Poemas :  Octubre
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
el infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente

Pensé en arrancarme el corazón y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
el ancho surco del terruño tierno,
a ver si con partirlo y con sembrarlo,

la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
Poeta

Poemas :  Infinitesimal
INFINITESIMAL

Como en las escultóricas fronteras del infinito.
Mas
Hablan las espirales con soltura.
Claro
En la emoción del regalo.
Que
En los tigres susceptibles.
Nunca
Imagen tres veces receptiva.
Más claro
En la paradójica presencia.
Que nunca
En los fotográficos halagos.


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Desnudas.
Accesorias nubes de una gota.
Desolada.
Abundante rebelión del gato.
Desordena
do.
Animando plásticas orugas.
Desnudas.
Desoladas.
Desordenadas.

In
Fini
Tesimal
Mentenamorado

En los himnos, de las fragancias.
Fronteras de las ortigas.
En las circundantes.
Preguntas caminos.
Como hay ahora. ¡Fábricas de los criterios!.
En los cánticos estériles.
In
Fini
Tesi
Malmente. Repetidas mil bondades.

Como
Museos de las novedades.
Como
Muestras de los invisibles.
Caminos
Salpicados de martillos.

De pianos enanos.
Guitarras miniaturas.
Infinitesimal camino.
De
Legendarias partituras.
¡Sinfonías!.
Al contacto de los años.
Impensables.
Pinturas de vértigos y abismos.
Entre.
Los.
Amores.
Inmediatos.
¡De los fósiles recuerdos!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Menguantes marionetas
Menguantes marionetas

En las dunas están los hipopótamos entre los ecos
secos y trepando a los cabellos de los cables rojo
reuniendo, cables y más cables, varas, años, lentes
en las faldas fulgurantes dientes de los ojos más.
¡Trepidando al suelo labrador de la muchacha!.

Con
El
Mágico burdel circular.
Del timbre almendro insomne, devastado cazador.
En llamas húmedas al pegar. La boca estrecha al pasadizo recipiente de figuras diferentes, dimensiones. Del nitrato caliginoso del escritorio.

Agrupando.
Desgarradoras escalinatas.
¡La caña, aliña, escape ahumado el garrapatear!.
Estando
El
Cobre bajo el adobe, cerrada necesidad.
¡El humo herido se desploma!.
Desmantelando. Los domésticos cuidados,
ilusiones duras de la nada. Del desenmarañado duelo, sin desenfreno. Por el claro y cuadrangular
helecho, por el enjebar del qué fue objeto.
Congénere a veces de la congestión.
Las menguantes marionetas.
¡Despanzurran despalillando al mismo teatro!.

En la fría caldera sin brecha, por el amor de la madera plastificada en las calles, al causar desmayo, junio y julio, el cesáreo estiércol estipulado.
Marionetas.
Aunque. Lluevan transeúntes trágicos abstractos.
A pesar de las hileras de dolores en rodajas.

Menguantes.
Apogeo del baile acusando a los panteones.
Con todo el pulso de sábanas y tundras.
Marionetas.
¡Jamás!. A cargo, del nombre, peligroso, pelirrojo. Vio a los ecos hipopótamos lejanos.
¡Con la venda ciega y sin precio!.
Menguantes.
En cualquier ventanilla de vainilla, a la caza de la rapiña, misma que cultivan, en los sueños, diarios con su lenguaje almidonado, y la mirada fija en el precio.

Al final
¡Solo conato de concoideo!.
¡Solo conculcar y desgolletar!.
Con las arañas, cada bisonte, al muérdago ajolote.
¡Solo prueba de almohada!.
¡Solo corsé del enredijo!.
De marionetas menguantes.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta