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OPACIDAD PROCAZ
Cortada anudada luego la sombra vuelve a encontrarse la luz apagada en la noche, desnuda en la luna una vez en la marea morena del mundo alborotado en calma que brota del huracán airado con la inminencia del temblor de la mirada impasible y fría...
Opacidad rapaz enfangada procaz emborricarse procaz.
Y luego el lago fulgura su fragancia de los taciturnos rumores dispersos recatados, tiernos, modestos, sinceros, ondeantes, los hielos derriten ligeros los vuelos de las brisas que se arrojan que se escapan, que se anidan, en el ser, amalgamadas, enroscadas, azuladas de congojas traicioneras y almendradas...
Opacidad incapaz enhiesta premiosa procaz premiosa.
Con el instante distante inconstante en el hoy longevo del baño de aceite donde queda poco tiempo en la prisa mineral de apariencia dispersa el agua confusa en el desempleo paralizada laguna escondida en una esquina potable arrugada, demacrada, desesperada...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TAMBIÉN SE ALEJA MI COMPAÑÍA Autor: Salvatore Quasimodo. Italia 1901-1968.
Poeta y ensayista. En Roma empezó a interesarse por la literatura y el estudio del griego y el latín. Su primer éxito (1932) la publicación de "Oboe sumergido". En Milán asumió la Cátedra de Literatura Italiana en el Conservatorio Giuseppe Verdi. "La dulce colina", "Las horas", "Toma y da", "Discursos sobre la poesía", "Las cartas de amor" y "El poeta y el político", son algunos títulos importantes de su obra. Además tradujo, entre otros, a Catulo, Virgilio, Neruda y Molière. Obtuvo el título Honoris Causa por las Universidades de Messina y Harvard, y el Premio Nobel de Literatura en 1959. Esta es versión de: Carlo Fabretti.
También se aleja mi compañía
También se aleja mi compañía, mujeres de ghetto, juglares de taberna, entre los que pasé tanto tiempo, y está muerta la joven de ardiente rostro perenne untado de aceite de la masa ácima y oscura carne de hebrea.
Tal vez haya cambiado también mi tristeza, como si yo fuese no mío, por mí mismo olvidado.
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Poeta
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ENTRE LA TIERRA
Se escribió la letra, con el vuelo de la pluma, con el duelo de la letra, en el suelo se escribió.
Largas palabras de estrofas, olvidadas al otro lado, del rostro del espejo, del rastro del reflejo.
Que no hable el mar, del azúcar de la miel, no, que no hable, no, entre la sal azul ahora.
Por la copa que al árbol bebe. Por la ropa que al hilo viste. Por la cerca que al humo calla. Por la nieve que al fuego ama.
Sí, sí... Por los rumores de aceite, en el tiempo amarillo del viento, en el rojo rugido del canto, en el ojo ordinario del llanto.
Una vez caballo entre peces, otra vez cabello entre rocas, tal vez cabeza entre huecos, tal vez cabaña entre cuevas.
Se escribió con el polvo, en el agua en el aire, con la sangre en el cielo, con la voz en el zapato.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EXPÉDITO EXOTISMO (Texto Experimental Neosurrealista)
Por la opinión pura y dura, que muta que muele la crítica exhibicionista en la desnudez que desnuda cruda en el agua húmeda a su manera.
Aunque los radares suelen recomendar a los aviones, menos inútiles, que el polvo en el cuerno de la liebre, de un rinoceronte que se derrite. por buscar las lunas en las esperanzas, que han sido una fuente prolífica de valles, que extraen el jugo de una hierba en lata seca, mediante inyecciones de discursos, que han estado demostrando los ratones al laboratorio asustado, los tejidos de los guantes rugiendo por el inconveniente .Una tarde me lo dijo, un ruiseñor escuchó su canto en el espejo qué olvidó tocar el arpa .
Entre las primeras horas que los gatos usaron, como perros hechos de plomo, que tienen la fuerza del barro, y apenas empiezan el jueves, que impide la reproducción de la luna en los martes, y curan las semanas con vacunas, que estimulan el apetito del domingo, al quedar ciego un poco mudo, al recibir un pequeño cheque todos los días, que se presenta un eclipse controlado, con su timbre rojo, entre los empeines de las prisiones en zapatillas...
Por el amor que vende aceites al suspiro perfumando flores en la otra cara de la luna.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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OBNUBILACIÓN LUBRICADA
Neblina pura irresistible muro de matorrales muslos del horno de las plantas a las palmas pies de leña manos herreras de rincones relampagueando junto al aliento ardiente junto al silencio hoguera, higuera, horizontal, húmedo, huerto.
De tantas mieles de golondrinas, de luz cambiante mustia, en la más infeliz de sus regiones, paladar del alfiler salado, donde se traza la semirrecta, que forma el ángulo agudo, en el perímetro tibio, de las diagonales del eneágono frígido, por la demostración maravillosa, que no cabía en la estrechez del óleo incorporado, tan ácido yodhídrico, por el anverso y el reverso, siendo una misma y única reacción bajo el ombligo.
Del topacio que se derrama en la escalera del humo frágil oveja enredadera con tantas ganas en el fondo verde complicado contigo revive la luz que muerde al olvido escondido ensortijado en la humedad del monte, maquinal, manipulado.
Por la pupila del incauto molino, que trina por la mudanza del grano, a la noche bruna, que reclama las estrellas en el lecho, sin espuma, que apremia láctea la distancia del cobalto tenue, por la ilusión del tronco trémula, la falda y el sombrero péndulo, azulado ensueño del nido, y los sonrojos, al pedir que llueva oro, por las súplicas fervientes del zapato, que destella el orgullo vano, ¡Más allá de los estímulos multilaterales obligados!. Sin aceite.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Noctóleos
Una noche pidió sombra a la nieve lejana ¡Oleos de la noche transitoria cumbre! entre las plumas de arista cercana la esquina de la tarde qué no canta ni cristales ni alfileres noctámbulos.
¡Óleos, óleos! Por el desnudo hueco sin gente la ceniza fresca devora la sed sin sufrimiento el rincón de los cangrejos el ratón de los canguros
¡Noctóleos, piensa, sí, en esos noctóleos!. Porqué en la sed inútil de la vieja nube viaja, la cuchara del harapo, sin rodillas riendo, al hambre de la cerca, y el ganado fuera, perdida voz de cisne, derretido el plomo, en el ruido enredado, que se esconde ya, cambiando al huevo de rituales maduros, al trote de los gases, y los cactus ya, en el mundo de los cascos, y las larvas, hilos tibios, al extraño gemido de la lana, en la tropa de los lagos sin el nido.
¡Sí, sí, en esos óleos de la noche dura! Una noche incansable cera caliente, que nada sabe del engaño del piloto, en la flama de nobles nubes, en la rama de robles rudos, nocturnísticamente empoenado.
Por el desnudo sueño de las piedras, que la mañana rala dibuja, en el agujero de las aguas, en el sumidero de los ecos, oleaginoso doliente.
¡En la noche oleosa pesadilla!.
Del algodón que vigila, el arco silencio, en la calle insatisfecha, del fantasma, con la escarcha, de veinte años, en el rostro sin cansancio, con la espuma hundida del zapato, en el vidrio enflaquecido, del oleaje, del níquel nervioso, hasta el cuello, que busca la llave del llanto, por la llama obligatoria, de las verduras, del llano que muerde sueños a la luna.
¡Noctóleos, noctóleos otra vez!.
Por ese canto rojo, del perfume frío soñar, de las caderas en los pétalos de tigres, alimentando al mismo vidrio sereno roto, de la blanca tierra, sudorosa la madera, recuerda al muñeco desnudar, del gran camello, alegre del frotar invernaderos, al calor doblando, huellas ámbar de ratones, y latones, oleaginosos, brillantes torrentes, al abanico tendidos en la voz, violeta de la mirada, imantada donde la fidelidad, desespera, entre la felicidad despistada, haciendo, cielos del destino, en las estampas estepas, de los resortes del océano, del umbral erguido, en la noche de aceite en aceite. ¡Otra vez!.
Porqué Al Final Una noche dejó al desnudo sol, entre muchos. Cielos exhalando golondrinas, sin azúcar, por los enjambres despoblados, por los alambres aceitados. ¡La última noche en el fondo de la luna!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En tres días
Entre sus obscuros cabellos el viento, desenrolló el oculto poblado, de los arbustos de morena cintura, en la parte baja de la tarde, ¡Acuático aleteo!.
En Tres Días
El río, quería llorar y no pudo, la cerveza llena de tarros, la moneda conversando andrajosa, la duda, flor, vende desnuda. ¡Al hotel disimulado!. ¡Al frente enmarañado!. ¡Que amasaban los domingos!. En Tres Días El lunes, moribundo, amaneció tropezando, bajo el espejo, la luna, ondulaba sinuosa, cada correo, agua directa, al manantial de tres fosas. ¡La mejor colección de infamias!. ¡Al mejor precio, del autoservicio!. Los mejores clavados, de computadora.
Luego... El martes aprendió al eco irritado, bajo el mastuerzo, donde el ruido se mezcla. ¡Cada valeriana, con mostaza!. ¡Al salir de mantequilla picada!. La madera, extravagante, irreflexiva. ¡Al cuidadoso desprecio de la vida!. ¡Los efectos del umbral satisfecho!.
Luego... Los viernes de vértebras sin aceite, bajo el mecedor suelo removido. ¡Cada jabón ordinario sofoca!. Al entrar cinco meses de nardos, la impresora, de avidez desgarradora, al menor mástil y espátula. ¡Los regresos del infierno frágil!.
En Tres Días
Donde duermen las gladiolas, y el poblado de los arbustos, las literaturas ambulantes visten, al enorme aletear lejano. ¡Ya!. Oculta la tarde navegando. ¡La cintura del cabello, acuático aleteo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AL YERMAR...
Y se puso en gotas, unas botas rotas, en un buen par, de ojos, lejos, del espejo las pestañas, al fresno, fresco, un frasco. Al Yer Mar Gota a gota, levantó el coche, un gato, tan poco hidráulico, más allá el aceite, luego gasolina, bebe un rubí al frágil hombro. ¡Latón de picos, paja, la baraja!. Al Yer Mar ¿Está la venganza gimiendo cartas?. En los bermejos gusanos de fuego, interminables temblores sentados, deshilando las tristezas embalsamadas. Al Yer Mar Puso ese mismo frasco, embalsamado, luego, las botas en gotas, el aceite sepultó, al barniz en la silla desecha sin cucharas, y al olfato colgado de las ventanas mudas. Al Yer Mar La voz amarga el aire, de límpidos panteones, al rincón de arañas entre los cojines encalados, al rumor de los báquicos chicotes endiablados, al rompimiento de los deleites y broche famélico. Abun Dosa Mente Yermar con zalamería infantil las lenguas. Yermar samarugo de los topos cíclicos. ¡Desandar al mismo reflujo esculpiendo!. ¡Destruir calamitoso exterminando la consciencia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Líquidas tinieblas
Latentes, zumban, imagen tumba. Afiliados, Afilados, Afiligranados... Los potreros postreros consternados. Badulaque, Bagatelas, Bambolla, Los porteros portan antorchas... ¡Líquidas! Coronas, Carroza, Cascajo, Conciencia de sal viva, mar de sed. ¡El cielo, sed de los colores!...Cuerpo de tinieblas. Cuerpo de inquieta imagen... ¡Líquida, líquida!. Adiós en las escarchas. Tardía mañana. Dónde las conchas guardan los posibles. Y la conciencia qué perdió la historia. Fervores impresos_______En favores ¡Mejilla y vajilla!_____Alta silla Como se retuerce________Un tornillo.
Hambiento lento, un laberinto, de tinieblas. Líquido-Liquída...¡Con la cadena enrojecida! Con la pena bajo la espina...¡Quemando lirios! De doble sangre...¡Inmóvil, canto púrpura! ¡Con el ayer sin voz_____Hermano de la muerte! ¡Qué silencio!_______¡Qué...esfera, espera! ¡Despavorida-Evaporada-Volátil-Olvidada! Cueva cumbre ensombrecida Colocada en pequeño clima, calmo, cala, clama. Y...La hondura ahuyenta, rompe, impera. ¡Cuánta bondad ....Esclava ......Desgajada .........¡Del vacío!.
Líquido-liquída.¡Tiniebla más tiniebla.! Degradado, desgranado, huele, huerto escalofrío ¡Con la gracia distraída!_____Sed qué seca el alma ¡Con la empalidecida soledad espesa! El cielo_____Alfombrado de ternuras Humo_________¡De íntimos aceites! En otro cielo ¡Líquidas tinieblas! Liquidando...Liquidando ¡Líquido-liquída!
En otro cielo, decoraban, angélicos los huesos En tanto la paz se vende En tanto la música teje cloacas En tanto la campana fallece ¡En un rubio perfil de madrugada! En un bosque fracturado...
¡Luz...De...Lodo...! Líquidas Tini...Eblas.
Un pedazo, furioso, de anillo roto Rata húmeda y rodillas en la lengua ¡Con el ayer sin voz!_____Espalda, ojo. Vela la noche qué durmió una vela. ¡En el potrero, cómo un portero____Solo, solo. ¡Adiós que brisa mieses meses! ¡Adiós pirámides crucificadas! Imágenes qué zumban_________Conchas Muchedumbres servidumbres discurren... Sombras. Y latentes lentos antorchan...¡Líquidas sombras!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Mar de fuego
Ahora el mar Parece Una balsa de aceite De fuego... Das Feuer... Feu... Het vuur.
Tiembla lluvia pura, blanda y lejana En el corazón de coraza cascabel En el alma musical qué se estremece ¡Qué dialoga con el silencio paisaje! De fantasmas y de sueños suspendido El mar de fuego qué lo llueve suave En las nubes emplumadas de violines.
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Das Feuer. Jetzt scheint das Meer ganz still zu liegen
Con las lámparas calladas de campanas Y el olor de mil pañuelos de memorias ¿Quién responde, quién, al silencio solitario? De fuego... Das Feuer... Feu... Het vuur.
Siempre es más polvo, el polvo qué construye La conciencia de la ausencia permanente La historia de rastrojos y de abrojos ¡Párpados acústicos y rústicos lacustres!.
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Feu... Feu... Feu. Maintenant la meer est trés calme...
¿Quién me vive, quién, me habla en mi sombrero? En el mundo peregrino en sangres fino En el filo congelado de la espada Los momentos arden, embriagados, lentos. En los collares de velos y lamentos Encubiertos, los fulgores... ¡Entreabiertos! ¿Quién tiembla goteando vidas yertas?
Ahora el mar parece una balsa de aceite De fuego... Het vuur... Het vuur. De zee lijkt erg rustig nu...
Desde noble cascabel acorazado Desde musical alma de fantasma En el diálogo paisaje suspendido Yo de fuego, yo de mar, nubes... Con la lámpara emplumada de campanas Y lloviendo los violines mis arterias ¡Solitario pañuelo de mil memorias!.
Mar de fuego... De fuego... ¡Mar, mar! Sans employer de signes spéciaux Sin emplear De signos Especiales... ¡Fuego, fuego!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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