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Cuando tu cuerpo emerja del hastío, en ese sueño bandido... que tu mirada esconde y revela el mío sabremos que la espera, ha valido. Cuando toda esa pasión en el alma acumulada alcance el clímax y desborde... en besos mi boca, sobre tu piel adorada conocerás, cómo es el amor cuando se ama. Cuando en ese devenir de pasiones exultadas nuestros cuerpos se agiten como ríos al unísono sonido de acuosas lenguas estrujadas recibiremos lo que el cielo nos tiene prometido… Un amor eyectando desde lo más profundo música, de tu vientre y del mío y un relax intenso, tan parecido a la muerte nos pondrá descalzos a los pies del paraíso. Delalma Domingo, 5 de junio de 2016
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Poeta
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OCTAVA REAL
Habremos de dar al mundo un vistazo Antes de los árboles echen flores Y den las mañanas el clarinazo Que el calor se acaba, no los calores. En sus aguas el mar trae un erizo Más hay una estrella de mil colores. Si vas al huerto por esa gramilla Cuida que no la coma la polilla.
Delalma 01-/04/2020
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Poeta
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Tragedia, dolor y lágrimas El mundo infectado llora La muerte de familiares De amigos y desconocidos. El virus cruel, a todos acecha A hombres, mujeres y niños. Los pobres, nada perdemos ¿Qué será del rico y sus riquezas?
Delalma 01/04/2020
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Poeta
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La barca de mi vida al garete iba Sin timón ni rumbo fijo en travesía Hasta que te hallé sirena de ojos claros En uno de mis sueños marineros. Ahora. Pido permiso para entrar en la alameda iluminada de tus bellos y risueños ojos brujos y desde tus pupilas abrigar mi alma con tu alma. Permíteme acercarme a la frutilla deliciosa jugosa dulce y roja que mora en tu boca, puñado de mariposas que se alejan de mis dedos cuando apenas si tocarlas es mi anhelo. Pido permiso para acariciar la seda de tu pelo y el aire perfumado que se mece por tu cuello en alas de palomas que habitan en tu pecho guardas implacables de ladrones al acecho. Pido permiso para que permitas a mis ojos tocar la canela fina de tu piel bronceada por el sol y las caricias de las olas en la playa que te ven desnuda el alma, inocente de pasiones. Si todo cuanto pido me permites grabaré tu nombre en la proa de mi barca izaré tu imagen en lo alto de su mástil y serás el rumbo que yo elija siempre. Delalma Martes, 22 de marzo de 2016
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Poeta
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Al mirar mis manos vacías Recuerdo cuando éstas, tu piel De niña, que ya sabía a mujer Con delicadeza recorrían.
Tú te dejabas conquistar, queriendo A mis impulsos demostrar, que Experiencia, también tenías Por lo menos, en la imaginación.
Yo besaba tu cuerpo desnudo De los pies a la cabeza, por tu cuello Tus orejas y tu pelo, beso a beso Yo encendía la flama de tu ser..
Ebrios de lujuria, ardiendo en la cama Nuestros cuerpos se estrujaban Locos de pasión, enamorados Sin dar, ni pedir tregua en el amor.
Por tu cuerpo cabalgaba en desenfreno Prisioneros de mis manos, tus encantos Tus tibios senos, tus muslos bien formados Y tus glúteos duros, que a ratos los mordía.
Le dabas rienda suelta a tu locura apasionada Yo era la montura firme, en tus arrebatos Mientras seseabas con gemidos de dulzura Hasta morir juntos en el interludio.
Delalma 28/03/2020
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Poeta
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Hoy me abate la tristeza más que nunca Pues grata alegría quiso darme la razón Ignorante, de los secretos de mi corazón dejando en mi rostro, una mueca por sonrisa.
En ese mismo instante, un dolor punzante Azotó mi pecho, algo que hacía tiempo no sentía Desgarrado por no poder gritar: ¡Misericordia! Mi mano lo detuvo convulso, en su habitáculo.
Tuve que ordenar ideas, repasar historias Decirle a mi mente que aún no es la hora Que cuando el final llegue, el más importante Detendrá el reloj del tiempo y todo, terminará.
Delalma 27/03/2020
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Poeta
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Quiera Dios que la noche No te encuentre llorando La amargura de mi ausencia Que no se empañen tus ojos, de lágrimas.
Y que tengas un lecho de rosas Donde puedas soñar placentera Con todo lo que un día yo, te diera Y que tu mala cabeza, de su mente borró.
Te recordé ahora, que acaba el verano Cuando el viento empieza a soplar Gélido, entre pinos y matorrales Tengo ateridas las manos y el corazón.
Quiera Dios que halles calor en la lumbre Que tu cuerpo de fuego encendiera Sin temor ni remordimiento Olvidándolo todo, por otro nombre.
Delalma 26/03/2020
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Poeta
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Atrás quedaron las duras cadenas Que ataban la luz de mis deseos A los recuerdos de tus besos y, Al candente manantial de tu hermosura.
El amor es el perfume que el viento lleva Pasa vertiendo aromas en los corazones Ávidos de las esencias y las flores Así halló el mío, cuando te encontré
Errante por las líneas de tus labios Entre ficción y realidad, lloré… Atada mi alma al recuerdo de tu boca Gracias, por amarme como a un niño.
Por cobijarme en tu regazo Entregarme el fruto de tus tibios senos Los azahares de tu vientre fino Y la flor inmaculada que guardaste para mí.
Delalma 25/03/2020
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Ya era el atardecer, cuando el relinchar de mi caballo, un sobresalto y el ladrido de los perros me hicieron despertar. Habíamos ido como de costumbre a hacer pastar a las ovejas; las dejamos en la hondonada, con dos perros de guardianes, para que pudieran comer y subimos a la colina para vigilar. Le quité los aperos y nos pusimos a descansar, valga mejor decir, yo me puse a descansar porque mi caballo vigilaba. Rato después que mi caballo pastara, vino a sentarse a mi lado. Yo me recosté sobre su lomo y a mi mente se agolparon los recuerdos, cosas ya sin sentido, como suele suceder. Pensaba también en los gratos momentos que pasé con Alejandra, pero ahora todo era un sueño. En la villa más cercana, al fondo se veía que en algunas casas ya encendían sus farolas y las colgaban en la estancia. Así son los pueblos de mi tierra, un poco alejados de la tecnología. Valles verdes en todo su esplendor, pero ya el trinar de los pajarillos se hacía cada vez más débil, pues la tarde caía. Yo miraba el atardecer y cómo el sol se ponía detrás del mar. Desaparecía el azul, el celeste y todo se volvía cobrizo, cosas de la naturaleza.
Mas ese relincho, no era una alarma cualquiera, era la advertencia de una amenaza real. Pude divisar que habían cuatro animales salvajes de pelaje oscuro, tratando de atacar al rebaño, mientras los perros les hacían frente. Mi caballo se paró en dos patas, relinchó de nuevo y se dispuso a partir. Apenas si tuve tiempo de tomar un estribo, pegar un salto y sobre su lomo, asirme a su crin y salir al galope. Eran cuatro lobos hambrientos queriendo devorar mis ovejas. Ni bien llegamos me tiré del caballo y con el estribo, a un animal que me atacaba, le partí la cabeza, ahí quedó tirado, en estertores de muerte. Mi caballo, valiente él, trataba de pisotear a otro que le mordisqueaba las patas, mientras los perros se habían trenzado en una fiera pelea, uno con cada lobo. Di unos pasos y con el mismo estribo le tiré un golpe en el lomo a la bestia que peleaba con mi caballo, fallé y caí al suelo, el lobo se me vino encima, menos mal que traía mi cuchillo de caza al cinto. El lobo saltó sobre mi, mas preciso saqué el arma y se lo clavé en el corazón, su sangre caliente corrió por mi mano y me mojó el pecho. De un buen mordisco, mi caballo lo tiró lejos. Un lobo logró huir, al otro lo mataron los perros. Luego de calmarnos un poco, los perros, el caballo y yo, fuimos a tomar agua al arroyo que por ahí discurría. Luego regresamos a calmar a las ovejas que todavía se hallaban un poco asustadas; después tuve que destazar a dos lobos para que los perros lo comieran, al otro lo dejamos ahí tirado para festín de los animales carroñeros.
Delalma 24/03/2020
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Tú eres aquel vino divino que adormece mis sentidos y en mis días de borrasca apaciguas la tormenta. Tú ya sabes cuando a veces la pena me alcanza solitario en algún rincón me ves bebiendo una copa ¿Qué haría yo sin ti?... pienso Cuando en silencio vienes Y me abrazas por el cuello… me quitas la bufanda y me haces sonreír. Quitándome la copa y el cigarro me entregas tu boca fresca ¡Amor! ¿Por qué no me bebes a mí? Susurras… Lo que más me duele es ver que te alcanza mi tristeza perlas de brillo diamantino, caen por tus hermosas mejillas. Dulce tentación, sólo te pido que mis penas no te duelan sé paciente, no borres tu sonrisa… sí, mejor salimos a tomar un café.
Delalma
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