Poemas de amor :  Septiembre
Un día de septiembre te conocí,
Un día de septiembre sentí tú dulce voz,
descubrí el sabor de tus labios,
el calor de tus caricias y de todo tú cuerpo...

Un día de septiembre fui tuya,
bajaste el cielo para mí, me llevaste
al paraíso, me entregaste todo tú amor...

Y de la oscuridad, sacaste tú corazón
desencadenaste tú amor, me entregaste
las llaves y el candado para que sea
dueña de tú tiempo y de tus días
rendido a mis pies, juraste amarme,
por siempre, cuidarme, tenerme a tú lado
acompañandote eternamente...

Fui muy feliz, soy muy felíz, cada día al
despertar agaradezco a Dios,
por cruzarte en mí camino, por tanto amor,
por tanta dedicación, por amarme así,
por lograr llegar a mí esencia a lo
mas profundo de mí ser, como nadie lo hizo,
como nadie podrá..!

Autor: Patricia Rodríguez
Poeta

Cuentos :  LA SEMILLA (CUENTO DE HORROR)
La semilla (CUENTO)

POR : Alfie el Brujo

Toda ella era una conclusión anhelada, con las manos flotantes casi en conexión con Andrómeda, su boca sensual tampoco rechazaba lo infinito, adornada con un cabello oscuro que lejos de aconsejarme venerar el luto me traía a la mente los más apasionados días de Julio; la piel, tímidamente tostada de reflejos cetrinos, como la gente de mar, causaba escalofríos porque naturalmente, amigo mío, estas personas nacen febriles. Yo que siempre voy caminando semejante a los poliomielíticos con sendas herrumbres, movimientos inseguros de ánimos amarillos; no pude más que adorarle en cuanto fingió un poco de atención en mis melancolías ¡ah, porque haz de saber que todas se disfrazan!, empero cuando un día de los días de ese mes inmundo me aproximé a tientas, sólo auxiliados mis ojos, que son deleitosos, por el rayo de la luna filtrado tras la magra cortina de aquel hotel de proscritos, y examiné los suyos; un brillo inusual en el dúo me hizo estremecer de horror pues uno de los globos oculares era de cristal fino, ¡sí, no haz leído mal camarada! un lucero por completo de vidrio; pensé en huir, te confieso, así nomas de buenas a primeras, pero extraños son los movimientos de los sedientos, de los más escasos como yo que contrario a eso me lancé sobre ella llenándole de besos para después concentrarme en lengüetear la pieza falsa, un coraje me inundó súbitamente y con fruición succioné cuanto pude sin atender a las “nuevas” negativas. Fue tanto, hermano, que el ojo terminó por abdicar, lo paladeé en mi boca y observé la cuenca seca, aviste mi oportunidad: me acerqué y lo roí hasta provocar la fuga de un líquido de emanaciones corruptas y trabajé un agujero donde le coloqué una semilla de mandrágora; gran amiga de las tinieblas. Ya sangraba un poco, reajusté el globito y mira que me pareció un poco chabacano, la desaté, le dije mi nombre, que no está tampoco de despreciarse, y me marché.

No he vuelto a verla, pero tampoco es que esté con ánimos de recibirle saltando, que sepas que soy complejo, y detesto más a las tuertas que la cerveza caliente.

Recuerdo que lloraba…pero no estoy seguro.
Poeta

Textos :  Una mañana cualquiera *(cuento fantástico)
Una mañana cualquiera

*(cuento fantástico)

Son las 6:00 am en Júpiter, X3 salta del enorme cocotero cósmico y se sacude los quince proxs aún tiene sueño pero se viene un día pesado, es hora de adelantar trabajo.La mayoría de los caminos están casi vacíos ,circula un viento suave cargado de polvo estelar y algunas jaibas marcianas que emigran cada año, X3 se queda observándolas y es que vuelan tan rápido que casi no se distinguen pero eso no es problema ya que muy pronto logra cazar una con su enorme lengua batracia; un delicioso desayuno...piensa.
Esa madrugada tiene que viajar a La Marinalita para preguntar por los huevecillos celestiales, hace mucho se fueron en el lomo del dragón dorado,él estaba lejos del cocotero cósmico,fue un gran pesar no poder evitarlo.
Va y a lo lejos otea a su amigo X1002, éste levita despreocupado sobre los sembradíos de gusanos carmesí, lo saluda y continua de repente un hormigueo lo recorre; X3 escucha el chillido de los huevecillos celestiales pero es el eco solamente traído por el viento ya que están a galaxias de él. Localiza un cocotero abandonado y salta; comenzó la lluvia de estrellas, quiere terminar sus pendientes pero se desvanece ,se desintegra ,miles de jaibas marcianas se hacercan a devorar su cadaver, cinco meses de vida es muy poco tiempo.
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DA CASTRO SANTACRUZ
Poeta