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IRREALIDADES
En la voz Ausente ¡Penan plenos! Miles Ecos, huesos, monólogos Del cielo Sin estrellas Voz ni sueño Voz ni aliento Tal vez, mar seco Tal vez, eco solo ¡Sin cielo! Vagan inocentes Memorias de ceniza Memorias de injusticia ¡Miles males hieles! Silencios solitarios Penan monolíticos ¡Sin voz! Llenos De ausencias ¡Olvidados! Tras el cielo En la tierra Inexistentes.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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CANCION LIGERA
Si acongoja un dolor a los humildes o si miran un valle, un monte, un mar, dicen tal vez: ¡Dichosos los poetas porque todo lo pueden expresar!
¡Ah! pero en el misterio en que vivimos la cotidiana y múltiple emoción, como no encuentre un ritmo que la cante, se ahoga en el sepulto corazón.
Y están sin voz, el oro de los trigos, el son del viento en pugna con el mar, la luz que brilla el grito que se apaga y el llanto de la noche, en el palmar.
Y está sin voz, perennemente mudos, sin quien venga su espíritu a decir, el sol, la brizna, el niño y el terrible prodigio del nacer y del morir.
Y nosotros, los míseros poetas, temblando ante los vértigos del mar, vemos la inesperada maravilla y tan sólo podemos suspirar!
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Poeta
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Ya temporal
Mil mundos miran un vacío Miran mil mundos Un vacío ¡Del cielo ausente bajo la vista!
Un tigre Ya no vuela sin quejarse La hoja del otoño amarillarse Atigrado y celeste al pasto ¡Cierra la voz al bosque! Mirando melancólico al río A lo lejos vuelo emplumar
Copo a copo sobre la falda Extinto el volcán De ese día El tigre miró En su vacío mil mundos ¡Ausente!___Bajo el cielo
Y Sin quejarse La hoja de mil otoños El Tiempo Pasa Y Pasa Sobre Sí Mismo ya... Ya en la eternidad...¿Qué es?
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VERDASCA
Por la impotencia del fragmento Enconchada. La mariposa interminable. Nada. Vivifica del hado la faceta. Irritando. La corriente preocupada. De la memoria. Del arroyo un tópico. Rincón. Con. La. Voz. Del espejo confesor... ¡Agudo!. La Verdad Delgada Vara. De los reflejos arrepentidos. Siervo. Del ermitaño hueco___Un manto. Del eco que al oírme trueco___Transparente. Plata en campanadas___Enemigas. En las horas amarilla orilla___¡Amiga!. Del otoño entre las hojas. Libros olvidados del árbol. Un instante____Del cielo. Un collar____Del polvo. Papel del tinto esclavo. Extinto. Texto. Interminable. Mariposa Del hado confesor Del espejo arrepentido ¡Voz qué la impotencia vivifica! Al Silencio Hueco campanear de la corriente
¡Al refocilar un relámpago!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENTRE CRITICAMBRE
Cuan marmolero algodonoso brota. Mamífero. Con lo artífice del instinto oneroso. Habita. ¡Más qué sin pensarlo!. Es... CRITICA FACILIS, ARS DIFFICILIS.
Por el hambre alambre alumbra. Inagotable máscara En las caídas, estilísticas palmeras. ¡Hay letras de medievales bandos!. Grandes retratares al fondo infranqueable.
En el filtro equivocado. El rojo es a su lado. Pregunta el honorable holandés. Om de wolken uit te laten komen en de mist te verminderen is de rode filter goed?.
**¿Para destacar las nubes y eliminar la neblina el filtro rojo va bien?**.
Así como sangriento ha quedado oxigenada gente. En las urnas de ceniza. La noche, en una voz, qué se tiñe. Al secreto rígido, en la pared barrida. Los pedacitos del catre. Las perillas niqueladas.
Un nido andar ligero, loción de época. Mullido el salón sillón, tres minutos. Al reloj mártir veloz. Lupa, inolvidable, brújula. Del humo, al señalar, el rumbo.
¡Del camello malhablado!. Achocolatada, la brigada, dientes palas. Linterneado al confiar, al callejón. ¡Gestos en la barraca!. Fiestas comiendo, escobas abigarradas. ¡Tan seguras, tan sedantes!.
Inspirando Al Piano Triples notas El consejo de mañana El conejo extravagante Al Hombre En Hombros De Los Escombros. Acceso preocupar del zorrillo. Sanitario al contado alquiler. Critica El Hambre Alambre El hambre alambre. Crítica de ayuno.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Deixe que o poema o escolha, como porta voz. Não lance os anzóis, para riscar qualquer traço... Não faça um mundo falso.
Procure, medite, estude... Faça o seu espaço. Depois, parta pra luta...
E aquele abraço.
A.J. Cardiais
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Poeta
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Escrutinio del cinismo
Está ¡Dónde la voz se baña vigilante! Lo Que Escribiendo estaba precisamente En El Tiempo aquél de fluorescente decadencia En los detalles gestos indigestos En las tintas efímeras perdidas En las ranas independientes.
Escrutinio
De la red contaminada del estereotipo
En los desiertos
Cíclicos del pillaje ¡Alcabala aparvada! En los pies de las linternas ¡Zalagarda hilvanada! ¡Dónde la cueva duerme un algarrobo!.
¡El suculento despilfarro!. Tan eléctrico como un librero empastado. ¡Al descortezar disparatado!. La mínima página entre matorrales.
Cinismo Del Escrutinio, cinismo sórdido inexperto.
Allá donde marchito el suplicio anida.
El yermo destino espera ser manzano. Al sabor de las elásticas naranjas. Con la pasión hostil de celda mimosa. Entre las perversas esquinas del incienso.
Y la cintura temblorosa de las rocas. Al cerrar la culebra sus carcajadas. Con las trenzas rubias recogidas. Por el ingenio del desfile de los entierros.
Así es. El escrutinio del cinismo, del vilipendio desdoro. Zarandajas de zarpazo y zarracatería. Al zaparrastrarse zancajoso. Del fraguar los buitres la brisa. Al abrir el surco de la nada móvil.
Al exilio de los obuses dolientes. Los ardores verticales del averno dulce. ¡Por el embeleso de la langosta esbelta!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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No tengo palabras, me quede sin habla, solo el silencio, esta acabando con mi voz. No puedo decir nada, la voz se me ha ido, no puedo mas, este tormento me acosa sin piedad. Enmudecido estoy, mi alma ha callado, estoy perdido, mi voz se ha desvanecido. El castigo esta hecho, no puedo mas, este tormento este eterno, mi voz ya no existe. Erick R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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EL VOLCÁN SABE
De la nieve nueva herida helada. En la voz débil del pasado otoño. Lugar común de atenta súplica. ¡El fuego en el pecho lava!. El humo de su noche. La falda de su blancura. ¡La sensación de sus entrañas!.
El Volcán Sabe Solo de su lago y afiladas llamas. ¡De los altibajos entre los siglos!. La memoria presa en su corazón de fuego.
Embriagados los rayos su sol apaga. ¡Midiendo y midiendo!. Midiendo. Los secretos al aire. Atronador brillo del mármol blando. Sabe El Volcán Sabe.
Endurecer sorpresiva una sonrisa. Enorme alud y acantilados lentos. El volcán___A veces, vuelve, vuela. Flama vela__Decorando una pintura. ¡Volcánica marejada y petrificada catarata!. Herida... Ha visto la nube. Desnudando tormentas. Sumergido. Sabe, él, solo, trémulo de furia. ¡Detener avalanchas zigzagueantes!. Y del fuego___ ¡Viejo y nuevo. ¡Qué de las entrañas brota!. Lo sabe, y lo sabe bien.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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A tres metros del tiempo.
Aún en la persecución enervante del reloj, ese día estuvo en la luz lunar fabricando rostros, si bien nada sabía de ondas ni corpúsculos, ni nada. Ahora, no hay salida, la brecha de tiempo se dobla, al limpiarse la frente con la mano, ahí en la transparencia brillante del asiento, pensaba en el tiempo y la distancia. Jamás había visto algo semejante, ni adecuado para acabar a sus pies en esos aceitosos momentos. El manual nada decía, y el vaso de aquél líquido con la frase de "concentrado de experiencias de aprendizaje", le causaba un poco de ardor, y dejaba un dulce sabor, qué transformaban los sentimientos en pensamientos extraños.
¡Nada me resuelven!, el reloj sonríe, el tiempo de larga falda se detenía volcánico, con la nieve como un alambique de bronce... ¡Bonita forma de vida seleccioné del tablero!, pensaba en la luz ultravioleta al brotarle de las pupilas, a veces era una agradable diversión, pero, ahora... ¿Qué haría con ese pedazo de tiempo, la máquina dejó de funcionar, justamente hacía tres metros?.
Y la superficie de cualquier ciudad era sólo una superficie, como forastero imposible en el valle de preguntas qué latía bajo la metálica piel qué ahora le cubría, bien sé su importancia, el trabajo es reconstruir el pasado, tejer y bordar el tiempo, hacer de partículas bellas ondas, crear espacio, rodear galaxias, antes de qué mueran los recuerdos entre telescopios y microscopios.
Creía sentir.. Con nostalgia en las pestañas, los días lejanos. Pero ahora, a tres metros, y la máquina sin funcionar, el parecía más plasma, con el piloto automático sin rumbo, y consideraba la opción de un decímetro, poco a poco, en sus cabellos, sin duda cables entrenados para sentirse humano, y escuchar como latían los segundos, péndulos, la música esférica al fin. Dijo en voz baja, no hay oportunidad de pecar, y luego, justo en éste Agujero Negro, como haré para inventar algo y poder pedir perdón, el tiempo se agotaba, y le faltaban sólo dos volúmenes de la enciclopedia qué había bebido del vaso. El amanecer en esa situación le inquietaba, pensaba, será qué de máquina en realidad me han hecho humano, sin ser previamente humanoide, la voz suave parecía decírselo desde la pantalla alojada en los pulpejos de metálica dureza, y del codo a la rodilla.
¡Bueno!_ Mejor muero una vez más, dejo el programa establecido, y el nitrógeno líquido en los bolsillos, así a mi clon no le causará problemas. Y por un centímetro no se equivocaba, aunque las medidas a nivel subatómico y hablando así, eran más bien astronómicas, pero él ahora giraba en una pequeña partícula inestable, a veces fotón a veces un gluón, en fin, ya nada importaba, la máquina del tiempo dejó de funcionar, justo hacía tres metros...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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