Poemas surrealistas :  Somniferoide
Somniferoide

Desastrada
La
Noche
Se
Desata
¡Desde Hipnos a Morfeo!.


Esferoide crepitación almohadillada
Una
Vez
De

Muchas.

De gris invierno un día vestía dormido
la figura de un embrión falsificado
moviendo las botellas encendidas
en el cantonear manipulable
al capullo monocorde
del glacial sol

del manantial
bebiéndose
una roca
rala

mal
Y
Del
Marfil
Frente ala
Alberca vuela

En los billetes.
Carcomido y acuñado.
El cobre pordiosero tímido.
Entre los temidos plásticos rufián.

En las facilidades inventadas efusivo.


¡Esferoide somnífero entrambos!.
Hipnos y Morfeo, Cronos y Afrodita

En la noche, ébano, ciprés y almendro.


Entre suspiros las escaleras rápido subieron
Más allá del papel observador sagaz

Al tren de niebla dulce y de insolente risa

De la tenacidad sonora
Del esmalte imaginado
¡Con el bolso negro amorfo del débil siglo!.
Cubierto con la plancha blanca.
¡Al paso del monstruo y muñeco de trapo!.
Con toda la inocencia de la loción de toalla.

Entre los paralelos del tráfico de huesos.


¡Somniferoide!.
En la andanada palpebral empestañada.
La desnudez descubre al alma.
En la sala de las voces apagadas.
La colosal parada y aguerrida.
En las mesas solas de la cucharas.
El montículo encomiando.
En los ojos fijos de los pisos.
El apretarse circunscrito.
En las paredes descaradas hojas.

¡Lo creíble cree soñar posible!.


Paladear al sueño lento.
Entre las ventanas amenazantes.

Orozuz dorado enrojecido.
De los labios vibrantes.
Emocionado trasnochado.

Amando.
Solo.
La serena imagen.
De los espejos despreocupados.
Y la tolerancia desempleada.
De la sirvienta durmiente.
___¡Encapsulada!___


Donde quedaron.
¡Sin expresión las calles!.

Y los metálicos ladridos.
Y los mínimos ladrillos.
A lo lejos, atestados.
Haciendo fila.


¡Somniferoide!.
Lo dejaron.
Destilando los martillos manos.
Y los rastrillos, pies de esfuerzo.

¡Al infelíz parpadear de los cristales!.

En ella.
En la esfinge nueva del coloquio.
En ella.
En la pared de octágonos rellena.
El está.
Cavilando empastando al librero.
El está.
Agarrando la manija del delantal.

Como
Dormido
Y
Despierto.
Encerrado en el camión de golpe.
¡Saliendo en un ataúd a las estrellas!.


Musicales esferas que duermen.
Los más allá cercanos.
Al tocar el saxofón de espaldas.
Y las piernas de arriba.
En la decisión del cigarrillo.
Donde una pared brinca.

El
Instrumento
Burda barda.

El sueño esfera puntiagudo.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta