Poetrix :  AFLICCIÓN DE SABER
AFLICCIÓN DE SABER
Alguien ha dicho hoy, en el metro:
- Ella sabe quién soy!
Con espanto, así pensé:
... ella no sabe quién no soy,
ella sabe y no sabe,
ni yo ...
Esto es porque no sé lo que es saber,
en la medida en que pienso que sé!
Ayúdame, oh Sócrates!

Poeta

Poemas sociales :  ELLA NO PECA, ELLA TRABAJA
ELLA NO PECA, ELLA TRABAJA
¿Quién conoce del dolor que lleva dentro?
si nadie ha sufrido como sufre ella
obligada a ser esclava…
habiendo nacido reina.

¡Para eso nació! – aseveran unos
¡Es la sociedad! – sentencian otros,
pero hay un hondo sufrir en su alma
porque tiene partido el corazón.

Todo tiene, porque todo lo ha ganado
pero maldice la suerte aquella
de poseerlo todo y ser envidiada
de dar amor, y no tener un hombre a quién amar.

Ella levanta los rumores por la calle
cada vez que la ven cruzar
siempre elegante y oliendo a flores
sale por las noches a caminar…

¿Quién puede tirar la primera piedra?
ella no peca, ella trabaja…
tiene dos hijos que alimentar y el marido…
hace ya tiempo que por otra la abandonó.

No terminaba de ser una niña
cuando un maldito gandul, de su inocencia se aprovechó
no tiene nombre ni apellido, para todos es una cualquiera
pero a pesar de ser una dama, sólo la llaman… mariposa nocturna.


Delalma
http://ligcueva.blogspot.com
Poeta

Poemas de desamor :  QUE DIFÍCIL VIVIR SIN ELLA
QUE DIFÍCIL VIVIR SIN ELLA
¡Qué difícil vivir sin ella!,
fui una sombra, un alma en pena
vagando por los rincones, sin paz, sin consuelo…
se había marchado mi mayor anhelo.

Pero ahora, cuando creía todo olvidado…
alguien llamó a mi puerta.
Al acudir al llamado… me quedé helado,
Allí estaba, ella

Sin la lozanía en su cara
ni los colores que antes tuvo,
con el mismo vestido que se marchó
algo raído ya, por el tiempo.

No quería ver más…
negros recuerdo se agolparon en mi mente
y la miré a los ojos, con odio la miré
hasta quebrar su mirada.

“¡Parece que no soy bienvenida!…
¿Me invitas una tacita de agua caliente?...
¡Ya veo, te has vuelto mudo… y no es para menos…
ya sé que parezco un fantasma!”

“¡Bueno… me voy, tal vez un día!…
¿Me regalas un par de monedas?
¡Ya van dos días que no como…
y aquí, hasta el perro tiene comida!”

¡Un billete puse en sus manos
y le cerré la puerta, después… lloré!
no podía dejar que volviera…
ella, como la lluvia, era.



Delalma











Poeta