Sólo ella es la culpable. Sí, mi madre. Ella es la responsable de este libro. Ella me dijo: hijo, ya es demasiado triste, dolorosa y trágica tu poesía. Me bastó para darme cuenta de que el mundo está afuera de mí, que es más ancho, más grande, más amplio. Gracias a mamá entendí, que el mundo era la poesía, que de él hay mucho que decir: tantas líneas que deben extenderse y transitar… A ti mamá dedico este libro, estas líneas que circularán en tus venas, estas líneas que te harán sentir el verano.
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Poeta
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