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Hay tardes que quiero olvidar, días completamente despejados, sin una sola nube, que me cubra de este calor infernal.
Quiero ver una sola nube, que cubra este sol sofocante, ver que la lluvia caiga, como lágrimas derramándose.
Días nublados, días así deseo, para sentir que la lluvia, sea lo mas bello que existe.
Melancolía mezclada con quietud, donde la lluvia esta presente, en días de soledad, donde mi corazón espera impaciente, por ver a aquella mujer, que se enamoro de mi, al caer la lluvia.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Escuchas música suave, ves la tarde caer, ves las nubes grises, el sentir mis labios.
Un suave toque de melancolía, una tarde quieta, lluviosa y silenciosa, una tarde nostálgica.
Melodías combinadas, con el ritmo del jazz, con las caricias de tu cuerpo, con el beso de tus labios.
Una noche quieta y solitaria, una balada suave, solo un par de copas, una belleza como tu, noble y callada, eres lo que busco en ti, mi querida musa.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Una tarde más, donde la lluvia se presenta, en esta hermosa tarde, cuando el sol se desvanece.
El tiempo sigue su camino, no hay marcha atrás, quiero sentir esos labios, quiero besarte amada mía.
Una balada cantada, una canción romántica, escrita en la lluvia, un suspiro se respira en el aire.
Una noche a tu lado, una lluvia que nos cobija, estamos ahora enamorados, somos uno con la noche, somos íntimos ahora.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Algunas palabras no bastan, no son suficientes, quiero sentirte a mi lado, quiero besarte mi amada.
Deseo sentir esas caricias tuyas, verte en medio esta lluvia, abrazarte mi ángel de luna, estar siempre juntos.
El atardecer llega, las gotas de lluvia caen, caen frente a ti mi niña, suavemente caen en tu piel.
Llueve en el ocaso, las gotas siguen cayendo, sentiremos esas caricias, sentiremos las gotas de lluvia, que caen sobre nuestras almas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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A pesar de que tu pequeño suspiro, quiere creer en mi, desapareció sin poder llegar a ninguna parte, mientras la lluvia nos golpeaba con fuerza, entrecerraste tus ojos.
Una palabra reconfortante, una suave caricia, no podíamos hacer nada, así que soltaste mi mano, y solamente te fuiste.
Una noche lluviosa, un corazón ilusionado, con el verdadero amor, con un beso en los labios, con una caricia en tu cuerpo.
No sé adónde quiero ir , aun así esa voz me llamaba con insistencia, así que doy mi enfado eligiendo la tormenta, no tengo energías para gritar, cuando las nubes desaparezcan.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Al azul del infinito ofrecí
la duda que me ahogaba,
dejando envuelta en su grandeza
esta pena,-lamento de verbo silente-
que sin pedirlo me llevaba;
sentado en esta morada
que no tiene ahora y tampoco dueño
esperando otro mañana regalé mi ayer.
Pasan las sombras amontonadas
envueltas en sudarios ocultando sus caras,
abriendo y perdiendo a su paso los caminos
confundiendo el horizonte;
pasan dejando huellas que la lluvia
o las lágrimas, sin saberlo, borrarán.
Marcharon los momentos
y con ellos los recuerdos, todos;
y se hicieron brisa y con ella se despidieron…
…acariciándome.
©Jpellicer
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Poeta
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Deja que la lluvia te bese, sácame de mi dolor, un minuto para que el silencio llegue, tiempo para pensar y tiempo para llorar. La lluvia cae, deja que te lleve conmigo, para ocultar esas lágrimas de dolor, deja que te abrace mi niña. Lluvia irlandesa, lluvia calmante, déjate llevar, déjate querer. Deja que la oscuridad te abrace, como un colchón de plumas, un momento para buscar el silencio, tiempo para orar por la paz interior. Un arrullo para este corazón atormentado, un respiro de calma, tiempo para pensar y tiempo para consolar, deja que te ayude mi niña. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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VIDA ESCRITA
Con las letras que desnudan. La escritura del silencio. Más allá... de la carne. En el aire. Más allá... del hueso.
Bosques de palabras. Libros... sin escribirse. Camino y sandalia. En la mirada... temporal. Los incendios. ¡Bajo el agua!
En la lluvia. ¡El tiempo se detiene! En el sueño qué muere. Durmiendo calendarios en las manos. En los años sepultados. ¡Invisibles pasan !
Caballos de luz. Cabellos de sombra. En la inmersión de las estatuas. Por el tiempo... plano y curvo.
Van y vienen. Letras del corazón. Ritmo del aliento. Por el mismo espejo. Del reflejo. Eterno. En una gota. De vida escrita.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ACÉRRIMA ABSURDITUD
Por Que En las verdes bofetadas la lluvia escapa del volcán una turba dulce. ¡Considéramelos!. Después, brillante hiena el vaso de caminos leve roce entre calidez. ¡Coménteselo!. Del fraterno esmeraldear ocaso perfumado de caroña pétalos luceros. ¡Averíguaselo!. En la erupción del cuervo una mariposa suave, agudiza felinos miles de zafiros. ¡Contándotelo!. En la tinta brillantez de los despojos rompe la figura de los platos. ¡Dejándoselo!. Al guardar el hambre cucharadas la naranja del nogal del alba al suelo. ¡Corrígemelo!. Al iluminar fino al bien maleando del regazo ronronear del mismo viento. ¡Debiéndoselo!.
AB sur DITUD ac ERR ima
El fraterno decolorar cada ignorancia por la espalda del tenor enmudecido de números las retinas reptando cada laberinto al duraznear dátil del vino escamas búho café del beber la tarde escucha del mismo día retorcer inerme hogar hoy.
¡Píntenselo absurdidad acérrima demuéstralo!
En ese bello, absurdo, del aprisionar al cielo, del aprisionar al cielo, con las rodillas nublando anillos, en Saturno al sembrar un lago, en la posibilidad de un zapato, con la relatividad paralizada. ¡Júntamelo!
En la punta más profunda del prejuicio, en la espalda del verso frágil, un espacio de abanicos palomean, el maravilloso imitar del artefacto, de la noche desayunando lunas, curvas de láctea vía incendiada. ¡Apágamelo!. En la facilidad, contaminada de complejo, al menor peluche descabellado simple, con la libre ceremonia del arbitrio. Donde el canto a granel estornuda, al rincón temblando encima. Del la toalla en la calle. ¡Recortándosela!.
Miserable del cepillo, del amanecer centrífugo, del amanecer centrífugo nasal difícil, al culto escarabajear hablante, del desánimo impedir al Caos, expresarse al espejo del café. Con los higos de parafina enroscados, en la mísera sonrisa.
Por Esa ACE rri maa... Bsurdidad...Del atrápamelo cómanselo.
En el refugio de los ecos, dónde agrieta el grito grave, en la morada del áureo salto,
en la fiesta, cultural de los candados, con el coraje sabor ceniza, al decir la diversidad de prisa. ¡Nada absurdo es!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Así que tus lágrimas caen, nunca terminan, no que te has ido, me sigo preguntando.
Aquí viene la lluvia otra vez, cayendo en forma de lágrimas, estás triste, me pregunto porque.
Pensé que este amor fue un sueño que compartimos, pero, ¿alguna vez te interesa? porque te extraño.
Fue algo hermoso, que juntos tu y yo, vivimos en este romance, cuando estas bajo la lluvia, estas llorando, eso lo se, pero estoy aquí para amarte, para curar ese corazón roto.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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