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Toda barrera que impida, que yo no logre subir, no me hará más que sentir como se abre una herida.
Después de tanto sufrir por las barreras que pongas, mi corazón como hondas lanza piedras al latir.
En mi alma un devenir, por eso quiere sentir y esperando yo te siento.
Si es tu poema un lamento, el mío es un sin vivir por las barreras del tiempo.
Mel
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Poeta
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Tengo un amigo poeta, supongamos que sea Nos, tiene en el alma una grieta, por donde se le escapa Dios. Me pide que lo convenza, que le muestre al Creador.
Si apenas está conmigo... ¿Qué le puedo mostrar yo?
Le contaré lo que pienso...
Yo veo que hay Dioses, tales: Están afuera, banales, antónimos de Satán, colocados en altares, donde vamos a implorar, a mendigar el perdón.
En esos no creo yo. Prefiero al Dios que está dentro, en cada uno de Nos. Este Dios de los adentros, del corazón, escondido. No le gustan los lamentos, ni practicar el castigo. El prefiere a Nos de amigo, conocer sus sentimientos.
Y si un día estoy perdido le pido ayuda a mi Ser, que me guíe en el Camino, que a Nos le tocó al nacer, con otro nombre: Destino.
Tratar de andarlo, muy rectos, es lo que hacen los santos. Hay tantos Nos imperfectos y lo hacemos dando saltos en los baches del trayecto.
Es sólo ida el camino y una vez en la llegada nadie dice como ha sido; si han caído, si han vencido en la empinada calzada.
Es por eso que al morir, será muy bueno sentir que atrás no dejamos nada que mancille el devenir.
Es estrecha la vereda que Nos tenemos que andar, nos tendrá que perdonar, si a veces vamos por fuera.
¿Y en ese momento, al Justo, le debemos preguntar si estamos haciendo mal?
Me llevaría un buen susto, si me llega a contestar. ¡Dios con Nos, no suele hablar!
Mel
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Poeta
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Sé lo que quiero, lo llevas contigo, es la simiente que en mi pecho siembras. El cariño, la ternura, es el “trigo” que jamás ha sembrado otra hembra. Hiciste el Edén de un pedregal, lo cuidaste muy bien y ha florecido. Ahora obtendrás inmensas cosechas, colmarán tus graneros de amor. Son los frutos de las cosas bien hechas, es el premio al mejor sembrador. Las piedras producen ¡Al fin! Limpiaste mi alma de cardos. Quiero ser de tu campo, el jardín. Darte el aroma de rosas y nardos. Eres tanto en mi vida, Mujer, que sin ti es imposible seguir. La sequía se torna cruel. Sin tus manos no puedo sentir, De tus labios necesito beber. Dame tu amor, dame tu aliento. Logrará tu semilla crecer con vigor. ¡Que hermosas espigas se mecen al viento!
Mel
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Poeta
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¿Como es posible que el Hombre llegue a quitar una vida, con que derecho, en que nombre causa tan terrible herida?
En el pecho de una madre queda una daga clavada, que nunca podrán quitarle, con ella será enterrada.
Por causar tanto dolor, con una terrible pena, el Hombre debe pagar.
Y morir en la prisión, con la perpetua condena, así no hará más llorar.
Mel
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Poeta
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Con los años que tengo, he visto tantos despertares de sueños, en ríos de llantos.
Nos creemos los dueños de nuestras vidas y nos despierta la criba que pone el tiempo.
Luego queda el lamento del que termina, sin llegar a la cima de sus anhelos.
Para algunos la vida todo son peros.
Otros tienen más fácil el recorrido. Con los años que tengo soy un testigo, de la trepa de algunos de mis amigos, aplastando al que pasa por su camino.
Y ahora digo...
Con los años que tengo, ya son sesenta, que al final del camino todos se encuentran. Del dinero ganado no quedan rentas. solo queda El de arriba pidiendo cuentas.
Los talones que hagas de tus dineros, en el cielo no pagan, pues no hay banqueros.
Con los años que tengo, amigo mío, es mejor al final, ir de vacío.
Mel
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Poeta
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Los amores en la vida, son como olas del mar. Unas crean playas nuevas. Otras quitan las que hay.
Los restos son para el viento, que se lleva el cascarón, son conchas sin nada dentro, que están vacías de amor.
Buscaremos playas nuevas. Donde la ola revienta, pescaremos sentimientos.
Y nos pondremos contentos, si otro cascarón vacío, con nuestro anzuelo se encuentra.
Mel
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Poeta
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No existe un nombre más bello que lleve en él, todo aquello, de una tierra tan bravía. La tristeza, la alegría, el cante el baile, la Alhambra. Ese pedazo de España, tan lleno de poesía. Las saetas a María. El Cristo del gran Poder. Esa feria de Sevilla. El fino y la manzanilla que tanto te hacen querer. La Paloma y el Rocío. Vestidos de faralaes. Semana Santa, El Cachorro. Caballos, toros, guitarras. Torre del oro, Giralda. El río Guadalquivir. Amar, llevar y sentir los olivos en las venas. Ojos negros, piel morena. La lluvia y la sequía. Sudor de trabajadores. Eso eras Tú, Lola Flores. Dolores de Andalucía.
Mel
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Poeta
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Si tenemos un amigo y la muerte se lo lleva, deja en el alma el vacío y en el entorno tristeza.
Que pena queda tan grande al perder un gran amigo, de no poder más hablarle, el no tenerlo contigo.
Con quien echar unas risas? Dónde está mi confidente? Esas partidas de cartas. Las fiestas con nuestra gente. Las copas de amanecida. Enfados por tonterías. Los vacilones de siempre, con los amigos y amigas. Cantos bailes y alegrías.
Te tengo, Amigo, presente.
Por qué es tan cruel la vida? Que más daño puede hacerte que llevarse a los amigos, sin poderte despedir y jamás volver a verles, el no poderlos sentir. Comenzabas a vivir y se te llevó la muerte.
Te tengo, Amigo, presente.
Amigo mío del alma, Dios, ahora, está contigo, echa unas risas con El. Tu recuerdo está conmigo. Yo, nunca te olvidaré.
Mel
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Poeta
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AGUA Y LAVA
La vida como una isla rodeada por la mar que hace de sentimientos, el amor es el volcán.
Al entrar en erupción arroja candente lava, va presurosa a la mar, se hunde en ella,se apaga.
El fuego y el mar se atraen, el fuego y el mar se aman, pero también se repelen, uno es agua otro es magma, como a hombres y mujeres, solo el tiempo les aplaca.
¡Y de esos grandes quereres quedan los hijos, las playas!
Tener hijos da sentido a esos amores ardientes, cuando se apaga la llama quedan ellos y los sientes como se siente la lava, cuando salen de tu vientre.
Les das la vida, los amas. Ellos serán nuestras playas, para que el Mar acaricie dulce, suave, tiernamente.
Mel
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Poeta
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