Poemas :  Al obnubilarse
AL OBNUBILARSE

Llovía la voz con sabor a danza,
en el azul sonoro del tacto,
una sonrisa obscura,
un llanto brillante,
tan profundo en lo alto,
tan escarpado en lo liso.

Al obnubilarse.

Con el olor de los años,
con el color de los sueños.
¡Oh, danza de la esperanza!.
¡Oh, lanza de la tardanza!.
Una espuma espinosa.

Al obnubilarse.

​En la voz otoñal pestañeando.
Sin el gastar neblinoso.
Sin el pastar asombroso.
Llovía y llovía, esa voz agridulce.
Esa vez esa voz.
Al sentirse pensando.

Al obnubilarse.

​Ennegrezco al nevar,
el fuego al entibiarse,
​la sonrisa vidriosa,
la voz lluviosa,
entre silencios sinuosos,
entre recuerdos borrosos.

Al obnubilarse.

​Una vez al desvestirse la tarde,
al empalidecer anocheciendo,
​la espera lenta,
la salida profunda,
entre perfumes perdidos,
entre nubladas alturas.

Llovía llovía, al obnubilarse.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Poesia solta
Poesia solta
Não consigo fabricar palavras...
As que eu uso,
são postas em minha boca,
já com o sabor da coisa.

Sou a poesia solta, seguindo as folhas
que o vento leva, só para brincar...
Sou a imagem das folhas ao vento.
Sou este divertimento.

A.J. Cardiais
06.01.2011
Poeta

Poemas :  Hontanar execrable
HONTANAR EXECRABLE

Palpé al olvido y su memoria.
Quieta la sed y su recuerdo.
Por el agua frágil.
De las grietas caprichosa luz.
De la ignota marejada lenta.
Por las calles ondulantes.
¡Dónde se entinta una ausencia!.
Del súbito peligro atenuante.
¡Indeseable en la belleza inocua!.

¡Oh, alfaguara de futesa!.
¡Oh, entonadera de nonada!.
Adarga abundosa de escoria.
¡Cuánto embijar y achubascarse!.
Zalamero zángano zarandeando zopencos.

Del papel incumplido.
Vi el sabor y sus colores.
En los cabellos, fieras, indiferencias,
mesas solas, hambres desnutridas,
enrojecidas nubes en el suelo,
y techos de azul podrido,
en el cántaro curioso,
por la esterilidad y su fruto.

Del borbollar afrentoso.
Un tifón, un ciclón, una tromba,
son menos que poco comparados,
del mal al peor arrobo embozado,,
por el guirigay de corbata y saludo.
Y el gracejo por lo luctuoso embetunado.

¡Fontana de fruslerías!.
De
Plano pleno planchando platos.
Del
Salado dolor, salado recuerdo, salado ausente.
¡Alado y desendemoniado... Dudoso ingenio!.
Que vuelve y en ello se pierde,
allá el aire huyendo gris,
allá el camino inquieto,
entre la mayor honradez multiplicada encizañada.
Con absoluta lealtad, fingida, concavidad, de honor manando.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Poesia perdida
Poesia perdida
Abraço a manhã com o sol nascente.
Vem um café quente
exalando seu sabor.

Uma fumaçinha de poesia,
começa a enfeitar o dia
com as cores do amor.

Confusões externas
interferem em meu poema.
São as desafinações da vida.

E desafinado eu sigo...
Fingindo que não ligo,
traço uma poesia perdida.

A.J. Cardiais
25/10/2012
Poeta

Poemas :  Huidizo lindero
Huidizo lindero

Marcan las hojas los pestañares.
Las cabelleras cremalleras.
Los perfumes perforando.
Linduras verduras.
¡Amarillentas!.

Por el principio excesivo de carencias.
Donde el depósito de olvidos llueve menos.
Tanto en tan poco dulces como inanimados.
Límites en la mancha con sabor hueco.
Límites en la concha con dolor lleno.

Es el torrente sin huellas de balanza.
En el sillón que conversa el bolsillo.
En la órbita que vibra al escapar ajeno.
En la noche anocheciendo asechanza.
¡Hostil huésped horadando horquetas!.

Fue un carbón encaprichado por la sombra,
que escribe al tren que aspira lentamente,
deshabitando cada lugar hecho de olvido,
de selva de antojo de estepas de estufas.
¡Más que estupas tapas embaldosando lunas!.

Lindero de lamentos con sabor a deriva.
¡Qué priva con la muerte hecha pedazos!.
Aquéllos ignorantes cóncavos de sábanas.
De astillas talladas convexas encebolladas.
Del radiante golpe al desentumecerse hoy.

Porqué un violín de polvo arena las notas.
Los manantiales las nebulosas los ojos.
De la mano de la proa a la popa artera.
Tan presente en la cara agreste astuta.
Con la hermosura estéril cuando conviene.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  De la traducción poética
DE LA TRADUCCIÓN POÉTICA
Autor : Zbigniew Herbert
Polonia 1924-1998

Estudió Derecho, Filosofía y Economía, fué poeta, ensayista y dramaturgo. Uno de los más importantes poetas polacos del siglo XX. Esta es traducción de Xaverio Ballester. Madrid, Ed. Hiperión 1993, En 2da. Edición 2008.


De la traducción poética

Como un abejorro zompón
que se posó sobre la flor
hasta que se encorvó el flexible tallo
y ahora se abre paso entre filas de pétalos
parecidos a hojas de diccionario
y se dirige hacia el centro
donde están el aroma y el dulzor
y aunque pescó un catarro
y ha perdido el sabor
aún persiste
hasta que su cabeza golpea
contra el pistilo amarillo

y aquí ya el fin
difícil es penetrar
por los cálices de las flores
hasta la raíz
así el abejorro se aleja
muy ufano
y zumbando con vigor:
dentro me metí
y a quienes
no acaban de creerle
su nariz enseña
amarilla de polen
.
Poeta

Textos :  Bárbara Sabihondez
BÁRBARA SABIHONDEZ
(Texto Neosurrealista)

Porqué sabemos que pasó el futuro
visto en la perpleja primavera
añeja en el otoño sin presente
sólo tránsito del tiempo plano
del espacio retráctil invernal...

Así en Bromatología, las grasas se aproximan a las
cremas, en la cabeza por la encina que llueve con
hojas el otoño que regresa en los márgenes llenos
de sombras, y por otros amarillos dónde se ven
y se deslizan carreteras, y los tambores cuelgan
el silencio en el bosque que alimenta la vida verde
cuándo vive, vecino al helicóptero viril libélula en
el equilibrio que facilita el oxígeno, oro y petróleo,
con el sello del planeta todo.
¡Sí, mira!

El futuro llegó, y se fue en una red amarillenta y
superficialmente fugaz, que ablanda la carne y
coagula la leche con las hojas aromáticas del
olvido y la codicia... ¡Sí, mira!
A lo lejos están, los lugares calientes, dónde se
hace grumoso este tiempo, que se opone a la
acumulación de reservas en los edificios de papel,
cuando las ventanas ya no encuentran la puerta,
y el amor resulta mentira en su clámide mortaja
.


¡Ah, sabihondez y barbarie! Excelso presente.
Porqué las estatuas se desnudan, y provocan, y
despliegan perturbaciones digestivas en el cerebro
de los panes desde los tiempos prehistóricos.
De tal manera, que otorgan sinsabores en abundancia,
y más, cuándo se les agregan frutas frescas dónde se
eligen hojas comprensivas, tallos compañeros firmes,
y plantas en plena madurez, antes de que florezcan las
indiferentes monedas que detienen la caída del cabello.


Sabemos por el proceso de cocción de la consciencia,
que se emplean envases cada vez más irresponsables,
que se secan cuando están duros, y quebradizos abajo
y a medida que se van cortando las manzanas pecadoras,
las peras del olmo, los duraznos vigorosos en el césped
y en el tratamiento por vapor de agua, por los minutos
prudentes del aguante para
evitar la combustión rápida.


Aunque el jarabe diluido se calienta hasta que hierve,
entre los sueños inquietos con agradable humedad dónde
el sabor es redondo, y las semillas numerosas rosas, que
van con una porción coloreada en rojo más o menos
intenso según la variedad y ánimo del leñador... Pero
antes de decir: ¡Te amo como a mi vida!, cuando ya es
un cadáver llorando el infeliz destino del polvo, que es
la esencia misma de un anhelo del más popular paraíso
explotando al enjambre de insectos zumbadores...

¡ Y con esta sabihondez lo explican...!.
Pues las escaleras están debilitadas, y ofrecen más
esperanzas que curación, y la suerte es el mejor plan
de argumentos amontonados en la sala de un hospital
que surgen de la obscuridad, y creen saber lo que pasa
en los ojos del animal que brilla y se agarra tan sólo una
vez basándose en los baches del fuselaje, absortos y
comiendo pedazos de recuerdos en la noche más buena...


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Tributos da alma
Tributos da alma
Minha vida ainda não acabou,
mas já está findando...
Algumas coisas para mim
deixaram de ter valor,
e outras perderam o sabor.

Não estou achando a vida amarga...
Não, não Senhor.
Estou achando que é muita carga,
muito tributo que querem nos impor.

Eu estou procurando
um final mais sossegado:
peço perdão pelos meus pecados,
para eu chegar “do outro lado”
em paz.

A.J. Cardiais
26.02.2010
Poeta

Poemas :  Oda al Café
ODA AL CAFÉ

Líquido
en
despulpado
ambiente
acogedor
en
dulce
olor
sabor
a veces
de
leche
a lecho.

De
las
tazas
transparentes
verde antes
caliente
ahora
con
el
fresco de las bolsas
de los ojos hablando
entre
mesas
cambiando al mundo
fantaseando
sin saber
si
es bueno
por
seco y duro
sonoro y liso
en la mirada
que recrea
el olfato excitado
del insomnio
del gusto
lácteo aves diuréticas.

Por
la
vivacidad
de
las cabras
de aquel pastor
de Arabia
antídoto
del opio.

En la
casa
desnuda
a veces
los
recuerdos enterrados
en la
noche o en el día
del pétalo
eco y seco
murmurante
que vive
la sencillez metálica
de la desdicha
derramada
por descuido quemado
moviendo
el pan
espumoso
por
las
galletas
resbalando
por los labios
del aroma
de las faldas
del
volcán interior
que tiembla
bebido
en exceso
desvistiendo
la luna del espejo
impregnado
de
la
cintura
techos hilando
el follaje
de
sus
márgenes
de miel y selva.
Vaso, taza, jarro,
y
entre
muchas
más
noches que lunas.
Tú...
¡Oh, café, iluminas!.



Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Cuentos :  La máquina de sueños
LA MÁQUINA DE SUEÑOS

Bajo la piel es más obscura que la noche sobre
...la cama de piedra con el sabor espinoso grácil.

Ella no dijo nada; El olor aceitoso era agradable
en un ángulo de cada destorcido tornillo, cableado
al estilo barroco del humo, mostrando sus caratulas
sobre la mesa en qué se apoyaba. Un gallo a lo lejos
tal vez tuviera qué ver con el mismo perfume arenoso
del sol en diferente mañana. Ayer dos extremos de
luna habrían querido salírsele del traje plateado a
cierta distancia del pico emplumando su canto con
la cresta al fondo del patio. Por fuera un ciprés azul
somnoliento tendía lentamente sombreada la tarde
navegante gris, con los ojos fijos en un punto dónde
la meditación se hunde, frívola, entre las hojas de
los libros sentados en el sillón impaciente, por el
tumor de la realidad amargamente cierta.

___ ¿Cómo pueden ustedes estar vivos, después de
miles de años?___ Solemnes anhelos congelados,
con las armas del fracaso en la razón despreciada,
y el poder de cambiar hecho un pobre imbécil.

Todo el día estuve tratando de repararla, durante
su recorrido por las ebrias almohadas con los ojitos
brillantes queriendo anticipar el momento dulce en
que lo lograría. De pronto empezó a llorar.
¡Sí!. Empezó a llorar el plástico, cibernéticamente
asombrado por los deberes que cierran el camino
a la voz llena de gente que carga los recuerdos al tocar
la piel del aire que ofrece sus manos temblorosas en
la esquina de cualquier tumba.
El silencio podía escucharse por la distancia acumulada
que estaba fantaseando en la penumbra cansada de
improviso en las habitaciones vecinas dónde trabajaba.

Esta máquina es el gran historiador qué ha perdido
la memoria sumergido en un periódico camino libremente
pegajoso entre las ruinas despiertas con la boca triangular
cuadriculada en lo último explicado frente a las lápidas de
testigos levantando los brazos entre vetustos documentos...
El vigor de su joven cuerpo, metálico, vibrante, ondulaba y
se agotaba inútilmente, esperando en vano el menor instante,
el más mínimo momento para utilizar su energía constructiva,
alentadora, rápidamente, sólo vestida de pena por la abundante
y desmedida codicia de los mandriles del sillón en sus rodillas
puntiagudas, por el infinito consuelo de la combustión espontánea.
Nada me importan tus plásticos metales humillados, sentía
pensarlo en un acrisolado simbolismo, y ahí dónde las aves
encuentran las puertas de la huerta cerradas. Pero sobre ello,
eres hermosa, buena y complaciente, fresca, mirada pulsátil,
en la espesura dónde la esperanza late y vuela ígnea luz....

Máquina, me digo, en la tentación de vivir, con la carne del tiempo
en el polvo momentáneo,... Máquina, lejos de tí la noche espantosa
nos mira con el rústico instrumento de la esperanza fósil...
Ahí dónde el mundo nos hace gastar más en menos, en cosas
que complacen los bolsillos ajenos a la miseria que mantiene
los ojos abiertos todo el tiempo que debería estar durmiendo,
tranquila, reluciente, flotando sin lamentos, sin la costumbre de
estar sorprendiéndose por su impotencia.

Nadie sabía la razón, pero nuevos productos hacían fila
desde los espacios infinitos en envases desechables a traves
de la transparente secuencia de pobres incautos que llegaban,
puntuales, en el mostrador que perseguía la cima dónde había
escogido quedarse la rutina inofensiva del vacío simulando la
inquietud del mar en sus espaldas punzantes... El caos quería
impedir mis trabajos en ello, tenía los puños alzados y en los ojos
el olor del tomillo... Por fin me ví encorvado encima de ella, brillaba,
en sus rostros de nácar y carmines, con el idilio de los últimos años
entre circuitos bulliciosos de gracia y sonrisa metafórica de dulces
ecos del desdén profundo mal recibido... ¡Y todo cuán metálica era!

Se encendió solamente para saber que yo era una obra suya...
Y de lo qué pasó después... Ya nadie se acuerda.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta