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ALGORÍTMICO
El recuerdo rosa delante, al viernes erizado de ascensores, dentro luego, la fruta ondula.
Tatuado pendular abeja el alfabeto, del girasol barcas incensarios, brazos rondan encubriendo nieve.
Del caudal pingüino íntimo timón, de la brisa manzanas penetra, el caramelo al botón remando.
¡Chispas de semilla blanqueando!. Entre desnudos cabellos manan, embebidos del tónico increíble.
Dónde la cigüeña teje estremecida, nueve nueces balbuceando lácteos. ¡Algo___rítmico___algo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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UNDÍVAGO
Como la mirada de un árbol que corriera. Hasta la punta del hoyo. Odia, amasa escaleras blandas, odia. Nuestra mano dulce.
...UN...
El Corazón De mandolinas Ónix en retiro.
___DI___
Escuchan lo que conviene solo. La camisa azul rota. El piso rojo ahogarse, rojo. De los cabellos al hueso.
---VA---
Como la mirada de un mármol nuevo. Hasta la sal del párpado. Piensa, recoge olores duros, piensa. Aquéllos brazos café.
:::GO:::
Por La misma. Noche insomne. Luna cabello obscuro.
+++UNDÍ--VAGO+++
Abre. La frente. Pálida. ¡Del sudor petrificado!...çÇç Undoso, Undoso çÇç
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Oigo el crujir de tu traje, turba tu paso el silencio, pasas mis hombros rozando y yo a tu lado me siento. Eres la misma: tu talle, como las palmas, esbelto, negros y ardientes los ojos, blondo y rizado el cabello; blando acaricia mi rostro como un suspiro tu aliento; me hablas como antes me hablabas, yo te respondo muy quedo, y algunas veces tus manos entre mis manos estrecho. ¡Nada ha cambiado: tus ojos siempre me miran serenos, como a un hermano me buscas, como a una hermana te encuentro! ¡Nada ha cambiado: la luna deslizando su reflejo a través de las cortinas de los balcones abiertos; allí el piano en que tocas, allí el velador chinesco y allí tu sombra, mi vida, en el cristal del espejo. Todo lo mismo: me miro, pero al mirarte no tiemblo, cuando me miras no sueño. Todo lo mismo, peor algo dentro de mi alma se ha muerto. ¿Por qué no sufro como antes? ¿Por qué, mi bien, no te quiero?
Estoy muy triste; si vieras, desde que ya no te quiero siempre que escucho campanas digo que tocan a muerto. Tú no me amabas pero algo daba esperanza a mi pecho, y cuando yo me dormía tú me besabas durmiendo. Ya no te miro como antes, ya por las noches no sueño, ni te esconden vaporosas las cortinas de mi lecho. Antes de noche venías destrenzando tu cabello, blanca tu bata flotante, tiernos tus ojos de cielo; lámpara opaca en la mano, negro collar en el cuello, dulce sonrisa en los labios y un azahar en el pecho. Hoy no me agito si te hablo ni te contemplo si duermo, ya no se esconde tu imagen en las cortinas del techo.
Ayer vi a a un niño en la cuna; estaba el niño durmiendo, sus manecitas muy blancas, muy rizado su cabello. No sé por qué, pero al verle vino otra vez tu recuerdo, y al pensar que no me amaste, sollozando le di un beso. Luego, por no despertarle, me alejé quedo, muy quedo. ¡Qué triste que estaba el alma! ¡Qué triste que estaba el cielo! Volví a mi casa llorando, me arrojé luego en el lecho. Todo estaba solitario, Todo muy negro, muy negro. Como una tumba mi alcoba, la tarde tenue muriendo, mi corazón con el frío. Busqué la flor que me diste una mañana en tu huerto y con mis manos convulsas la apreté contra mi pecho; miré luego en torno mío y la sombra me dio miedo... Perdóname, si, perdóname, ¡no te quiero, no te quiero!
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Poeta
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Falseada maraña
Arden las preguntas incubando vegetales, en el filo de las costras. ¡Hay pobres de las ostras, de las arañas inquietas!.
Faltriquera del tiempo. Maraña, maraña. Cubierta página, en el mosaico.... acuchillado, del hormiguero... paulatino, entre fango... de saeta.
Pelerina falseada. Maraña, maraña. Allá está la lengua en cuevas, disipada, el cúbico perro, del minuto, turbada, la masa, vacilante.
Eligiendo vitrificar al flácido cabello, retorcido___ del puño_____ de las cavernas, la cara, del suelo. ¡Marañascua!. Con la amenaza_ del triunfo mece gatos, la mesa ...tóxica y pletórica, del agujero del polvo.
Extendiendo a los techos, preocupados prismas, del aposento.
Con el oblicuo choque del tapete aéreo, deja multiplicando cada ausencia, la pipa del residuo mojado. Tanta privación, hay en las creencias, rupturas__que aflojan alfileres, al conjunto__grandilocuente soberano.
Así ha quedado. ¡La marañascua!.
Clave de la convocatoria, inútil____ liberación, adversa.. procede abrupta, la mariposa, que encadenada goza, la multitud, irritada, en la maraña falseada maraña, cada día más, más. ¡La desolación ya es monumental!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL PÓSTUMO ADIÓS
Por El Adiós. Adieu, addio, farewell, Lebewohl!.
Del Último Adiós En la mirada De la tarde Pálida...¡Con al amor al hombro!. Y el sueño debajo del zapato.
Con los símbolos. Complejos y perplejos. Y el asombro por impulso. Universo sonoro playa, del antiguo cielo imprevisto. En los rubros rutilantes, catarateando albas las manos, de las promesas, del ardor, del tamboril, el último adiós exhala las caricias escarlatas.
Y está, luego, la soledad sola, en el fondo del cabello, del aliento, del sueño, como quejándose, detrás del quizá, mariposa entre tosco arrullo. Y oye, desde lejos. ¡Cuándo la realidad está ausente!. Y la voz, no alcanza. ¡Todo lo errátil cierto!.
Y el silencio deja que calle. ¡Cuándo el futuro ya no existe!. Con el viejo Caos del siempre, con el ensordecimiento enmohecido, el vaho trashumante almohadillado, silencio del embermejecer palabras.
El último adiós que penetra el aire. De las cejas arqueadas. De la muralla presurosa. De las ruedas interminables, frágiles, ataduras velas desnudas montañas. Armónicos montículos marmóreas copias, incandescentes por la ruta lábil. Turbado decoro rumor mudo transformado, derramado del anhelo en flor. Enjambres de piedras mieles pálidas exuberantes, estatuas vanidosas.
En El Último adiós, último, último, del solitario sale la pregunta.
¿Y si el tiempo se termina, qué sigue?. Solo Lo que Fue Lo qué fue la vez que vino de ninguna parte. ¡Lo qué fue la vez qué nunca fue!. Por encima del último principio. Por la única diversidad. Por... ¡Este mundo qué ya no es aquél!. Por... ¡Este mundo qué ya no es lo qué sería!. Del Ultimo adiós. ¡De otra manera diferente!. Del Ultimo adiós, último, último. ¡De la misma forma igual!. El Principio del último adiós.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Atrás del zaguán Por el cancel asoma la doncella Corcel del recto sentir Es región virtuosa La real figura En el doncel.
Al ver cabello castaño el rostro En la virtud asexuada En la proverbial noche Por el uso de la lengua Autóctona polifonía virtual ¡Cómo vitral virginal! ¡Dónde manan cataratas! Lácteas mieles apasionadas.
Por Dónde los pensamientos, y los pasos atajó...¡Recuerda!.
Las trenzas como veletas. Y a la memoria llegó pronto. El sonoro cosmos perfumado. Como un... Ven, adiós, ya. Danzando cada latido muy inferior, al interior del cielo respirado.
Y la doncella En el cancel El doncel... Incrustada... Enmemoriada.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Emblemático matiz
Unión Avenencia Concordia Lacónica y emblemáticamente des- cuidada, desplantada, desperdigada.
Es el pálido Cariz Tornasolado, asolado, desolado.
Ya cansada. La tierra de utopías, de castillos lúcidas desdichas, en sensatez de arena, encerraste con tu pena, tu corazón, tu sueño, piensas, con pena, piensas, tal vez un poco, así me lo dijiste, al soñar, cada noche, cada día.
Todo silencio puede ser flexible, tu hogar bajo tu piel que canta, tan quieto, sin movimiento, tan quieto, con solo el sonido, del viento, el viento y el aliento, suele, encontrar, un lugar bajo el cabello.
Lacerante, soledad, una vez a veces, inolvidable, que duele sin compañía, que murmura silencia, que deja la mañana, en el corazón del tiempo. ¡Qué...qué...qué...!. Sepultaste con la pasión, estancada, elegante, civilizada. Así, piensas, que lo creo, en esa absoluta, ausencia y orfandad.¡De emblema!.
Así, sellas la suerte, donde no interesan argumentos, y habita solo, pura tristeza y lamento, donde, fantasea la muerte, serena cada vida. Des... Cuido súbdito del caído cielo. Peculiar...Idad...Careta del artificio mismo. Emblema, turbulencia cristalina. Emblema, desorden renovado. Emblema, réprobo incorruptible.
¡Matiz de matriz indescriptible!. Por El descreerlo. Inverosímil arrepentido.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SIN DUDARLO
Sin resistirse, duda franca, fue sencillez, humildad, tu mirada, tu recuerdo futuro, sin duda.
Ninguna duda, sugerente, surge, endeble sosiego, seductora noche ahora, y cintura, cuello, cabello y piel, ganadora, generosa, esplendida, libre, inexcusable, llamada, de finales comienzos nunca acabados.
Allí fui por tu recuerdo, hoja amarilla, otoño, verde y primaveral cadencia, mil aromados pétalos y piropos, amalgamas elegantes, pensar, sentir, decir, del amor, universal, belleza y pasión, intrigante, trigal, tigre de promesas nobles, de trascendencia transparente, sin duda.
Respuestas, con sentir y razón, sin traviesas aventuras, inversión ni conversión, argumentos del tiempo solo, llenos de ilusión, estrellas, agradables y deliciosas ideas, en pleno día.
Sin... Dudarlo, amor, amado, amarse siempre.
Sin... querer, dejarse, lejos, rosas, margaritas, ni azucenas, ni claveles, tus flores entre recuerdos, pieles de nubes y vientos, comprensión y satisfacción en tus ojos, en los días y los años, cada segundo y momento, ya busque, buque y bosque las olas, de los labios rojos perfumes, dulce, refinada semilla de noches y lunas, regalo de la vida, regalo de la espera, por todo el cristal de tu miel.
Sin...Dudarlo...Amor...¡Éso eres siempre!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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C.E.N.T.A.U.R.O.S.A.M.E.N.T.E.
En un grande lago lo hallaron. Con el miedo en su cueva torpe. ¡Qué indignado se quejaba del sosiego!. De las armas. De la sangre. Y de la guerra.
¡Es mucho el peligro y el agua es poca!.
¿Acaso pretendes gloria?. ¡Cómo en una caña, el caballo sueña!. Armadura sin sustento. Mal vestido en su locura. Corceleando. Al emanar un claro día. Alabando. En El Ámbar. ¡Del sol ausente!.
El, él y solo el. El mísero cabello. Y de la cabaña. Del ermitaño. ¡Año tras año!. Se quejaba y se quejaba. Pero... ¡Nada hacía para cambiar!.
En su aflicción y desconsuelo. En el suelo____ La raíz también. De la cabeza___ De aquél hombre.
Centauro____ ¡Qué retumba!___ Y campanea. La llanura con arrugas en la frente. Del inmenso aguijón punzante. Al qué como dichoso mortal enfrenta. Dónde la mansedumbre innata duerme. Azotando sólo, al violento torbellino. En la noche, encanto del silencio.
Luego los fieros huracanes. Calmaron las iras en la costa. Sepultados bajo las cejas de aquél hombre. En la verdad desnuda___Severo estudio. Del rigor mármoles y lápidas. Fraternal. Fraternalmente encorcelado. Del cabello, el caballo y el camello que soñaba.
Meditando. Meditaba en su desierto lago solitario. Con las armas, también fraternas... Meditaba. ¡Por el camino, qué del espíritu, se desprende!. ¡Qué se consume y renace día con día!. Y qué brota, de las desiertas calles. (También de frente). De la fuente. ¡De la fuente qué murmura solitaria!. (Otro también). Como el soplo en la piel arcilla.
¡Una rápida y celestial tormenta!. La cólera impetuosa____ De nieve pura. Adormecida en la luna. De las noches armoniosas. En las brisas del invierno. En el frío purpúreo... Y de frente a frente.
Frente al lago en qué medita. En las máscaras y cáscaras. ¡Del hombre___ Del hambre!. ¡Con el amor qué nace y muere!. Dónde la infernal tortura desgarra. En El Corazón de su existencia.
Corceleadoramente palpitando. Latiendo brioso a veces entre los campos, en la profundidad de cada vacío. Bajo el lago grande. Con el pensamiento. En los días mil veces, mil batallas. Lo hallaron los sueños. ¡D.E.S.P.I.E.R.T.O.!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TIRA NOBLES CHOZAS
Solo El Tiempo. ¡Envejece!. Y pasa de la uva al vino. ¡Quedando la piel vergel!. Y nieves los cabellos. Grietas de memorias. ¡Labios, tumbas, tunas, lunas!.
Tira, tira de tiras. Pira, de piras. ¡Espirales!.
Soledad. Feliz. Del tiempo arrugado. En infinitos corazones nobles. ¡Transparencia acerada!. Lágrima. Lágrima de lágrimas. ¡En otras tantas!.
Lágrima que llora risas. ¡Solo humanidad de leyenda!. Solo hambre. ¡Hambre de hombre qué fue!. Hombre que poco existe. ¡Y si existe no lo sabe!. ¡Y si lo sabe tal vez lo ausenten!. En los recuerdos. ¡Recuerdos sepultados en memorias!.
Nobles tiras de chozas. Tiradas.
En los millones de su pobreza ¡Y en el invierno mineral! Invierno mineral...
El organizado es. ¡De la influencia tambores!. ¡De los temblores horrores!. ¡Descuartizadas familias!. Invierno, invierno, mineral.
En las chozas, palacios engaños. Palacios. De chozas. Noblemente perdidas. Palacios. En. El. ¡Invierno mineral!.
Solo el vino es tierno. El Vino como alguna vez se irá. Uva, uva. ¡Las destrozadas ternuras!. Y la corbata inútil. ¡Oh, aquí, allá y en todo lugar!.
¡Qué tierno funeral!. Es El temblor organizado. Es ¡De la influencia tambor!. Es ¡Lo qué es, y no acepta!. Nunca ¡Nunca podrá aceptarlo!. El Tiempo---- ¡Qué solo envejece!.
Y aquí, no pasa nada. ¡Dónde nada es un gran todo!. De todo el mundo. ¡El mundo es ciego y sordo!. Y tira nobles chozas. Chozas. Nobles. Tira.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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