|
No es mucho lo que puedes dar, tal vez no seas lo que busco (Si de buscar se trata el juego) Te falta vida para compartir, me sobran motivos para un no.
Me falta un poco de fe y voluntad, ya no creo en lo que creía hasta ayer. Tan desganado para un te quiero, tan poca piel para perderme en ti.
A veces quisiera escucharte decir aquellas cosas que me pueden. A veces quisiera salirme por fin de esta cacería de la desesperación.
Es difícil acomodar esta soledad y tener un lugar donde desaparecer. A veces siento tus manos en mi piel, y la noche es otro callejón ante mí
|
Poeta
|
|
Una casa muda y ciega, un teléfono olvidado, todo a medio ordenar.
Un puñado de besos disecados, el sexo en coma cuatro, la utopía del olvido.
Un te quiero vuelto del revés, la paz declarándome la guerra, un soldado muerto entre mis brazos.
Dios que pasa sin dejar señales en un cielo cada vez más gris, lleno de cables y antenas rotas.
Camino sin punto de partida, sin punto cardinal. Buscando dos puntos suspensivos para este punto final.
|
Poeta
|
|
Sigo caminando, lento, quebrado, incompleto, menos un pulmón, pero sigo respirando.
Aún puedo despertar sin un beso, sin caricias. Aún puedo despertar porque el sueño terminó.
Ya no marcaré números rojos para comunicarle a tu ego lo desesperado que me dejó tu última obra maestra.
Cierro la puerta y detrás dejo dos años estériles, los hijos que no tuvimos, la casa que no fue un hogar.
El abecedario y nuestro idioma, la canción triste que te hice, mi mejor personaje, mi risa, los poemas que nunca leíste.
Tumbas sucias donde mueren las flores de lo mejor que di. Ya no creo en los finales abiertos ni en tus puntos suspensivos.
|
Poeta
|
|
JUNTO A MÍ
La noche hizo pesadilla de mi sueño, y allí estabas tú, y alli estaba yo. Tú, perdiéndote en uno de esos bares en lo que solía perderme yo.
Ahogando penas al fondo de un vaso por haber asesinado parte de mi vida. Mi borrachera reclamaba un descanso... Me fui por cualquier camino a casa, y te quedaste aniquilando la madrugada.
Cuando el sol partió mi frente, desperté enredado entre sábanas. A tientas marqué los diez números que darían a mi oído con tu voz, para escucharte decir que mi ausencia pudiste reemplazarla con otro nombre.
Yo seguía clavando el cuchillo en aquel cuerpo que no quería morir. Las lágrimas nublaban mi visión, y sólo escuchaba los aullidos estridentes de quien no quería abandonar sus siete vidas.
Por fin, cuando ladró el despertador, la noche y sus calles se hicieron habitación. Una gata descansaba a los pies de mi cama y tú no habías dormido junto a mí.
|
Poeta
|
|
UNA MUJER SOLA JUNTO AL RÍO
Una mujer sola junto al río perdiendo su mirada en el brillo, es mucho más que una mujer, es una belleza inexplicable.
Una mujer sola junto al río es la nostalgia soltando anclas, es la intriga de sus bellos ojos queriendo adivinar el futuro.
Una mujer sola junto al río, es la sombra de los árboles acariciándole la espalda, es una roca deseando su calor.
Una mujer sola junto al río es el anzuelo de mi atención. Una mujer sola que se sonríe, sabe que no está sola en verdad.
|
Poeta
|
|
Qué haremos cuando caiga el último querido, cuando se marchiten aquellos abrazos que nos sostenían en cada oscuridad…
Qué haremos cuando los enemigos lo sepan y preparen sus tretas y armamentos y se disuelvan como trampas en la noche…
Qué haremos cuando la espada hiera más que un montón de palabras desafiladas, y fusilen hasta el último de los poetas…
Qué haremos cuando todos tus libros no tengan la esperanza de un libro más, y sólo deshojemos poemas en tu funeral…
Qué haremos cuando el mar cubra la tierra y no quede suelo donde poder morir de pie, ni sembrar la última semilla de humanidad…
Habrá que abrazar a los queridos restantes, habrá que vigilar al enemigo próximo, y no subestimar la inteligencia de sus actos.
Habrá que afilar la pluma del tintero e inventar un abecedario nuevo y amplio, que tenga por contar lo aún no escrito.
|
Poeta
|
|
Es enemigo el temblor de tu mirada cuando no me dices la verdad. Es enemigo el remordimiento cuando acaricio un cuerpo que no es el tuyo.
Es enemigo el sol que termina con la noche y sus trampas. Enemigos los gatos que dejan de ser pardos, enemigo tu buen día con un dejo de maldad.
Necesitas enemigos para no confiarte, para abrir diez ojos en tu espalda. Necesitas enemigos en quien cultivar el odio y la soberbia.
Búscate enemigos que estén a la altura de tus miserias. Que brillen con la fuerza de tu lado más oscuro. Elige a todo aquel que hurgua en la basura que tú revuelves.
Elige bien tus enemigos, pero si aún no los tienes, permíteme ser el primero.
|
Poeta
|
|
Solía seducir como las ciudades que brillaban en las noches. Solía mentir como el espejo cínico y duro de la pared.
Una taza de café caliente entibia sus frías manos. Todavía cuelga de sus labios el te quiero efímero de ayer.
Caminará por las calles esperando algún llamado, alguna mirada hambrienta que se nutra con su ego.
Destellos cegadores y crueles de la fama que nunca llega. Una carta en sus manos, un nuevo amor equivocado.
Sólo su nombre en anuncios y un cuarto vacío de hotel. Unas copas con extraños, un cartel de "no molestar"
|
Poeta
|
|
La casa ardía, cariño, y era lógico quemarse. El sueño duró lo que tardó la pesadilla en destruir la calma.
Las bestias tortuosas de tu inconsciente estaban pastando en mis jardines.
Vaya!, quién diría que era yo el que sufría y ahora pone condiciones. No es bueno, amor, inventar reglas si no conoces el juego.
No somos los mismos que quedaron al otro lado de esta ausencia. Es empezar de nuevo evitando la fascinación.
Pero juguemos otra mano aunque la suerte desganada sea esquiva e inconquistable. Aunque algunas cartas y estos ases en la manga nos hagan sentir solos, y no lo estemos en verdad.
|
Poeta
|
|
A veces he mentido y he dicho la verdad, amé con devoción y quise con desgano. Compuse canciones a quien no las quería, y las negué a quien más las necesitaba.
Dije nunca más, y volví a intentarlo, juré poner el cuerpo y perdí hasta el alma. Salí a perderme y siempre supe volver, compré cariños que no me hicieron bien.
Cuando me amaron, apenas si quise, cuando amé, gracias si me quisieron. Cuando me quedé sin ideas nuevas, siempre desafié una hoja en blanco.
A veces lucho y venzo, a veces me rindo, gano una batalla y pierdo diez guerras. Otras tantas te hablo y no me escucho, otras pocas puedo ser yo mismo a solas.
No siempre hice lo que dije y viceversa, fui ateo fiel, y he rezado entre lágrimas. Fui original al escribir y me he copiado, no todo lo prometido lo quise cumplir.
|
Poeta
|
|