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Danza en la choza
La danza humilde bajo el techo Ondeando palomilla sus alas rotas Mece flama y luz de choza.
Pobre grillo y flor ignorada Entre lluvia y primavera Humilde danza.
Esa palomilla A veces quieta y posada Cobijo de choza, flama, grillo y flor...
Una sola nube... Un instante En la isla la choza Recuerda la palomilla que miró...
Alguna vez la luna Resonando y floreciendo rotas esperanzas ¡Mirad!... Mirad su sombra...
¡Cuando labres tu sueño! Y la danza humilde De la choza, isla y palomilla...
Recuerda y florece esperanza Con el sueño...
El dueño del sueño De ésa palomilla...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Viendo lluvia
Con voz piensa la palabra. Viendo lluvia, el joven de antiguas ideas. Al ver lluvia de llanto.
En el rostro del agua sonoro eco de silencios. Penetra la palabra, y con voz la piensa. El joven al ver. Lluvia, y lluvia caer.
Los antiguos rostros. Las ideas en el agua. Llanto de espejo. Con voz de silencio. Ecos del joven. La palabra piensa.
Viendo la lluvia. La lluvia el joven. En su silencio con voz.
Voz de joven callado. Por las antiguas ideas.
De palabras perdidas. De palabras olvidadas.
El joven al ver la lluvia. Lluvia, lluvia entre llantos.
Y en el agua el rostro. Su rostro, y el de muchos. Muchos otros ya olvidados.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En probetas de greda incaica he indagado por tu génesis, Atacama. Rasmillones en la roca me confidenciaron de tus ilusiones galácticas. Empinado en el espiral del fuego superé las eras del hielo, pero se secó la sal y quedó el perfil del desierto embalsamado como una gran interrogante.
¿Qué familia de colosos bebió la energía en el Salar de Plato de Sopa? ¿Quién domesticó las Lagunas Bravas? ¿Qué gigante niño jugó con las rocas partidas, amontonadas frente a la playa Conchillas? ¿Qué artesano esculpió mastodontes y mamuts en la franja costera de Rodillo? ¿Cuántos fantasmas acumulados a la vera del camino se han quedado clavados a los crepúsculos de Caldera?
Sigo mi camino, deambulando sin un norte, atrapado a una nostalgia difusa, que viene del traslape de confusas dimensiones y se pega a la piel como camanchaca salobre de la fría madrugada. Así, fui recorriendo los arrecifes y urgué las arenas buscando el alimento del mar para sobrevivir a mis fantasmas.
Estoy deslumbrado, forastero perenne, inventando vertientes en las rocas eternas, cavando por vellocinos de oro, por pactos endiablados que retumban en los encierros magnéticos de los socavones.
Veo almas en pena deambular por ellos, buscando la veta de la juventud eterna. Y transpiran mis manos en el frenesí del espejismo dorado y claudico, como tantos, al embrujo del brillo.
Sin embargo, a poco andar, hinco la rodilla en tierra y escapo luego de las garras del oro, resguardado en la lisonja de mi abuela, que ha venido con su haz de luz a proteger mis pasos.
En la alquimia secreta del desierto, establezco mi oasis y quedo convertido en un cometa que se escapa y vuela libre por las fronteras de los acantilados, besando el mar, recuperando el candor de las auroras, libre amante persistente de los amaneceres de Atacama.
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Poeta
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MOR
Manhã nublada cara de chuva No frio do inverno. Pássaro surgiu quieto a deriva Será um inferno.
Sem seu belo trinar Procura um lugar para esconder. Quem vai desafiar O tempo logo leva o a temer.
A chuva fina começa a cair A mata está distante. Tenta voar logo para fugir O tempo é humilhante.
Com este frio invernal Canto desafinado. Nem teremos um coral A viver confinado.
São José/SC, 23 de junho de 2011. www.poetasadvogados.com.br www.mario.poetasadvogados.com.br [email protected]
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Poeta
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ROMANCE MARINO
Caminaste, sirena, por mi alcoba, con pies de plata, curvilínea y sobria. No había en tus párpados artificios, cubrían tus pechos púdicas gracilarias. frente a mujeres de voluptuoso talle traías la ventaja del silencio.
Posaste para mí tu desnudez exclusiva. Aspiré tu aura de corales, intenté retener tus ojos milenarios. No pude tocarte, apenas si musité cuatro requiebros. La seducción fue mental: por tus pestañas vibraba el clímax de un acuoso hemisferio violentado.
Te deseé sin tapujos. Con escalofríos te pensé a mis anchas, quise fertilizar tu vientre de pez, mutar hacia tus misterios polares, ser concubino de esos senos formales.
Busqué la Atlántida hasta aprender tu idioma. Me habló de espumas y garcias tu blonda imagen. Te quejaste nostálgica del acero, desatino de torpe ribereño.
Posabas para mí tu desnudez exclusiva, me permitías memorizar cada milímetro, pero, al fin y al cabo, humano, busqué de prisa mi cámara fotográfica para archivar en mi vanidoteca la conquista del siglo… Se escurrió en un instante el mito. Volviste presurosa a la musicalidad ahogada de un caracol marino.
Entonces, el mar, celoso, con su bofetada fría y su resaca se llevó mis sueños y mi soberbia machista. Las carcajadas mundanas anunciaron que, disgustada, te habías llevado mi pantalón de baño.
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Poeta
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Era noche cerrada la selva parecìa dormir de pronto todo se estremeció un gran sonido repentino la despertó nadie se movió de sus madrigueras.
Las tinieblas se iluminaron un gran destello de luz se vió a la vez que era terrífico resultaba fascinante a la luz seguía el sonido repitiéndose el fenómeno una y otra vez.
Todo retumbaba y se iluminaba el sonido se calmò y una voz se oyó quién osa aterrorizar mi selva con ese destello de luz? otra voz le contestó: me llamo RAYO y tú quién eres? me conocen por TRUENO, y me anunció con el sonido
Una voz suave que los oía dijó: me llamó LLUVIA y para poder aparecer ustedes dos deben existir primero asi ha sido desde que el mundo es mundo mañana todo amanecera fresco y claro porque soy el dulce para la vida de la selva.
El Señor de la vida, el que nos creó nos mandó a tronar, iluminar y regar la tierra para que al despuntar el nuevo día el sol brille radiante. el perfume de las flores se esparzan por doquier, los ríos estén llenos de vida, se oiga la melodía del trino de las aves y la selva sea fecunda para todos.
Humanidad que estás ciega y sorda por caridad honren la vida porque el templo de la naturaleza es la tierra y después del hombre la naturaleza es la mayor obra de DIOS y es prueba irrefutable de su existencia delfin
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Poeta
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Soy hija intensísima De la Tierra toda Siento sus anhelos, Dolores y glorias. Me duele el llorar, Renazco en las lomas Y por asomar Ocasos de copas Apuro en capullos Almendros y sombras. Soy hija intensísima De la Tierra toda. Hermana de hermanos, Paz en las derrotas. No entiendo las guerras Ni entiendo las zonas Que con las fronteras Los hombres acortan. Soy hija intensísima De la Tierra toda. Todos somos hijos, Muchos no lo notan. La Tierra es la Madre Que espera y reposa. No pierde esperanzas De verse en las hojas Descrita por versos, Amada con glosas Más no dividida Sino una sola. Soy hija intensísima De la Tierra toda
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Poeta
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AGUAS CRISTALINAS…
…Era una, soleada mañana y decidí dar un paseo, me dio la bienvenida, un largo y bello túnel, de arboles verdes y frondosos… mis pies se hundían en hojas secas… frente a mí, se aproximaba una carreta, halada por un caballo.
En ella, viajaba una pareja de campesinos… amablemente me saludaron, intercambiamos algunas palabras sueltas, nos despedimos…y seguimos nuestro camino… en la colina, atisbe unas cabañas, con el fogón encendido.
Aspire, y pude percibir el aroma envolvente, a madera y al clásico perfume que despiden las flores, en la primavera aquel, apacible y cautivador ambiente, me ofrecía reposar fue entonces, cuando me senté, en un grande y vetusto tronco.
De mi bolso, extraje a mis fieles adláteres un libro de notas y una pluma, la misma que empezó a deslizarse, sin esfuerzo alguno, al ver aquel panorama hermoso, prodigio de Dios…frente a mí, un rio de cauce plácido.
En donde, la gente, mientras conversaba refrescaba sus pies los niños jugaban, en sus aguas cristalinas las aves, entonaban sus trinos, y así… pasaron las horas de pronto, me di cuenta que el día ya pardeaba.
Estaba, a punto de ponerse el sol y las personas comenzaban a despedirse… me puse de pie, y me encamine hacia la orilla del rio… y en su espejismo tranquilo, mis lágrimas brotaron… porque en él, pude ver reflejado mi rostro, acompañado de la soledad.
Mónica Lourdes Avilés Sánchez.
(Reflexión) En los instantes felices y apacibles, es cuando más recordamos a nuestros seres queridos, que ya no están más con nosotros.
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Poeta
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[center]Así es mi tierra
Donde la luna es más clara y brillante Donde las olas del mar Irisa fulgor a la vida Donde la bonanza de un cielo despejado Arrullan canción amor a la vida Donde el día es alegre en la bruma del tiempo Así es mi tierra. Agosto, Donde el viento alza sus alas hacia el oriente Y las mariposas vuelan dulces, alegres viajes Así es mi tierra. Cerro Ancón, Donde los pájaros al ritmo de una brisa fresca Son flautas melodiosas Que recitan glorias y benevolencia Y el amor del todo poderoso Así es mi tierra. Mar Caribe, Donde la luna emerge en la profundidad del mar Como el murmullo del plenilunio Por el horizonte más virtual y más divina Construyendo sueños plateados Así es mi tierra. Donde el sol muere en ascuas entre crepúsculos Diluyendo en el escondrijo de la noche Así es mi tierra. Donde la noche, el firmamento llena de estrellas Son capaces de mitigar las penas más agudas del día Donde la vida camina al compás de la naturaleza. Así es mi tierra. ASÍ ES MI PANAMÀ Con cariño, Esteban Mendoza
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Poeta
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Vida cautiva en tu belleza, Vida que en la tierra naces, En las aguas en el aire… Vida inmensa que llenas la mía.
Tierra que siembras de ti, En los arboles y de mas vegetales, Amor emana de tu creación divina, Acurrúcame en tus brazos madre tierra.
Que las aguas sean tu caricia húmeda, Que sus olas cabalgando me traiga tu voz, Que sean mi canción de cuna, Que la vida me espere sentada mientras sueño.
Con el aire y su fresca fantasía etérea, Ligero como una hoja de otoño voy volando, Volando en este sueño que tu me regalas, Vida no te vallas de este cuerpo que te ama.
Que te agradece cada cosa que me das, Aunque sean lagrimas profesoras, Como naufragios del alma, Constructores de mi fortaleza.
Aunque tu compañía sea incierta, Y tu presencia sea a veces pesada, No me faltes nunca… vida no te vallas, Pues sin ti pierdo todo… hasta las ganas de vivir.
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Poeta
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