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Te voy a dejar en paz aunque me duela perderte, y tal vez no vuelva a verte ni sabré dónde estarás.
Voy a hacer tu voluntad como siempre me pediste, y porque también me dijiste que era solo una amistad.
Ya no serás mi Julieta y no es lo que yo deseo dejaré de ser tu Romeo y también de ser poeta.
No tengas pena de mí te lo pido por favor, ya me sentiré mejor cuando me olvide de ti.
No te puedo negar que estoy loco por ti, y que desde que te vi se desmoronó mi hogar.
No hago más que pensar en este amor imposible, que ya no es, ni invisible ni lo puedo ocultar.
No tendrás que preocuparte por lo que me está pasando, y pensar que me estás usando y no puedes escaparte.
Te libero de esta situación y de todo compromiso, ya que usted nunca me quiso ni tuvo ninguna intensión.
Yo sé que nunca quisiste aprovecharte de mi bondad y que no fue por maldad las cosas que me pediste.
Tampoco tienes que temer de una posible reacción, a partir de la ocasión en que nos volvamos a ver.
Las cosas van a cambiar y no me lo vas a creer, pero tú lo podrás ver mucho antes de llegar.
Si en algo te puedo ayudar y te interesa ocuparme, no dude usted en llamarme que nunca me voy a negar.
Mi deseo es muy bonito y te lo digo de corazón, que vuelva a ti la ilusión y abra tu corazoncito.
Y aunque lo tengas chiquito y no te sirva para amar yo guardo, para ti un lugar en el mío, que es infinito.
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Poeta
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RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, más recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno; y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; mas no amo los afeites de la actual cosmética, ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera mi verso, como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera, no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo —quien habla solo espera hablar a Dios un día—; mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. A mi trabajo acudo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.
Antonio Machado, 1906
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Poeta
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Mira a tu alrededor, puedes hacer lo que quieras, menos no amar ...
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Poeta
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La mujer sin velo, El hombre con sombrero ...
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Poeta
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Tuve que dedicarme un tiempo a la meditación aunque las hermanas como Teresa y Rosario, decían que me dedicaba a la levitación pues las levantaba en el campanario. Pero yo no quería faltar a mi vocación más, cuando se encuentra la mesa servida ¡Cómo dejar pasar la ocasión! hay que darle trámite al pan alimentar el cuerpo y el alma eso nos trae calma. Aun escucho gritar al cura… ¡¡¡Oye… toca ya la campanaaaa!!! claro, no sabía lo que en la altura me encontraba… ¡¡¡Ya llevas media horaaaa!!! Y tocaba llamando a misa… ¡¡¡Tienen que ser tres… recién vas dos!!! ¡Lo cantaba y los contaba! después de la tercera… me bajaba. Desfilaban todas hacia la unción mientras yo miraba con gran satisfacción sonrisas, guiños y gestos… sí, creo que nací para esto. Mas no todo era felicidad, a veces pasaba unos sustos y era cuando ellos pecaban de justos, trataban de arruinar mi comodidad ¡Planean un castigo!... no importa… ¡yo estoy contigo! -gritaba la hermana Teresa en el postigo-… mientras le agarraba… algo más que el ombligo… si, también le agarraba el cabello… ¡Yo creo que me ha entrado el demonio!...- dije- mientras le ofrecía matrimonio… ¡¡¡Me hiciste el milagro San Antonio!!! -gritaba en su celda que nos sirvió de amatorio-
¡Yo te voy a sacar al enemigo, así tartamudee si hablo! ¡Como se estremecía la hermana Teresa! a mitad del exorcismo… casi se queda tiesa… ora arriba… ora abajo… con mucha ligereza blanqueando los ojos… como una tigresa.
Agotada y desconsolada fingía llorar y miraba, las sábanas blancas, ahora tenían color, ella vestía de Eva, sin ningún pudor. ¡Ya no soy virgen como María!...-decía- ¡Yo tampoco soy carpintero como José! –repliqué- por tanto no tendremos ningún pesebre ni niños para que albergue. ¡Pensé que esto, tan pronto, no pasaría… pero si que algún día llegaría y que tal vez me dolería… ¡pero no me ha dolido… me ha gustado! Seguí los consejos de mi conciencia estoy aprendiendo con la experiencia, nadie nace sabiendo pero se aprende, ahora ya sé… desde que en esa celda encerrado con la hermana Teresa… me acostumbré. ¡Todo lo ha visto Dios!... ¡Cállate que si no, nos botan a los dos! -Tuve que decirle para que se callara… - ¡aquí dormimos abrigados… en la calle estaremos desarrapados-!... Yo era inocente, pero no tonto me gustaba la vida en aquel recinto quería quedarme, no irme pronto ¡Jardines, aire fresco y por las noches…! ¡Continuará! Delalma
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Poeta
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En el preciso momento que no estas, Me invade la nostalgia de tu cuerpo, El deseo irreverente de poseerte Sin haber tocado tu piel.
De estar en ti Sin que me dejes ir. Imagino lo que ha de ser Sin tener siquiera idea de como eres.
Te sueño despierto Me veo en ellos Bebiendo de tus fuentes, Mientras disfruto de tus labios Invitandome a una orgia Frenetica de besos.
Es alli cuando veo La gran falta que me haces, Donde veo que el perfume de tus hormonas Me desarticula el cuerpo.
Entonces Reenumero las veces que una cancion, Nuestra cancion, Te nombra, Y es en ese preciso momento En que quiero que estes Junto a mí, Para mí, Conmigo, Sobre mí.
Pero te escapas, Te escurres de mis manos, Te siento huir, Cielo no corras.
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Poeta
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EL EQUIPAJE
Nació del amor… Llego sola, y sola se irá… y partirá cuando Tenga que partir, en el momento justo, que Dios lo decida Vivió, una vida de amarguras y sin sabores, que nadie Desearía tener y un destino, que está por terminar.
El esposo, y unos hijos que No supieron valorarla, ella lo dio todo Como la mayoría de las mujeres, que son esposas Y madres; juventud, tiempo, amor y la vida entera.
Una enfermedad… de pronto aparece Y esta consiente, que la vida se le va Y le arrebata ilusiones, y miles de sueños fallidos Que efímera es la vida… y más cuando ya no existe amor.
Porque el hombre de quien, un día se enamoro; hoy la rechaza La ignora y para él, ella es una futilidad; esta sentenciada… Sabe,,, que hará ese misterioso viaje sin retorno, y cambiara su cruz Que ha llevado a cuestas, por un equipaje, inmenso de llanto, tristeza y dolor.
Pidamos, a Dios por todos los enfermos de cáncer en el mundo.
HISTORIAMILAGRO.
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Poeta
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Sistema vivo: abierto donde está, cerrado donde es!
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Poeta
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Los años fueron pasando, soñando y cavilando orando a veces, pero más… descansando urgido por residentes candidatas quedé prendado de una mulata. De vez en cuando era castigado porque más sabía de sexo y aun no me había aprendido ni siquiera el padre nuestro. Tampoco voy a decir, que ello me desagradaba, me enviaban de “retiro” con las hermanas ¡Sólo yo cuidando el rebaño, y claro… terminábamos en un baño… mojados en la laguna! Yo no soy vegetariano, y a pesar de tanta carne no cometía pecado de gula… prefería la templanza… Comer carne cruda, poca grasa… -para evitar el colesterol- También es bueno… para el cerebro pero sin exageración. Paseaba solo por los jardines sin mayor preocupación pero en estos claustros monacales, hay mucha tentación… ¡Las diablillas deambulan sueltas por la mente! Claro, para eso existe la entereza moral y la fuerza de voluntad… que te hace capear éstas insinuaciones… ¡Pero, la carne es débil, a veces perdía!... ustedes comprenderán, un muchacho como yo enclaustrado… con tantas mamacitas a mí alrededor (Perdón… ¡¡¡monjitas….!!!) era entendible que no resistiera la tentación… pero les aseguro que después… ¡me golpeaba el pecho! y no sé para qué. Cuando llegué a los quince, a una abadesa, ¡casi violento!, dizque virgen a los cuarenta… y sin nada, de eso… hasta ahora pienso que hice lo correcto, algo crecí, pero más crecieron mis hormonas… ¡Cómo te atreves!… ¡estaba para beata! -me dijo un padre vestido con bata- -Después de mis oraciones… yo, -¡solo vine a mi cama, y allí estaba calata, meneando la cola como una gata!- respondí- Además ¡qué culpa tengo yo! si la madre naturaleza lo manda… y ella como madre, sabe lo que hace y lo que más a sus hijos conviene… Se molestó el cura, y poniendo la cruz delante de mis ojos, dijo: ¡Aquí, eso no se hace! -entonces… ¿dónde se hace? uno quiere desde que nace… pues lo que muere… renace. ¿Por qué se engordan las monjas? ¿Por qué se ponen panzonas? ¡Si solo las visitan los curas! y el padre prior… ¡por las puras! Yo preguntaba en medio de mi inocencia... y nadie me respondía con ciencia y me ha gritado la conciencia: "¡aprende con la experiencia!" ¡continuará...!!! Delalma
http://ligcueva.blogspot.com
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Poeta
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¿Quién me curará el pesar que en el alma llevo dentro? El dolor me ha consumido, ¡así me encuentro! Este sufrimiento me impide amar.
¿Quièn me libera de la muerte? La esencia de la vida agoniza, los sentimientos convertidos en cenizas. La pena que llevo es muy fuerte.
¿Quién sanará el corazón herido? ¿Quién podrá curar este amargo dolor? ¡¡Solo si me entregas tu amor se aliviará el sentimiento afligido!!
Julio Medina
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Poeta
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