NUESTRO AMOR
Esta sensación de angustia y cansancio
no rige los cimientos de nuestra relación.
Lo nuestro es el acoso de las horas marginales
que se han quedado clavadas en las paredes,
los rincones, las ropas del día a día,
los sabores del guiso, la sopa, el asado y las bebidas.
Lo nuestro es el tedio gustaivo de los besos gastados,
la despreocupada alerta del próximo encuentro
en sábanas cotidianas que poco dicen de la pasión habtiual.
Lo nuestro ya no sé como entenderlo sin desesperarme,
porque he decidido amarte ante la angustia y el cansancio.
Lo nuestro como una nube tiene la forma que los vientos modelan.
EVO (ACRÓSTICO)
Envuelto en wiphala de templanza
Volvió el hermano desde la Argentina
Ondeando su sonrisa de esperanza
Multitud de cariño y dignidad:
OruroLa Paz Potosí Sacaba
Riberalta Cochabamba Trinidad
Alegre todo un pueblo te esperaba
La Guardia Bermejo Villazón
El Torno Vallegrande y Pailón
Se liberó Bolivia el corazón.
Amor del grande recibes Camarada
Impregnado de humildad y patriotismo
Multitud que venció con gran civismo
Ahora hecho millones te agasaja
JUNTOS VENCEREMOS
Busco profundo hasta el fondo de la nada
esta desilusión que no comprendo,
suerte de pesimismo que separa
nuestros lazos eternos.
Como enjambre las sombras precipitan
llovizna de nostalgia en el reloj,
cada minuto cuenta y se eterniza
en mi pecho este amor.
No pensaré en derrotas ni en dolores,
proseguiré por la senda del encuentro
donde se difuminen los temores
y juntos venceremos.
Julián Rivero. Venezolano que prefiere cantarle al amor y la esperanzas.
CANCIÓN DE CUARTO MENGUANTE
Cuarto menguante
delirio de tus senos en mi boca,
las estrellas de tus ojos
en los míos,
tus manos par de palomas
revolotendo en mis hombros
y yo montado en tu loma
para divisar la noche
profunda de tus deseos.
Sin importar que el gemido
se nos escape o esconda,
que vuelen por los tejados
los suspiros de la brisa
con los aromas furtivos
de jazmines florecidos.
Si yo me quedo dormido,
si sueño que estoy durmiendo
en mis sueños apareces
mirando lunas con sueños
menguantes sobre mis ojos
es porque te estoy soñando
y me deleito con verlos.
Haddar
Haddar el hombre bueno que se volvió malo
cuando tuvo palacios, mujeres, alhajas y un huerto imperial.
Quiso que su pueblo de arena levantina
se edificara, que de piedra fuese. Piedra fue:
inexpugnable muralla, tiendas para acampar
a la sombra de estrellas en medio del desierto.
Haddar construyó bonitas casas para la gente humilde,
llevaba a los hombres modestos a probar de sus manjares,
aunque era el hombre malo que antes fue bueno.
Un día los que lo odiaban se volvieron peores,
fueron malos también,
mucho más perversos que el huracán,
los tifones y maremotos juntos.
Arrasaron su pueblo, destruyeron su aposento,
quemaron hasta la última palmera
para destruir a Haddar,
el hombre bueno que se volvió malo.
No tuvo más escapatoria que convertirse en rata de cañería para tampoco escapar.
Haddar fue cazado, martirizado, asesinado
con el mayor tormento que se pudo imaginar,
porque era un hombre bueno que se volvió malo.
ENAMORADOS
Era por la necesidad de estar contigo
que volvía cada noche a mirar desde el muelle
el titilar de estrellas y el brillo de tus ojos.
Era por la ocasión de tenerte cerca sin la necesidad
de un compromiso cierto que nos atara
a la obligación de decirnos te quiero.
Entonces poco a poco, respiro y sonrisas se fueron juntando
cuando sin proponerlo la luna se hizo tan bella en tus ojos
y el viento cantaba en tu pelo un susurro de amor.
CUANDO NO HAY PAN NI PESCADO
Cuando no hay pan ni pescado
el alma se me acongoja,
la barriga se me afloja.
me siento apesadumbrado.
Yo que siempre he profesado
el cariño y el querer
me ha tocado padecer
dolores, susto y calambre
por tener que pasar hambre,
por no tener qué comer.
Es que el hambre es un martirio
que azota a la humanidad
y tiene la propiedad
de llevarnos al delirio.
Ando más blanco que un lirio,
tan flaco como un alambre,
mi cabeza es un enjambre
de tormentos y desvanes
porque los que tienen panes
no se apiadan de mi hambre.