Poemas de amor :  Humidificado...
H.U.M.I.D.I.F.I.C.A.D.O.

Por aquél septingentésimo suspirar.
Vestido de drama el lucro luce.
Entre palpitares quincuagésimos anhelos.
¡Aceitunada facilidad frágil!.
Como el ingenuo papel arruga.
Quebrando al mar fragante.
Que linda inquieto al pié ligero.
Humidificado, humidificado.
¡Va que viene!___Dando y dando
___Al séxtuplo fresear nocturno___


Humidificado.
En ardoroso dúo.
Humidificado.
En éxtasis duplo.


A veces.
Fastidiando la confianza inserta.
Lo que dícese al hincar la espuela.
¡Ya lejano el lado helado sin enfriarse!.
__Por las piernas del hexaedro__
Con las chancletas al encharcarse.
Y al claustro encismar del encomio.
¡Porqué sonoro el pulso siente!.
Del hado y alado enrojecido.
Humidificado, humidificado.


Donde solloza el infierno ternuras,
el fuego que baña en secreto,
al blanco cristal subterráneo,
entre las letras que pasan,
en la sombra de la mano nubes,
bajo los hombros tenues latiendo,
las perlas encendiendo al sombrero.
¡Lámpara y falda!___Del tuétano volcánico.
___Susurros con escaleras___
___Murmullos con lubricantes___


Humidificado ha sido, siendo presente.
Del carnavalesco cariz ávido.
Humidificado, del corcusido embalse manso.
Lo que comprende al pico hendido del vencejo.
Humidificado y obsequioso al criticar actos ajenos.
Por imitar la declinación ruinosa, humidificado. Solo.
Al porfiar silvestre del naipe.
Por dar sombra, el toldo tolera.
Al roer obras notables sobrio, humidificado solo.
Del septingentésimo suspirar y quincuagésimos anhelos.


Humidificado en el, recuerdo presente.
Ya vacía la cápsula se halla.
Del susurro entre lubricantes.
Del murmullo entre escaleras.
Porqué alberga el monte soñando.
Venus en la tierra encarnada.
Del volcán activo y su lava tibia.
Ondulando en blandas cumbres.
El aliento erecto del relámpago.
Humidificando al fruto de los años. ¡Nuevamente!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  Reconstructor de mundos.(Anticuento Fantaciencia)
Reconstructor de mundos
(Anticuento Fantaciencia)

El último millón de mariposas enterradas
en la bruma del museo de cera abejeada,
desfilaban frente al digitalizado recuerdo
del planeta dos mil años atrás.
Esta vez, la solución encaneció una tumba
verde, acarreando la tierra en frascos,
herméticas cápsulas, por la carretera
del tiempo líquido amablemente empaquetado.
Había copiado gen a gen, vertiginosamente
una oruga de muestra completa
desorbitado por el asombro contó.
¡Noventa segundos del espacio primero
luego, indefensa parecía serpentear por
el viento tibio, de la brisa diseñada
virtualmente en la cumbre de una
margarita, entre nubes rosas y amapolas.

¡Reconstructor!... Reconstructor lo llamaron
del centro rector, esperando la peculiaridad
del sentido del equilibrio en la luz "artyfy",
claramente artificial, del sistema hiperneurónico,
y la sensatez del vacío a cero absoluto.
¡Si, en los análisis variables, en cálculo infini-
tesimal, y desde los niveles subatómico al astro-
nómico, cuántico abstracto!. En el interior sen-
sible del macrocerebro autoprogramable.
¡Reconstructor, una esperanza remota actualizada!.
Fue como decidir un tipo de inversión, reconstruir
aquel mundo agónico, pensando en la forma de...
Asegurar humanamente los fragmentados futuros,
dispersos en el tiempo complejo, un poco abajo
de la octava dimensión, aún en exploración la no-
vena, arterialmente lejana e hipotética ahora.

Pedían con frecuencia reconstrucciones
imposibles sobre datos falsos, distorsionados,
la mayoría mal definidos, y con expectativas
egoístas que beneficiarían sólo a unos cuantos.
Eran tan imposibles, como programar valores
antitéticos, asesinar inocentes, y sin culpabilidad
hacer el honor, controlado solo a los pavorreales,
cálculos helicoidales de agresividad de una espe-
cie de gallos, y transregularlos al genoma humano,
sin que fuera detectado por microondas, y para
mayor exactitud, los depósitos legítimos del cuello blanco de buitres, hienas y gusanos, bajo la apariencia de cuerpos humanos regulares.

Pedían y pedían al reconstructor mundos mejores,
perfectos, del pasado y del presente, con uno
seguro más allá de miles de muertes cúbicas,
al grado de permitirles administrar miligramos de
confianza, balanceada en capa entérica, y más
aún en ambientes hostiles y deformados.
¡Ah!___Y con sucursales en varias nebulosas,
pero en cobertura intracelular.
Estaba débil en aquélla probeta utópica,
combinaba gotas de sueños, planes dorados,
perdones en alta concentración uniformes,
programas fluidos de fidelidad y cariño dulce,
con ámpulas de bondad, y varias tabletas de
buenas intenciones. Mezclados en un corazón
esterilizado convenientemente, y centrifugado.

¡Basta!___Se dijo, absorto en sí.
Nada puedo aligerar del peso (concreto y simbólico) de radical importancia en la memoria,
sin destruir la realidad del mañana, que ya ha
sido y comprobado miriadas de veces.
¿Cómo caminar en el piso de la nada?.
Casi un pebetero seco y teórico, sobre las bases
deformadas de omisión y descaro, poder sin razón,
del grande sobre pequeños, enriquecidos uranios
con humildes barros y pajas... ¡Son indistingui-
bles en cualquier sistema idolátrico electrónico,
aún en los microsistemas de campos analógicos, ya
estepas en el fondo ondulante de los desalmados
metales, y carbonos sulfúricos celestiales!.

¡Reconstruir acaso mundos!.
-¡Que nunca fueron !-
" Edificar la gran verdad, de las infinitas mentiras".
___Se vio... Inmundo, y se desintegró,
desolado, en las alas de su propio inframundo,
y desapareció por siempre.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta