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EXIGÜIDAD (Ultraísta)
Pasó aquella sonrisa amarilla deshaciendo su hielo de violines. Con el humo agotado corriendo en la voz de la arena en la hoja.
Allá el sol extiende sus alas en el eco de la sombra de una noche que vuela entre los sueños de una almohada.
Impaciente la calle sube al árbol descolgado de una tarde llena de auroras perdidas en las esquinas del viento triste espejo con el reflejo seco. En la tempestad solitaria de una mano el recuerdo duerme un remoto azul del rítmico rencor de las brumas en la sinfonía de la distancia convexa atada al fervor de los cristales delirantes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez Referencia útil es... https://definicion.de/ultraismo/
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Poeta
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ENTRE LA TIERRA
Se escribió la letra, con el vuelo de la pluma, con el duelo de la letra, en el suelo se escribió.
Largas palabras de estrofas, olvidadas al otro lado, del rostro del espejo, del rastro del reflejo.
Que no hable el mar, del azúcar de la miel, no, que no hable, no, entre la sal azul ahora.
Por la copa que al árbol bebe. Por la ropa que al hilo viste. Por la cerca que al humo calla. Por la nieve que al fuego ama.
Sí, sí... Por los rumores de aceite, en el tiempo amarillo del viento, en el rojo rugido del canto, en el ojo ordinario del llanto.
Una vez caballo entre peces, otra vez cabello entre rocas, tal vez cabeza entre huecos, tal vez cabaña entre cuevas.
Se escribió con el polvo, en el agua en el aire, con la sangre en el cielo, con la voz en el zapato.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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E.M.P.L.U.M.A.D.A.
Y se oyó que decía desde lejos, voy decidida, a volar a un mar en el cielo, y se sentó dibujando en el sueño, su mano en la pluma vivía, cual se desliza en la tarde un sol, donde algodonosa fue una nube, siendo su alma espejo de la mía, tejiendo con silencio un suspiro.
Van pasando las estrellas por sus pupilas, y en el corazón cien lunas rosas, tomadas de partir las noches, que no duermen, si no aman, encima, con luz que, más que luz, es fuego, en los dedos invisibles esparcidos.
Llegó ese día que vuela por tifones, detrás de las cálidas galaxias, en el mármol del misterio vivo, y los pasos de blanca seda.
Como el nido de un ave es, tibia consoladora y suave, hecho un lingote un faro. ¡Qué a la nieve conmueve!.
Y voló volando su vuelo. Y se encontró encontrando su mar. Su mar en el cielo dibujándola. ¡Dibujo de la pluma que soñaba!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ESPECULANDO...
No quiero mancharme, dijo, la mancha, a la pureza perdida entre espejos, ciegos de luz con razón, en la voz tal vez voz sin los labios, en la paz tal vez pez sin las redes. ¿Quién puede dar lo que no tiene?.
Al que espera recibir lo que no quiere, no siente no piensa no escucha. ¡Siendo la espera pura!. Sin esperanza o con ella. O a pesar de ello. ¡Uno fuera de sí mismo!.
Afirmación del cero!. Negación que ilumina y obscurece. Sincronía...Sublime. ¡Afirmando al sí!. Excelsa...Isocronia. ¡Negando al no!.
Especulando, especulando, especulando.
Todo simultáneo, falsamente cierto. ¡El engaño aparente, la mentira esencial!. La mentira del reflejo superficial. ¡En la huida de todas las retinas!. No, no, no. ¡No quiero mancharme!. Dijo...
Sin marcharse. Sin reflejarse. ¡Perdidos todos los espejos en la incuria!. Nunca la encontraron. Era, era... ¡La pureza que nadie poseía!. ¡Ciega la luz sin razón!.
Cualquier humilde obscuridad sin importancia. Especulando, especulando, especulando.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Cefalópodo Intrépido
No huyas fuga en los insomnios sin rostro, húmedas las distancias estremeces, en las ramas de las noches, por la voz de los espejos, en la calle rencorosa, un incendio llama, al agua ebria, del beso libre, al polvo preso.
No te quedes en la eternidad paralítico. Dicen las encrucijadas espinosas. Al atrapar la garganta yerma. Dicen los astros a tientas. En el sopor del jardín afiebrado. Tan decapitado en el viento alegre. Por el higo inexorable del nombre. En la obscuridad que duerme un lecho.
¡Arrastrando invectivas!. Arrostrando reprimendas. En la ordinariez inasible. En la entibiada accesoria. Tal vez el furor intoxique. ¡La flaqueza del susurro!.
No huyas fuga. ¡Embaucándote atónita!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HÍBRIDA HEREDAD
Voy a fabricar una idea con tantos otoños como he visto despertar en las hojas en el amarillo de los ecos olvidados por las ventanas amontonadas del espejo de mitológicos recuerdos y sabor desigual en la homogeneidad de la envidia en las casas que levitan desmejoradas pero también en el árbol arrodillado con los sueños de un pámpano de la quietud con pantomima de la hojarasca con donaire y viceversa.
¡Por esa hibridez, desamparada hendidura!. En las respuestas al imposible, en los dioses adictos a las alabanzas, y hambrientos, de culto y privilegio sobre otros, fanatismos indignantes desentonando, las mínimas razones, erróneas dudosas duplicadas decorosas, por el látigo laudable legible legión, entre pedales pecadores pecuniarios, con el rendimiento reprimido resorte, más allá del instinto instruido infame, menos que elaborado elástico embrutecido, y viceversa.
Voy a fabricar simetrías paradojales, en el último futuro olvidado, en el pasado que vendrá sin restricciones, anudando enemistad y desarmonía, por el barrizal farolero y acalorado, con aquéllo desgarbado y elegíaco, en la oquedad de la argamasa, por la ignominia baladronada y fatua, de aquel escarolado escarpado, amante de la infusión de la matraca, desenfrenado enjugascarse. Del Sillón Escaso De Sesera Desalmado Cándido Fanático Descarriado Entre tanta... ¡Híbrida heredad!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Solo es precedente
Ante quien el sol enmudece cuando hay miel y hiel en las nubes cuando hay piel y fiel es la piedra de lino de lana de lona de luna por donde las hierbas reposan del eco del espejo acampanado del ogro del panteón acompasado.
Después del lirio crudo en sangre con el polvo del vino y el herrero con el cáliz del café y el toronjil por hervir por herir por huir al espigar la ballena en una gota una nota entre corderos que punzan los anillos de las dudas confundidos.
Por verter la sed después de ahogarse sin esperar del puñal el duelo sin extinguir del pañal el suelo sin arrancar del panal el vuelo y esos cielos de dolores y ese contraste de sordos y esos años de horrores.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DESCARNADA JUSTICIA
Si escuchas todo, mira las estatuas. Tal vez palpes las penas dulces, y digan cuan salado es el viento, cuan metálico el aliento del espejo, en la flor que guarda mil jardines, y el vapor del tiempo con sus ecos.
¡Justicia descarnada!.
Procurando respetar la obscuridad, cultivando ambigüedad y caracoles, en la violeta áspera y primaveral, en la métrica del diáfano rosal, una visión aproximada, versión del frágil humo, en el hermético calamar, una recurrente hormiga sonríe, entre cuatro direcciones, y facilidades de arena, de la deliberación irreparable.
¡Justicia descarnada!.
Siendo como el polvo el matorral, terrestre aureola que figura incluso, en los mensajes intermedios del ejemplo, llamativa embarcación de pastilla vigorosa, la proliferación del castigo del tigre del pelo, del elefante como una jirafa siente siempre, la sexualidad manchada del atributo arrogante.
¡Justicia descarnada!.
Fabrícale. ¡Oh, sueño!. un vaso al mar, en la nube pintada al óleo, tan grande como un alfiler maduro, que teja la espuma al viento.
Fabrícale. ¡Oh, noche!. Un vestido, a cada estrella sobre la frente, tan pequeña como una ballena antigua, que anude montañas al sol.
Y cuando todo esté listo escribe con almohadas pensativas del movimiento sin la hierba de la espina en agonía y el hambre de las sombras con los dedos esmeraldas del rubí de clavos puros del camino de los halcones del reclamo ardiente del olvido en la memoria estremecida del follaje bajo el suelo y de sus hemáticos sabores.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA ENAMORADA ___Alejandra Pizarnik Argentina.
esta lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo y te fue triste estabas sola la luz rugía el aire cantaba pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás tremolarás tus manos así volverá tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó el barco con barbas de espuma donde murieron las risas recuerdas el último abrazo oh nada de angustias ríe en el pañuelo llora a carcajadas pero cierra las puertas de tu rostro para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días te culpan las noches te duele la vida tanto tanto desesperada ¿adónde vas? desesperada ¡nada más! (Alejandra Pizarnik, de La última inocencia, 1956)
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Del vítor prudencia
Labrar La Sin falso encomio Encendidos los veranos Sin catilinaria injusta Largos ríos iluminados Como. Demorada la mañana dialoga El huerto de las flechas enamorado Vigoriza madrugadas sublime Al interior cediendo inquieto Y ¡No! Sólo, solo por atabalear ¡Que es! Sólo alzadero inútil El jardín arrinconado El bronce masticando Las plácidas paredes Réplica de fuelle jarreta Al espejo sangrar viendo Ojos de la sombra en vela ¡Relum...brante! Desnuda ola del trasluz vibrante Clavada encima del caracol enlunado Al descollar deslucido Al margen moribundos cauces ¡Fragancias de incierto vuelo!. Vítores en la imprudencia Vítores del titubeo Al morir crepuscular del embeleso Resplandor Sonoro césped ¡Más que proemio un epílogo! Del destino desnudo anublado Con el frescor nupcial ceñido Selvático Matiz Del verso gris Matinal médano ¡Que dialoga inquieto el huerto!. Proemio puntiagudo Epílogo escudado Del Vítor Prudencia... ¡Cultivarla en abundancia!. Y ¡No! Enamorado sublime...¡Sangrar espejos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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