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Pequeña Moroca, animal noble De pelo color dorado, te has ido Pero tu presencia es más fuerte, roble Tu recuerdo, adorado ladrido
En las mañanas, alegre redoble De campanas de oro, con sonido De amor, laberinto que detenido En el tiempo lejano pasodoble
Abrazado al espacio, con mandoble De espada helada produce bramido De llanto por tu muerte, conmovido
Por no tenerte, se convierte en fluido Lágrimas de tristeza, dolorido Es el silencio que dejaste ignoble.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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Mármol Dúctil
Bebí del nublado, del recuerdo, del olvidado. Esos años como segundos primos. Al deber ameno con gente grave, entre pilares más estériles que nunca, años turbios como cataratas lentos, como pesadísimos dados masticados, con el hábito sueño encrespado.
He muerto demasiado al sol silencio, que por fuerza se adelgaza, perdiéndose ciego por la luz sonora.
No será, pues, partida tablas, en tablero no jugado, ni jugo sin fruto el yugo, de la noche menos noche al estrellarse, que nada quiero morir borrándome, y al nacer pedir permiso, sin acostumbrarme.
Al mar frío dejarían los hielos, al fuego hirviendo sin hacer, nada que parezca yerto, tal vez el viento destruya, y construya, de amargura, dulzura, con sal atrás de la entrada.
Aunque ligeras, las espadas de la lluvia, atormentan los algodones desiertos, con el destino serpenteando recóndito.
Y el ojo mirándose fuerte, y la piel frotándose suave, y el pelo riéndose leve, y la mano dándose alegre.
Arranca encarnizada los flancos, donde torvos lagos hieren.
Y se van las palabras sin voz, y se quedan los gritos anclados, y se van los barcos sin mares, y se quedan los huecos inflados.
Veo una música de color perfumado, donde jamás vivieron panes sin penas, ni pana el piso conoce, con la muerte a cada paso, del polvo huésped alimentado, hasta que viento y nada, nutran la plácida memoria.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez.
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Poeta
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Hombros rotos
¡Hombros rotos... Somos!. Rostro roto. Somos. Como prólogo. Solo. Otro oro rojo. Solos. ¡Cómo sol polvoso!. Honor color mohoso. Con cho sollozos homófonos. ¡Cómo rostros rotos polvosos!.
Por otros nosotros. Con otros hombros rotos. Por otros plomos. Con otros rostros polvosos. Por otros orondos pomposos. Como pronto lodo... ¡Sonoros!.
Somos... Hombros rotos. ¡Otros ojos rojos!. Somos... Hondo dolor. ¡Como coro lloroso!. Flor solo... Protocolo solo. ¡Flor, color otoño, solo!.
Hombros rotos, rostros polvosos. ¡Por orondos pomposos sonoros!.
Otro sol borroso. Somos. Otro tronco roto. Somos. Como fondo sordo. Con loros como coro. Con monos como probos. Con golfos como robots.
¡Hombros rotos, logro horroroso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En la belleza de un color©
En la belleza de un color
queda escrito el verbo de los sueños,
en ese caudal de anhelos y desengaños
donde ahora me encuentro
arrullado de suspiros y lamentos desconocidos,
sitiado por clamores de justicia.
En la belleza de un color
me pierdo buscando la respuesta,
la justa explicación,
la paz de la tierra arrebatada
por la palabra que hiere el alma;
por el gesto que denigra al hombre
y la mirada perdida en la maldad
que sin tiempo ni causa llega;
En la belleza de un color
equivoqué mi presencia
quedando confundida la emoción,
abiertas las manos sin poder abrazar
mirando este hoy como se marcha
vestido con los harapos y la miseria
del que cree que todo lo tiene.
En la belleza de un color
fue que busqué y no encontré;
en ese instante donde la voz
se quebró dejando su último hálito
donde el alma para siempre fijó su aposento;
… es allí donde te espero.
©Jpellicer2013
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Poeta
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HOMÚNCULOPÁTICO
Por la resurrección de la escalera dónde un escarabajo engendra el sol negror de las mil noches solo protegido por la escoba sacrílega es... slippery-schlüpfrig-glissat...
Resbaladizo antropoide amorfo
Siendo que fue el escorpión de la silla infame, huyendo ahora, se encontrará las más bellas Erinias en las noches nubladas de añejas uvas bebiéndose ya... steep-raide-erto-steil-íngreme...
Escarpado humanoide ambigüo
De las escuadras torcido tormento dónde vuelan los montes muertos con las mantas en las manos en las cadenas cansadas de la suerte del rastrojo.
Homúnculopático
En la mujer de nieve hecha brecha El sol profundo engendra Los acordes del lento hielo El cielo postrado precipicio Con las escaleras del naufragio.
¡De atmósfera tauromorfo!
Por el miedo de las piedras blando el aire renace empujando al eco de las nubes dolientes en la cuna del exilio en el astro de lluvia oculto.
Homúnculopático
Por el rincón, maldito, gota a gota cultiva campanas inmóvil la sonrisa hecha ceniza al ritmo del panteón la voz de inocentes miles.
Megalopático fúnebre
Por todos los teñidos de ausencia permanente al extremo insigne de la piedad tremendo teatro de la luz acribillada humeante en la herrumbre color de tiempo.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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CLARO DE LUNA SOBRE EL LAGO TONG TI __YANG KI (siglo XIV)
En el lago están profundamente limpias las aguas del otoño, en el lago la luna está más blanca en el otoño. Su brillo y su reflejo se entremezclan, agua y luna tienen color idéntico. ¿De dónde llega ese suspiro de una flauta? Es un viajero que con la noche entra en Pa-ling.
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Poeta
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FUGAZ-COLOR-CORAL
Cinco letras móviles hay volando Sobre los campanarios Confinados En la cara esbelta del charco ¡Los nidos suspendidos entre limones! Con el puente del corcel qué cruza... ¡La herida imponderable, mil fantasmas!
*Fugazcoral___(Color)
De tantas cosas Enterradas, aterrados, los cabellos ¡Son elásticos del coral, vivo, en tropel! Cielo al acecho____Escritura del polvo ¡Al estar la brisa temblando! ____Del hierro pelirrojo nunca visto___ ¡Al graznar vegetal encaramado!
*Fugazcolor___(Coral)
Los brazos agitando, cargan, dromedarios, Entre los gramáticos almendros, héticozzz Las montañas anónimas Las ánimas del disco duro Las horas cambiantes luces Campanas de las generaciones, oscilaciones, ¡Ahí, junto a la muerte, fugaz doliente!
*Colorcoral___(Fugaz)
Hay langostas de incertidumbres ¡Lejanos amigos de un barquero! En el fruto agonizante del olvido ¡Más sombra qué nunca! ¡Más calor qué color! Los hijos del exilio escuchan Las fuentes, de media voz___¡Seca!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EN EL CANDOR DE UN COLOR
En este paseo de plácida quietud, donde los sueños se hacen realidad - imposible percepción del alma-; donde los murmullos se mezclan con tu voz y con el sabor de la ternura los siento; una brisa me lleva a ninguna parte dejando el presente prisionero del ahora.
Son mis manos, abrazadas por el viento, las que sienten la belleza del instante; las que llevan entre sus dedos, -memoria de pasión- tu nombre envuelto de emoción.
Mis pies de tanto vagar cansados ya, los que abandonados a la suerte del camino, van siguiendo la estela de un pasado, en esta senda pintada de esperanzas.
Es mi alma, oquedad insondable, – tantas veces cara oculta del lamento- la que habla en su silente estar, la que ilumina mis días dejando, prueba intangible de su grandeza, todas las respuestas escritas en el candor de un color.
(jpellicer)
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Poeta
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LEÑOS DE FUEGO...
¡Fuego, fuego, fuego!. Feuer Fuoco Fogo, feu, fire.
La muerte pura y blanca de serenos leños extraños, Del Herido guijarro sagrado habla solitario al río, Cuando La miel de la sangre es tesoro carnal tranquilo, Y Nada sigue cuando nada hay de la gran falta poco, Desatados De los motivos inmediatos del arado y la calleja. El Pequeño cielo no pasa de su color de lluvia noble. Donde Aúllan los deslizamientos de los temblores tibios. Antes Entretejidos de los gránulos de fuente amantes. Nunca Iguales que constatan si aquéllo, empaña la penumbra. Merecida En una mirada, azabache, de algas asombradas mojadas. Resbalando.
Corazones Descompuestos de azucena han crecido sorprendidos. De Faroles por una manera batiendo nácar ausencia. Las Corbatas, corpiños y caderas hermosas cinturas. No Siempre tienen poco de mayor importancia gimiendo. Sentadas. Por el golpearse las mejillas de níquel y anfibio. Un Enorme poco de las pestañas y largas trenzas, ladrando. Casualmente.
En Los anuncios dispersos hay laureles y cristales ardiendo. Lo ¡Qué es difícil contemplar espigando silvestres sueños!. Por La hermosa hoja fluyendo y ardua distancia de las ramas. Elegantes. Sin la presencia del muslo de un guijarro como fragua. En La lejanía de la estatua perfilada y ardua disputa del mármol. Despierto. Con las hermosas cadenas de grandes alas y caderas enamoradas. Reposadas.
El Alfabeto de la pasión humana está en el horizonte. Enmudecido. ¡Qué asciende antes de qué lo verifiquemos!. En La cantera de los buscados anuncios esperados. Por La vida candil que siempre fue la orilla confusa. Herradura.
Y ¡Cuándo el amor verdadero llega solo!. De Pronto, inesperado, de girasoles de noche. ¡Quedamos!. Atados, y pensamos, y sentimos y soñamos que nada hace falta. Eternamente.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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BLANCO AZAHAR Por El albor ¡Entre confianza inquieta, brilla en la pureza sereno y perturbador!. Blanco De unión desconocida causa en el azahar más insustancial, en el menos fundamental de la certeza de multicolor ignorancia. ¡Oh, realidad de lo fabulosamente invisible evidente y transparente blanco, blanco, blanco!.
WeiB, bianco, branco, blanc, white Weich, soffice, molle, brando, mou, soft Blando, blando, blanco blando. Del azahar y del azahar lo blanco blando.
Si entre solo un instante desaparece el blanco azahar brota, retornando por el fiero imposible, con la fiebre del momento.
Y la verdura queda frondosa de lo que crece con sombra. Y la ventura cobra vida de lo que sale del monte rocío. Y...
Luce la pauta el buril que esculpe sueños en horizontes cristales delicados, la piel adoncellada, el bisel, que la belleza vertical depura solo luz. Lo que solo queda contingente, eventual determinismo, azoramiento audaz, del amor, ardor, imperioso y fragante. ¿Azar, del azahar asado el árbol?. ¡Albear el verdor del corazón del alma!. Blanca puede ser la sorpresa que nace. Gris puede ser también la compañía. ¡Azar albino, de nacarada nieve!.
Para la naturaleza, núbil es la tierra, cruda del vibrar, los íntimos, adentros.
Con las porcelanas sonrisas de los ideales nobles, de las galas admirables, triunfal viajero inmóvil. ¡Qué!... Ni embelesa ningún color de rosa en la perdida calma, en los claveles sentidos, un éxtasis florido. ¡Margarita o azucena!. Ni da consuelo denodado cano blando, en la inflexible blanqueadura, a los males, destorciendo en buenos en las súplicas de oficio cerrazón, tan raudo y tenue, como, prolongado e insistente. ¡Gris de blanco gris!.
Grau, grigio, cinzento, gray. Fahrgeld, prezzo, passagem, prix, fare. ¡Gris pasaje, por el gris desconocido del todo blanqueado!.
El azar, del azahar vida del árbol vivo, el azar que muere con el tiempo. Ya desdeñen los caminos al caminante, las medusas a los cangrejos, y las perlas a las ostras, al cielo en duelo, al mar en calma, el azar posee. Suerte Siempre.
Glück, sorte, chance, luck. Surprise, Überraschung, surprésa. ¡Suerte y sorpresa!. Blanco, gris y negro. Negra. Gris. Y blanca a veces, la sorpresa con su suerte, deja de ser lo que nunca había sido una duda.
Y bien Por Desconocidos. Ecos en los tiempos de relojes, escondidos, corren y no tienen prisa. La más buscada entre las más perdida de las esperanzas, de la ventura, Ferviente, inefable, incansable todo amor de la humanidad al hombre todo.
Las purezas, fabulosas deidades, infinitas, puentes, verbos, ritmos, de los puntos paralelos, clímax de los cigotos, divina dualidad de los neutros de los absolutos. Azar inteligente, impermeable eternidad permutable. ¡Azar de azahares a veces en la sequía, asados al sol, de la vida azarosa!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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