Poemas :  Gracias a tí...
Gracias a ti...
Autor: Názim Hikmet
Turquía 1902-1963.

Poeta, dramaturgo y novelista. Estudió Ciencias Políticas. Obras suyas son: Telegrama Nocturno 1932, La Ciudad que perdió la voz. 1933. Y otras muchas más. Esta es versión de Fernando García Burillo. (Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)

Gracias a ti
cada uno de mis días es un mundo limpio y perfumado que huele a melón.
Gracias a ti
todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol.
Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza.
Gracias a ti late mi corazón.
Gracias a ti
mis noches más solitarias son como un kilim de Anatolia que sonríe
desde la pared.
Gracias a ti al final de mi camino, sin llegar a mi ciudad,
he descansado en una rosaleda.
Gracias a ti, no dejo entrar a la muerte
que con sus cantos llama a mi puerta
vestida con sus más sutiles ropajes y me invita al gran descanso.

Poeta

Poemas de tristeza :  BUSCANDO TU AMOR
BUSCANDO TU AMOR
Poeta

Poemas de tristeza :  El amor es así
EL AMOR ES ASÍ


En fin, todas las cosas se deterioraron
por algo que no tiene significado.
Tal vez así sea el amor, y si es así,
¿cómo será el dolor?
Una cosa cuasa muchas cosas,
alguna veces dolor, otras veces tristezas;
¡un día hay amor descontrolado!
¡Otro día celos amargos!
Causando rivalidad,
¡tal vez a miedo de perder...!

¿Qué más puedo decir?
Tal vez tengas razón,
si te cantara una canción,
¡no la guardarías!
Si te preguntara muchas cosas,
¡no las responderías!
¡No salgas del texto de la vida!
El amor suele ser dolorosa,
la traición suele ser amarga,
inescrupulosa...

Mal acostumbrado
he quedaddo sin tu amor,
has dejado en mí una forma de vivir,
sin ti no sé qué hacer.
Una cosa daría por verte junto a mí:
"Mi corazón",
Para que hagas lo que quieras con el,
no gritaré lo que he pasado,
ni me olvidaré.
Sólo sentiré que un día,
yo de ti me enamoré.


Autor: José Monnin elpoeta
Limpio-Paraguay
[email protected]
Poeta

Poemas surrealistas :  Ofidiosamente
Ofidiosamente

En esa metálica serpiente la mordida
es de abatir y aserrar
porque nada importa en las tinieblas
hostiles y deslucidas
En
La
Mordida
Ofidiosa
Mente perversa....

Metálicamente ciega del día en la ronda cautelosa.
De la pureza del infierno al fondo,
de la cereza del acordeón al filo,
de la ráfaga del silencio al morir.

Ofi-Diosa-Mente.
Entre
Cada laberinto de preguntas,
inesperadas, del rostro limpio,
del rostro abrumador vendido.

¡Percance asalariado!.
En el árido dolor de los dedos apretados.
¡Contrahecho y falsabraga!.

En el pulso escondido de los susurros.
Ofi-Diosa-Mente...
Con el oprobio de la insolvencia.
Fútil diligencia del reptil.
De lo nimio inconexo.

Al contacto de la inmovilidad,
en las garras de la herradura.
¡Mente decreciente!.

De los huérfanos zapatos.
De los pobres entusiasmos.
De las horas libres... ¡Del campanario!.

Ofidio
De intempestiva crápula
Diosa
Orgullosamente enmarañada
Mente
Entre las diabólicas retóricas
Entre las tretas extemporáneas
Mente
Del razonar transpirando angustia
Diosa
Del papel de la ojerosa laringe
Ofidio
De un lado afilado, bote de basura
Mente de marbete, marasmo y marañero.
Es
En la servilleta indiferente.
Todo lo elegantemente turbio.
Por
El
Suspiro
Descolgándose.
¡La sorprendida mordedura!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Al dormirse... (Anticuento)
AL DORMIRSE
(Anticuento)

Escapó de un sueño, escuchando todo,
aquélla hermosa, trenza, dando saltos, en las direcciones de las plumas. ¡Vuela, el gusano!.
El gusano, al reptar culpable del anillo,
la muñeca. ¡Ácida extensión carente del destino,
prohibido!. ¡Liberado quedó!.

Luego...
Insultando el rostro pordiosero limpio del bolsillo, protestando, fabricando, las horas asustadas. (Lentas no duermen iguales). Por el bosque curioso, con la fila en la colina de los insectos, amontonados, impacientes después de muertos, infestados y narrando, anda ante nidos núbil, entre praderas al volar del patio joven.

Al dormir, sé, me dices del soñar saber.
De saber al dormir, sé que sueño, lo sientes,
Y ella, la almohada en los colchones piensa. Cariñosa.
La voz suave dulcemente susurraba a las paredes,
fingiendo abrir cien cerrojos el apetito frondoso,
mensajero visitante sorprendiendo fielmente las vasijas del alfarero. ¡Sueños, del barro, acero!.

El, gusano, lo sabía... En la pasión incierta.
Lo sabía, el gusano... ¡Cierto día ahí!.
En la choza. Entretenida la pobreza adornaba con cerámicas al oxidado aluminio del callejero bote del rincón no conforme aquélla, misma, tarde.
El. ¡Gusano!. Volando en la mirada cuatro paredes, en la vereda cauta, vil bebía la chusma.

Y
Luego, dobló al después, bajo el zapato, con un paquete de entonces, color de un sin embargo, y antes del saborear el no obstante.
El.¡Gusano!.
Sí, sí acaso no lo era... ¡Había dejado de serlo!. En la esencia del gusano solo.
Estuvo... ¡Justo en la mitad de ese instante!
En la orilla perfumada del olvido, del origen.
Entregando las cadenas de las escenas,
al autor popular de las trompetas,
equilibristas, las palabras por lo...menos reflejaban lo contrario. Sin vestir de lujo las galas de moda y la rapiña de las nueces en apuros.
Al
Dormir
Sé... Decía, dormiría la memoria del tiempo inmóvil.
Y...Escapaba entre las líneas de los textos, nocturnas nubes, sábanas ingenuas y sonrisas desflorando los valles que alumbran soles extintos, entre miserables castillos y las astillas hasta desfallecer, el vuelo poético de las ruinas, renovando en los duros latigazos, espinas de preguntas, coronas en torno a la garganta de los tigres, y las cosas regionales escondidas en las faldas de las bodegas, que enzarzadas chillaban.
¡No aquí, hay desperdicios de porcelana!.
Hay grandes cantidades de promesas
del torpe tedio un sexteto dibuja pendulares brumas, y de las orejas nada muerden al silencio, ausentes, más aliviadas, las brumas, dando vueltas a la enorme desgracia ignorada, que declaraba no haber, gracias a la brillantez de su infinita perfección, que se deslizaba entre los muros obscuros, temblando sin remedio de vez en cuando, acariciando al precipicio que contemplaba satisfecho, la quimera del volver a la normalidad, ala desplumada, vuelo del relámpago perenne, y luego al mismo luego dejando atrás, agradeciendo al cielo estar fuera de sí.

¡Al dormir, sé, dijo... Sé decir del sueño vígil!.

Al menos, al más inmenso ínfimo que nada ignora del sabio.
Y piensa no morir viviendo, y menos ahora, que de gusano pasó al polvo. ¡Y en el polvo los gusanos se esfumaban completamente!.
Al dormirse, fue apresado al despertarse,
hecho candado, y al dormirse. ¡Escapó!. Su sueño solo del dormirse ayer.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Con el corazón
CON EL CORAZÓN

Con
el
corazón
plenos norte y sur están inquietos,
sin el conocimiento, que no se atreve,
a tenerles rencor en las limpias aguas,
del otoño, en el lago, donde la luna es más blanca,
del verano, en el río, donde el sol es amarillento,
del invierno, sin nieve, donde el hielo le llora.
Con el corazón

Como el mar, en su flauta de viajero, refleja,
insondable en su brillo de suspiro, regresa.

Así es
el amor, el fuego, el viento, de color idéntico,
infinito, el cielo, el aliento, de sabor idéntico.

Helo aquí,
alcanzado, profundamente entremezclado de pureza,
en la verdad, del honor, humilde, soledad, amistosa.

Y
una vez
divina paz, alfileres de oro, jade musical,
quietud, joyas preciosas, raras bellezas,
sonrisa que vuela y no quiere ser misterio,
sonrisa que sueña y si quiere ser,
presencia vista.
Y una vez divina paz.
Una vez,
divina paz.

Mas, ayer, menos, mañana, en el hoy profundo.
¡Otra vez qué vuelve, y se queda, otra vez!.
Sin el mundo, el tiempo, el espacio, el hombre.
Sin sufrimiento, ni el cielo ni la tierra.

Hacia un mañana donde pasado y futuro sean, simultáneos, y el tiempo y espacio uno solo,
y la humanidad sea tan divina como su creador
en todo lugar y sitio de la voluntad eterna.

Con
El
Corazón...Sin él, ó, a pesar de él.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Soñar de un lápiz
SOÑAR DE UN LÁPIZ

Dormido, dormido.
En los paisajes de un lápiz.
Tenía, tenía y tenía.
Tenía un sueño. De martillos.
De martillos imantados.
¡Qué dibuja sin orillas un reloj!.
¡Qué miran los peñascos de las venas!.
Ríos, valles y montañas, sin cuerda.
Un lápiz, un lápiz... En la campana insomne.
Empapeladas superficies.

Soñar, sueños, soñados, soñando y soñando.

Un
Lápiz sueña... Desdoblando cicutas moradas.
Moradas, en la mora, morada de infinito lápiz.
Por él... Borrador. Arrobador. Limpio.
¡Cáustico, selvático, efímero!. Todo un lápiz.

Soñar, soñando qué sueña.

Soñar qué sueña, un lápiz, sí. ¡Un lápiz sueña!.
Soñar qué sueña... Y si alma tuviese, se conmovería.
Sé, sé. Ser algo alguna vez. Lápiz, pluma, ave, carbón.
Entre vaivenes, sobresaltos y traspiés.
Cuando, abajo. Flota. La madrugada clavada.
Y quedaba en la mano una mancha.
Después de náufragos intentos. ¡Montañas!.
¡Montañas de cartón!. Ríos de papel, valles.
Valles sin orillas, dónde un reloj delira.
Emborronando el paisaje. Por el lápiz.
¡Qué dibuja superficies!___¡Reloj sin cuerda!.

Y seguía soñando, soñando y soñándose un lápiz.

Dormido, dormido, un reloj delira. Ceniciento.
Azucenas inmortales y serenas.
Con la luna de fuegos dulces.
En la manecilla. De minutos y segundos.
Un ceniciento reloj delira.
Inmortales y serenas azucenas.
En la mano. Un borrador. Arrobado.
En él. Intento aislado.
¡Qué paisaje limpio!. El de la mano.
Con fuegos de dulces. La luna. El lápiz.

Lápiz de minutos, lápiz de segundos.
En
La
Manecilla. ¡Un reloj delira!.
Martillos, martillos, martillos.
¡Martillos imantados!.

Lápiz en su tinta. Náufrago sin mancha.
Por el cartón de intentos. ¡Qué sueña!.
Por la mancha del dibujo.
En los paisajes del viejo lápiz. Dormido.
Un sueño, amartillado de lira. Lira qué delira.
Un reloj... Imantado por los ayeres.
¡Doblados, tejados, huracanados!.
Con las venas de las madrugadas.
Con los peñascos flotando bajo.

¡Ah!.
Si fuera sólo sueño. Embriagado el horizonte.
Esbelto el brazo, el pecho. ¡Color alambre!.
¡Perdón sin piedad por las rodillas!. Del grafito.
¡Pared audaz. Del agrio azahar!.
Nada, nada más pegajoso hollín. Fatal collar.

¡Ah!.
Si
Sueño
Si, sí, sueño fuera solo.
Nuevas.
Campanas.
Flotarían. Nuevas campanas,
flotarían las madrugadas.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  En el divino sol
EN EL DIVINO SOL

Moría paso a paso por la orilla.
Del árbol que aguarda cada montaña.
En la hierba sobre la carreta.
El tiempo triste y cansado campesino.
En la rueda qué reclina lenta.
La tarde por los malos caminos.

¡De sol a sol!.

Moría sin cesar soñoliento y fatigado.
El enorme gemido del viento tosco.
En el tronco insatisfecho cada hoja.
Bajo el sol marchito nacido fragante.
En la flor nido de cada mañana.
La cañada ardiente de anhelos.

¡De sol a sol!.

Moría con el polvo aventurero.
Añejo estruendo de vagabundas nubes.
Bajo el impulso vertiginoso del ave.
En la carreta del tiempo denso.
En la repetida escalada de paja.
Montaña apetecida en la regada sequía.

¡De sol a sol!.

Moría tan limpio y sosegadamente.
Vestido de resplandores discretos.
Alegre brisa serena y fresca.
Por cada ola y centella, del milagro verde.
Fuerte vuelo de ensueño por el agua.
¡Sano canto qué alumbra cada despedida!.

¡De sol a sol.!

Moría grandioso---Transformando vidas.
Moría hermoso---Cultivando el alma.
Moría mil veces---Palpitando luz.
Moría al mundo---¡Eterno existía!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta