Poemas :  Socolor
SOCOLOR

Por
Eso
Entre las palabras que se pierden.
Visibles los sueños vuelan,
con los versos en ropa interior,
con los tabacos en paños menores.
¡Sin pensar qué habrá tañido!.
Lo que ninguna bufanda teje tibia.
En el plato enamorar del hambre.
la mesa escribe a una silla vacía.

Socolor, sólo, socolor.


Por
Eso
Del contemplar al ver mismo,
fraternal entraña cada frase,
del vivir punzante la esperanza,
en el sonoro límite arbitrario,
una rama las hojas pinta.
El espacio y la presencia.
De la espalda y adioses extendidos.
¡En lo granítico del pulso a cuestas!.

Solo, socolor, sólo.


Por
Eso
De lo mineral el fuego duele acuoso.
Al fiel confín del simulacro grácil.
Donde un aliento luce compacto viaje.
Amenazando de calor al precipicio.
Qur vende una tempestad de golondrinas.
Al remordimiento confidente temerario.
¡Del reloj dónde se baña el tiempo tenso!.
¡Del relámpago dónde despierta el viento!.

Socolor solo, socolor sólo.


Por
Eso
Está el cuadro que paréntesis recorren.
Porqué tañerá hueso a hueso injusto.
Entre las campanas misiones nocturnas.
Y dicen, por eso, y eso. ¡Aspera alterna anida!.
¡Qué tañan solo castañas!. Teñidas como están.
Hogaño. ¡Que tañan año tras año ya hoy mañana!.
Por atadura tierna aguda e insinuante colorida.
La carnalidad concisa del mundo destruido y decolorado.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de sombríos :  Cianodérmico
Cianodérmico

Más
Arriba
De las sombras
En lápidas
Los infrascritos
Nada le representan
Pelagra
El alma
Le respira
El ulular
¡Aún si cantaren!.

Las
Mañanas
Enmudecidas
Las nubes
Pieles del aire
¡Creen tapar el sol!.

Y en las noches
Iluminar la luna
En los días pasados
Miles fueron masacrados
Cometas, asteroides y planetas
Desmemoriado
El hueco
¡Qué el alma le dejó!.

Al cielo engañando
Ignorando
Al pretérito
Fósiles genéticos
¡El dolor causado es infinito!.

Y esplendoroso el exterminio
La desdicha es catastrófica
En las mesas
En las camas
En los vientos
En los sabores
Del agua y la tierra
¡Paisaje de crasitud!.

Sanguínea y azulada
Morada del averno
Piel del alma carbonizada
Desnudando al sol
Creyendo
¡Ya cuando hubo amanecido!.

Y ocultar los rayos
Del blanco cuello
Apoderado, ya crepuscular
Inabarcables
Las brumas
Tejen
Al
Pasado disfrazando.

¡Bajo la piel del estafermo!.

¡Bajo la piel del zascandil!.

Cianodérmico ha dejado
El sueño de todos
Los inocentes
¡Sepultados!.
En la misma piel del tiempo
En la cianodermia encarnizado
El pulso fusiona eritrocíticos
¡Todos los vasos quebrados!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de reflexíon :  Envanecidos... (Experimental)
E.N.V.A.N.E.C.I.D.O.S...

Cuando la apariencia.
Parece.
¡Qué se desvanece!.
Y la muerte recuerda.

Flexible.
Dormida.
La memoria del inicuo maliciosa.
Por el infatuarse.
La consciencia entre los brazos.
Por el ufanarse.

Al endiosarse.


En
Vane
Cidos...Vibrantes en loanza.
Envanecidos... Vibrantes sordos al plañido.

Del humo arrepentido.
Del quimérico equino.
Del banasto cetrino.
Lúgubre ciclópeo.

Refinar.
Salvando al mismo edén del cementerio.
De la virtud eximido.
Parece poroso en lo compacto del viento.
Apareciendo.

Cuando...
En los oleajes al infatuarse se ufana lustroso.
En las sombras enlunadas enlutadas, embelesadas.

Donde
Solo. ¡Aparece lo transparente opaco!.
Y aún ésto.
Desaparece.

¡Ensombrecido!.
En los tibios.
Picapedreros retorcidos del musgo.
Al ritmo de la hojarasca.
Apagando la fragancia.

De la voz.
Justa.
Protesta la casa en ruinas.
Al ruin.

Escritorio.

Con el alma bajo la mesa.
Y el bolsillo en la cabeza.
Descabellada petulancia.
Por
El piso charlando con sigo mismo.

Cuando...
La apariencia.
Parece.
¡Qué se desvanece!.

En
Vano nacidos necios mecidos procerosos.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Perfidia voraz
PERFIDIA VORAZ

Asalariado.
Infortunio.
Porvenirse.
Engañado..
En el mirar atrás las lámparas eslingas esmaltadas.
en la sangre seca, qué salpica el vidrio analizado.
en el tiempo dejado, con el rastro de las cadenas.
en la marejada sepultada con torcidas palabras mil.
Indignante.
Escaparate.
Prontuario.
Cementerio.
Donde las mesas han muerto en sillas tiernas malas.
Al abrigo de la humedad quimérica cofradía cadalso.
Entre la obscuridad nueva del desnudo empobrecido.
Dónde mañana será enterrado gusanoso por ingenuo.
Cianótica.
Franquicia.
Del colosal.
¡Exterminio!.
¿Acaso recordarán las épocas del vivir sin miedo?.
_En la desconfianza estupenda etiquetada_
Con todas las palomas equivocadas de guantes.
escamosas son las lunas de náuseas prolongadas.
Borrascoso.
Pletórico.
Enervamiento.
Repugnante.
La
Perfidia
Voraz
Camina.
Por donde el manto se impone energúmeno,
al carnicero del alba próximo,
al desquiciado amor de urnas.
El ingenuo innúmero fosilizado.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Contemplando recuerdos
CONTEMPLANDO RECUERDOS

Deshojando lunas en la inmensa noche.
Los sueños hilando en los latidos.
La balada gorjear de hojas.
Está, en la corriente subterránea inagotable.
Está, en las riberas pasadas de las horas.
En el piano suave, en el palacio del destello.
En las impaciencias madurando huertos.
¡Miel y piel, espinas y alabastros!.
Deshojando, atrapados porqués desmadejados.

Contemplando los después de las mañanas.
En las pupilas del instante que se fue.
¡Quedando adherido al viento!.
En la mano furtiva de la esperanza.
¡Con la sombra del barniz de las colmenas!.
Contemplando la jornada del sembradío.
¡Cultivando almacenes de aleteos!.
Los recuerdos de los pasos incendiados.
Las llanuras de los anhelos trenzados.

Contemplando.
Las caricias de los siglos, de los minutos.
Contemplando.
El sacrificio de los relojes, de los viajeros.
Contemplando.
La ruta de las espinas y los algodones.

Va
Mos
Contemplando
Las
Pro
Mesas, en las rodillas vegetales, mordiendo al fango, al cuello arqueado, al clavel amurallado.

Recuerdos
Ambulantes
Aves de las arenas.
En las ramas de la fuente atravesada.
Ambulantes estaciones de los jirones.
¡En las bonanzas idas, habitaciones heladas!.
Recuerdos.
Ambulantes.
Pudiera
Ser
Aquéllo.
¡Qué nunca pudo ser!.
Embalsamado.
¡La misma muerte fugaz inmóvil!.
Pudiera. Pudiera.
Ser, ser, ser.
Aquéllo.
¡Qué siempre fue!
En el árbol de las lámparas y los volcanes.
Una ilusión que fluye, un templo en el barro.
Un recuerdo empurpurado y perenne inamovible.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Aquiescencia arancelada
AQUIESCENCIA ARANCELADA...

Por la yarda núbil.
Por el acre hueso.
Por la libra codiciosa.

Aquí, se queda aquí, en el vaso transparente,
que vive de las uvas secas,
en los cascos de los caballos y las torres,
que viven de los fantasmas,
en las fábricas de las largas fantasías,
y las alturas de los recuerdos,
que un día caerán,
sin la miseria, ni lámparas de aceite,
cambiando himnos de serpientes,
batidas, arrasadas,
de su propia escama, y venenosa ufanía.

¡Aquí es arancelada!.

Como
el
silencio se desploma,
en la ciudad, tribal,
de hombres terribles,
donde
la razón ha sido destruida,
y cae desde si misma abismada,
como
el
silencio. ¡Se desploma!.

¡Aquiescencia malvada!.

Que descansan bebiendo los inviernos de néctar puro de rica plata nieve,
de ventanas cerradas, de abiertas puertas, mesas solas, y desnudas camas,
de cristales, de plásticos, de oraciones, harapientas y miserables dioses,
de vencidas guirnaldas y laureles entre dobladas estructuras podridas.

¡Aquiescencia desvergonzada!.

La honestidad del escritorio es,
la misma lengua del infierno íntegro.
La virtud del vidrio es,
la conjunción de hienas, hiel y solo hielo.
La gran sorpresa es,
la paternidad corrupta del vecino del siempre.
Con el entonces que entrará,
por la salida del cercano cementerio.
Y podrá bajar el viento,
donde reina la paz del crédito perenne.
Y donde los grilletes misericordiosos,
son gentil desgracia.

¡Aranceles de letargo!.

Entre los frutos de las calles estrechas,
anidan las mismas lenguas,
de asno, buitre, camaleón,
escorpión y gusano.

¡Aquiescencia arancelada!.

Están hasta en la misma casa,
de la pérdida del tiempo y la esperanza,
En el nivel de la procesión fatal,
derramando la ignorancia verdadera.
En el trono de la inocencia tierna.
dulcemente sepultada por palomas.
Las palabras del fondo cierto,
solo muestran los cadáveres del sueño.
Y desde
entonces
las plagas
desayunan virtualmente.

Y hablar con la verdad.
es el delito de mentiras,
de corbatas inmortales, de algodones puntiagudos.
Y
Aún
Hay
Muchos que intentan comprar la paz con el oro.
Mucho de lo que atrozmente sepultan con acero.
Vestido...
¡De lenguaje pintoresco, rufianesco y vano!.
Aún
Hay
Muchos.
Entre las legítimas
ausencias,
de lápidas, graciosas.

Y
no existen más
escalones
a la cima...
Donde, donde, donde...

Ya
las balanzas perdieron
todas
las cabezas huecas...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Perdidamente cibernéticos
Perdidamente cibernéticos

Perdidos poemas
El
Primero luz, agua, movimiento,
No sé
¿Dónde?... Amarillo... El papel
Y el sol, no eran eones
¡Años de polvo!.

Palabra sin letras... ¡Atrás!
Sin voz, ni peces en el agua
Una lágrima sin lástima
Tinta pálida seca por el tiempo.

Una
Vez pluma, lápiz... ¡Carbón ceniza!.
Banderas, fuego lejano Cronos
En Grecia grana gracia
Marte sigue, sangre Venus
A nosotros
As no somos cartas
Ni barajas rejas en la mesa
Ni vanos juegos fuegos
¡Cómo primera letra!.

El
Segundo minuto
Atorado y azorado finalmente
Salió mega lento
A poco, casi, elíptico
En la red, arañando caminos
En el aire, vuelan plumas, dedos
Teclas, pianos. ¡Sinfonías!
¡Solo silencios!. Escritos perdidos.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de introspectíon :  Oda uno solo
ODA UNO SOLO

Nada puede solo un hombre.
Solo a sí mismo. Y a veces.
Ni siquiera eso
Aprende
Aunque la voz de la muerte
en torno
un soplo disipe el humo
fervoroso en el ánfora
encuentre la ceniza de sangre.

Las lágrimas inocentes del silencio,
de consciencias metálicas raíces,
de fáciles perdones enconchados,
de los deseos no colmados.

¿Cuánto hace qué la humanidad,
dejó entre cortinas,
los labios,
secos de infancias juventudes,
las tardes,
las mañanas inciertas,
las camas y mesas,
solitarias en los hogares,
estancias piadosas enriquecidas,
de llantos,
de insistentes y agudas,
ausencias?. Más dime,
si puedes, libres los labios,
destrozos infames, pueden,
hacer del silencio encadenado,
vástagos de sinceros latidos.

Solos estamos, si solo pensamos,
en otros solos iguales,
al miedo en las venas,
atados a inútiles,
vidas de arañas suspendidas.

En un dedo,
en un amor pequeño,
olvido que a nada combate,
ni escribe una letra una palabra,
una pálida tinta.

Interrogándose cobardemente,
un viento inmóvil. Mueve,
acaso las páginas,
del pasado,
y recoge las flores,
secas de lápidas blancas,
en las rodillas. ¡Donde,
las duras penas anidan!.

Solo, en sí mismo,
su consciencia,
el hombre humedece,
los labios secos de la memoria,
que aprisionada y embebe cada futuro.

Cada mañana, cada madera,
y hace los clavos algodonosos,
de los olivos torturados,
del éxtasis sangriento abundante.
Dime, si puedes. ¿En donde marchita,
está escondida la eternidad?.

Solo, un hombre nada puede,
y a veces. Ni a sí mismo,
se escucha,
en el miedo insepulto,
de un lapidario presente.
¡Solo, solo, solo humo!.
De uno, solo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
Poeta