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¿Qué se cosechará?
Allá púrpura es la trenza del enjambre Por una cadena de rencores eficaces Aquí es la sombra exprimida del horizonte Allá una fuente de metales anegada Por la melena obsesionada del velámen Aquí púrpura es la mañana del exilio
Por luz de calamares en las conchas Dentro perlas lívidas se derraman Por la perfidia de los epílogos Fuera la cintura del cuello se resbala Por estar la mirada en arenas espantadas Una vez al aire entibian arbolado
Allá los párpados tiemblan del estanque Por las regiones más estériles abajo Aquí alado es el confidente palpitar Allá el desdén es triunfal de la belleza Por estar cultivando al humo sinsabores Aquí extenuadas las tormentas mueren
Por los sueños vigorosos de los fantasmas Dentro está una alabanza altanera titilante Por las guitarras qué esculpen arboladas Fuera las canciones aferradas a los cráneos Por las tumbas ilusionadas de las calles Una multitud siembra sus almas luego....
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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VIVAZ CUÑO
Climático De niñez el balcón al aire teje Como retoña el otoño. Amarillosamente. Arbolada asfáltica avenida. El cálido copo en la próxima blancura. Espesura nevosa. Pájaro en flor en cada nueva nube. El momento llueve sus insectos.
Al Reverdecer del invernal, recuerdo circular. Esférico Al modo del clavar las mariposas El anillado aniversario. Los desnudos copos encendidos. Los tardíos abriles encallados. Con. El adversario tiempo, alejándose.
Los Campanarios cazadores ruiseñores En la estepa cigüeñas Desgajadas al hondo cielo Continua edición incompleta En los amores acrisolados. ¡Una soledad en muchas otras!. Del vivaz cuño vivaz.
Iguales Resonancias empolvadas y desempolvadas. ¡Entre aros oficiosos!. Unas veces grises brillos. Otras tantas riberas del reclamo. Calmo monte del sol jadeante.
El aire. También. Teje al balcón. De niñez. Asfáltica al momento que espera. Incólume impecable. Por el instante del llover las mariposas. Otras primaveras. Cuño vivaz. En. Un césped huésped de nueva nube vive...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ACOLIBRADA ESGRIMA
Arte Justo Como gema. ¡Vuelo y pluma!. Al florete y mandoble. Por el vivir genuino, punta y contrafilo. Del zafírico Colibrí en lucha. ¡Más y más estoque qué espadín!. Entre vegetal gemal esperanza. ¡Más allá de cimitarra!. En El Jardín Hace Su esgrima.
El Colibrí Encarnado Humanizado. ¡Sin ser geométrico ni gemebundo!. Sable blando y noble justiciero. Combate. Dulce Suave Vuelo.
¡La espada perenne del colibrí!.
Del Lomo Al filo. En la montura. ¡Florea gemífero!. Del arte encarnado. Alfanje, tallo y polen. Del pétalo y pistilo, capullo en libertad. Afilado el vuelo. Esgrimiéndose. Falible siendo.
Es... Planta vivaz el aire bajo su vuelo. ¡Vaina boquilla y anillos!. Escribiendo, lustros brilla. Y no es, espada de ceñir. En el ápice del tiempo. En tanto montante. ¡Aún carnoso!. El colibrí zafiro es.
En la esgrima. Arte y vuelo. Pluma y ave. Espadachín hasta con el alma lucha.
Sí. Sí se puede. Con el arte puro. En la esencia y la existencia. ¡Deshacerse de la pluma!. Y ser. ¡Vuelo solo!. El vuelo mismo, de la libertad elixir, justamente.
Se puede, sí. Sí con el arte, se combaten las cadenas crueles. Y se puede con este arte, desligarse de ataduras.
¡Sensual, deseo y apego a la materia!. Desligarse puede. Con el arte, esgrimiendo el colibrí.
¡Interior!
Desligarse Puede Con El Arte. ¡De las concepciones, limitadas, erróneas, ignorantes!. En lo más profundo. Del abuso agusanado Del fuerte sobrel débil. Del rico sobrel pobre. Del grande sobrel chico.
Se puede deshacer. ¡Entre esgrima un colibrí!. ___Azul cielo mar y tierra___ Cultivándose Un Jardín En El Propio corazón solar del firmamento. Corazón dorado, girasol, del alma humana.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Un corazón desnudo
Así Uno, dos, tres, estamos. Aves, a veces volando. Bajo Nublados serenos del después del olvido. Fundidos. Con Helados relojes en las venas. Y el ardor amoroso, anidado en la memoria del cielo. De tormentas pasajeras y manantiales.
Desnudos palpitares en almíbar. Mieles del pasado presente.
Como mar, sin olas, ni espumas, burbujas en el horizonte curvo. Con aire, maduro de recuerdos sin viento. Y Una Esperanza desnuda en el corazón. De Tempestad de ilusiones, canto silencio. Rosado el camino en sandalias gastadas. Dolor lento y desgraciado, sin amor. Es arenoso el ojo sin lágrimas. Sin amor que lo ilumine, que de calor.
En Un Corazón desnudo, de volátiles ayeres mañana.
Como tú a mí. Desvistes las pestañas de una mirada. Siendo. Mujer dormida en mis sueños, desnudo un corazón. Entre, sueños de dulces mañanas, diáfana pasión sin pena.
Corazón... Gloria de tierra fértil, Desnuda agua protectora. Latiendo. Lágrima y labio. Un desnudo corazón. Piel con piel por la vida. ¡Cultivando y librando batallas!. Palpitando, palpitando, esperanzas.
Como Un Sientiendo lejanías. Un desnudo corazón, soñando, viviendo, sintiendo. A veces, amando soledades.
Un corazón, desnudo, vestido de recuerdos.
Alfombrando mañanas. Entre Un Sinfónico elixir. ¡Qué...! Es martirio y gozo en cada latido. Como Una lenta felicidad que agoniza. Un corazón desnudo, que anuda, nublados. Y Despierta cada día, sin saber del después. Un corazón, desnudo, vestido de recuerdos.
Entre una lluvia de dolores y pasiones, desiertas las tardes. La noche. Al corazón sigue. Y sigue enlunando. En el hombre que goza y sufre. ¡Qué es uno consigo, y es lo qué es!. ¡Qué ha sido capaz de vencerse a sí mismo!.
Buenos tiempos esperados, tal vez alguna vez queden diálogos del aliento eterno con su arcilla en la transitoriedad de su existencia desnuda en un corazón, por el tiempo, por el mundo.
Y Allá Bajo el desnudo tiempo. El corazón sin piel. Cultive caminos y puentes entre nubes. Como una ilusión, un sueño, un humo. Reales. Como es en la eternidad, un puro segundo.
Un latido Desnudo Un Corazón.
¡Que solo se palpita!. Y es tejido por el tiempo de un espacio silencio.¡Qué se ha vencido a sí mismo!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EN LA DIMENSIÓN CATATÍMICA
Solo el aire suprimía la discordancia de los tiempos, lógicas contradictorias de infancias añejas pero válidas en su espacio, y las fluctuantes, periódicamente, al ritmo de las tendencias existenciales, en la investigación empírica, en la soledad más teórica qué pura. Cruzó a ésa dimensión. Entre la ficción helicoidal el corpúsculo giraba, grácil, auténtico, sin periodicidad, tan alegre como infructuoso, dónde los dígitos irregulares dejaron de verse, en la trayectoria del lápiz...
¡El espacio se doblaba, la luz perdía velocidad, y una obscuridad brillaba bajo la cama!.
Y tanto, más especulativo qué espectacular, la tarde cobijaba el solo arrullo del parque cercano, por el aire, mientras reflexionaba, ondulando los ruidos de las hojas secas.
Se decía, y algunos despistados lo llegaron a creer, la iniciativa audiovisual logró editar virtualmente, el interior de aquélla época, imaginaria de un desequilibrio ligero de acordeones, en los últimos años luz, según la teoría de las cuerdas de la nueva guitarra, con una regularidad notable, y sobre todo, por el efecto ámbar, y la sirena incontenible atrás de la ventana.
¡El ánimo cambia, el pensamiento brilla y nubla, el sentimiento deja de ser hielo y vuela!.
Pensaba en el efecto, ámbar del techo al piso,
vibrando en la catatimia transparente, en la dimensión a la vuelta de la esquina, redondeando los agudos planes de plenas planicies en escarpados bosques matemáticos y un sabor a geometrías nuevas...
Leía en pausas la nueva revista y la pantalla penetraba su ser imaginando, en papel y lápiz... Ahí... Sentía cansados los párpados en las ondas frías de la playa, últimamente descrita en Urano, de la que se había enterado en su viejo trabajo. ¡Sí, ahora estaba seguro!... Era una especie de curioso efecto, qué a mayor velocidad le restaba energía... (Sonreía al pensar en una tableta azul de rara forma). Y en unos momentos, volvía seriamente a pensarlo. Tal vez sería la taquicardia última fantasía del corazón biomagnético colocado en su hombro derecho en aquel microchip subdérmico...
___Se decía, tranquilizándose.
No así, en la profundidad encefálicamente noble.
Dónde parecía ser tan débil la señal del axoplasma, movido con una voluntad suave y tenaz. ¡Debía controlar, bueno, más bien regular razonablemente los taquiones, y éstos a su vez, uno que otro latido, extemporáneo se salía del oscilómetro!. Sin bien, la cabeza dolía con frecuencia y el mar mecía olas entre sus cejas como un barco sin velas, le velaba la visión cegando lunas y estrellas fijas, al limpiar el telescopio cercano.
Pero, he aquí, lo de importancia suprema. ¡Ya no era el mismo, dentro de sí mismo, en esa dimensión, espiral, pulsátil, agridulce, ácida! Sin embargo... En el fondo, al reposar, la energía de su vacío no era mínima, y podía fabricar, y lo hacía... Un nuevo espacio-tiempo, propio, individual, compartible a voluntad... En distantes y paralizados campos, con un pequeño impulso sin causar su decadencia... Luego, ¡zaz! y el campo energético relucía de sueño a sueño en realidades materializadas...
___De pequeño, dejó de creer en espectros, pero ahora, en el espacio electromagnético, en las geometrías No-Euclidianas, en el interior adolorido y enfermo de su vieja alma enferma. ¡No había logrado gran cosa!. ¡Le quedaban aún otros recursos, lápiz, papel, plumas, y treinta toneladas deseosas de cambiar la realidad adversa!.
Cerró lo ojos, y la condensación de los taquiones por fín había logrado. Y después, todo fue tan diferente. Entraba y salía, en la dimensión catatímica, a voluntad, regulada, autoconsciente, como lo hacía con las realidades fragmentarias qué chocaban a su alrededor en las personas que lo conocieron.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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EL VOLCÁN SABE
De la nieve nueva herida helada. En la voz débil del pasado otoño. Lugar común de atenta súplica. ¡El fuego en el pecho lava!. El humo de su noche. La falda de su blancura. ¡La sensación de sus entrañas!.
El Volcán Sabe Solo de su lago y afiladas llamas. ¡De los altibajos entre los siglos!. La memoria presa en su corazón de fuego.
Embriagados los rayos su sol apaga. ¡Midiendo y midiendo!. Midiendo. Los secretos al aire. Atronador brillo del mármol blando. Sabe El Volcán Sabe.
Endurecer sorpresiva una sonrisa. Enorme alud y acantilados lentos. El volcán___A veces, vuelve, vuela. Flama vela__Decorando una pintura. ¡Volcánica marejada y petrificada catarata!. Herida... Ha visto la nube. Desnudando tormentas. Sumergido. Sabe, él, solo, trémulo de furia. ¡Detener avalanchas zigzagueantes!. Y del fuego___ ¡Viejo y nuevo. ¡Qué de las entrañas brota!. Lo sabe, y lo sabe bien.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Despierta, todo es una pesadilla. No permitas que los guardianes eternos del tiempo triunfen. Despierta tú tienes el poder. Canta, ríe, baila, llora pero no desees la eternidad. Despierta, vivir es un suspiro. Se feliz, da amor y serás amado, no siembres odio, serás odiado. Despierta, acaricia el sol cada día, respira vida, exhala oscuridad y llena tu alma de dulces trinos. Despierta, los senderos no se detienen, atrapa tus sueños, conquista el aire, abre tus ojos y vuela, tú tienes alas.
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ONÍRICO INVENTO
Zambra multicolor de zamacuco. ¡Con encasquetar noches!. Al bucear... In venté...¡Un sueño. Vistiendo al mar de cometas, La mañana cantando a la brisa, ¡De zangarriana a veces!. Un lago de alondras. Y nubes moradas. ¡Con jolgorio y zarabanda!.
Invento A dos y tres pasos. ¡Una mariposa!. De sobresaltos azules, de sorpresa rosa. Y alas de zambombo. ¡Se observa!. El corazón del río. En Los pétalos de arena, durmiendo. En Las alas del aire. ¡Bajo el ciruelo!. Fundiendo nieblas, sembrando nubes.
¡Onírica imaginación horizontal, vaya pues!.
Inventé que soñaba, sueños, despierto. Y A los relámpagos abandonados, un cometa bebiendo. ¡La quietud de una montaña!. ¡La envoltura de una fresa enamorada!. ¡La pasión valiosa blasonada!. Con. Cualquier. ¡Soluble óbice!. Onírico invento, en aire, insecto. Alas de noche. Inventé. ¡Qué me soñaba, en los sueños, despierto el día!. Una amigable valija, llena de fantasmas serenos, una vaporosa tarde, de almohadas y alfombras. Inventé. El brillo del viento bajo el lago. ¡Con el hielo crudo y la fugaz estrella!.
De Cometas Al Mar. Vistiendo, en las gotas de la noche, jugo de soles que duermen, que benévolos también fantasean. En los geranios marchitos, donde un sueño, inventé, que me inventa diariamente.
¡Capisayo transparente, aún en lo abrupto barrancoso!. ¡Desnudando el alma, al cuerpo, liso trajín!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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HUMEDAD SILENCIA
La calle calla caída. Salida del callejón de la manga, que asombra indolente al mismo panteón, todo aquéllo incapaz, de la ceniza siquiera. ¡Ausencia, inofensiva, irrefutable!.
Húmedo, feucht, úmido, humide, moist.
¡Paso a paso, plena plana!. Húmedo el suelo, y el cielo sanguíneo. La humedad silencia. ¡Ha sido diariamente!. Sin las rápidas polémicas frustrantes. (falsas) ¡Se_pul_ta_do____Asfalto!.
Feucht, úmido, humide, moist.
Deliciosamente miserable, Así han dejado (todo esto), lagarteramente, ¡Lágrimas venerables de la cerámica!. En la médula del aire. Los nombres que fueron. ¡Así__Len__Ciados!.
Silencieux, still, silenzioso... (úmido, feucht)
Humedad de los fantasmas. Ahogando lágrimas. Humedad de los mañanas. ¡Secos verdores!. ¡Humedad, humedad, humedad!. Feucht silenzioso, úmido still, humide silencieux
Si fueran solo.
Imaginados______(H) Los recuerdos______(U) Embalsamados________(M) Navegando lo intolerable__(E) Campos del adiós___________(D) Impulsos calcinados________(A) Al costado, gris, del agua___(D)S.I.L.E.N.C.I.A.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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ESPECULADOR
El espejo. Pensaba. Emocionado. En cada reflejo. De las horas enteras. De las ligeras copias del aire. De los botones cosidos.
En. Cada. Reflejo. ¡Emocionado pensaba!. El espejo de las horas. El reflejo del aire. La falda de tres clavos. La pared de dos teléfonos. La frente de una escalera.
El espejo. Pensaba. ¡Qué sentía reflejar!. El flujo del tiempo copiando. Del aire libre el camino. A la misma velocidad. Graciosa emocionado. ¡Pensó qué pensaba!.
¿Será solo un simple espejismo el mismo de todos los otros?.
¡Especulando!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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