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PRIMORDIAL DUALIDAD ...
Moldes. Paradigmas. Original creación. Donde los grillos mecen las nubes. Donde las grullas muerden las raíces. Piedad gigantesca humanidad sensata. Entre la degeneración paralítica, de péndulos diplodocos.
Dua Lidad Primor Dial. Juramentos encendidos. ¡Fértil, indiferencia, escéptica!.
Tú, quilates, eres. ¡Punto de ebullición!. En el pulso. En la presión. De las paredes. ¡Sin resistencia!. Entre La Viscosidad y la fricción, como la muerte, plena, y de la insospechada, desconocidamente eterna.
Dualidad primordial.
Muchas veces en la angustia victoriosa, la hemos visto colgada de un murciélago, y la hemos guiado, con los gritos, con lo que eres tú, de lo que yo había sido, y esto siempre esperan los telares ciegos, que el tiempo caído pesa y pasa cansado, y turbio lacre laberíntico, fangoso es lo que dejamos, al pasar, de los siglos. y las bodegas sembradoras, entre los brazos, glorificando las botellas, de ínfima impedancia, de matemática mecánica, de suspiros y latidos prolongados, en los vientos.
¡En todas las veces como un vez perenne, cuando llegan los declives opuestos y se sorprenden sin más razón, por lo irremediable, como si fuera, la primera rotación de los fluidos enamorados!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DESLUMBRADO DIGITAL...
Por donde enciende la luz la luna, sol, estrellas, en un papel de telarañas y leyendas, para escribir, contar, a los poetas, donde, y cuando nada sueñan ya, libros, virtuales en vitrales, solo frascos y botellas de plásticas monedas, y cuando solo las aguas arden, secos ecos de la mañana, solo palabras que muchos leen y pocos entienden, en el fondo de presentes superficiales, en el margen doble de cuadrículas, en el plasma de virus enfermos, solo embotellados los caminos sanos años.
En el joven ya, jamás, de ancianos sabios, y vividas, las memorias olvida, en el azúcar aislante del hule, tan falso y fácil, como dactílico tangible, del cliente fuego vulcanizado, de una canica líquida, enamorada lámpara de luciérnaga, de periféricos discos duros apantallados. Creía ser programa nuevo veraz la vida, con los dígitos anillos de Saturno, y Venus en tabletas de Neptuno, sin decirlo mapas atesorados todo peliculesco sentir y desmusicalizada nota que solo es vapor desengañado del agua turbia clara.
Toda helada la claridad del aire tibio, en solo humos sólidos un ojo de visiones imposibles.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AUTÉNTICA MONEDA
Ésta Era Una moneda diferente. ¡Caía de la boca del hambre!. Fabricaba corazones al infierno. ¡Desenredaba las malditas verdades!. Hacía calles y palabras miles.
¡Soy una moneda diferente!. ¡Oh, sí!. Decía con todo el amor que se retuerce. Con el hierro en cada dedo. Con el río que amenaza al aire. Y Los hombres son bandadas. Recuas, recuas. Ruecas, ruedas, rudas. De asnos importantes. En la vida del escritorio. En la mísera madera de un clavo. En la gruta de treinta espinas. Era Se decía__Una moneda diferente. Era La entraña de un sollozo ajeno. Era El mismo vientre de un manzano. ¡Desvestido y diamante amonedado!. Ésta Era Una moneda descarnada y entubada. Diferente de cualquier pantano. La sombra más amorosa del metal. La máxima justicia en botella. Era La moneda Vertical. ¡Del puerco espín!.
Monedas en manadas. De los monos, de mano en mano, Circulan, palpitan, crecen, nacen. Son Avenida Senda Y camino. Auténtico. Camino de monedas. Auténtico. Camino de monedas. Y camino donde la lenta soledad se extiende. Los montes invadidos, invadidos del hondo anhelo. La moneda__Auténtica lápida del alma. ¡Hermoso monumento a la codicia!. Premio... Premio... Prólogo y epílogo. Prólogo y epílogo. Polígono palpita. El logos nuevo. El camino de benditas monedas. Manadas y humanas recuas, auténticas monedas. Son Los mismos, los diferentes, los ayeres, los vacíos. Verdes, blancos, rojos, azules, negros. Auténticos. Diálogos de monos, monólogos de sapos. Escritura de lagartos, amores cadavéricos. La Auténtica moneda, mana, de mono. De la mano, inerme del hambre. ¡Alambre, billete, papel, grillete!. Con Todo ¡El brío sombrío del cielo!. Bebiéndose las tardes de las venas. ¡Vano cuerpo de sonrisa raza ósea!. Monedas. Sepultando estrellas. ¡En el corazón nocturno!. (Del mismo hueso). En el agua frágil del sufrido hielo. Auténticos hilos, monedad, hiladas con hiel helada. Monedas. Y Todo. ¡Por éstos auténticos números, uno de la muerte y el fracaso!. Sangre. De monedas en cada diente, y latidos de uñas engañadas.
Y que... ¡Ya circulan como siempre, por el ayer!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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