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Niebla nube o nubosa apariencia, letal metal de filuda sentencia, corta, inflama, invade y carcome, Niebla que nubla y puebla mi alma. Mi mente constante que constante-mente se clava en tu boca.
Destino que persigo, no consigo y me persigno, me arrodillo, me arrepiento: lo siento.
Hundes sin clemencia tu ausencia y tu lengua mojada horada el túnel de mi garganta. Muero, regreso a mi muerte, me odio, me repudio, pero sigo y reincido.
¿Cuándo me perdí entre tus mejillas y tus ojos? ¿Dónde resigné mi orgullo y mi propio nombre?
De: TREINTA DÍAS © Rogger Alzamora Quijano
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Poeta
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[img align=left width=300]http://1.bp.blogspot.com/_GXf8EBPdKBQ/SwAzuRU9IwI/AAAAAAAAAVc/U_C82gelh0E/s400/mujer+sin+rostro.jpg[/img]No recuerdo hace cuanto que comence a quererla, no se si fue real o solo un desvario de mi desesperada imaginacion; juro que la hice mia, alguna vez, un dia, en cualquier momento, ella fue solo para mi. Yessica no era una chica finamente elevada, ni es que yo lo fuese, quiza mis aspiraciones llegaban ahi, pero ella alcanzaba un finito mas grande de lo que podria imaginar, no era una musa digna de ser tallada, ni una venus que podria ser digna de admiracion, era solo eso: 'Yessica', la de los anteojos de fondo de botella, con aquellos modos que sentia miedo de solo pensar, tenia un paso que para el mundo podria parecer vulgar, y para mi fue como verle danzar, volar. Amaba mirarle correr, como cada dia lo hacía, con rapidez y sigilosidad, para evitar regaños y aumentar mi locura.
Me enamore de ella, tan ciega como estupidamente, y la tuve muchos dias, meses, años; sentia que sus aumentados ojos solo veian hacia mi... Pero como es el cruel destino, todo llega a su fin, y ella un día no fue más, desaparecio, sin una coartada o alguna explicacion se esfumo. Y desde aquel día, en mi mente no hay espacio para más, y en el rostro de toda la gente mis ojos solo ven aquella imagen tan desgradablemente magnifica, en mi repertorio solo existe un nombre: "Yessica".
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Poeta
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En probetas de greda incaica he indagado por tu génesis, Atacama. Rasmillones en la roca me confidenciaron de tus ilusiones galácticas. Empinado en el espiral del fuego superé las eras del hielo, pero se secó la sal y quedó el perfil del desierto embalsamado como una gran interrogante.
¿Qué familia de colosos bebió la energía en el Salar de Plato de Sopa? ¿Quién domesticó las Lagunas Bravas? ¿Qué gigante niño jugó con las rocas partidas, amontonadas frente a la playa Conchillas? ¿Qué artesano esculpió mastodontes y mamuts en la franja costera de Rodillo? ¿Cuántos fantasmas acumulados a la vera del camino se han quedado clavados a los crepúsculos de Caldera?
Sigo mi camino, deambulando sin un norte, atrapado a una nostalgia difusa, que viene del traslape de confusas dimensiones y se pega a la piel como camanchaca salobre de la fría madrugada. Así, fui recorriendo los arrecifes y urgué las arenas buscando el alimento del mar para sobrevivir a mis fantasmas.
Estoy deslumbrado, forastero perenne, inventando vertientes en las rocas eternas, cavando por vellocinos de oro, por pactos endiablados que retumban en los encierros magnéticos de los socavones.
Veo almas en pena deambular por ellos, buscando la veta de la juventud eterna. Y transpiran mis manos en el frenesí del espejismo dorado y claudico, como tantos, al embrujo del brillo.
Sin embargo, a poco andar, hinco la rodilla en tierra y escapo luego de las garras del oro, resguardado en la lisonja de mi abuela, que ha venido con su haz de luz a proteger mis pasos.
En la alquimia secreta del desierto, establezco mi oasis y quedo convertido en un cometa que se escapa y vuela libre por las fronteras de los acantilados, besando el mar, recuperando el candor de las auroras, libre amante persistente de los amaneceres de Atacama.
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Poeta
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En mi aventamiento ella se aprovechaba de mi rodeaba mi boja y ante mis ojos cadentes continuaba con su jactura.
Una vez amantes, hoy tan solo enemigos A una legua su cuerpo del mío "Te hare cumplir tu reatu” le dije Ya no mas tu solercia evasiva Ya no mas la vulgada en mi vida.
Y tus piernas luengas cada vez más lejanas dejando a su paso los ñocumentos, ruinas de un pasado ¿Que Dios me podrá mamparar? ¿Quién podrá leer mi péndola? Si solo hostes en mi futuro quedan, solo viros en soledad.
Vide sufrimiento, vide dolor, vide trigo cortando mis manos Y un adiós.
(Inspirado en la obra “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” de Bartolomé de Las Casas de 1552)
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Poeta
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Ruego por los que cayeron y rodaron, por los que se hundieron, por los salvados, por los que lloraron con lágrimas de barro la ausencia de los que duermen para siempre, por los que buscan en los escombros la vida arrebatada bajo el dulce seno de la Antigua Madre que arrulla compasiva, hastiada y abatida de su propio arrebato, en el minuto insomne de siglos y siglos de tanto gemir bajo autos, autopistas y desfiles de última moda, por los que abrieron sus fauces como leones liberados después del juicio y recorrieron las calles dando el golpe de gracia a la humanidad y las buenas costumbres, por los que, ciegos en su confianza ciega, hicieron de pitonisos de tres al cuarto y segaron las flores de las orillas oceánicas, mecidas por el ulular de las aguas que volvieron, pródigas, a saludar a sus hijos ya sin memoria de sí mismos, por los que hablan, por los que callan, por los que exprimen el jugo de la desgracia minuto a minuto y hora tras hora en grandes titulares color sangre, sangre de los destrozados, de los que lloran sin consuelo para la cámara, para los ojos del mundo, ávidos de las emociones que la cuota de realitys del día no les alcanza a cubrir. En fin, por los que escriben versos a costa de la vida y la muerte de tantos y tantos que jamás los leerán.
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Poeta
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Con profunda alegría queridos lectores, hoy pongo a disposición del mundo, mi libro Antología Poética de Edwin Yanes, espero contar con su apoyo, desde ya muy agradecido. Lo puede adquirir a través de la siguiente dirección:
http://www.bubok.es/libro/detalles/203220/Antologia-Poetica-de-Edwin-Yanes
[img width=300]http://3.bp.blogspot.com/-qitvY1LvcCM/TeZMDe6FnjI/AAAAAAAACm0/LlBatw5sS-U/s1600/Antolog%25C3%25ADa+Po%25C3%25A9tica+de+Edwin+Yanes.jpg[/img]
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[img width=300]http://4.bp.blogspot.com/-sQk0YON8ZzE/TLM_YajQAyI/AAAAAAAAAC4/egpxgPc-Fbs/s320/poeta.jpg[/img] Es mi vida, es mi historia Un camino de fracasos y un futuro de Gloria Una estampa, una canción Un poema hacia la vida mi vida es revolución Actitud y Poesía La poesía va en mis venas En la sangre que oxigena Es el aire que respiro El fuego que no me quema El alimento de mi alma Mi alma en una expresión La poesía es el impulso Que hace latir mi corazón Una vida corta y dura Llena de desesperanza Me sentía retrocediendo En un mundo que avanza Pero brotó la inspiración Del fondo de mi corazón y vibró de la emoción Al sentir la sensación De un corazón que cantaba de un corazón que latía De un corazón que vive Gracias a la poesía Un lápiz y un cuaderno Son mis fieles compañeros Testigos de cada palabra Testigos de mi sosiego Una vida por vivir Un camino día a día Un amor en el corazón Una pasion: La poesía.
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Poeta
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Vengo volando, reptil prehistórico, carnívora hambre de tiempo, alargando la noche, más cerca del cielo que de mi comienzo.
Alas acero, vengo auscultando la luna primavera, coágulo de los días prestados, obstruyendo la sangre de ojos marinos, recorriendo países, vagabundo y curioso, visitante de espejos, dilapidando minutos en los museos.
Hasta volcarme en la pausa, alas acero, despertando los ríos, cantando al inicio, a los sindicatos, a las empedradas muelas del poder, a los escuálidos credos.
Alas acero despertando mis manos, palpando catedrales ignoradas, extendiendo los cuentos cual preámbulo. Voy en ellas, alas nocturnas, al desafío de la sangre, al útero fecundo de la tierra, a los pies cansados de cien patrias remecidas.
Cual pájaro prehistórico, alas acero, asombrado en mi sueño, vuelvo al suelo, tiendo en la luna mis cómodas teorías y sacudo en los ojos mis alas de ternura el pecho se ventila y esparce nuevamente su epopeya diminuta.
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Poeta
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CON PERMISO
Quiero hablar desde el subterráneo de la nada. Allí donde me sumerjo a diario mientras lleno mis horas de efervescentes declaraciones.
Quiero que broten atropelladas o lerdas mis palabras veraces, sin retóricas, sin el esquive fino de mis días, sin la pirueta comedida y, en definitiva, libres. Plenas de almohadas errantes para restallar en sueños de justicia, antes que las artritis o las esclerosis me pavimenten el rostro con abulia.
Quiero vibrar los placeres reprimidos. No tengo paciencias orientales. Soy entre tropical y vasco, medio indio, no flemático. Mi sangre es compulsiva y no soporta más plazos ni enmiendas rebuscadas.
Salgan desfloradas mis virginales amigas, conviértanse en palabrotas mundanas, en grito irrefrenable y sacudan la médula roñosa del hastío.
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Poeta
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INVITACIÓN A MI MUSA
Ven con tus arcos comprensivos, a platinar chamantos de recuerdos, a vociferar tu artillería de geranios, a inflamarme cada vez con tus secretos.
Vamos, aliada de mis aventuras, a disparar vientos norte de caleta, a entretejer ingratitudes mustias.
Ven, sanguínea camarada, a hilvanar tus rezongos azules, a curarme con tus redes de ternura, a rejuvenecerme con tus celos intuitivos.
Vamos, acompáñame, que está el convite de Quintero, de varios locos sueltos y sus musas.
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Poeta
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