Poemas :  Así alguna vez...
ASÍ ALGUNA VEZ...

Dormida la noche el río rueda,
la cama come la mesa mece,
el cuento cuenta la rama rima.
¡Volviendo al espejo espuma!.

De cuando en cuando esperando,
encontrar al anhelo perdido,
en la esperanza del encuentro,
por ninguno ninguneado,
y menos,
por alguna alga nada mala,
y más,
por algo donde dulce sabe.

Aunque eso,
es disfrutar, que aún fruto,
no sabrá sino a frutal.

En la dicha aquélla, y en ésta,
mi dureza,
penetrando,
cual espada y escudo,
sirven lo mismo,
en la paz y en el combate.

Del temor temeroso,
Del temblor tembloroso,
Al saberse sabor compartido,
Dale y dale la noche despierta.
Y el río ríe raudo rodando.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  El Relojero Fantasma
EL RELOJERO FANTASMA

Cada mañana regresaba cargando el futuro
demasiado tarde para contarlo en el pasado
antes qué ahora, dónde ni siquiera un valeroso
reloj se hubiese aventurado atravesando las
dimensiones del instante, parte a parte,
sin romper el aislamiento qué callaba gris e
impresionado pudiendo permanecer así mucho
más qué indefinidamente desmesurado.

El mar se agitaba inerte al apuntar el alba
cuándo el viento aconsejó suavemente la
rebelión de las olas del mismo verde rígido
y frío sin encontrar ni la menor huella de la
sal desordenada en sus latidos en la playa
tosca y bárbara dónde pasó el último invierno
el sol sin decir nada de la tarde en un coro
mecánico incapaz de hacerle mal a nadie.

Según dicen que eso hubiera sido un cuento
de nunca acabar, pero la cosa es que decidió
irse al extenderse en el espectro brillante de
la piel del aire, y desde entonces no se acerca
de improviso dónde es imposible detener las
gotas del relámpago en la cama obscura que
suele llegar al dejar las cosas deslizarse por
el abismo unos cuantos pasos en la eclosión
qué se avecina incendiando tenuemente la
noche menos dura con la puerta de la blanca
habitación qué se abre más allá de la pequeña
esquina de los volcanes. Entre trasgo y quimera
midiendo al tiempo entusiasta celosa aparición.

Cabalgando unas inquietas nubes llegaban,
y le traían el mundo de afuera, el desconocido
y feliz mundo al que ya no pertenecía dando la
impresión de que querían ponerlo en aprietos
debido al color del alboroto al abrir la ventana
sin saber lo que querían con la misma luz
en la esperanza qué llovían solo sequías.

Antes de la crisis cualquier ausencia tejía ilusiones
de nuevos paisajes dentro de una esfera raramente
placentera, justamente al mediodía, verdaderamente
excitante por tanto sosiego que invita a pasar un rato
como si fuera una persona con vida sin disimulo estando
vestida en ropa interior, y salir sin decir nada hasta subir
el tono de voz fumando un anticuado silencio.

Aquella mañana probablemente no iría hasta ver al día
siguiente satisfecho por haber vuelto del bosque a pie
más bien por aburrimiento qué por curiosidad dando
vueltas cada vez más largas en la penumbra extraviada
para decir todas las cosas qué dicen los cementerios
sepultados haciendo un gran esfuerzo por pasar ignorados
medio paralizados continuamente en las plataformas
abrumadas de piedras.

__¡Cuándo se carece de cuerpo las palabras
viajan solas luego de escribirlas con la voz
adecuadamente teñida!.
Pensaba convencido de su propia irrealidad
vacilando sobre la manera de expresarlo.
__Sin cuerpo...¿Qué duele?.
Solo los recuerdos sostenidos por el tiempo que impacientes
esperan ser descubiertos por el equilibrio inolvidable
ajustado, sin aspaviento, en la inercia inmutable qué de todas
maneras retorna llevando las cosas, y cobrando las deudas
a pesar de sentir alivio ya caminando lejano del hiato y fisura.

Estuvo callado toda la noche, me exasperaba que creyera
qué existía una ley indestructible como algo sólido a qué
aferrarse, seguro en los momentos difíciles, cómo al
salva-vidas qué no necesitaba, y encaminándose sencillamente
hacia el techo dando vueltas a la pieza en la manifestación
ficticia del asco a la vida por las calles vacías, y diciendo
maquinalmente ya todo está en paz, al cabo de cinco minutos
de ignorarlo, y forcejear con el olvido con arrojo.

En la mañana se fue sonriendo con turbación diciendo...
___¡No tiene importancia!. No son ahora más
que relojes encarnados abrazando perdones.
_____La próxima vez que aparezca espero que usted
ya no esté siendo el segundo primero.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Rosada Nubilidad
ROSADA NUBILIDAD

Entre todas las nubes que pasaron aquel año solo
una se quedó bajo el lago más allá de la montaña,
que la advirtió súbitamente anómala, como si fuese
una especie de bruja culpable de mojar un pañuelo,
con la mirada acostumbrada a oírle en el cielo gris,
distinto que invadía todos los rincones imaginados
en este cuento, invitando a entrar, y quedarse
parado, fingiendo mentir para hacer una historia
más interesante.
Así ha quedado. Paralítica entre la lluvia pareciéndole falsa cualquier húmeda sequía.

Esta nube rejuvenece
por la noches alimentada por los sueños que velaban
los insomnios indiferentes a la gran actividad de las torpes camas ocultas en el infierno de los días hechos ametralladoras de preocupaciones obligadas a ser espectadoras.
Un día... Situada en la profundidad menos superficial de sus desnudas gotas, notó sobresaltada que le faltaban sus lamentos al caer el último pétalo sobre el lago, flotando dulcemente con mucho sentimiento, y que ella, nube sin frío, apreciaba al viento más.

Ligero y ondulante, cambiante, anunciando sus
íntimos mensajes, cuando alguna flor de la tarde se
ocultaba tiernamente con su hermosura tentadora.
Esto la mantenía alerta las primeras diez horas
de la mañana, que pasan suavemente doblando
los pastizales en las cuerdas doradas del sol
que florece con su olor a trópico glorioso. Y...

Sin poder deshacerse todavía de su sombra impecable, al ocultar un tierno rayo de sol temeroso de la tarde
armada de un asombro piadoso por la noche fría,
que jamás le había regresado ninguna pesadilla como un grifo mal cerrado, vestido de aluminio ruinoso en su plástico, acostumbrado a ser comprado muy barato por los incautos de los últimos meses familiarizados con su presencia bajo el lago más allá de la montaña, sin ser la misma bruja inocente de un costado de la escoba.

Si bien, no es un símbolo, parece que el
tiempo pasa lentamente para ella. Durante los ocios
de algunos turistas que escuchan su leyenda, es
dibujada custodiando al sueño inalcanzable con el
mismo valor de una benéfica inundación tejida con
veranos, en la galería de los míseros desiertos
acribillados por la presión pegajosa del petróleo hecho agruras mutiladas, animando a las respuestas con enredaderas de alambres para cada uno de los poros, que se despertaran en alguna orilla de la cama transformada en acolchonados alfileres espantados por el encierro de las paredes parecidas a la montaña ya referida, y que se adelgazaba a contraluz entre los trinos de maravillosas tentaciones como una flama, luego como una llamarada, emergiendo de divina carne
en la pulpa henchida de la plata enramada en las estrellas.

Si tú no puedes ni dibujarla, ni imaginarla, por tener agujeros en las esquinas, la espalda en los pies, y la cabeza metida entre la luna reflejada en el lago; No hay problema, todo es cuestión de ver detrás de la transparencia del pupitre retratado en el techo de una casa móvil al mezclarse con buenas intenciones al portar el pincel. ¡Sí, el pincel!.

Hecho con la fantasía más creadora que las cortinas del cualquier teatro de la vida copiando cien veces: ¨Soy la nube qué nadie
ha pintado tan bien como hasta ahora, en este preciso temblor de voz imaginada en la esencia del silencio¨.

En este mismísimo instante, por los ojos que leen
con atención profunda, y de la manera más amable
este cuento que se ha contado, y qué tal vez no termine dentro del crepúsculo soñoliento, al seguir las palabras con empeño al entrar cazando a los minutos blandos.

Aunque un poco menos rosa que la flor,
sigo siendo la nube más allá de la montaña,
que aquel año se quedó bajo el lago.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de naturaleza :  El eco verdoso
EL ECO VERDOSO

Con
una
desesperación
de caracoles
en
la
penumbra quebrada
el eco sueña, sueña, sueña.

Los filos
de verde torso
del frenesí vestido
por
todas
partes ardientes está
el eclipse ansioso
con
el rabo del ojo
en las esquinas
del alfabeto
en el fango
montando
peces de hojalata
de turbias manadas
desecando cándidas
lenguas
sin descanso
entre la nieve
con muletas.

¡Sublimes escorpiones!.
Hechos miedo puro
pobre, elusión inopinable,
entre las cejas
lapsus
apuñalando las rodillas
del hacha sin fondo.

Es tal vez
aquél
silencio en las raíces
o este herido polvo
de cuero celeste
o aquel gusano gris
suavemente
sobre el hilo
sacudiendo
el volcán que se derrama
concentrado
en los racimos
de las jaulas
aullando
desnudos
los suspiros
de la lluvia
que sube y quema
encadenando al cielo
agujas.

Tildado de muelle
con el
ahínco atemperado
por el techo desnudo
por la cama enlutada
por el solitario plato
por la ropa resbalosa
enroscado
el árbol
a
una
manzana
moribunda
persiguiendo al viento,
que se cubre
las verdes carnes
carnes, carnes, carnes,
con
las
hojas
movedizas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Oda al sueño
ODA AL SUEÑO

De muchas almohadas
piedras
agujas
curiosas
intrusas
por
los
asfaltos ilusos
idólatras tórtolos
construyendo
nubes con abanicos, alambicados furtivos
de noches enlunadas
vencedoras
olor a fruta
del tumulto de futuros
ápice y cuartel
egregio juglar
porque
va cargando
mundos con hilos
de infancia impregnados
en la ropa de semillas
en la mina de infinitos
en la mano del relámpago
¡Sueño, exordio, flagrante y reluciente!
qué amedrenta
las cáscaras
del tiempo...

Oniromante enmascarado
me dices
denegando y denegoso
caruz herbaje y amuleto
encarnadas campanas
como vientre aprendiz
de impacientes primaveras.

En la vigilia
esponjosa
de
sicalíptico onirismo
un fragmento
de párpados durmiendo pupilas
del mundo endurecido
azotando
piedrecitas al zapato
en la cabeza, ojeras malmandadas,
baladí, ¡oh, sí!, especioso.
del suburbio qué salen
las esquinas por los surcos
profundos placeres...
Sobre la tierra
incoherencia malversada
preparada en la cama
a veces
muchas
verduras silencias
de palpitar y diatriba
qué hierve y canta
qué aprieta y muerde
el
fondo
tejido
en el drama
enmarañado.

Sílabas de trino
en las espumas
de las máscaras
inasequibles y encrespadas
desatadas
enlutando
la serpiente del racimo
de plumas redondas
concentradas
en flor sin palabra
sin laurel súbito,
profano vaticinio prohibitivo
de la noche leche
¡Abeja baja lija!
dónde dormimos
los días complicados
cuándo
el profundo
¡Ruido respira rudo!
amasando techos
lechos, hormiguero, hornacina,
por
la
homónima hondonada
y las paredes pardas
vigilantes
del descanso
descomunal y desacompasado a veces
exánime y desmadejado
al
despertar
por
el
centro del hueso
del... corazón...¡Del alma!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Entre nocturnales
ENTRE NOCTURNALES

La noche de dulce tiene,
seis alas de rana,
y una sonrisa de bosque escondido,
que camina del pecho al techo.

La noche de mármol viene,
por las estrellas dibujando,
cataratas sobre la luna,
violeta de tersa frente.

La noche se va y todos la esperan,
en la cama, porque tiene sed el mar.
Tal vez las camisas tengan hambre,
sembrando y decorando largas costillas.

Los últimos en llegar amasan las retinas,
que nada quedan del infierno afuera,
rondando bajo estas nubes sudores,
por las ramas de las esquinas primeras.

La luna se esconde por agujas y silencios,
en colchones hechos piedras inquietas.
Por las calles pasan ruidos que duermen,
como mariposas verticales y vidriosas.

El aire brilla herido entre los platos,
del suelo que exprime pies desnudos,
como los sueños visten trapos nuevos,
recién plantados en techos abandonados.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Intrínseco... (Experimental)
INTRÍNSECO

I
NT
RIN
SECO

Entre los dedos nieve marcha el eco.
Al precio de existir.
Blanco en la mejilla enredando.
La piedra.
Hojas al invierno que exhala plumas.
De fuego.
En las esquinas de ceniza sangre.
En el volcán de la cólera.
Al viento del sudor encadenado.
Busca.
El azucarado rubor.
El vértigo del aire.

In
Trin
Seco

Del humo.
Al aire humano fuego ido.
Entre.
Más alfiler fresco limón.
Entre.
Más nuez busca salitre.
___En los dominios del corazón.
_____En los demonios de la sangre.
En la cama.
Encanada cuna.

I
NT
RIN
SECO

Cunde sin tejado,
el frío.
Por ciegas lenguas clamando.
De alegres cangrejos un establo.
Por el calor nevado de gran alba.
¡Sable de las botellas lleno aparece!.
¡Donde falta la palabra, perplejo el gesto!.

In
Trin
Seco


Al eco turbar, del sol en flechas.
Vestido del fuimos.
¡Latir intacto al dormir!.
Hurgando, al veneno, en vano.
Silencio de saliva un lago diminuto.
Laberinto de cara al espejo.
Está el ciervo de la calle bajando.
La espalda del metal un títere.
¡Del buey al gusano cada año!.
Porque desayuna el derecho a su tornillo.
Sin cabeza original, de huecos llenó al vacío.
Lloviendo la madera.

Mecánica,
de luz, carne, del horizonte.
¡Oh!. Desnudez de lágrimas. ¡Oh!.
Por el impúdico cascarón espiga.
Todas aquéllas todas, largas cenizas largas.
Con la manga del pingüino de reír en tropel.
Feroz laurel, y débil arrebato de retrato.
Con
Los líquidos perdiendo,
y amasando girasoles.
En
El
Eco
En tren
Seco
El fuego.
Nieve al cráter.
Del amanecer frío caracol hecho.
Piel
De piedra
Evaporado.
Porque entre los dedos hay escarcha seca sangre.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  En la cuna
EN LA CUNA

En la cuna
Encantadora del recuerdo
En el mundo irrefrenable metáfora
Entre mundos imaginados
En la cama

Encendida expresión pulsátil.

En la paz indiferente misterio
Entre convicción contradictoria
Encuentra descubrir el tiempo al pasar

Encadenado rebuscar de noche
En el perfume audaz pupila
Entre el cándido candil despierto
Encendido oasis ámbar nieve llueve.

En sí, delicioso y estridente

En la curiosa imagen indirecta
Encantado desvirtuar verbal urbano
Encima ambivalente rotundidad
Entre veinte coronas de alquiler
En la caricia circundante
Enredaderas del alfiler

Estalla, del cuervo curvo, dominante.

En cada quizá inanimada
En cada tal vez implícito
Entrando, sensible, volumen blando

Estética, curiosidad oblicua
Explícita la concepción del cuadro
En la cuna del tiempo, cama de la vida recordada.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Pupilariedades
Pupilariedades


Pupilas de vueltas rondan
temporales girando al vértigo
¡Por ser lo qué asiría lo mismo!
En la pértiga escondida
En la sonrisa cortical
¡Una cortina!
Y lo qué habremos asido
Continua ya se asoma
Extraviada en las paredes
Y de todo lo qué asieren los dedos
Porqué___¡Prados prenden parsimoniosos!
Al fuego de la cama inexorable
La esquina......
¡Aún si asiesen al aire en cubos!
Lágrimas de noche___¡Amanecer desértico certeza!
Por
Ser asido___¡Y nada más o menos ahogado!
En la herrumbre angustia
¡Aunque asgamos del camino una sandalia!
Augusta voluptuosidad conglomerando
Majestuosa postal viscosa___Blancura tierna sale

Como
¡Sí asieran los bosques un sólo árbol!
En
La primera modernidad fechada
En fachas y bullicios
Cilios mirar de manos vuelan
¡ Prófuga eternidad rígida !
Al hastío del pólen desplegado
Magín ínterin descontagiado
¡Asiría lo mismo asido!

Porqué las fiebres del techo acuesto
Dispuesta la tibieza sin cortapisa
¡Depuesto amontañarse medular!
Risueño el aire cohibido sólo, a veces vuela
Deprecación depositario enretinado inflamarse

Dónde
¡Pupilométrico el suspiro espira esplendoroso!


___Autor: JOEL FORTUNATO REYES PEREZ
Poeta

Poemas :  Impresión flexible... (Experimental)
IMPRESION FLEXIBLE

En
La
Monotonía
Infrarroja
La mañana
Aparece
Fastidiosa
Pasando en las cosas
Invariables
Los instantes
Invariables
En las cosas
Monótonas
Mañana
Una tarde del ayer
¡Qué se adivina!
Porqué no sé, a dónde te fuiste
Pienso
Siento
Creo
¡Cómo ese sol de redes áureas!
Los
Pájaros
Tocan la tarde
¡Al dueño regular del último imposible!
Siéndome flexible
¡Cual lúcido intermedio del beso añejo!
Imperceptible fuera
Sí hogaño cambiara
Aquéllo
¡Qué volvería soñando!.

Cabalgando a veces

briosas pesadillas, en los techos bajo la cama.
Infrarrojo
Pasando
¡Día a día!.
Lo qué nunca se repite, entre otros infinitos iguales. Impresión.
Flexible, a veces

Sin el fastidio.
Infausto, desarmando la cabeza.
¡La palabra impronunciable!.

¡Impresión flexible por la dureza!
Del
Gramatical...Espectro...¡Vano!
Sólo___Trivial monomanía del cedro verde.
¡Por eso del mandril de abril!.
¡Poco sutil!.
Y____¡Lo demás sobra en sombras!.

Por
Esa
Encrucijada
Renuncia
Al infinito

¡Qué sólo enuncia!
El acero, con el flujo,
en expansión sonora.
En las formas cinceladas olor a tiempo.
Música del más arriba____¡Indivisible!.
Del más, más... ¡Por nadie sentido!.
Asimétrico equilibrio mutuo.
¡Por lo métrico inimaginable sin sentido!.
Al tiempo___Tardo y grácil___Hilo en tinta.
¡Rosada emocional exuberancia!.

Sutil...¡De reflejo épico!.

El aliento de las hojas.
El oscilar de las paredes.
Con___Las imágenes perdidas.
Con___Las miradas insostenibles.

En la monotonía impresa.
Flexible, flexible.

¡Oh, impresión en la monotonía!.
Flexible impresión apenas.
Más. ¡Si no fuese, acaso, sido de otra manera!.
Y hubiéremos partido al infrarrojo del
principio.

¡Más!.
En
La
Monotonía impresa.
Flexible____Cómo acérrima defensa sin sentido.
Todo___El gesto del sombrero irreductible.
Todo___El fragmento al desencanto eterno.
Su devoción alerta.____El último
imposible.

Canto silencio al desencanto.
La mañana aparece fastidiosa.
Solo

No... ¡Estamos en otra parte ausentes!.
Y
Sólo
Sí... ¡Estamos amándonosintónicos!.
Sólo si no quedamos de más en menos
Y sólo si, el silencio.¡Fuera flexible!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta