Poemas :  Desecado...
Desecado...

De
Seca
Do... ¡Hasta el pantano o el fértil lago!.
Campanean los pendulares morires vivientes.
En las vertientes qué al olvido impiden
¡A cada paso inventando!
El largo bañarse estrechando
Lo qué el camino sin retorno
¡Decora, decora, desecando!.

La panorámica indispensable del hambre
Del pasado accidentado, brisa y miseria
¡Del desaliento destacando el título!
Al puente fallido, flor y canto transformando
El borroso dueño de las cenizas
Al ritmo del andar por desatinos
Intestinos tinos a destiempo.

De
Seca
Do... Re, mi, fa, sol. Tantas veces aventuras.
De otras tantas desventuras.
Al mérito curioso del diálogo
Marcando al florecimiento la llanura
Exhaustiva colección de inconvenientes
De los últimos análisis un prólogo

Atenuado y pordiosero...¡Oh, húmeda sequía!
Inminente y agradecido... ¡Oh, lúgubre alegría!
En los escenarios de las carencias... ¡Riqueza!.
De
Seca
Do... Está el recuerdo en las reservas
pronunciadas... ¡Recitadas!
En la soledad conmovedora

Hospedera de talleres y mañanas de tallares
¡Por tallar tarde los tallos de las noches!
Tan vertebrales como prematuras y excluyentes
¡Desnudares qué la ceguera desviste investida!
Entre las personas invaluables
Andantes qué transcurren por el aire

¡Dónde los perfumes fluyen libres!.
En el fondo de una mirada, lejana, en las alturas.
De
Seca
Do... Con un poco más del incierto destino
¡Tinto y desteñido con frecuencia obscurecido!.
¡Oh, excelencia, sin cambiar a conveniencia!.
Destruyendo al mundo el desatino...¡Vaya sueño!
Tinto...¡Dónde queda invisible sólo el epílogo!
En la desierta humedad que seca el saco.
Antes que los imposibles atravesando
Los pasos impregnados de mil dolores
¡Historia repetida por ignorarse!.

De
Seca
Do... Una amistad mal hecha, sin cultivo
Del quebranto sólo fértil, cosecha decepcionada

Con el abandono del instante
Con el nadie en cada hueso
Con el sueño equivocado
¡Dónde el vacío crece sólo, de la nada cultivada!
¡Dónde fallece la esperanza, del futuro evaporado!
¡Dónde la fe muere sola, y la voluntad se debilita!... Húmeda de la realidad que seca.
¡Las vertientes caprichosas
cuando han desecado el pantano
junto al indistinto lago fértil!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez Pérez
Poeta

Poemas :  Perdida llama
Perdida llama

Al vapor del ciprés con mariposas.
Al calor amarillo de la esperanza.
De los parcos puertos puertas.
La nieve al techo está clavada.
La humedad al asfáltico trasluz.

____¡Perpleja Flama!____

La naranja en la bandeja.
La sirvió un taller de peces.
De cuatro metros de hoteles.
Al sudor del coche, café, negro.
Al ser anaranjada la bandeja.

____¡Desviada luz!____

De ser repleta del vacío enfermo.
La tarde, ropajes en llamas, latidos.
Al cultivar, con el cruzar, las piernas.
La cara, con el suelo, los brazos.
Al dibujar el tiempo cortante.

____¡Chispa ruinosa!____

Al estar arriba del tren, los ecos.
La noche y mañana, que envejecen.
Al olvido de la lluvia y la montaña.
La llama, llama al frío y al viento.
De ver, en puñados las tardes.

____¡Habla aturdida!____

De canciones de cunas traficantes.
Por el rincón de calles y diques.
De las rodillas de las abejas.
Por el precipicio inalcanzable.
De dónde, la velocidad, desaparece.

____¡Flama sensible!____

Que
Al sonido
Se dobla
Del fósforo
Llama fría
Y
Regresa
Por el llamado
Leche
¡Carne, piel!.

Del rebaño de las cordilleras.
Con la vida que tiene.
y da.
Al llameante.
___Fuego___


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Talla mecánica
TALLA MECÁNICA

En el estanque se retuercen los tornillos.
Por el orgullo de las tuercas.

¡Oh!____Insólito misterio del taller.

Mecánica talla.
Enorme herramienta deslumbrante.
Hierro, zinc, aurora del aceite.
Avalancha mejilla con pinzas.
En los signos eléctricos perfumes.

Talla del taller.
Cintura del pedal en la mañana.
Testimonio despierto del gato.
¡Mordiendo el vuelo de abejas!.
Triunfo del abanico que enseña.
Fábula sonora del espejo mudo.
Leyendas del humo amargo canto.

Estalla la canica.
Del principio obstinada.
La zanja sincero.
Exalta incandescentes nieblas.
Pálidas, gacelas, en juvenil paisaje.
Y de los reproches vacuos sorda.
Frígida gloria.
Del azul sereno.
Tórrido bosque.
Dos veces cansado.
Del tallar canicas.
Los tornillos, las tuercas gozan.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta