Volver, como el salmón, después de algunos años,

a las mismas aguas claras que le vieron nacer,

para purgar su error, que llevado por engaños

de amores mentirosos y pierde a su mujer.



Amores que jamás sirvieron para nada,

de nuevo estoy contigo y solo cuentas Tú.

Solo quedan cenizas de una llama apagada,

y entre tanta oscuridad necesito tu luz.



Alumbra las tinieblas que tengo en el alma,

no permitas que se apague y retorne el morir.

Presiento que si ti, será mucha mi carga,

si me quedo sin fuerzas no puedo seguir.



Pido que perdones mi tremendo descarrío.

Necesito que me enjaules en tu corazón.

Poder vivir en ti como los peces del río.

Nadar contra corriente y morir como el salmón.



Mel

El azul es tan hermoso,

pero a veces no es real,

es el color mentiroso,

que nos intenta engañar.



Azul se muestra la mar

y enamora marineros,

perdidos con sus veleros,

ven que miente y es mortal.



Azul se nos torna el cielo,

desde el espacio el planeta,

todo irreal, pero bello,

como tus ojos muñeca.



No quiero ver en azul

que me depara el amor,

para que no quede dolor,

si hace trampas el tahúr.



Pues con las cartas marcadas,

me engañan en las jugadas

de damas y corazones,

y yo pierdo mis razones

en partidas amañadas.



Del bello azul, la mentira

se va tornando en verdad,

al ir pasando la vida.



Si el azul no es realidad,

tiene tanta fantasía,

que es mejor que soledad.



Mel

¿Esto es vida? dijo un sabio,

después de reflexionar,

veo que la vida es dar

sin recibir nada a cambio.



Tú das amor, te dan palos,

prestas dinero y no pagan.

Siempre, hagas lo que hagas,

acabas muy mal parado.



Y con tantos menoscabos,

tanto sudor, cuantos llantos,

guerras, muertes y quebrantos.

¿Somos los hombres tan malos?



Yo pienso que no. Es verdad

que hay de todo en nuestras vidas,

se trata de un complemento

de tristezas, de alegrías.

Hay de todo en la heredad.



Hay tantas cosas bonitas

que nos producen placer.

Oír la risa de un niño

que es tratado con cariño.

El amor de una mujer.

Sentir la risa de un padre.

Amamantar una madre.

Ver crecer a nuestros hijos

El cielo azul y la tierra

La lluvia, la hierba verde.

El canto de los canarios.

Ocasos y amaneceres.



Se me fueron los agravios,

sólo me quedan placeres.

Dijo, sonriendo, el sabio.



Mel

Recuerdos, el maná que me alimenta,

uno a uno entran en mí, pese a los años,

aplacando del alma una tormenta,

por tu amor ausente, siempre añorando.



Cuando me despierto, en la mañana,

mi corazón se agita en un barullo.

Con su mejor latido se engalana

deseando que lo ames, lo hagas tuyo.



Te quiero así, tan dulce en tu armonía.

Estás dentro de mí, como el lamento,

del suspiro que exhalas cada día.



Desearía poder montar al viento.

Galopar siendo tus ojos mi guía.

Ver tu cara y parar ese momento.



Mel

Yo quiero cantarle al viento
para que vuele el cantar
y de esa forma lograr
que te llegue lo que siento.

Es tan grande el sentimiento
que a veces quiero intentar
vaciar de agua la mar
para unir los continentes,
entonces verá la gente
los poderes del amor,
al terminar el dolor,
de dos vidas tan ausentes;
pero yo no soy valiente
y me quedo en el intento,
ese es mi signo, lo siento,
el querer y no hacer nada.
Al final no habrá quedada
y si me quedo sin ti
la vida está terminada.

Espero que tú lo hagas:
vaciar esa mar por mí.

Y si logras la proeza
de quitar el horizonte
coloca allí tu belleza,
para que el Sol en su puesta
te enmarque como a una Diosa
y no adorar otra cosa,
más que a ti, bella mujer.

Si esto se llama querer...

Espero que entienda el viento
lo que digo en el cantar
y te lo sepa explicar,
así sabrás lo que siento.

Mel

Quiero dedicar al tuno
un poema en su memoria
por ser el manjar, la gloria
del que comer nunca tuvo.

Gracias mi tunera amiga
por regalarnos el fruto,
tú llenaste la barriga
desde el más sabio al más bruto,
en los tiempos que no había
nada que echar en la boca.
Culpa de una guerra loca,
que entre españoles se hacía.

Luego vino la mundial
y te portaste igual,
de una forma muy sencilla
se aprovecharon tus pencas
para sembrar cochinilla
y fabricar colorantes
de manera natural.

Porretas e higos pasados
de la penca y de la higuera,
el queso y gofio amasado,
todo aquel que los tuviera
era un ser privilegiado.

Recuerdo que muchos chicos,
aprovechando la lluvia,
íbamos a "esmondigar"
esto era un arte, pelar
los tunos llenos de picos
tan solo con el pulgar.

Ahora estos son caprichos
que se comen por placer,
nadie los quiere coger,
pues le temen a sus picos.

Pero, cuando están barridos
y frescos de la nevera,
amigo mío, ya son lujos
que no los tiene cualquiera.


Mel

¿Dónde se fueron las flores?

¿Dónde te marchaste Tú?

¿Dónde fueron los amores,

que emergieron con tu luz?



Dime amor ¿Dónde se fueron?

¿Por qué se secó aquel río,

de pasiones y deseos?

¿De dónde vino el hastío?



Necesito saber dónde

se llenan los ríos secos.

Sigo gritando tu nombre,

sólo me contesta un eco.



Y me sigo preguntando

¿Dónde se me fue la vida?

Mi corazón sigue amando

a una pregunta perdida.



¿Dónde te fuiste Alegría?

Que no me conteste el eco...


Mel

Pasan las nubes sin dejar las lluvias,
el hombre del campo, triste las mira.
Por falta de agua se mueren sus plantas.
Pena ninguna, las brumas se marchan.
El campesino se queda sin agua,
tendrá que regar con sangre del alma.

Viendo tanta sed se me parte el alma
Y clamo a mi Dios que lleguen las lluvias.
También la tierra clama por el agua.
No lloran los sauces, nadie los mira.
Poquito a poco los hombres se marchan.
Solas y secas se quedan las plantas.

Tristes los campos y mustias las plantas.
Por un buche de agua se vende mi alma,
grita un campesino, mientras se marchan
tras de los vientos, en pos de las lluvias.
Deja sus campos, con pena los mira.
¡Cuánto sufrimos por faltar el agua!

¡Cuántas miserias nos llegan sin agua!
Secas su raíz, perdidas las plantas.
Puñados de tierra en sus manos mira,
ve que está seca su tierra del alma.
Con tanto calor no llegan las lluvias,
una tras otra las ranas se marchan.

Campos vacíos las gentes se marchan.
¿Dónde, las nubes, te llevaste el agua?
¿Cuándo, por pena, nos darás las lluvias?
¿Cuándo, por pena, regarás las plantas?
Hombre del campo que vive sin alma,
camina en su tierra, ya ni la mira.

¡Nubes lejanas! El hombre las mira.
Llegan las gotas, las moscas se marchan.
El campesino recupera el alma,
la resucita lavando con agua.
Llegaron las brumas, ríen las plantas.
Se va la sequía, llegan las lluvias.

¡Charcos de lluvias! El niño se mira.
Vivas las plantas las dudas se marchan.
Bebamos del agua en copas del alma.

Mel

Quiero vivir un recuerdo
que llevo dentro de mí,
el sabor de un beso eterno,
el primero que te di.

Quiero que fluya el sentir
que humedecía tus labios,
yo quiero en ellos partir
y regresar al pasado.

Quiero recordar aquello
que me logró enamorar,
los sentimientos tan bellos.
Quiero volver a soñar.

Yo quiero quererte amor
Y quiero que tú me quieras.
Quiero volver al candor
de nuestras citas primeras.

Si después de tanto arder
las llamas se nos apagan,
quiero volver a encender
el fuego con tu mirada.

Yo quiero vivir en ti,
como viven los recuerdos,
tan vivos dentro de mí.

Los amores son eternos
y permanecen así:
Recordando los recuerdos.

Mel