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En ésa vez
Como Un Arete...¡Ohrring, orecchino, earring!
El amor se despierta Por La piel del dolor, en el gris, trabajo ácido, de su ritmo, entre números, graduados del perfume, del cielo interior, qué tiene un triunfo de sangre, con las propiedades de los colores.
En el diario mismo de cada mariposa.
Como Esa Vez pendiente, espera bajar al sol, al piso del alma, noche puntiaguda.
Mucho antes, de haber sido el optimismo de tres martillos, de haber sido la tristeza desempleada, que convierte el ultraje en hospedaje, al contemplar las gotas del vasallaje, las muertes de los cristales.
En Esa Vez, como nunca.
Son las gotas, una convención del humo carcomido, con ojos de infinito fuego, que mira al caer del día, un infinito blanco, una verdadera conjunción de olvidos, que le sirvió como identificación, mudable, en la vigencia del cangrejo, y toda, la espuma necesaria.
En Esa Vez de muchas, otras tantas, hay que... Sienten por donde, se transpira. Por donde... Se respira.
Allá donde, Se. Respira con las agujas de cada nube. Dormida con los colores de cada ola. Hecha antes del inicio. Sin hacerla después del final. Bajo el fondo ignorado. ¡Más allá de la cumbre desconocida!. ¡Más acá de la cercana lejanía!. Entre. Tanto recuerdo. Olvidado como en esa vez.
Cada gota de lluvia, tiene una contraseña, tiene una búsqueda, que tiembla en el cristal, húmedo y turbio, y le dejan divinas, heridas de transparencia.
Son la decoración del agua, que han visto descargar, que meditan, los hielos, que siente, las nevadas, lo que la muchedumbre, incluye increíble, y los ríos ágiles, nada saben. Como Fue... ¡En esa vez!
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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Soy el caballero de la noche,
tú alumbras mi morada,
soy la tristeza
que sin tí no vale nada.
Termina con migo,
espero tu llegada,
no me resisto,
tus encantos me confunden,
dando tiempo al desenfunde,
de tu embrujada espada.
Tan solo envuelveme
con la luz de tu mirada,
acariciame un poco ,
que sin ti no deseo nada,
no quiero tu partida,
ni la orden de guerra en retirada.
El tiempo esta ahí, pacifico como si nada,
soy el caballero de la noche
en busca del sentido,
que sin tí no tiene alivio
ni tiene nada.
Soy el caballero de la noche,
no busco despedida,
tú mi cleopatra,
¡Ho! cleopatra mía
alumbras mi morada.
AUTOR : IRMA PERIBAN VILLA...MEXICO
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Poeta
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