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Soñé que yo faltaba, tu estabas tan asustada, pero nadie escuchaba, por que nadie mas estaba asustado. Después de mi sueño, desperté con ese miedo, ¿que estoy yo dejando cuando yo estoy acabo aqui? ¿que dejé en mis sueños? Deja todo atras, nadie mas sabe de este sueño, solo yo, que no logro superar, no logro acabar con esta pesadilla. Cuando mi tiempo viene, olvidar lo malo que yo hice, ayúdame a dejar atras algunas razones, para estar faltando, y no te resientas por mi, cuando tu te sientes vacía, sigueme en tu memoria, y deja todo el resto. Deja todo en el pasado, no te preocupes por mi, estaré ahí contigo, para remediar lo que hice mal, lo que causó tu dolor, deja todo el resto, para que lo remedie por mi cuenta. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Hola de nuevo, amiga de una amiga, cuando te conocí, nuestro objetivo común estaba esperando, el fin del mundo.
Ahora que la verdad es sólo una regla, que se puede doblar, deseas restallar el látigo, cambiar de forma y de engañar al pasado otra vez.
Eres un enigma, una mujer con alma sombria, eres como una oveja negra, no eres como las demas.
Un dilema llama a mi puerta, si en verdad sabes que es el amor, o solo lo consideras un juego, una simple relacion de una noche.
Te envío mi amor en un hilo, levantate para arriba, cada vez mas, todo el mundo, tira de una manera tan bizarra.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Tu y yo, soliamos estar juntos, cada momento, cada hora. Realmente siento, que nada ha resultado, que nada fue lo que parece, no fue lo mismo. No hables, solo vete, ve a donde el destino te lo pida, solo retirate. Nuestras memorias, completamente bellas, a su vez crueles, no puedo sacarlas de mi mente. Silencio cariño, se lo que piensas, se lo que sientes, pero duele terminar contigo. No hables, solo vete, el corazon se rompe. lo nuestro no fue realidad, solo una vision pasajera. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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FLAMANTE MIRTO
Cuando La Misma noche duerme, cobijada por las nubes. ¡Brilla el mirto en lenta procesión!. Príncipes marmóreos del abismo. Con el recuerdo borroso de las tardes, y el ocaso tormentoso de una aurora. Cuando Están Escalando pórticos los tréboles, En La Caña, delicia de la playa. Apagando valerosas, ánforas. ¡Qué agujas, hermosas, parecen!. ¡Los anhelos, como sirenas y callejones incendiados!. ¡Del ensueño diamantino, en rosa pedrería!.
Flama Ama Amante mirto, vivo, brilla, aún en la bruma misma, aún en la mansión solo soñada.
¡Hay amor, al secreto escuchas!. Al Pequeñuelo ¡Del anhelo, al anhelo de lírica y de gracia!. Al Regazo. ¡Qué los prados prolíficos defiende!. Al Breve instante presuroso. ¡Tesoro, áureo, de mágica riqueza!.
Flama Ama Amante mirto, uno va, viene y vuelve, indemne, al tiempo, en los iris de los caminos por andar, en la fragua de los litorales serpentinos, anda. Una vez, violín, guitarra y paja. Otra vez, sombrero laudable. ¡Antes cruel destino!. ¡Filtro de las puertas!. El amanecer recostado de las plazas, el amor sumergido que despierta.
Ahora En un presente, de llamaradas matinales. ¡Fuego, rumor de noches blancas!. ¡Cuál luciente y bella perla al viento!. Aún así, así aún. ¡La flor se marchita, se marchita, marchitándose!. Quedando, quedándose. Luego, eterna, eterna. En La Memoria del perfume, esencia oleosa del sentirse.
Mirto, amante, flama, en la voz de los umbrales. El suspiro inagotable de los clamores, flores, vive, ríe y escucha, la tierra de los latidos, canto redondo balcón, abierto, en el corazón de los parques del ser.
Está En el verde multicolor de la vida. Está En el cuerpo del mismo viento. Y ¡Más allá de las espinas, de la muerte, prudente!. Muere, sin duda, lo que luego renace, mejor.
Mirto, mirto, flama, ama, ante la vida.
Cruzando va y viene.___Por el pasado adverso. Seco y sereno eco.___Entra y sale ágil. ¡Por el ágil canto, que la vida escancia!.
Flama ¡Muchas veces, donde se desdoblan los pañuelos!. ¡Donde los anhelos son unánimes en los campos!. De ciertos escarabajos, que quieren cambiarlos. ¡Solo matando, con la lengua y por la espalda!. Del Pensamiento Al sentimiento.
Flamante mirto, mirto que vivir puede. ¡Sí, sí!. ¡Se hace un sentimiento noble, honesto, nunca antes dicho, solo hecho, y hecho transparente sólo!. Flama, ama, la viva fragancia, excelsa. Del Flamante mirto En Medio dúctil. Insinuante. ¡Con la inquietud!. Inexplorada que salpica. Al manantial espumando.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PESADILLAS DE MORFEO
Eran Pesadillas las almohadas emplomadas. Plumas mojadas del amar durmiendo olas. ¡Ah!____Morfeo, con pesadillas.
Allá donde la puerta se salió. Por la ventana del piso, del colchón. Del amor, a los tres días, esfumado. ¡Arrancó inundado de vigilias!. La mano, plástica, envuelta condonada. La deuda a la noche, en la cama. Por él. ______Amor que cohibe al soñarse real.
En lo más alto posible del barro, que sueña, una jarra de camión adormilado, saltando, más digno, más sosegado. ¡Ante los folletos de ímpetu pulsante!. Del tapete, dibujando, a veces___¡Enamorados!. A Morfeo, con sus pesadillas. En las rodillas es. ¡Cupido!.
Con el soñar. Una manada de cabellos. Una mirada de castaños. ¡Sueños!. Anhelaba el ardor ilustrado. Del folleto. ¡Sin sombra de duda!. Reseco el metal jubiloso. (Hierro, candente) ¡Oh!__Dios, a dónde hemos llegado. En la inconsciencia. Adormecidos.
Radiante la causa escurriendo. Del pálido imposible. Del nítido secreto. Dependía el pasado. Del efecto incansable.
¡Ah!__Morfeo y sus pesadillas. Antes bien. ______Mejilla del balcón sin discusión. Más bien. ______Incluso del recuerdo desdeñoso. Empero. ______Agarrado al respaldo del zapato.
¡Despertarse!. A la consciencia. Amándose. ¡En los otros todos posibles!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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TIERNO LONGEVO
Dijo: D.I.J.O: Hube escrito sueños en la neblina Con los años Palpando la dulzura musical añil Con los años Saboreando la suavidad brotando Siente Cuando la convicción palidece Siente Cuando la impresión encanece Y Aquilata la nítrica miseria Y Aquilata la densa penuria.
En el tierno longevo, la ternura. En El Tierno longevo. ¡La ternura!.
Con las emociones amotinadas. En la constelación indefinida. Del suspiro que reverdece. En la duración reblandecida. Del atardecer qué envuelve.
Tierno Cubriendo con huecos cualquier espacio Longevo Cubriendo de números los colores Con los años Ocultando la simetría del suspiro Con los años Ocultando la señal del horror.
Cuándo cambia el hambre circular, de laberínticos panteones.
¡Más allá de los límites del espacio, del silencio, del pasado, del talento!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Varoniles aves
Impregnados, al oírse, tres pálidos varones revistiendo, repugnancia, dogmática. ¡Escuchábalos!... Hechos un haz de matices Con la imaginación virginal vorágine.
Dijeron creo El rompehielos alfombrando En...Undívago diálogo Todo Fue un placer, qué con el amor, se adhiere, En un asir y desasir las horas.
Enarbolados pregoneros de la pradera en la banderola fragilmente atada arriba indiscretos los castaños flaqueaban la inocencia con la vida pagando así anduvieron antes del morir la tarde borrosos virtuosos y vidriosos los ojos.
Con frecuencia la esperanza la razón desconoce temerosa huyendo de la muerte. En el mundo No es otra cosa ¡Qué una trampa!___En la punta del abismo De las aves fieras errantes Aguilas hablando halcones escuchando cóndores amigables compañeros. ¡Tres varones emplumados! Todo cuento amalgamado recordando En el zigzaguear de la memoria...
Lo qué hubo El ensordecimiento previo
Pasado Desanduve imaginando donde estuvieron Emplumados Dialogando...Las solas aves fieras ¡Qué varones parecieron! Palpando nobles el grácil árbol ¡En la expresión undísona del viento!.
En el ayer seremos cazados cada día con la estrechez selvática del hombre la torpeza del ladrillo lejano por el campo en medio de la tarde bruma herida de la noche porvenir a comer ninguna en la desgracia del cielo atormentado en la palabra ambigua ungüento de cigüeña de la leyenda ahilada enajenante abajo vemos ultraje ropaje y embalaje ensoberbecidos rojeando cada celaje esclavizando encarnizadamente unos cuantos a miles de millones. Son Sólo aves del disociar Reblandeciendo, retorcer y torcer palabras, por el nevoso zurcir y atenacear del soez barroso y deshonroso ahombrado parecer de unos cuantos.
Reverenciados y transubstanciados dialogaban.
El águila batiendo soles de agua bajo el vuelo Dijo.
El halcón la luz buscando ahoras pasados y la liebre libre.
El cóndor la cordillera la res recién nacida negra y blanca en las plumas del invierno.
Escuchaba También las hojas, el aire, las ramas En la lejanía Montaña ys desnuda, el crudo frío, En la copa derramada Por tanto invierno Por el viento ensordecido Aquéllas aves, sin su vuelo Sombras heridas destruyendo En las ramas, hojas de los rincones Libres, aéreos nuevos días, esperando navegarlos. Por el cielo dónde corren sueños conquistando nubes Por el inicio del último horizonte Estaban.
Varoniles Aves Varoniles, aves, varoniles, aves. Estaban Estaban...
Ni en aquélla montaña, ese eco, ni éste diálogo, estuvo inmóvil, pendulando, casi nadando, por el escucharlo atentamente...
Por el depósito exótico del tiempo, Saltaba película, espéculo y ámbito fantástico.
Antes que muera, quise contarlo, salvándole.
Célebre triángulo plumajes dialogando ahora qué tradujese lengüajes enhebrando cuento al resurgir arpegio alado...
En la soledad sincera, En la novedad, brevedad y alegoría.
En el pensar de su decir, desanudando, plumajes vuelo garra dolores combates alegría recónditos magníficos símbolos aves dramáticas movimiento incursión ágil demostración salvaje vasallaje carnívoros dóciles titanes espiritualizados permanencia imprescriptible veloz fascinación atacar soltar aflojar temible suave tenaz flexible natural sutil insólitos otras veces.
¡Quedaron atrapados en el futuro! Creo, recordar, cómo fructífero satélite El cometa prismático del diálogo Intemporal caratula. Y Sin objeción, objetiva al objeto, matiz y luz.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AÑOS DE DOLORES Dolores que caen por los cristales. Del transparente recuerdo. Del pasado ahogado.
¡Con la piel cansada de tiempo!.
Moviéndose lento. Espejo de noche fría. Los cabellos corren canos.
Por los años enemigos. Viendo al suelo y cielo. Los años lloran sus siglos. Y los ángeles sus dioses. Años, años castaños.
Los cariños alejados. Lagos cubiertos de olvidos. ¡Mares sin olas!. Arrugado y fugitivo el tiempo.
¿Serán lágrimas perennes?. ¿Sonrisas caducas?. ¡Oh, dolor, dolor de años!.
Años que murieron sus meses. Meses que perdieron sus semanas.
El Hombre Con Los años. ¡Se olvida!. ¡Se olvida de sus pasados!. En un futuro sin años, y mil siglos.
Y en sus pasados, se encuentran, sus dolores de años.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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