Con los años que tengo, he visto tantos despertares de sueños, en ríos de llantos.
Nos creemos los dueños de nuestras vidas y nos despierta la criba que pone el tiempo.
Luego queda el lamento del que termina, sin llegar a la cima de sus anhelos.
Para algunos la vida todo son peros.
Otros tienen más fácil el recorrido. Con los años que tengo soy un testigo, de la trepa de algunos de mis amigos, aplastando al que pasa por su camino.
Y ahora digo...
Con los años que tengo, ya son sesenta, que al final del camino todos se encuentran. Del dinero ganado no quedan rentas. solo queda El de arriba pidiendo cuentas.
Los talones que hagas de tus dineros, en el cielo no pagan, pues no hay banqueros.
Con los años que tengo, amigo mío, es mejor al final, ir de vacío.
Mel
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