente. Punta____De la esponja espinosa.
¡Con la farsa del anzuelo benevolente!.
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Pura y virginal gazmoñería. Del hierro un yerro infinito. ¡Veo y veo apiñarse apañijo!. Al infinito.
Dejando caliente púrpura el crujiente pelo. Gazmoñería____¡Qué toca el cielo amenazando!. Más y más___Como indolente. Cual embovedar al llanto.
En La treta apologética ergástula. De por ahí, de por cualquier parte parte. Y salta, la consciencia presuntuosa salta. ¡Si, qué sí!. Y vaya como. Es. El brumoso danzar la mariposa. Bajo el hielo inmóvil terciopelo. ¡Hubiere lo qué hubiere!. Al giro inaccesible de la muerte. ¡Qué de súbito escuálida se vuelve!. Un peculiar regurgitar al tintinear. ¡Oh, si al tintinear!. ¡Ya nada es evitable!. Por mí. Mí ¡Amado, egoísmo!. Salto Al Fondo.¡Vacío del desfondado!. Hasta ser en la nada. Ser En La Nada. En lo flexible y rotundo. ¡Pura gazmoñería!. ¡Qué y más que qué!. El perdón esperen las rodillas. Y sin menos un simple y llano más. ¡Más la blandura es reciura añeja!.
Solo en el cielo. ¡La enmienda del reproche!. En la madurez de las tortugas. En los rasgos de los musgos. En las novelas de los gatos. En el moverse de los cielos. ¡Vemos al encomio atildarse!.
La gazmoñería. Solo Por mí. ¡Egoísmo!. Del acoquinarse amerengado. El otoño retoña. Lo mismo de mí nada. ¡De la nada absolutamente mía!. En ésto del todo.Y que a la misma caduquez trasnocha. ¡Pura!. Gazmoñería solo.Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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VACANTE LÁCTEA
En La Nebulosa en la vía. De las ecuaciones voluptuosas de los cosenos. En La superficie helada desfilaba un féretro. Mientras llegaban tres aires tristes. A los pies cubiertos del camino. Noches caídas al filo de una hoja. Sombreando de amarillo el paisaje.
Otoño bajo de estatura descansando. El dodecaedro resbala extasiado. En paz completa la esquina enorme. De la voz carnal de los cajones. Al peso algebráico del sueño variable. Bruscamente estremecidos palpitares. Antes enamorada conmutativa.
Con la visión sumergida interrogante. En los suspiros rectangulares. Contemplando estaba la curiosidad esquiva. Al momento magnético del cortejar. Llegó húmeda sin ser la cosecante. El tumulto del diapasón que emana. El amor a su lado en paralelo. Los cándidos rostros etiquetados de improviso. En la pasión de la curva por el cilindro.
¡Láctea la vía vacante!...Astro y cometa. Otra vez, los dedos lanzan las manos. En la mesa al hombro envuelto en fichas. Por el solemne reproche que rebotan. Los rincones sucios al derrumbarse. La indiferencia oficinista lenta. Con todo el yo que nos sepulta. Por el áspero alfiler inesperado. ¡En el tú que olvido a diario!. ¡En el hacer un relámpago grisáceo!. Por el aparador de las terrazas meciendo. ¡Quedan campaneados mil silencios!. Anegadas las ausencias ignoradas. ¡Al desdoro del afilado fondo!.
Vacante. Láctea. ¡Vía desastrada!. La superficie. Un féretro. Desfilaba. Helada.
Del cuento, desalada historia, secreta del azúcar.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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VIVAZ CUÑO
Climático De niñez el balcón al aire teje Como retoña el otoño. Amarillosamente. Arbolada asfáltica avenida. El cálido copo en la próxima blancura. Espesura nevosa. Pájaro en flor en cada nueva nube. El momento llueve sus insectos.
Al Reverdecer del invernal, recuerdo circular. Esférico Al modo del clavar las mariposas El anillado aniversario. Los desnudos copos encendidos. Los tardíos abriles encallados. Con. El adversario tiempo, alejándose.
Los Campanarios cazadores ruiseñores En la estepa cigüeñas Desgajadas al hondo cielo Continua edición incompleta En los amores acrisolados. ¡Una soledad en muchas otras!. Del vivaz cuño vivaz.
Iguales Resonancias empolvadas y desempolvadas. ¡Entre aros oficiosos!. Unas veces grises brillos. Otras tantas riberas del reclamo. Calmo monte del sol jadeante.
El aire. También. Teje al balcón. De niñez. Asfáltica al momento que espera. Incólume impecable. Por el instante del llover las mariposas. Otras primaveras. Cuño vivaz. En. Un césped huésped de nueva nube vive...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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