Poemas :  EL ABUELO ULDARICO
El abuelo del abuelo de mi abuelo llamaba Manuel Venegas, un español de Andalucía, de muchas lecturas y algunas escrituras, que un día cualquiera lió bártulos y se embarcó rumbo a América del sur, para ejercer la noble profesión de aventurero en Colombia. Aquí contrajo matrimonio con una campesina de la que se nos extravió el nombre pues por estos lados no somos dados a los árboles genealógicos, ya que en el primer intento terminaríamos dibujando una enredadera multigenética.
De ese Manuel Venegas viene mi abuelo Uldarico Venegas, un campesino de nulas lecturas y ninguna escritura, a quien le conocí la muerte cuando yo apenas arrancaba para mi cuarto año de vida. Sin embargo lo recuerdo. Vagamente, pero lo recuerdo. Para que no se me perdiera su imagen, hace algún tiempo hice de él este retrato:

Conocí a un hombre que bajó de la montaña
como si fuera el profeta de las alas extraviadas.
Uldarico Venegas Farján era su nombre
y ser labriego a destajo y aventurero a cualquier precio
fue su oficio.
Condenado a los caminos sin retorno,
estuvo en el país de los que nunca callan,
estuvo en la frontera jamás vigilada,
estuvo en la región del árbol descuajado a hachazos.
Allí logró percibir la distancia que hay de la azada al tormento
y adivinó la prolongación del surco en la cara.
Fue anarquista y no lo supo.
Comulgó con los ateos y no lo supo.
Militó en la tristeza y no lo supo.
Caminó por el filo de la locura
y lo supo demasiado tarde.
Sin embargo,
siempre llevó un aire de presagio en la pupila
y la evidencia del día suspendida en los labios.
Uldarico Venegas Farján era su nombre
y había nacido en el año de los poetas inconsecuentes,
aunque sólo pudo escribir con los pulgares y su huella.
No conoció el equilibrio de los helicópteros
ni la invención de los ruidos mecánicos,
pero alcanzó a cantar en coro con las victrolas.
Fue un hombre elemental como una fruta,
simple como una tarde,
sencillo como una campana.
Por él tuvo que hablar la golondrina del último verano,
pues nunca encontró palabras para llenar sus silencios.
Uldarico Venegas Farján era su nombre,
como el mío es Anibal Manuel.
Poeta

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JoelFortunato
Publicado: 9/11/2012 3:56
Incondicional
Unido: 23-6-2011
Comentarios: 7989
 Re: EL ABUELO ULDARICO

¡ Muy bien !: Claro, sencillo, agradable, con buen equilibrio descriptivo, con bordes poéticos bien delineados y en particular muy buen uso de las analogías. Felicitaciones. Ya lo decía en otras ocasiones su arte, es noble, importante y digno de leerse y compartirse. Saludos y deseos de bienestar por usted y seres queridos.

Nilo
Publicado: 9/11/2012 14:47
Incondicional
Unido: 28-1-2012
Comentarios: 1495
 Re: EL ABUELO ULDARICO

Excelente descripción felicidades