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Sobre mis manos; tus besos y todo lo tuyo en mí, y mis manos hacia el cielo para que al llegar el viento lo lleve todo de nuevo hacia ti. te quise mucho... fin.
Héctor H. García
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Poeta
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No puedo negar, que te quise.. que trocitos de mi vida.. han quedado pegados a la tuya, que quisiera ignorar.. que soñé, vivir a tu lado.. paseando por la calles.. cogidos de la mano.. que mi pensamiento, llegó tan.. lejos, tan.. lejos, que algo tuyo, quedaba.. en mi vientre sembrado. que lloré, cuando deseaba abrazarte.. grite tu nombre, en un grito callado.. que nadie escuchó... porque nadie, estaba a mi lado.
No negaré.. que conocerte.. fue un milagro, que me sentí.. niña, mujer.. deseada, idolatrada, amada.. como nadie, me había amado.
No niego.. que maldecí al destino.. por haber tardado tanto.. que perderte, era decir adiós.. a la felicidad, y qué, en ese adiós.. mi corazón moriría.. sin que nadie, lo pudiera resucitar.
No puedo negar, que te quise.. y que alejarme de ti.. es el precio, que debo pagar.
Téura
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Poeta
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Varias siluetas ¿o más que eso?
Que corren, en aluscinada y emoción feliz, soltando en el camino un color de vida, amor, emoción.
El hombre, la mujer, dos opuestos que se bellos del camino el cruce.
Ella camina, en meses, días, noches, horas, minutos, a la espera de placer dejando en tus brazos de los nueve meses.
Sus días, todos como el Manzano el adelante sus frutos.
Ser mujer, ser bendecido, amado debe ser por tu valentía, tu amor, bondad.
No hay palabras para el alma y el poder de una mujer.
En este día, Dedico esta gracia especialmente a usted. Mamá, y todo lo como resultado de amor divino.
Hoy en día, Podemos respetar ser respetado con amor y dignidad.
Un beso de afecto, con la bendición del Señor, ¡nuestro Dios!
08.03.217
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Poeta
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Yo hubiese querido hacer mucho más, pero el tiempo sin querer se hizo menos y contra mi voluntad y contra la de todos, te miramos cada vez más lejos.
A tus oídos no llegó más mi voz y ahora pienso que yo tan sólo hubiese querido decirte adiós; agradecerte por todos tus cuidados y la forma en que nos querías.
te quiero y te querré toda mi vida.
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Poeta
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Yo te vi partir, sin mediar palabra alguna, Te llevaste tú mi alma, sin ningún remordimiento., Me dejaste en el desierto, entre el cielo y el infierno, Con espinas, en mi cuerpo, de pasión desenfrenada.
Ya sé, que es triste lo que digo y que no digo nada, Pero es lo que hoy siento por ti, casi una estocada. Me robaste ya mi vida, ya mi corazón, me encontré Flotando entre la nada, de miradas sin amor.
Te alejaste de mí y no le encuentro explicación Escuche tus pasos firmes, con tanta decisión Que laceraban mis oídos,tantas veces escuchados Tantas veces repetidos, que parecía un dejabú.
Cuando te fuiste , te llevaste casi todo mi amor Me dejaste fría la mente y caliente la razón Solo me queda tú recuerdo, triste sensación De que estaba enamorado, de una miserable ilusión.
Por Conrado Augusto Sehmsdorf (Kurt)
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Poeta
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Y en busca de la razón salí a dejarte, Varada en mis recuerdos te dejo, Esos que aún sufren por amarte, Esos que ahora son tan añejos.
Que desesperadamente intento olvidar, Y estúpidamente recuerdo al sufrir. Si estuvieras me ayudarias, Pero a la vez lo empeorarias.
Te veo tan cerca, desde tan lejos. Tan triste, ilusionada por mi paz. Que es tan falsa como mi lágrimas. Lágrimas secas e inexistentes.
No existir para ti, era mi penumbra. Mi penumbra ahora es no existir. Da igual la distancia más no la presencia; Traerte egoistamente te acercaría, Pero correría el riesgo de no volver a existir
Me olvido de ti por mi; Para existir, más tu no en mi; Vivo al fin al no existir, Ya que muerto en vida me tenias
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Poeta
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Perdóneme usted amada mía, Pero ya no puedo más; No quiero ser el que sufre y debe callar; El que se hunde en la tristeza Y nada puede hacer, Porque haga lo que haga Nada nunca cambiará, Siempre será… No, ya no más.
No está de más decirle Que no culpo de nada a usted, La culpa es de mis brazos Que siempre le han buscado; Porque no es que tan sólo me gustara, No es que tan sólo le quisiera, No… no era tan sólo eso; Yo le amé mucho antes de un beso suyo O la más sutil caricia de sus manos; Mi amor fue siempre sincero, Yo le amé con todo el corazón. Nunca me importó Esa libra que usted decía tener de más Yo la miré siempre perfecta, Para mí, usted nunca lo fue todo, Para mí, usted siempre fue mucho más, Pero no pude hacérselo entender… O quizá fui el que no entendió Que cada momento Tiene su espacio en el tiempo Y el mío no fue ahora; Al menos no ahora y con usted.
Señorita preciosa; princesa, Ahora sólo me queda decirle Que yo nunca quise llenar sus ojos, Aunque admito que lo intente en mi desesperación, Le Juro que nunca fue esa mi intención, Yo le juro que siempre quise llenar su corazón.
¿Cuánto tiempo he de ausentarme? En realidad, no lo sé, Porque el amor es como un incendio Que, aunque a veces lo creamos apagado, Basta una suave brisa Para que sus llamas vuelvan a arder.
¡Claro que voy a extrañarle! ¡Claro que ahora siento ganas de llorar! Porque sé que a partir de ahora habrá noches en que le sueñe Y qué por eso, en las mañanas, no me quiera despertar…
¡Claro que ahora no tengo ni una estúpida idea De cómo he de hacerle! Pero con el tiempo algo se me ocurrirá. Por un tiempo no miraré al cielo; usted sabe; por la luna. A los días les pediré un poco de piedad Y al destino no encontrarla por la calle Por esos azares de la casualidad.
Preciosa… ¿Alguna vez le dije que la quiero? ¿Le había dicho que le amo? Si, muchas veces, yo lo sé, Pero nunca me importó Y tampoco tengo miedo a repetirlo un millón de veces más, ¡Le quiero mucho y le amo con todo el corazón!
Héctor H. García
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Poeta
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El frió de Diciembre remarca, tu ausencia en mi mente y el vino calienta mi cuerpo, del frió que produce tu abandono y ahoga mas, el dolor en mi corazón.
Mi niña, te quisiera besar.
Tu ausencia se llevo la parte de mi que me hacia llorar y no se como, esta pena este dolor consolar mientras, mi boca murmura, mi niña bonita, quizás ya no serás pero mi niña bella, para mi siempre serás, te quise y te quiero, pero la vida es así y entre risas y llantos el telón se serró y te llevaste, con lo que pudiera mi pena desahogar la agüita de mis ojos, que para siempre se seco. mi niña bonita mi cosita, mi carita, mi pequeño amor.
La que al momento de partir no pudo entender porque su papá se quedo.
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Poeta
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Quando eu morrer, não mais beberei, não mais comerei, não mais eu verei o Sol a brilhar nem a bela Lua e o seu lindo luar. Não mais andarei Na minha querida rua, não mais te verei nua, não mais terei os teus beijos acabam os nossos desejos. Não terei as tuas caricias nem os murmúrios de amor Não terei o teu calor. Dos teus olhos, não verei mais o brilho Nem o teu belo sorrir. Adeus, eu vou partir é a hora da verdade mas levarei comigo uma eterna saudade.
A. DA FONSECA
SPA Autor nº 16430
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Poeta
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Amada mía, hoy debo decir adiós a tu nombre; A las largas noches en que te he extrañado. Adiós a las muchas veces en que te llamé Y a las tantas lagrimas que por ti he llorado.
Me despido de las letras que te he escrito; De la esperanza que alguna vez guardé. Me despido de éste amor infinito, Me despido de lo mucho que te amé.
Ahora, duele recordar las noches en que te soñé Y los días en que a mi lado pude tenerte. No sé cuándo es que podré olvidarte amada mía... Y duele tanto no saber.
Héctor Humberto García Herrera
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Poeta
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