Poemas góticos :  los buitres
Hoy me volví a sumergir en la putrefacta marea de la soledad, la arrogancia casi palpable de mil demonios riéndose de mí hace sangrar cada uno de mis poros.
Me pregunto: ¿cuan desgraciado fui para merecer que me dieras la espalda?
Tus lágrimas de sangre se clavan a cada segundo en lo más hondo de mi atormentada alma. El despojo de lo que solía ser yo, se arrastra lastimosamente hacia ti, mientras varios buitres trazan círculos sobre su cabeza.
Implorando tu indulto, recibo como respuesta una estocada de tu lanza en mi costado.
Con la cara hacia el sol, que ahora ha adoptado un enfermizo color azul, me doy cuenta que los buitres que descienden hacia mi inerte cuerpo, tienen plasmado en sus rostros algo que me resulta familiar: uno tiene mis miedos, otros más, mi coraje, mi orgullo, mi vanidad… y al escuchar un extraño ruido, hago acopio de fuerzas para mirar a la izquierda, donde se desploma y cae muerto, el que tenía plasmada mi esperanza.
Poeta

Poemas surrealistas :  Gota sedienta... (II)
GOTA SEDIENTA...(II)

Con la fría sed de los desiertos apagados.
Y los óleos espesos de los pies camino.
¡Hay naceres nacarados y emplomados!.
¡Hay intactos matices incompletos!.
Rayos y reflejo]s circulares.
En la sola soledad qué huele.

¡Gota, gota!.
¡De sed gota!.
¡Una sed gota a gota!.

A entraña extraña del consigo.
Mismo cambio acumulado.
En el volátil encuentro.
Del vacío compañero.

¡Despedida!.

La presencia de finales mañanas.
En la sed del saber, ser sólo.
¡Lo único qué somos!.
Siendo instantes detenidos.
Mitad aquí, mitad allá,fragmentos.

¡De sed gota!.
¡Una sed gota a gota!.
¡Gota, gota!.

Una vez en la totalidad plena.
Y otra, inmensos fragmentos.
¡Sólo simples infinitos!.
De plenos planes y picos planos.
¡Al sabernos avernos arcillas!.
¡Burbujas qué se creen eternas!.
Egoístas relojes del tiempo.
¡Espacios inconscientes!.
Adorando divinas ignorancias.
Del sueño espía, espiga, espina.

¡Sed de una sola gota!.
¡Gota de sed!...¡Gota qué gota!.

En La
Sed, sed, lo qué somos
En
El
Agua, sin ahogar nuestra gota.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta