Poemas :  Undívago
UNDÍVAGO

Como la mirada de un árbol que corriera.
Hasta la punta del hoyo.
Odia, amasa escaleras blandas, odia.
Nuestra mano dulce.


...UN...

El
Corazón
De mandolinas
Ónix en retiro.


___DI___

Escuchan lo que conviene solo.
La camisa azul rota.
El piso rojo ahogarse, rojo.
De los cabellos al hueso.


---VA---

Como la mirada de un mármol nuevo.
Hasta la sal del párpado.
Piensa, recoge olores duros, piensa.
Aquéllos brazos café.


:::GO:::

Por
La misma.
Noche insomne.
Luna cabello obscuro.


+++UNDÍ--VAGO+++


Abre.
La frente.
Pálida.
¡Del sudor petrificado!...çÇç Undoso, Undoso çÇç


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Lupus óxido
Lupus Óxido

De ángulo dormía un perro.
Por la ventana la luna

Fiel violeta en el jardín.
La noche encima de su mesa

De invierno campaneando
El silencio otoño

La primavera lejos.
Del rectángulo el café bebe

De la tienda de la esquina nada.
Cultivando gotas sembrando

Brisas en la noche sombras.
Al débil manantial intratable

Embalsamador de cristales
Inmediatos.

Kilómetros de plaza pálida.
Litros del espantapájaro

Las pupilas recogen puñados
De ceniza

Al influjo fidedigno del cemento
Y al valeroso lápiz enfermo
Lo
Dijo
En
La
Hoja
Enmohecida... ¡Como su lupa!


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  ¡Oh, reptil!... (Experimental)
¡Oh, reptil!.

Porqué al abismo sufre salado la raíz del frenesí, avinagrado, por la única misión definitiva visión,
brotará ajena, cualquier hoja roja demasiado temprano una tarde, en la subversión, sintácticamente lenta y mágica,

debe pasar sublime la corriente la materia oléica
y purificada.

De las lunas seductoras sagradas al océano, devorando esferas,
desesperantes del tiburón,
sepulturas dóciles,

demacradas montañas salientes por la creación,
dardos.

De la sombra intens
amente escondida en la orfandad,
invertida del remanso qué al mismo castigo reprime,
ahogando.

En la mutante
traducción, retórica, preténdese ángel,
él, divino creador humano de catacumbas al extremo terreno entrañable, el desconcierto clava un vacío
un milímetro al húmedo fuego, desierto del alma ida, ocasionalmente a diario múltiples de miles ocultos
inocentes.

Por la crítica distancia abstraído.
El árbol indudable cristaliza.
La esencia de las focas. ¡Oh, reptil, reptil!.
En la invención café del oso.
Evidente canguro por la cueva.
Del autor tabacalero apenas.
Contrastando al ritmo verbal.
Herbal apenas... ¡Oh, reptil!.
Del escarceo particular sutil.
¡Las páginas implícitas dramáticas!.
Inocultables indelebles por mil partes.
¡Oh, reptil!...

En la obra de tus
platos, las cucharas tienen hambre, en las distancias cristalizadas focas, canguros, osos, apenas peripecia expresan vanos al mismo discutir de la extinción del hueco.
¡Del hueso del otoño entre la nieve magra!.
Como campanea entre las
chispas el año de muchas
cosas muertas... Por él... ¡Qué lo niega!.
Reptil, reptil. ¡Oh, reptil cobarde es al camino
del algodonario disperso abecedario!.
¡Cómo el ensayo por el yeso yace!.
Máscara del cementerio masacre.
¡Simulacro del acre ocre simula!.

Por la crítica encubierta, emplomando al cielo.
Sepultando de constelaciones ignorancias.

¡Cualquier cueva dónde cristaliza el sol apenas!.


Autor: Joel Fortuato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Alegoría categórica... (Experimental)
ALEGORÍA CATEGÓRICA

En el café.
Rapaces resonancias.
Despreciables burlas alimenta.
¡Al salado azucarar del desengaño!.
Contorsiones rectilíneas.
¡Del último centavo!.

Literal.
Sursuncorda.
Encomio.
Denigra.
Petimetre.
Al pretérito.

En el año niño hay un choque que hace...
¡Cruz!. Lo simultáneo, inesperado sujeto.
Sexto un almendro y la nieve quinta.
En los verbos incesantes.
Al silencio alumbra.

En las reglas, dobladas, mariposas.
¡El muslo escribir sirenas animosas!.
Braman, braman ya.
¡Los escabrosos del menosprecio!.
Braman ya.
En la desvergüenza.
¡Al bisoño impulso del regate!.
Trujamán del trueque.
¡Al extremo del absceso borrascoso!.

Al ser de la misma felpa.
Una patraña.
Un zaquizami del tabuco.
¡Orozuz y sardanápalo!.
Amor...Estólido.
Al huronear su zozobrar.
Amor...Manufacturado.

Con la influencia onírica del tigre.
¡En el foro equivocados leones!.
Al banquero del mismo tema.
Teme la memoria en salsa.
¡Cómo, vivir, sin miedo ayer!.
Y morir ahorrando, lapidaria vida.
¡En la colección de los vampiros!.

Del sigilo, lenguaraz languidecer.
¡Alpargata sin saudade!.
Jervilla del callejear.

¡Por zalear al zorrocloco!. ¡Befo, befo!.
Y...Desmandarse... El desenfreno.
¡Fustazo de panel!.
Encarnizada blandura.
Recitados, compañeros, esfumados.
¡Derecho, al sonreír corderos!.

Entre cámaras y lobitos tiernos.
¡Desayunando córneas, tiernos gorilas!.
Enferma la hora, al reloj, sin lentes.
¡Curación perdida del barbero!.

Una cuchara, en diálogo acunado.
Es
Solo
Alegórica
Y categórica
Señal
Solo
Es.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Textos :  Acorralado
ACORRALADO

El caballito tenía por el viernes,
un especial sabor de lunes,
lento ligero, al entrar en la semana,
los inquietos y líquidos pasos.
Después, con la disminución veloz,
del frío, en combinación con las argollas,
aún esperaba el regreso del viejo empleo,
conforme oía callar las hojas.
Revistas entre sus ramas,
casi empapeladas hojas en sus ojos de pasado,
en ayeres de sueños acolchonados,
sábanas húmedas, y sobre el escritorio,
dejó la camisa. ¡Así, como en su viejo caballito, la madera lo recordaba!.

Así. Ilusionado, en la oscuridad,
eléctrica parecía la noche,
al vapor de chimenea entre cuentos olvidados,
en alfombras insomnes y señalados renglones,
llenos de recuerdos. Pasaba, y pasaba a veces, puentes, montañas extrañas, entre las ranas, descubriendo océanos entre los charcos.

Y pasaba, todo apenas, un instante,
en cielos almendrados, en finales sin principio, en sonrisas de nubes nuevas.
En un corral, dorados sueños de mañanas, interminables, en el corral amigo,
de otros suelos, fértiles anhelos cumplidos.

¡Todo pasaba!. Y pasaba, descubriendo flamas, velas, vapores optimistas en la temblorosa, alucinación de los minutos.
Salía. De la cama, oliendo sueños nuevos, sueños cumplidos, y las pesadillas clavadas,
entre sonrisas ingenuas.
Salía luego, un castillo a lo lejos inquieto,
y una rodilla en apariencia, descansaba,
en el pantalón inevitablemente entretenido.

Aunque, apenas cuatro pesos crueles,
de afán azuzándolo saltaban, inútilmente, inadaptados al hambre, en las conversaciones agrias, avivando el consuelo del día.
Ruidoso al último momento.
Ahora bien:___ ¿Qué puede comprar el hambre de firmar el usurero, y el empleo de cuatro pesos?.
Y... Pensándolo, sintiéndolo, tan cercano bajo la piel del horizonte.
Estuvo.
¡Pensando en efectivo la esperanza,
hecha demonios confundidos!.
Índices de fisonomía de auténticos descaros, pintorescos velos. Las bambalinas,
dubitativos acordeones, pianolas y tambores.

Estuvo.
En el corral de sueños, hechos del telar,
y pesadillas desatadas,
en unos presentes infinitamente desiguales, abundantes de ahoras bajo el suelo.
Y estuvo aguardando en la mesa demasiado,
imprevista, largas planillas.
Y solicitud de bonos, abonos de huertas secas, manojos de recibos.
Y el derecho al postrer esfuerzo del fracaso dispuesto al desayuno.

¿De dónde sacaré?. ¡El café tiene!.
Sí, el café tiene la culpa concentrada en pequeños puntos dormidos, y la misma taza escamoteaba, pausas, gestos en la situación tapada,
gris,pálida comparsa a su manera.
Y en el martes, sucumbía cada jueves,
inmediatos los secos miércoles de la mañana,
porqué aceptaban allí cualquier fin de semana, tintas, broches, plásticos,
remedos de jinetes, monturas de barro tejido,
en pajas viejas y... Los músculos en los asientos.
¿Porqué?.
Y ahora, en el corral estaban muchos, monederos cultivando insomnios dobles.¡Nunca lo supo!.
Creo, dicen, me dijeron acaso sus memorias destempladas.
Porqué el mismo se aplastó, el mismo se cayó encima, perdido en un espejo,
dejó de reflejarse al fin,
un día de tantos otros. ¡Por el alma extraída,
del bolsillo ajeno, donde el pueblo,
nada sabía decir, nada podía hacer,
solo morirse igual, decrépito, absoluto,
dueño de las llaves del cementerio,
omnipotente, también de ausentarse,
algún día de la faz del mundo, y que aún conservaba, su crédito de finalizar el fin.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Perdida llama
Perdida llama

Al vapor del ciprés con mariposas.
Al calor amarillo de la esperanza.
De los parcos puertos puertas.
La nieve al techo está clavada.
La humedad al asfáltico trasluz.

____¡Perpleja Flama!____

La naranja en la bandeja.
La sirvió un taller de peces.
De cuatro metros de hoteles.
Al sudor del coche, café, negro.
Al ser anaranjada la bandeja.

____¡Desviada luz!____

De ser repleta del vacío enfermo.
La tarde, ropajes en llamas, latidos.
Al cultivar, con el cruzar, las piernas.
La cara, con el suelo, los brazos.
Al dibujar el tiempo cortante.

____¡Chispa ruinosa!____

Al estar arriba del tren, los ecos.
La noche y mañana, que envejecen.
Al olvido de la lluvia y la montaña.
La llama, llama al frío y al viento.
De ver, en puñados las tardes.

____¡Habla aturdida!____

De canciones de cunas traficantes.
Por el rincón de calles y diques.
De las rodillas de las abejas.
Por el precipicio inalcanzable.
De dónde, la velocidad, desaparece.

____¡Flama sensible!____

Que
Al sonido
Se dobla
Del fósforo
Llama fría
Y
Regresa
Por el llamado
Leche
¡Carne, piel!.

Del rebaño de las cordilleras.
Con la vida que tiene.
y da.
Al llameante.
___Fuego___


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Un-Ion-Urniforme... (Experimental)
UN-ION-URNIFORME

En la esfera. Nuestra. Café verde tierra.
Extiéndese rodeándonos ceniza.
¡Oh!__ Bombardeados ultravioletas...

Pobre ion... En su ámbito, dramático, espontáneo,
sufre del amor, incomprensión.
Abandonado. Muestra la fuerza de lo imposible.
¿?... Siente positivamente.
Siente y piensa.
¡A lo imposible del amor es posible!.

Urniforme (Si, urniforme, urniforme).
Urniforme cenizo el tiempo.

Entre tanta ausencia.
Entre tnt usenci.
¿Quién estará presente ayer?.
¡Cuándo a las tuercas se le boten los tornillos!.
Y ya haya, solo ayes en la tierra.
Y ni p--ión en el tablero.
Los tiempos ya no son.
Llano puro--- Ni los amores.
Del pescado-- Palomas emplomadas.
En la red---- ¡Qué araña toda entraña!.
¡Humanoides de los siete cielos!.

Un sextante.
Navegante nutre órbitas atómicas.

Ion, pobre ion...
La natura parte diestra.
Al amor sin hermosura.
Y nada, ve, en el cielo____ Zolo.
Naves nievan solo aniones__ Zolo.
Atormentado está así a tal punto.
Por el núcleo. ¡Qué!...
Mostrando quiere, lo que querer espera.
Y
En el duro suelo algún consuelo.

¡Química dulcedumbre le alumbre!.
Siente del bastión la combustión.
Ionizado zola solo.
¡Espiriforme!.

Asíncrono y asónico el futuro. ¡Qué sólo!.
Condena la razón ajena qué le place.

Ion de ceniza. Humana del ayer.
En las falsas esperanzas que sustentaba,
la tristura. Zolo zueña zzzzz.

Adversa suerte sin lausen
Cia derechura inversa.
¡Enigmático, automático, sartén!.
A escena, dijo, a tiempo,
el desayuno, dos, tréboles.
Vamos viendo, temporale.
Todo, aquél, que virtual reduplica.
Dominó, balero, yo-yo.
¡Empelotado, trágico, épico!.

Solo acrónico, en sí mismo,
nadie piensa ya, en el mu
ndo inter nodes truído.
Catalítico____ Del ion al crisol.
Infrarrojos los cerrojos.
Actínicas las tinas.
Cósmicas pesadillas rayos.
En plomo fondo de una mina.
¡Mina el destino por el suelo!.


Gamma el hueso en la consciencia.
En el núcleo de la arena.
En las salas del sulfato.
Hiato rubio es el tacómetro.
Alguna vez, Tendón de Aquiles.
En el Quantum de los techos.
En los pechos de los helecho.
En los lechos de los hechos.

Ion, ion, ion... UrNiforme, UrNiforme.

De la barca, de la balsa, de la garza.
Son las cuevas del acordeón.
Un violín, amarillo, es el recuerdo.
En el reloj, un lunar, en el pecho.

[center]¡Ohmio!--- Del insomnio hidrocarburo.
En el producto lacrimógeno.
En el ácido tánico de pieles.
En el líquido incoloro estereofónico.
En la distorsión tridimensional.
¡Del ataúd y naftalina!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas :  Realidad adivinada
REALIDAD ADIVINADA

En la mano estremecida bajo el sol.
El sombrero, café, en el vaso.
Cabe.
Y cae bien______ Antes.
En la noche_____ Bajo el sol.
Tendido, césped, entre la lluvia.
Lecho, en que duerme, luz,
barniz bajo la mesa.

Tomó lentamente,
cada minuto, lágrima, recuerdo.
Bien me lo decía: El fondo dolorido.
En la fe de las palomas.
El hijo de un año sueño dentro al alma.
Todo era luz vieja. Luz del silencio, su alegría,
y color rosado azucarado.
*EnElFulgorDeLosLeños*
En la vieja, chimenea.

Esa vez, como miles de hogares.
Ni viven, ni respiran,
ni saben del tiempo alegre.
Las arpas lloraban los violines.
Las guitarras en los rincones.
Las mesas en los sillones.
¡Todo!.

Era un lugar de ausencias.
Un lugar perdido, frío y polvoriento.
Antes.
Había sido diferente, ahora,
De pronto.
¡Todo cambió para siempre!.
En el cementerio.
De los sueños, añicos de fragmentos.
¡Sola!. La pesadilla. Cesó.

La muerte muerto lo encontró.
Ya no vivía sus sueños.
En la vieja lápida.
Estaban solos.
Los huesos.
Del dios que abandonó la vida.

Dentro del cofre de Pandora.
Todo está rodeado del misterio.
¡Era sólo, la fuerza de la costumbre!.
¡Luz de la esperanza!.
Y el veneno amargo envejeció.
¡Color entre flores y latidos!.

El ponerse a salvo nada importa,
fulgor de fe descalza.
De perseguir la dicha.
¡Los años estallan desiguales!.
Leños. Bajo la chimenea.

En el desprecio absoluto. ¡De la vida!.
Las estrellas nadan en su cielo.
¡Arpas sin cuerdas, sin alma!.

Era de sangre, infortunio, del mundo.
Un perdido juicio. ¡Equívoco!.
Lugar desempleado en una quimera.
¡Alegre, solo el invierno, sin infierno!.

Había perdido aquéllo que había.
Sido y ya no era.
De pronto al caer la tarde.
Sonido, el fuego y la ceniza.
De Las mariposas, chispas.
Voces. ¡De la primavera!.

¡Cesó en la vida del dios muerto!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas sensuales :  Almendrado suspirar
Almendrado suspirar

En un suspiro al atardecer,
de golondrinas, una vez,
vivió un almendro,
muy lento y su perfume,
solamente tuvo un sueño.

Al pié.
De almíbares.
Alfalfas... Arriba y abajo.
Almendrado era el suspiro.

Era un buen suspiro,
muy ligero de sus alas.
Y... ¡Siendo único ése aire,
permaneció en la noche!.
Con la edad inmóvil. ¡Campana!.

Y aunque en el amendral estaba,
el fruto en ese aliento,
vegetal.
¡Apasionadamente azul!.
¡Por el respirar se deshacía!.

En
La
Cercanía a lo lejos no cambiaba.
Una
Primavera de dos siglos,
vecinos de los relojes.
Del sol y arena.
Un
Durazno blando, cereza manzana.
En el principio_____ ¡Fugaz alegre!.
¡Aquél suspiro de viaje azul!.

En la huerta del vegetal,
amable aliento.

El sol descendía bajo las hojas,
arrollador adoro, más ligero que
víctima, de los mágicos, y suaves,
plumas blancas de los inviernos,
néctares del durazno, del cerezo.
Al olor de una manzana prohibida,
en la noche, inmóvil como el aire.
¡Campaneaban los arcoiris suspirando!.

El
Suspiro almendrado
En el
Almendral del tiempo... ¡Después!.

Después, el tiempo se despidió,
de las palomas, e inició también,
su viaje de colores arcoiris.
Luz.
Aliento.
¡Voz del tiempo en ella!.
¡Vegetal en ambos!.
...Almendro y suspiro...

Como...
Luz con sus dos gotas circulares.
Muy pronto, en el recuerdo.
El monumental padre de la memoria.
¡Golondrina, campana, huerto!.

En el después y en el ahora.
Los pasados presentes.
Están.
En... El... Aire... ¡Inmóviles!.

*¡Luego!*

Las golondrinas regresaban siempre.
Al atardecer saludando alegres.
Los
Días
Descubrieron cada invierno.

En
La
Casa, casa del mismo suspiro suspirante.

En la casa, café tomando.
Y el__ Suspiro__ En el___ ¡Almendro!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas surrealistas :  Marinero a tus zapatos
Marinero a tus zapatos

Están en el océano.
Como pájaros dormidos, en las islas,
bajo el veneno de las plásticas tarjetas,
en la piel, con el exceso. Y si no hoy,
serán mañana... Los delfines enlatados.

Las migajas rotas entre cables.

¡Oh, pobreza del criterio deshilado!.
¡Oh, negro panorama de un café!.
Sin la ceniza del cigarro.

Solo las iguanas huelen hules.

¡Aleluya!. En las rodillas anidan los perdones.
Y mañana. Millones de alientos. En banderolas.
Gemirán. ¡Azula qué azula cada sangre!.

La luz de las protestas estará. Muy clorofila,
y en los campos anidarán las hienas.
En la calle, la luna quema. Los recuerdos,
las alas sin descanso. ¡La cuna quieta!.

Y en la cabaña- Hijos míos- El olor del hambre.
Y en la mesa- Hijos míos- ¡Platos y cuchillos!.
Por los niños. Sin muñecas. Sin canicas.
¡Correr al tiempo y remendar zapatos!.
Los hombres- Poco huelen- ¡La humanidad!.
Están en las historias sepultados.

Mejor atiende ése mensaje ocioso.
¡Busca esa llamada perdida!.
¡Organiza cada tiempo qué fue!.

La vida.
Viene del océano.
¡Del vivir las olas!.
¡Del nadar en sus burbujas!.
Y
De
¡Hacernos. Una gota de existencia!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta