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¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he pretendido un beso, una palabra, un hálito, un sonido... y, a pesar de mi fe, cada día evidencio que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...
Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué cataclismos, qué vértices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismos burlaran mi deseo febril y omnipotente de venir por las noches a besarte en la frente, de bajar con la luz de un astro zahorí, a decirte al oído: No te olvides de mí.
Y tú, que me querías tal vez más que te amé, callas inexorable, de suerte que no sé sino dudar de todo, el alma, del destino, ¡y ponerme a llorar en medio del camino! Pues con desolación infinita evidencio que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...
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Poeta
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Pedirte, señora, quiero De mi silencio perdón, Si lo que ha sido atención, Le hace parecer grosero.
Y no me podrás culpar Si hasta aquí mi proceder, Por ocuparse en querer Se ha olvidado de explicar.
Que en mi amorosa pasión No fue descuido ni mengua Quitar el uso a la lengua Por dárselo al corazón.
Ni de explicarme dejaba, Que como la pasión mía Acá en el alma te hablaba
Y en esta idea notable Dichosamente vivía; Porque en mi mano tenía El fingirte favorable.
Con traza tan peregrina Vivió mi esperanza vana Pues te puedo hacer humana Concibiéndote divina.
¡Oh, cuan loco llegué a verme en tus dichosos amores, que aun fingidos tus favores pudieron enloquecerme!
¡Oh, cuán loco llegué a verme en tus dichosos amores, que aun fingidos tus favores pudieron enloquecerme!
¡Oh, cómo en tu Sol hermoso mi ardiente afecto encendido, por cebarse en lo lúcido, olvidó lo peligroso!
Perdona, si atrevimiento Fue atreverme a tu ardor puro; Que no hay Sagrado seguro De culpas de pensamiento.
De esta manera engañaba La loca esperanza mía, Y dentro de mí tenía Todo el bien que deseaba.
Mas ya tu precepto grave Rompe mi silencio mudo; Que él solamente ser pudo De mi respeto la llave.
Y aunque el amar tu belleza Es delito sin disculpa, Castíguense la culpa Primero que la tibieza.
No quieras, pues, rigurosa, Que estando ya declarada, Sea de veras desdichada Quien fue de burlas dichosa.
Si culpas mi desacato, Culpa también tu licencia; Que si es mala mi obediencia, No fue justo tu mandato.
Y si es culpable mi intento, Será mi afecto preciso; Porque es amarte un delito De que nunca me arrepiento.
Esto en mis afectos halló, Y más, que explicar no sé; Mas tú, de lo que callé, Inferirás lo que callo.
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Poeta
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LATIDOS PUROS
El cuerpo ceñía cada suspiro contemplando, hasta el fondo inclinada el alma, rostro de los sueños tupido, ardiendo el cielo del boscaje, los altares de una espada, en el ápice sonora.
...Latidos puros...
Los pechos ánforas del germinar matinal labrando el fuego puro.
...Latidos puros...
En las prodigiosas fragorosas formas. Las sirenas maternales, palpitan olas lujuriosas, un silencio al infinito, estridentes, con el ágil prolongarse de la luna.
...Latidos puros...
Al vuelo marino abrasados. Constelaciones misteriosos barcos. Florida la comarca en arcas. Las figuras templadas. En la morada salvajes dóciles. En las campanas de las pupilas.
...Latidos puros...
Al mar al amar el mar como al amar. Mar La Tien Do Se... Latidos puros.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¡Quiero contar al viento!
¡Quiero contar al viento! mis secretos, mis sueños, mi angustia y agonía.
¡Quiero contar al viento! que la luz de tus ojos, me estremece. ¡Qué el filo de tus labios no se mueve!
¡Quiero contar al viento! mi muerte y tu silencio
Nilo
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Poeta
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Brújula esculpida en tintes de hojalata una frase de indebida confusión aparece como si nada, sosteniendo en la temible osadía un reencuentro sin palabras, sólo miradas. Ya no te echo de menos, aunque sigas pretendiendo entrar en mis recuerdos, hay un muro de contextos que lo impiden, no es una disparatada historia ni un hechizo de inconforme descuido, simplemente es un camino que el destino me regala de por vida.
Tiempo, verdad, mil kilómetros de temple encendido, sin necesidad de pasaporte para atravesar una agonía que fue diagnosticada como incipiente.
No me importa si son tres, cinco, siete o los diez días de marzo que desvistieron mi orgullo; solo ha quedado el producto de aquella suma -días perdidos- graficados con mentiras, disfrazados con escarcha y vino tinto.
Si antes mi frontera fue tu olvido, hoy mis penas se aminoran finalmente tus huellas de mi son arrancadas – pócima de hastío.
Mañana se enmarcará una suplida leyenda, justa enmienda que no ha reclamado dilatación -sarcófago frío- compromiso que hoy asumo sin firmas ni prejuicios sencillamente ya no te quiero en mi soledad ni en mi silencio.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
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Poeta
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SOMBRA FELIZ ¡Quedé cuando partí!. Partiendo el olvido. En la esquina de los fuegos.
Pasión, fe, vida, amor y muerte. En un acto, sin argumento.
Y en el jamás. Existí. Silencio amado. ¡Amado por la madre tierra!.
¡Qué engendró a mis padres!. Mis hijos, alegrías y dolor.
Feliz voló mi sombra libre, libre de la cadena que habité.
Y en el interior del fondo, la luz brotó en tu faz.
Paz y esencia, montaña y respuesta. La flor que por perfume hace mujeres.
Y la divina belleza engendra. Latido y laberinto. El hombre vive.
Vive, siente, y piensa su polvo. Su polvo mortal en el cielo.
El cielo que calla, y solo está. En el corazón. Asombrado. Asombrado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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UNIDOS...CELESTES...¡MAÑANA!
Las dieciocho pequeñuelas. .Palabras del piano, la fuente, solemne. ..Y el tambor sonaba. ¡Mieles solfeando!. ...Las íntimas....Plegaria y sahumerios. ....¡Acciones misteriosas del alma!. .....Son de alfombras fragantes. ......Correctas pupilas, del hermoso canto. .......Si plantan, valores perdidos. ¡Fecundos!.
.......Celestes mañana. .....Oestes siempre. Estrellas. ...Sureñas, norteñas. Añoranzas.
Unen la luciérnaga herida. .Y la cobijan, de la tragedia. ..No sepultándola, ya, no. ¡Si se nubla!. ...Dividen, compartiendo, preciosas antorchas. Mañana. Mejor. ¡Solo!. Celestes.
Si sabemos sembrar, indulgentes ambientes. ¡Benefician!___Las desheredadas raíces. Y, se corrigen__Enjoyadas las pobrezas. ¡No cavernas ni escombros!. Perjudican, aún, la mesa desolada. La súplica, esmaltada. ¡Transformación!. En adiamantado mañana.
Puede. Ser. Tal vez. ¡Algún día!.
Si la muralla, no, se erige presto. Ayudan, auxilian, al hermano desvalido. ¡A la humanidad!. Debemos. ¡Consolidar!___Cada distancia desteñida. Y los nuevos tiempos____¡Se construyen!. No, diáfanos desgarros. ¡Debilitan y encienden rencores!. Ni envenenándola___¡Consciencia! Suprimen, el azul, del cielo.
Las Palabras Agrupan Las Islas Desérticas___Del silencio destructivo. Del grillete retórico__Del bolsillo pletórico.
Las palabras cosechan las letras. Los tintos sonidos los ruidos. Los escritos leídos las mentes. Unir la humanidad. Sinfónica. A la madre tierra. En La Palabra Primera Es el clamor de las olas La burbuja, la espuma. ¡Cada mar!. Tempestuoso del sufrir. La codicia de fantasmas. Las espinas de cadenas. Al hombre, la muerte, entierra.
Pero allá. ¡Y en el más allá!. Solo. La virtuosa humanidad. Sobre la tierra. ¡Sube al cielo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DEJAR DE SER...
Dejar de ser__Lo que no fue. No mueve ni el cielo__Del recuerdo. Herida la muerte__Del mañana. Al abrigo. Del frágil torbellino. De angostos afanes y avances. De mariposas marinas y tigres. Sin Esplendor. ¡Nace una joya!. Sin Ángulos ¡Escribe su verdad!.
Dejar de ser y...
No desabriga madura la modestia. Uno De La fama. ¡Tirano desierto!.
No deshoja el agua bañada de música. Uno De La nube. ¡Tapiza desdichas!.
Por La Pasión Inmortal. Del humano. Humo.
Dejar de ser y...
Lo mismo__Falta comenzar. En la llanura__Dura arista. La Perla Ejemplar. Brilla sin corona. La Diadema Sublime Rubí colibrí.
Dejar de ser y...
Del Pecho Fulgor de guirnaldas. Con la llama tropical de un cristal. Con el jardín envuelto de un clavel. Del Lecho Juntar lo diferente. Entre los brazos anudados del tiempo. Entre las fugitivas esperas de los ayeres.
Dejar de ser y...
El camino agrama valeroso el destino. Entre la realidad que amedrenta. El tumulto marchito de agujas. Entre la razón que muere. El allá. ¡Del más allá!. Donde. No hay. ¡Final ni principio!.
Dejar de ser y...
¡Qué las tumbas penen creciendo!. Y los candiles revienten lechones. ¡Oh, llama, camello, gorila, sueña siendo!. Por La Esencia. ¡Sin forma!.
Dejar de ser y...
Por. Por. Por. Por la madre del infinito. Por el silencio camino sin regreso. Por el polvo sin egoísmo.
Dejar de ser y...
Ser solo la nada con el todo. Solo La Nada Con El Todo. ¡Uno, en todo como un todo!. Y Dejar De Ser. ¡Solo siendo, siendo nada!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mar de fuego
Ahora el mar Parece Una balsa de aceite De fuego... Das Feuer... Feu... Het vuur.
Tiembla lluvia pura, blanda y lejana En el corazón de coraza cascabel En el alma musical qué se estremece ¡Qué dialoga con el silencio paisaje! De fantasmas y de sueños suspendido El mar de fuego qué lo llueve suave En las nubes emplumadas de violines.
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Das Feuer. Jetzt scheint das Meer ganz still zu liegen
Con las lámparas calladas de campanas Y el olor de mil pañuelos de memorias ¿Quién responde, quién, al silencio solitario? De fuego... Das Feuer... Feu... Het vuur.
Siempre es más polvo, el polvo qué construye La conciencia de la ausencia permanente La historia de rastrojos y de abrojos ¡Párpados acústicos y rústicos lacustres!.
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Feu... Feu... Feu. Maintenant la meer est trés calme...
¿Quién me vive, quién, me habla en mi sombrero? En el mundo peregrino en sangres fino En el filo congelado de la espada Los momentos arden, embriagados, lentos. En los collares de velos y lamentos Encubiertos, los fulgores... ¡Entreabiertos! ¿Quién tiembla goteando vidas yertas?
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Het vuur... Het vuur. De zee lijkt erg rustig nu...
Desde noble cascabel acorazado Desde musical alma de fantasma En el diálogo paisaje suspendido Yo de fuego, yo de mar, nubes... Con la lámpara emplumada de campanas Y lloviendo los violines mis arterias ¡Solitario pañuelo de mil memorias!.
Mar de fuego... De fuego... ¡Mar, mar! Sans employer de signes spéciaux Sin emplear De signos Especiales... ¡Fuego, fuego!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¡HONORABLE HUMANIDAD!
Honorable ¡Humanidad! ¿Honorable?
Con el sabor del sol las arenas en flor reposan La sed qué sangre las ahoga Perlas qué duermen las ostras En el aire de las redes En el rumor de las nubes.
Honorable ¡Humanidad! ¿Honorable?.
Con el ritmo horizontal de las aristas En el fondo imposible del olvido En las manos qué pasados acarician Dónde los alientos ya no fabrican paraísos ¡Dónde los hogares ya no serán iguales!.
¿Humanidad? ¿Honorable? ¡Humanidad!.
Con el paisaje del duelo teñido ¡El pueblo sepulta y sepulta cada esperanza! Cada tierna inocencia seca está ¿A cuál dios perdonaremos? ¿Cuál cementerio es más acogedor?.
¿Humanidad? ¿Honorable? ¿Humanidad?.
Con el valor de negar las culpas ¿Cuántos cadáveres hay en el alma? ¿Cuántas grandezas hay en la memoria? ¡El daño tiene profundidad de cielo! Cada silencio nos muere lentamente.
¡Honorable! ¿Humanidad? ¡Honorable?.
Con el sabor del bello ayer goza el mañana. El de parapléjica y sorda conciencia. El mañana, eco, humo, escombro. ¿Hay una verdad culpable entre las infinitas mentiras inocentes?.
¡Honorable, humanidad, honorable!. ¿Honorable, humanidad, honorable?. ¿Humanidad, honorable, humanidad?.
¿Cuántas muertes valen solo una vida? Cuantas Muertes Valen Solo, solo una vida ¡Cuántas!. ¿Cuántas?
Y Una Sola Cuánto Cuesta... ¿Cuánto cuesta una sola?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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