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SugestionadoAnhelo volar, pero me brotan escamas, anhelo callar muchísimo y me azoro. No hay hoja seca que no sea resta, no hay sombra noble sin desenfreno.
Anhelo escuchar, pero me trago brumas, anhelo esculpirme, pero me invalido. No hay futuro callado que no estalle, no hay fruta ni raíz de viento lento.
Dormiré, pues, antes que podrirme, aliento descarnado, hueso del eco, modelo caduco sentimiento en fermento.
¡Adelante!. ¡Adelante!. Nada sé del morirme, adelante, a comer lo ya comido, adelante riso, fecunda tu risa.
Entre más viernes menos madejas, más lunas y menos miércoles. Por eso, el pino perece pétreo.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DE LOS BIENES… (Castellano Medieval)
Faser mi bien puedes en un tanto fuego De acto muy luctuoso Fortunas muy prosperadas Del que pasa e non alcanza De tomar cuanto pudiere.
Por que escuro e sin luna estoi de cueros crudos calzado e los ojos llorando llenos de hielo los piés. Mas por malicias perversas por armas por cierto non.
Llorad conmigo paredes La mi vida tan amarga De lágrimas faziendo tinta Quise sin tienpo con seso ser homne. ¡Ó singular fortaleza por fuego ganar franqueza!.
Son ya tanto istoriadas que serán demasiadas.
¡Ó noble animosidad!.
De la patria a quien tanto Natura me obliga cuanto. Por amor e afeccion. Tantas cuanto Por turbidas nubes el cielo rasgaban Tantas Q´el sol se escondía.
E lloren mis tristes ojos de sangre purificada por mis ojos estallida una pérdida tamaña lloren todos mis amigos.
Fartaras tu fambre con mi negra suerte.
Las que yo desir sabré Tan luengamente enojado A veces quien mucho peca Es más espiritual. Que de cobdicia, e crueza De luxuria e su vileza Linpios e guardados sean.
Buen seso e buen razonar virtudes sin vanagloria.
De muchas cosas pasadas Las cuales muy bien ditadas. Falla oro e despertando asaz enplea sus dias en tanta desolación. ¡Para la iluminación!.
De los Fechos malos e viles Los coracones gentiles Faze de yerros guardar.
De frutas rosas e flores E de suaves olores Por la mar e por la tierra Constantes firmes estables Como oro entre la escoria Con subjeccion e humildad Ofensor de la maldad.
Con toda la su adicencia en la cama ni en reposo. Bien verá que non en vano.
Valiente e muy esforzado. Que la virtud resplandesce escogida e esmerada sobre cimiento muy llano. Es bien digna de llamar Tan fértil e abundosa Puesta en el cielo estrellado.
De esfuerzo e de sciencia non fallido nin menguado. Quien sabe por que florescen Los malos e indiscretos E por escuros secretos Buenos e justos padescen.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ESTAFERMO (Ultraísta)
Estuvo una mañana azul en parte hecha de sueños metálicos Los labios venden hielos con el añil en el muslo del río Eco de las rendijas con alambre metabólicamente sonriendo al salir
Del cascabel telúrico en sazón Las campanas abren las ventanas cuando anida la noche sin frutas Sembrando jaulas en un pájaro
Silencio horizontal en nanogramos dispersos en el verdor estelar gastado con espejos angustiados Luego las casas despertaron en la seriedad almidonada rosa de artefactos al insinuarse
Con el espasmo del colchón lleno de domingos en cuarentena Por el cándido disfrute termogénico al transparentarse el traspié desnudando al escondite inclinado.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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POR EL AMOR
Dorado al trono el cenit asciende Un sereno día al copiado brillo Subiendo a la mitad del cielo Rueda luciente que pausa pide A la noche triste calmo sueño A la luz distante un pálido reflejo Que camina de frutos lleno Con la rosada aurora al margen Por El Amor Fantástico Y glacial Y especial A veces ¡Perfume salvaje, arroyo sombrío! A veces Por El Amor Se vive y se muere, se goza y se sufre Entre la sombra y la luz, fuego helado Húmedo al sueño implora el trino. ¡Por el amor, por el amor!.
De la elevada cumbre cuando amanece El hierro oculto al sobornado siervo Que solo escudo de su sombra tuvo Una tempestad de horror en torno Torciendo al dulce y reposado sueño Con aquéllo que la noche encubre Al ruiseñor en las hojas escondido Por el rigor del amoroso llanto. Por El Amor Tal vez Un fulgor Primero De lámpara Virginal signo Una vez intensa Una vez ingenua La mañana En ese momento En ese lugar En esa nube Tentadora En la sagrada memoria. ¡Por el amor, por el amor! El fanatismo impío la tierra inflama Con la faz marchita del dolor nublada El mar esconde y borra su verde espuma Entre la pena su soledad sublime y seria Al escuchar los ecos del humo frágil Al deseo del ensueño delicioso amor Al sembrar el encanto descontento. Por El Amor... Por el amor...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VÍNCULOS POLIÉDRICOSBeatíficos En las blancas noches sin tarde Porqué a las estrellas bebe de las futuras frutas furtivas el inexorable tiempo del humo en los primeros ojos del sueño de la vida...¡Ámbar ebrio!. en las palabras brisas del áspid del rostro embriagador vacío vínculos de metalurgia. Poliédricos Saltan Los misteriosos relojes Al oblicuo diapasón avieso Al fondo del aroma diáfano En los vientos anudados de placer En el cabello arbolados de dolor Por el rubí de copas caballerosas Por la primavera frágil insatisfecha ¡Quebradizos vínculos a lo lejos!. Vínculos inestables brillan briosos En las campanas de voz embriagada disolviéndose a lo lejos en abismo inútil arrojan azulados instantes calcinados agridulces vinagretas agrietadas. ¡Poliédricos vínculos poliédricos!. Disperso el mar en una gota Del poligonal soñar apasionado Entre polifónico aliento enardecido Por la piel polifacética diseminada En la contracción del mismo suelo Las veredas bajo el agua pulen En la rueda del sacrificio rauda con la cauda existencial de madrugada una luz inútil brilla lento, al gris del tedio, cruel, sin esperar ya más. Flamas ni poligramas. Vínculos por la blanda voz de flautas Poliédricos al humedecer al fuego cenizo Vínculos por la esencia colgada del canto Poliédricos lejanos amando al eco ligero Vínculos al suave acento qué dulce brilla Poliédricos por el sol ligero de humildes En la noche agreste del astro pródigo En la tarde poblada del olor de flores En la brisa seca del recuerdo renacida En la nube qué el viento inmóvil baña...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ESPIRALES AFILADAS
Porqué erraba con hierro al destierro...
Con el misterio de la epidermis en la fruta de la brisa recortando al dedo azul las letras dados de pájaros y bronces.
¡Dónde errarían con herrería al desatino!.
En el cabello humillado que vuela y sabe a viento y bofetadas y a rodillas masticadas por las velas de los mirtos.
¡Aunque yerre la nube lloviendo!.
Gladiolas de ojos bellos detrás de los barrotes traicionados por la voz del escondite fragante Tan puerta, tan ventana, del vidrio agrio.
¡Eso que hubieron errado con certeza!.
Haciendo de la aurora espinas y zapatos en la faz tridente de corbata suave hacha del placer alambicado cada escritorio servil al miedo.
Dónde sólo yerra el fuego al calentarse!.
Con el carácter precursor del retroceso En la tercera percepción de la indolencia En la mirada pescadora de los topos Con las escamas tejedoras de retinas.
¡Porqué descubren a la verdad sus mentiras!.
¡Errad, errad, con hierro y fino desatino!. Lápidas alegres columnas de silencio Medallas óseas monedas piadosas ¡Espirales afiladas de la espina enriquecida!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HABLANDO DURO DORMIDO
Corrió tan extraño que pensé despertar tan rápido como fuera posible. Ese sueño se escondió en el corazón del tiempo azul, bajo la almohada dormida. El suelo está trepando con el temor labriego del gusano, y un desnudo recuerdo, inmortal en el aire asfixiado por las trompetas de las piedras piadosas, que destejen la obscuridad bajo el agua perseguida por las débiles pestañas. ¡Duro hablando!. Pues el mástil brotaba explosivo, las cataratas tejían metálicos anhelos, y los pantanos lloraban entre sus jaulas de espuma, dejando gotear a las campanas del embrujo huesudo. Lívida la vida y espléndida la tumba.
¡No, no despertaré al inclemente hueco feliz!. Bien lo sabe cualquier éter, en la fruta desmayada, tanto como por las charcas del ámbar temblorosas, y entre los milagros ancianos con la envoltura urgente y la raíz por guarida. ¡Es tan difícil imitarse sin estar desesperando a las auroras del cereal desayunado!. Ninguna fórmula seca, saca al saco que aprieta, ni al cemento en un invierno de terciopelo deteriorado por el fuego, que inmisericorde se jacta del siniestro bosque estrangulado por la más mínima pesadilla que adormece, inmóvil al almendro sobre la alfombra de las nebulosas.
Pensándolo bien, el color del perfume es tan oportuno por el vidrio, y el rencor de la mañana olvidada, que al reloj nada le importa, que aspira tenaz el aliento de los fantasmas, y habla con las letras de palabras, que ligeras desconoce, de la angustia, que llueve seca, entre la pasión presa de una retina agotada por el siglo perdida.
Pero, al igual que algunas plantas, ciertos sillones son incapaces de producir sus propias ideas, y depositarlas en el intestino del destino por donde el rocío cuelga la voz extendida en cien hectáreas. Además, la forma es vigorosa y tiene la esencia de roedor, acosado entre candados de bolsillo con plumas de gallina, y la figura de un osito. Y precisamente, a ésto me refería, en cuanto al uso de la energía después de un año, y que la tradición estipula hasta la cumbre, que deslumbra a las reliquias del agua, incluidas la oficina organizada por el escritorio del menosprecio de las tejas verdes, y el mandamiento adinerado, súbdito letal del valle de las sombras, y del césped poco apetecible que emigra errático en las hojas, y en las protuberancias del tizón que se adueña duro de los alfileres de las náuticas empresas veterano.
Si bien, algunos colchones lo creen fácil, hablando duro. Y más, con la naturaleza audaz, del amplio equipamiento y el lujo de una desesperanza poderosa, al mostrar rasgos rudimentarios de pelambre, tal vez a manera de aislante, sobre todo para mantenerse, y nutrirse al dormirse.
No obstante, los escarabajos difieren de los intereses de los nemátodos, y las hormigas en los túneles insidiosos después de consumidos. Pero, hablando claro, e ignorando lo anterior, la tormenta estaba casi en una silla en bancarrota, y al despertar exige la excavación oxidada del arroz jubilado, donde el divide y vencerás da paso a una nueva era de laberintos comunes, que dan a su vez rienda suelta, a todo lo que no está claro, en la córnea con su limbo implantado, sobre todo para probar los límites del embrión por docenas.
Hablando duro, bien sé que ésto no será la clave, a pesar de la estela conmemorativa erigida gracias a la compasión del telón de fondo, ni al episodio del mosaico libre de las tortugas, donde el guía, gravita en la tortura de los tibios, sudores que se opacan, y se entristecen, con buen apetito. Recuerda, me dicen: Hay que tener al perdón como amigo, y esclavo, como el veneno letal, lanzado al abismo del olvido.
Ya solo los cerros cuentan la historia, de las cuevas, ofendidas, ennumerando, los más importantes desempleos de los platos, que comulgan con los astros, resignados, valerosos y sumisos.
Finalmente, y como no es posible dar marcha atrás, la vela salió por la penumbra, optó por soltar su luz, y enmudeció blandamente despierta.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TE INVITO (Texto Surrealista)
¡Ven!... Vamos a escribir con el trueno ligero que flota con la sombra de la miel en la punta del cabello. Sobre el caballo inexplicablemente menos caballo que el camello del agua, y del agua suspendida detrás del arado que huye, que anuda nubes desnudándose, y apaga un arco iris que ha descubierto los cachorros de las calles, y semáforos angustiados hasta cien kilómetros cuadrados. Tal vez no lo sepas, ya pueden ser feroces en las frutas de seis meses, y calculando como pueden ser las moscas, cuando se instalan nuevos focos, que permiten apreciar los días desconocidos, en la evolución de un mes.
Escribamos de la falla geológica más certeramente circulando cerca del camino antiguo por la debatida irritación de una eventual parada brusca. ¡Sí!... Escenas como ésta, dejan el terreno agreste, y escurridizo, y la calle vertiginosa de los libros que mejor guardan el dinero escondiendo la consciencia que es reemplazada en caso de pérdida o robo.
Mira, esta cueva ha servido para los rituales de los grillos y los sapos. Incluso ilustra sobre las siluetas de las mantarrayas del desierto que nunca más volvió a sufrir con la misma fascinación de las épicas blandas, ni con las expediciones del vaso y la cuchara que son tan vidriosamente plásticas, que ignoran la sed y el hambre, a pesar de las circunstancias adversas en el papel y la tinta de las cascadas calcáreas.
Bueno, sabemos que sólo había algunas abrasiones por la noche antes de acostarse deteniendo la caída del cepillo que revierte el proceso de la miniaturización y sobre todo de la ética boca arriba, en particular en un panteón inexplorado, y de forma gratuita con los mejores resultados.
Escribamos que no a todos nos invade el reluciente edificio independiente y permanente en compañía de toboganes y remolinos, que la mayoría de la gente evita como vertedero de basura disfrutando del viaje dónde los cocodrilos atacan con las preguntas de la escuela como la vieja máquina de coser para protegerlas del sol. Acuérdate como crece un centímetro al año pasando por los deportes extremos, afirmando que es posible admirar los parajes de cadáveres y herramientas, las viviendas sin trabajo, y la blusa que viste de piel dos pares de cuernos de antílope postrado ante un sencillo ladrillo, una taza, cartuchos de balas y un silbato.
¡Piénsalo!. A medida que la humedad crece por el rescate de los platos, y de estar cara a cara con los osos perezosos, las termitas hacen huelga independientemente de las lagartijas, más la demora, capital e intereses, en nada dejan de alterarse derramando la fuerza del turbión, y el drama eléctrico, justo al deshojar las entrañas de mil ausencias.
Mira, te invito a escribir por lo que está ocurriendo al azar, y por la diversificación del miedo y la tristeza, en las montañas entre los remotos latidos color malaria, y en respuesta a las preguntas que se funden una con la otra, llegando a preguntarme el porqué te invito de esta manera. Pues bien, no lo sé, pero creo que debo hacerlo, y sólo sé que te invito, te invito y te invito.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TRASHUMANTE
El instante ha tocado las alas del violín, que llena el aire de alfombras en los frutos, de las miradas saladas perennes flores, abriendo el vientre efímero del pasado, en las manos invisibles del pecado.
Trashumante. ¡Oh!. Trashumante.
En los portales imposibles del pescado. Está la ventana murmurando soñada. En cada vela en cada esquina encalada. Viento de acero bicicletero, mientras, enrojecen, los deseos saltando las paredes.
¡Oh, trashumante!. Trashumante.
Escondido entre los sillones bajo un zapato. En el techo que se bebe al tiempo. Donde el mar es apresado con un dedo, de dulce lamento, en perdido pañuelo, hecho entre la sábana un sábado.
¡Sí!... Trashumante, trashumante.
Empeñado en ser algodón, carguero ligero, de trenes desesperados con los bosques, al desayunar venados, las mismas letras. ¡Que toman las palabras y las borran!. De los últimos delfines que las escriben.
Trashumante. ¡Sí!. Trashumante.
Bajo el rojo del cabello azul del caballo, amarillo del negro colibrí, con la blanca, sonrisa del perfume, al correr las grises, cortinas del sol, al bañarse las alfombras. ¡Con la voluntad de las nubes desnudas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Viendo al Futuro
Porque cada futuro nos mira con las frutas secas ya pálidas y desde sus cenizas en el salón de las olas lunas de lanas y de espejos con la niebla de las hojas que destejen los columpios de nácar donde las lámparas adulan nieve tibia por la enorme ola gris ya la novedad desconocida de la lengua en la ventana de una nube con los hilos del mañana que se fueron entre ayeres allá con las serpientes piadosas ya con las garras de la brisa rosa en cada gota de las mudas lila de nudos de golondrinas café por el cuello largo del futuro pasado sin presentar luz
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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