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ARRAIGADA NITIDEZ
Con la memoria, paternal. De la madera. Creían atarse cien sentimientos. Azulados desnudares alentados. En Aquéllo Qué Húmedo el nogal observa. Por el aliento. Claveles rosados, en la piel verter, después del alma, jadeantes. Del después...¡Quién sabe!.
Entre La sombra carcomida en mansedumbre. Pechos y latidos. ¡Relámpagos!. Del agua. Entretejidos. La lumbre que al llorar pudre. Agua y fuego. En la barba de los lirios. Creían atarse. Lo que fueron.
Campos florecidos, simultáneos amoldares. Atónita la frente, estelares las rodillas.
¡Escriben en criptas en copto, copos granates y tabacos despreciados, al rumor amenazando!.
Arraigada nitidez. Las memorias del espejismo aventureras. Las señales sin patria del alabastro. ¡Sórdidos terciopelos incoloros!. Al ritmo clandestino. De los tórridos relojes. ¡Nitidez arraigada!. En las noches sonámbulas de lunas. Nitidez. En las brumas escarpadas del canguro. Arraigada. En las blandas arpas del antílope. Nitidez. En los nidos sonoros del pino.
Esgrimires. Del anfibio cañas. Dulces moviéndose. ¡Más agudas las cicatrices!. Limpias se ofrecieron. Al verter. Después del alma. Nuevamente. Sus ritmos. Naturales animosos alentando. Por... La honda superficie de las cúpulas patéticas. Por... Las almas ambulantes del arrecife. Por... El iris de la sal teñida lágrima.
¡Qué lo fugaz delata inundando!. Las arterias... Vertiginosas de la espuma.
Al Romper El Viento Con Las Plumas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENTRE LENTES SORDOS ENTRE LENTES SORDOS ENTRE LENTES SORDOS
Y aquí yace el tiempo añejo entre las uvas, en la pequeña barca, del espacio embriagado, en la edad sin piedra. ¡Enrojecido!. Tan pequeño antes del verde, por el desencanto de granos sueltos, al sol profundo envejecida madera, hierro y niebla, la luz empalidece, vertiginosa, a lo lejos, deshojando sueños, velos, distancias, una cama, las campanas acariciando, las mejillas, el suelo, flotando yertas, vestidas de abismos, las sonrisas, los crepúsculos consuelan.
Sin COMITAS GENTIUM En COMMUNE NAUFRAGIUM Donde
Añejo el pañuelo calla el piano, triste y vagando entre los humos, las teclas estremeciendo, flores, las uvas y los barriles, en el vientre, las cifras de mil ausencias, alimenta, e inmóvil vende al silencio. Como CICATRIX CONSCIENTIAE PRO VULNERE EST
¡Cultivando lágrimas en las nubes!. En la bonanza óseo el nido queda, la quietud antigua en las campanas, por el vivir multiplicando los grillos, huecos sonoros, obsesiones falsas y sal, raudal de crueldades ciegas, escudo y lanza. Entre las frágiles y cálidas abejas mieles alacránicas, paz en huelga y lumbre, entre un ronco caracol marino, las hieles desayuna desnudo, de buitres somnolientos, invasores.
Entre lentes sordos CORPUS SINE ANIMA Y El CONSANGUINEUS LETI SOPOR
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA PRIMERA REGLA
Centelleaba antes de materializarse en aquel gigantesco museo de... anillos gravitatorios. Estaba, encriptada con cadenas de aminoácidos, y al fondo molecular del pasillo en él, párpado del humanoide que acaso ignoraba el significado primordial por diez milisegundos, legiones de historias tenía acumuladas en la macromemoria de hilos frágiles, en la consciencia biomecánica al momento de penetrar la telaraña del tiempo y tener la oportunidad. ¡De ver la primera regla!. ¿De piedra, hueso, madera, barro recocido? ¡Vaya!___Estaba empeñado en admirarla, hacía tanto que se olvidó de sí mismo, entre las guerras impulsadas por los instintos colectivos de civilizaciones colocadas ahora en los tableros tridimensionales de las vitrinas holográficas...
Finalmente se sintió robot de nuevo, y un estremecimiento recorrió cada fibra óptica de sus latidos rítmicos.
Bajo la superficie deambulaban asteroides peligrosos y manipulaban, casi toda la comunicación en los depósitos del cuaternario volumen apergaminado con unos extraños, caracteres. Al menos dos cientos de veces había intentado comprender las figuras humaniformes parlantes. que explicaban de medidas, en metros y millas, de metales plásticos y rectangulares artefactos.
Movió al silencio con cautela, en el océano de sus dudas, como puntos luminosos y exploradores, y navegaba su visión transdérmica sobre unas palabras. La primera regla. ¡No era material!.
Era una idea, que había estallado en un millón de pedazos en... Mil mundos y de ella quedaba una estela tenue que tal vez pudiera ser útil.
Leyó y una sonrisa atónita iluminó ese instante...
"La primera regla es no dañar"
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ANDAR DORADO
Antes del camino, un día, esperaba el alba,
Donde audaz, el sentimiento, revolotea, Como ¡Halcones y violines!. Como La abeja liba miel En los troncos apagados intermitentes, y al aire da espesura, y los labios cariñosos tiemblan, la última nevada de la piedra.
Como Un Andar dorado, dorado andar. Cuando las flores esmaltan las praderas.
En los fríos ojos del viento. Cuando los árboles perdonan las nieblas.
¡Deslumbrantes al más profundo beso!. Cuándo los párpados acarician las ventanas.
En Los Terciopelos del destino, del andar dorado. Con La Madera de la cintura fina, del dorado, andar. Y La noche enciende su luna.
Atrás del sol, lloroso, estremecido. En las estrellas hay un ay lejano. Recogiendo las vidas de los pueblos.
¡Hay signos extendidos del mañana entre las sombras!. Dorado, chamuscado, andar desandando. La vida, teje mausoleos, al retorno del ocaso.
Encerrando. Los meses en las botellas, vinos, raras noches.
Y Los ovillos en banderolas. Y Los tallos en los tambores. Parecen. Solo. ¡Un andar dorado!. Espejismo del camino desandar.
Las Ruinas Púrpuras que hierven. Las Campanas. ¡Qué acarician las palomas!. Las olas. ¡Qué amontonan espumas!. En La Soledad De un verso, siente, piensan, imaginan y sueñan. En un verso, de largo desentierro, hablar cautivo. En una lámpara bermeja, aguardar la llegada al fondo del rebaño de silencios, sin encontrar la forma del olvido, el agua deletreando del murmullo, en la inmensa memoria de los llantos. ¡Queda, queda, una letra atrapando al sentimiento!. En el verso, incomprensible, momento lento, inmóvil, En la compañía de un hueco. ¡Flotante!.
Andar Dorado Antes Del Alba, oro, anda, un día... Del dorado andar, soñando.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Ambarino Pasado
Observa____Tan pronto La cama____Aunque despacio En desorden____¡Adrede! Ambarino pasado.
Colgando del techo Antes que Al colchón de madera Conforme Al pintar de los ojos.
Ambarino pasado El ropero demasiado Recio Zapato en penumbras Muy tarde Portal forrado de seda.
Ámbar La silla Muslos apenas Jardín de tres horas Jazmín de tres nubes ¡Cuatro gallinas sonriendo! ¡Cuatro pechos encendidos!.
Ambarino pasado hongo del sombrero Campana, gigantesca, silencia, observa, Ámbar___El___Renegrido___Cielo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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GEMA GENERATRIZ
-Mucha gema hay en el trabajo más difícil, que duerme oculta.
¡Excesivamente!.
En el que poco existe. En las tinieblas y olvido, un poco más tarde, consagrado a sus sueños, al contemplar la belleza en el rostro, que no lleva ropaje. Ajeno. ¡Dónde la gente aún se detiene!. Mirando hacia el cielo. Cierto día. En un jardín. ¡Donde otra gloria no siente!.
Generatriz De igual forma la misma. Gema. Diferente de otra manera.
Por el frío ver llorar. Casi furtivamente, la cabellera del aire destrenzada, en las zapatillas suaves, del invierno vibrando, en la diadema, de la corola sin vida.
¡Logogrifo del amor!. De Intersecciones. Intermitentes.
Desde la profundidad. Altísima. En la humanidad.
¡Como la avena cebada!. ¡Como el hierro madera!. Y Cuando paseaban por las calles, a punto de ebullición, con picos y sondas.
-Mucha transparencia, en turbia flor, que con pesar exhala, olores de lirio seco.
Y nada será más difícil, que llevar las cosas, amando solo, a su primitivo estado, donde no dejan de producir. ¡Lampreas!. Efectos, cuando se consigue penetrar, la ilusión apartando.
Como un secreto que recela una declaración de amor. ¡Por el bosque inquieto y campo desolado!. En su grato aroma, maleable, disperso, impersonal. ¡Por la ciudad yerta y sirena desalada!. Que es preciso encontrar en un rincón apartado, en la matriz informe, sin esencia, en el instante, eternamente momentáneo, que incita a la resistencia, tenso el arco sin flecha. En las consecuencias especialmente sorprendidos. En las profundas olas del momento decisivo. En las soledades enamorado donde nadie sabe hablar, un lenguaje adecuado,,en las cosas, de mayor importancia, donde se pierde fácilmente, el verdadero placer, con la impresión pasajera, de salir del paso.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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ESCUCHANDO AL MAR
Deja los bosques del viejo mar. Y volverán. Espumas las calles. Burbujas los hombres. Sonrisas repartiendo los niños. ¡Corriendo, descubriendo, alegres!.
La vida sirena, es, primavera. Fogosa ternura, es, verdosa. En un plato pastel rebanada. Impalpable dulzor. Joven apetito narrador sin pereza. Sin mártires vientres. Sin promesas impacientes. Fabular enlatado relieve. Alineados cometas del sabio sillón.
Cuando el fuego reposa tiernamente. Cuando el agua mueve telares goteando. Cuando El aire duerme las hojas. Cuando El bosque matutino canta. Puliendo. Frutales. ¡Olores madera y leyendas invisibles!.
Déjalos vivir. Desenredando tinieblas hostiles. Y volverán___A la tierra. Anidando Sue Ños An Helos...Burbujas al mar escucha. N...D...O... ¡B-u-r-b-u-j-a-s...Al mar.
Burbujas, burbujas... ¡Burbujas del viejo mar repletas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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RETOÑO ANTIGUO Retoño, retoño. ¡Oh, eterno retoñar! Retoño Con los bosques de áureo vino El atardecer de una campana En la madera qué saluda con sus viajes ¡Con calma y en silencio! ¡ Sin cesar ante dolores imperantes! En la barca de un álbum delirando ¡Con la mesa puesta de un viajero!. Retoño. Retoño. ¡Retoñando!
Retoño Año tras año, con los frescos amarillos. Las estrellas dormitando. ¡En una bandada de raíces!. Una Bandada De raíces. Desesperadas, largas y suaves ¡Antiguos caminantes callados!.
Antiguo, retoño, antiguo. En Los En los inviernos volcánicos dispuestos. Las arañas sin culpas conocidas. Los pulpos en racimos. ¡Y cada pájaro de vestido y escalera!. ¡Con la misma cadavérica sonrisa!.
Antiguo retoño, antiguo. Pastor entre redondas espina ¡Los avellanos secos y las orugas Con los ojos de espiga espesa. Y una hormiga entre dedos apagados. ¡Piel disuelta a obscuras!. Delicada nuez. Nuez delicada. ¡Goteando del sonido pesadumbre!.
Retoño,año tras año. ¡Cómo el otoño!. Año de aquí, año de más allá. Con el látigo y máscara del hambre. Retoño negro. De azul hermana. Del azul monstruoso que parece no morir. ¡Con otro verde que le sigue igual de cerca!. Es el azul más negro que cualquiera pueda imaginar. Retoño de los mil otoños, antiguo como el siglo.
Retoño antiguo. Antiguo cristal. Cristal de pálidos retoños. Retoño de los espejos. ¡Sin reflejos!. Reflejos de los gélidos mañanas. De los mañanas muertos y perdidos. ¡Perdidos en los otoños extintos!. ¿Quién lo sabrá y quién podrá hacer algo?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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EN DIÁLOGO SILENCIO
DAS ZWIEGESPRACH STILL SCHWEIGSAM RUHIG Habla el agua blanca. Y pálida madera. Húmedo testigo. Rama y tronco. Un triángulo de conejo. Espada profunda huella. Ágil, sin freno frenesí.
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DE DIALOOG STILZWIJGEND STIL STIL STIL Habla el agua oleosa. Misteriosa risa. Encuentro de azotea. Montando angelical. Frágiles orillas. De cañaveral juego. Dalias y dedos flamas.
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DIALOGUE SILENCIEUX DIALOGUE SILENCIEUX Habla silenciosa líquida. Y silencioso escucha. El puente... ¡Rígida curva!. Arriba, arriba el musgo, luego, luego. Abajo, abajo tendida. ¡La corriente!. Sepulta su tristeza. Se oculta solitaria.
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SILENZIOSO DIÁLOGO SILENZIOSO DIÁLOGO Diálogo de blanco frenesí. Diálogo de flama oleosa. Dialoga en solitario líquido. ...Agua y puente... ¡Puente y agua!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Tiempos descoloridos
Por tanto rojo amarillo el azul se tornó gris. ¡Gris, gris, gris!. Tan gris que casi todo parece negro. ¡Oh, rojo suelo!. Rojo sangre. ¡Rojo cielo!.
El mismo sol azul perdió todo su brillo. Cuan amarillo verde el día eterno secó. Con las orillas moradas en una violeta. En las hojas, de madera los mil clavos.
¡Oh, el rojo y el gris del nunca más!. El verde adjunto con garras y garrapatas. Solo cada café pensaba solucionarlo. Con el oro de la fosa. Con el plata del ensueño. ¡Oh, el humo sideral de sombras!. La escoba sublime perdió el aliento. En los astros de carne y ceniza sangre.
El Laurel De infinita espina Remoja la miel verdosa Enajenado El mañana Sepulta cada higo ¡Y destruye cualquier espejo!.
¡Loado sea su esqueleto!. Con el aguijón de cada noche. De todo inmaculado origen. Y la espalda momificada del cometa. Ahonde, Sí, ¡Qué ahonde!. Cada. ¡Quién sabe!. Y dentro del ruedo lloren las vidrieras. Y cada pesadilla sea una banderilla. Y cada cual, del grupo, solo clame paz.
En los colores. Fulminantes----Han cultivado. Párpados enrojecidos, grietas en años. ¡Redes enloquecidas de gusanos!. En cada ciego retroceso. Por cataratas de polvo. En los platos transparentes. Las tragedias, las amapolas, sean las agujas.
¿Recuerdas aquélla vida?.. Cada muerte corre por las venas. Y las arterias iluminan la piel del siglo. ¿No sabes la causa?.
Es la raíz de la noche. ¡Cuándo vivías!. Hoy ya no eres, no hay tiempo, nada puedes. Los espejos murieron y la luz es metal. ¡Solo fuiste la historia de un vapor!.
Desgramaticalmente. Cada sujeto adverbia circunstancial. Hay cadenas atributivas y declarativas. Nupcias de víveres con tijeras y gafas. ¡Conjuntivitis de lunes!. Enaguas. Breve carmesí sin directriz. Los tiempos determinativos son adjetivos. Y. Los colores. Singulares. ¡Anonadados!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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